martes, 9 de octubre de 2012

Al-Hayy Umar Tall, un Héroe Africano

Bismillahi Rahmani Rahim
Los jinetes del desierto causan admiración por sus habilidades con los caballos y camellos y, en muchos casos, por ser valientes guerreros en medio de condiciones climáticas adversas.
Un hijo del desierto, Al Hayy Umar Tall, fue hace mucho tiempo uno de esos hombres excepcionales.
Nació en el reino fulbé de Fouta-Toro, al norte del Senegal, en Halwar, cerca de la ciudad de Podor, en 1797.
Era hijo de un erudito musulmán de etnia tukulor, quien le instruyó en los preceptos del Islam y le convirtió en un profundo conocedor del Corán.
Desde tierna edad se habituó a montar a caballo y recibió un duro aprendizaje por parte de experimentados maestros, a fin de dominar las armas del guerrero islámico.
En 1820 era ya miembro de la hermandad militar-religiosa sufí, Tijaniyya, fundada en el siglo XIII.
Como profesor de estudios superiores, divulgaba la fe y las ideas del Profeta (saws) en una madraza.
Emprendió por entonces la peregrinación que todo buen musulmán debe realizar a La Meca, la ciudad sagrada del Islam, situada en Arabia, por lo que hubo que realizar un largo viaje de más de cinco mil 500 kms a través del Sahara, que le sirvió para ampliar sus conocimientos sobre los pueblos y culturas del África del Norte.
En La Meca adquirió el apelativo de Al-Hayy, título concedido a los que cumplen con la visita a la Mezquita de Al-Haram y rinden culto a Allah en el templo que custodia la Ka’aba, el sitio más venerado de los creyentes Musulmanes.
Volvió en 1826, inspirado con la misión de extender el Islam y detener a los infieles extranjeros.

Méritos y liderazgo
Por sus méritos indiscutibles, pasó a ser el Califa de su cofradía de los Tijaniyya, que tenía adeptos en muchas zonas del Sudán occidental.
Comenzó una ardua labor de prédica de la yihad y se le fueron uniendo miles de seguidores.
En 1836 había establecido su base principal en las montañas del macizo de Futa Yallón en Guinea y allí preparó un poderoso ejército con vistas a lanzar la yihad hacia los reinos paganos del Sahel y el Sahara que oprimían a los musulmanes.
Estaban en tratos con los europeos y en varias ocasiones llevaron a cabo acciones punitivas sobre sus posiciones.
Umar se hizo aliado del Sultán de Sokoto, Muhammad Bello, y se casó con la hija de aquel monarca.
Luego de algunas expediciones de tanteo que sirvieron de fogueo a sus tropas, en 1848, desde la ciudad de Dinguiraye inició la gran ofensiva al este.
Al frente de la caballería, tomó sobre la marcha una serie de fortines enemigos, destrozó varias formaciones de lanceros rivales, dominó la importante ciudad de Kayes y ocupó buena parte de Malí, en una campaña intermitente de casi cuatro años.

Contra el colonialismo invasor
Los colonialistas franceses amenazaban con avanzar hacia sus territorios, Umar situó cuerpos de caballería volantes en las fronteras de sus dominios para frenarlos,.
En 1857 tomó el reino de Khasso, y adelantarse así a los europeos.
Puso sitio al Fuerte Medina de los galos, pero tuvo que levantarlo al llegar Luis Faidherbe, gobernador general de Senegal, con refuerzos.
La disputa con los franceses, se caracterizó por ver quien lograba controlar primero la región de la cuenca del Níger.
El Hayy Umar, atacó hacia el oeste, intentó desplazar a los galos de Futa Toro, pero no contaba con artillería para derrotarlos y se conformó con crear una especie de marca limítrofe para frenar su avance y así rechazar las columnas de exploración rivales.
Por un tiempo, los franceses no se atrevieron a cruzar a Malí, preocupados por la efectividad y disciplina exhibidas por las huestes tukulor.
Vuelto al este, Omar, en busca de crear un frente común contra los invasores europeos, decidió conquistar los reinos bambaras de Kaarta y Segú, que dominaban el cauce medio del Níger, y eran ambicionados por los francos que llegaban también desde Argelia por el norte.
Estos estados cayeron sin mucha oposición ante el empuje de los muyahidines tukulor en 1861.
El líder dirigió después sus legiones contra el emirato de Macina, que tenía relaciones con los colonialistas franceses.
La campaña fue larga, después de sangrientas batallas, donde cayeron 70 000 combatientes, incluida la decisiva victoria de Taayawal, logró apoderarse del estratégico estado en 1862.
En 1863, con la captura de la emblemática Tombuctú, completó el vasto Imperio Tukulor, que abarcó territorios de varias de las actuales repúblicas africanas: el sureste de Senegal, casi todas Guinea y Burkina Faso, la mayor parte de Malí, zonas del oeste de Níger y el norte de Benín y de Nigeria.
Umar fue un organizador, en los períodos de tregua y hasta mientras combatía aplicaba su elevada sabiduría para establecer una legislación uniforme en sus posesiones, basada en la Shari’a Islámica. Exigía que los jueces fuesen justos y que el sistema de impuestos funcionara y se aplicara según las posibilidades de los contribuyentes, por lo que extremó las medidas para proteger el comercio a través del Sahara, que beneficiaba a las prósperas ciudades del imperio y estimuló la producción artesanal de las localidades.

