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martes, 28 de mayo de 2013

Un ejemplo de Hazrat Abu Bakr (ra)

 
Bismillahi Rahmani Rahim
En los primeros tiempos de su califato, Hazrat Abu Bakr (ra) se ganaba la vida ordeñando las ovejas de una mujer. Más tarde le fue otorgado un pequeño salario. En su lecho de muerte, dio una vasija a los que le rodeaban y les pidió que se lo diesen al nuevo califa tras su muerte. Hazrat Umar (ra) fue su sucesor; cuando rompió la vasija había algunas monedas y una carta en la que ponía: "He vivido acorde al nivel de vida de los más pobres de Medina, y he puesto en esta vasija lo que me sobraba de mi salario. Por lo tanto, estas monedas pertenecen al tesoro público donde deben ser devueltas". Al leer la carta, Hazrat Umar lloró e hizo el siguiente comentario: "Abu Bakr, has dejado un peso insoportable sobre los hombros de tus sucesores". (Tabari, Tarij, 4:252)

sábado, 20 de abril de 2013

La Retribución por las Acciones

Bismillahi Rahmani Rahim

Hazrat Abu Asma narró que Hazrat Abu Bakr (ra) estaba comiendo junto al Mensajero de Allah (asws) cuando esta ayat fue revelada:
"El que haya hecho el peso de una brizna de bien, lo verá; y el que haya hecho el peso de una brizna de mal, lo verá" (99:8-9)
Hazrat Abu Bakr (ra) dejó de comer y dijo: "¡Oh Mensajero de Allah! ¿Veremos (seremos castigados por) cada una de las maldades que hemos hecho?". El Mensajero de Allah (asws) contestó: "Todo lo que te sucede (en este mundo), lo cual te disgusta, es retribución (por tus faltas), mientras que las recompensas por las buenas aacciones serán dadas en el Ajirat a quienes las merezcan". (Ibn Abi Shayba, Hakim y otros)
Otra narración dice que el Mensajero de Allah (asws) contestó: "¡Oh Abu Bakr! ¿No ves todo lo que ocurre que te disgusta? Bueno, eso es por (el castigo de) el peso de las faltas, mientras que las (recompensas por el) peso de las buenas acciones será mantenido en reserva y será dado completamente en el Día del Levantamiento. La confirmación de esto se manifiesta en el Libro de Allah cuando dice:
"Las desgracias que os afligen son el resultado de lo que se han buscado, pero Allah perdona muchas cosas" (42:31)" (Ibn Mardway)
Hazrat Abu Bakr (ra) narró que estaba una vez junto a Rasulullah (asws) cuando se reveló la ayat siguiente:
"Quien haga un mal será pagado por ello y no encontrará para él, aparte de Allah, nadie que lo proteja ni lo defienda" (4:122)
Luego de que el Mensajero de Allah lo recitara, Hazrat Abu Bakr (ra) dijo: "Todo lo que sé es que parece que mi espalda estuvo cerca de quebrarse". "¿Qué es lo que te ocurre, Abu Bakr?", preguntó Rasulullah (asws). Dijo: "¡Oh Mensajero de Allah! ¿Quién de nosotros no comente errores? ¿Seremos castigados por todo lo que hacemos mal?" El Mensajero de Allah (asws) contestó: "Tanto para tí como los Creyentes, sufrirán la retribución de sus faltas en este mundo, para que cuando se encuentren con Allah no tengan faltas en sus cuentas. Sin embargo, los otros (los Kuffar) tendrán sus cuentas acumuladas hasta ser castigados por ellas en el Día del Levantamiento". (Tirmidhi, Ibn Mundhir)
Hazrat Abu Bakr (ra) cierta vez preguntó: "¡Oh Rasulullah! Cuando seamos castigados por cada falta, ¿quién podrá mantenerse en un buen lugar luego del ayat que dice: 'Quien haga un mal será pagado por ello...' (4:122)?". El Mensajero de Allah (asws) dijo: "¡Que Allah te perdone, Abu Bakr! ¿Acaso no te enfermas? ¿No te cansas? ¿Nunca te has sentido deprimido? ¿Nunca has sufrido privaciones? ¿Nunca te han caído calamidades encima?". "Esas cosas suceden", contestó Hazrat Abu Bakr (ra). Entonces, el Mensajero de Allah (asws) dijo: "Esta es la retribución por tus faltas en este mundo". (Ahmad, Ibn Mundhir, Hakim y otros)
Traducido del libro "Hilyat us Sahaba"