Un héroe legendario
Los franceses, que bajo el ambicioso Emperador Napoleón III, se labraban un imperio colonial en África del norte y del oeste, no estaban dispuestos a permitir el poderío del Al-Hayy Umar, pero como aún no estaban seguros de invadir el Imperio Tukulor con posibilidades de triunfo, practicaron la política de divide y vencerás, apoyaron a tribus enemigas del Califa, que se unieron en una rebelión contra su gobierno.
La nueva guerra se desarrolló en zonas del centro de Malí, el ejército tukulor presentó batalla a los rebeldes kunta, fulbé y tuaregs, cerca de la ciudad de Bandiagara.
Tras varios días de lucha muy reñida, una explosión en el polvorín causó la muerte del Califa y el 12 de febrero de 1864, sin la guía del invencible caudillo, sus fuerzas fueron derrotadas.
El Imperio Tukulor, no obstante las pérdidas sufridas y la caída de su máximo líder, gracias a la fortaleza que le había impreso Umar continuó la lucha.
Su sobrino Tidjiani Tall y su hijo Ahmadu Tall enarbolaron las banderas del Califa y defendieron la causa tukulor, que se sostuvo durante casi otros 40 años.
Solo cedieron ante la abrumadora superioridad en armas de las potencias colonialistas.
La larga ofensiva europea formó un movimiento de pinzas, con los franceses desde el norte y el oeste y los británicos por el sur, y hacia1899 cesó la resistencia indígena.
Al-Hayy Umar ibn Said Tall fue un elegido del destino para luchar por la soberanía y la independencia africanas.
Hoy está considerado como un héroe islámico del continente, vanguardia de la resistencia indígena contra el dominio extranjero, precursor de la unidad para enfrentar a los invasores europeos y encarnizado adversario de los colonialistas franceses.
Su intransigencia y heroísmo ante el enemigo son un legado honroso para la historia de los movimientos de liberación en el planeta.
Para los pueblos de Senegal, Guinea y Malí, el invicto Califa será siempre una figura legendaria.

1 comentario:

  1. As salam alaikum Mustafa, alhamdulillah bueno leer este artículo.

    Unas pocas precisiones:

    Shaykh Umar Futi fue Califa pero no el único Califa de la tiyaniyya en su época. Califa significa como él mismo desarrolla en su exposición de asuntos espirituales y de tariqa, en el lenguaje de la tiyaniyya:

    "He is a representative of the Shaykh without restriction. The muqaddams and their students are therefore included among the subjects of the khalifa. Obedience to the khalifa is incumbent upon them … Someone who is taught by the khalifa is on equal footing with someone who is taught by any other, because of the degree of deputyship (Rimah Hizb al-Rahim)".

    En cada época siempre hay varios Califas tiyanis y en general ha dicho Shaykh Ahmad at Tiyani (r.a.a.) que en cada generación hay siempre 300 kumal (kamils) en la tariqa entre los hombres, además de otro número de kumal entre los yinnes tiyanis.

    Se lee además: "En 1820 era ya miembro de la hermandad militar-religiosa sufí, Tijaniyya, fundada en el siglo XIII."

    La tariqa no es una cofradía militar-religiosa, pero como muchas tariqas en sus oportunidades necesarias han participado según la época y contexto en jihads. La de sidi Umar Futi no se dio hasta que él recibió la autorización del Profeta, sallallahu 'alayhi wa sallam para hacerlo.

    La tiyaniyya además no es del siglo XIII. Sidi Ahmad at Tiyani (r.a.a.) El nacimiento de la tariqa se dio en 1197 hijri / 1792 con la autorización del Profeta (saaws):

    "... Sidna Shaykh [Ahmad at Tiyani] went back to Tlemcen and then departed to Qasr Shallala and Bu Samghun. Here, in 1197/1782, he announced that the Holy Prophet (peace and blessing be upon him) has authorised him in a daylight vision (yaqadatan; while he was awake) to establish his own order, Tariqa Ahmediya-Mohammediya-Ibrahimiya-Hanifiya, which came to be known as the Tijaniya. He told him (peace and blessing be upon him) that he was to take Sufism directly from him—hence the name—and not use any of the chains of authority of teacher-to-disciple that were the main stay of all the Sufi Orders. He informed him yaqadatan,

    "No shaykh has favour on you; for I am myself your true intercessor and supporter. (…) So abandon all that you have taken from all other tariqas and hold fast to this tariqa without seclusion (khalwa), or retirement from people ('uzla), until you reach your promised maqam, and you are as you are, without hardship, difficulty, or strive, and abdicate all the saints".

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