lunes, 7 de enero de 2013

La Piedra del Conocimiento


Bismillahi Rahmani Rahim
El Sagrado Profeta (asws) dijo a sus Sahaba:
"Si supieran todo el mal que guardan sus lenguas, con seguridad las cortarían y las arrojarían lejos".
Abu Bakr Siddiq (ra) escuchaba con atención y pensó:
"¿Cómo podré hacerlo?"
Entonces tomó una piedra y la puso en su boca. Sólo se la quitaba cuando le era realmente necesario decir algo, para luego volver a ponerla en su boca. Así estuvo durante años hasta que Yibril (as) se presentó ante el Sagrado Profeta (asws) y le dijo:
"Ya Rasulullah, dice tu Señor que está complacido con Abu Bakr Siddiq. Dile que ya puede quitarse la piedra de la boca".
Así fue que esa piedra se convirtió en un gran conocimiento. Abu Bakr (ra) pasó esa piedra a Salman al-Farisi (ra), y así de uno a otro en lo que llamamos la Cadena de Oro Nakshibendi. Esa piedra ha llegado a nuestro Grandsheykh Maulana Nazim al-Hakkani, quien de tanto en tanto se la quita para decirnos algo.
Y esa piedra aguarda ser entregada al Imam Mahdi (as). Sheykh Maulana se la entregará al Imam Mahdi. Es lo que corresponde.
Por lo tanto debemos ser cuidadosos con lo que decimos, a quién se lo decimos y dónde lo decimos, ya que el Sagrado Profeta (asws) ha dicho:
"Prométanme que se van a cuidar con dos cosas. Si así lo hacen los encontaré yo mismo a las puertas del Paraíso. Cuiden sus partes privadas y sus lenguas, entonces serán triunfadores".
-Sheykh Abdul Kerim Effendi, serie "Sabiduría Naqshbandi"-

martes, 18 de diciembre de 2012

Nuestro camino, el Camino Siddiqi


Bismillahi Rahmani Rahim
Esta responsabilidad es una amanat para nosotros. Esto es una confianza que se nos ha dado. Este es el momento en el que vamos a probar que somos veraces.
Veraces, Siddiq. Estamos siguiendo el camino de Abu Bakr Siddiq (ra).
No pienses que el camino es fácil. Es el camino más difícil. Mientras no lo sacrifiquemos todo, no hemos dado un paso en este camino.
Somos débiles. Somos los peores en este Ajir Zaman, pero estamos felices de que estamos bajo Sahibul Sayf, en dunya y en Ajirat, insha'Allahu Rahman.
No sabemos si mañana vamos a vivir, así que vive correctamente hoy.
Como creyentes debemos vivir así. Si estás viviendo así definitivamente vas a buscar y contar cosas que te son importantes, no cosas sin importancia. Si no estás buscando de esa manera, si no estás viviendo de esa manera, toda pequeñez va a molestar a tu ego y nunca vas a estar en paz. Toda pequeña mirada que alguien te dirija, no eres feliz. Nunca vas a estar en paz. Constantemente vas a estar luchando contigo mismo.
Lucha contra tu ego. Esto es para ti y para mí. Debemos luchar contra nuestro ego. Debemos pararnos sobre nuestro ego y decirle: "¡Esta vez te atrapé!"
No permitan que nuestros egos sean libres.
Estos son días de completa oscuridad, días de completa dayyaliyat, días de completa pena y días donde no hay Khilafat, días donde no hay Islam. El Islam no gobierna.
Toda la adoración que estamos haciendo es para mantenernos fuertes. Esta adoración nos preparará para que cuando llegue el tiempo en el que venga Mahdi, Sahibul Zaman, estemos listos.
Todos aguardan por ese tiempo, ¿pero qué estás haciendo para prepararte a ti mismo? ¿Piensas que esto es magia?
Ellos han hecho que el Islam sea como magia. Han hecho que el Ajir Zaman sea como magia. No, no es como magia. El Sagrado Profeta (asws) construyó esta religión con sangre, sudor y las vidas de los mártires. Vidas de mártires, no con magia. Veintitrés años él construyó. Luego de eso, los Khulafa e-Rashidun.
Así es, recién hemos entrado, hemos finalizado el Urs de Hazrati Ali (qs), quien en ese Mihrab fue asesinado. ¿Por qué fue asesinado?
Por el Islam, por este camino. Fue asesinado, se volvió shahid.
El anterior a él, Hazrati Uzmán, se convirtió en shahid mientras leía el Qur'an Kerim. Ese, Hazrati Uzmán, quien compiló el Qur'ani Kerim, murió por ese Qur'ani Kerim y ese Qur'ani Kerim aún tiene su sangre escrita en él.
Así es, y Hazrati Umar también se convirtió en shahid de esa manera por la causa del Islam, por la causa de lo que nuestro Sheykh está continuando.
Este camino se construye, sí, sobre mucho sacrificio. Por lo tanto, no entres al mundo de la ilusión y la fantasía. Si estamos siguiendo los pasos de los Sahabi e-Kiram, los pasos de los Tabi'in, no se detiene allí. Los Tabi'in sacrificaron todo, sus vidas, sus esposas, sus maridos, sus hijos, sus padres y sus madres y su riqueza y todo por la Causa de Allah y Su Profeta. Y eso continuó mediante la vida de los at-Tabi'u Tabi'in. Continuando, hasta hoy en día eso no va a cambiar.
Aquellos que busquen seguir en esos pasos, debemos tener la voluntad, debemos estar listos para sacrificar todo por la causa del Islam. Para eso vivió nuestro Sheykh. Con eso se retiró de esta vida y siguiendo en este camino, eso es lo que tenemos que poner en nuestras vidas y hacerlo fuerte.
Este mundo no tiene mucho para continuar. Muy poco tiempo. Y el creyente debe saber cuánto tiempo tiene este mundo, y un creyente debe prepararse a sí mismo para la cantidad de cambios por ocurrir, todos estos tiempos pesados y la prueba que va a acontecer.
El creyente debe prepararse a si mismo porque Dayyal va a venir, y va a engañar a tantos.
A tantos va a engañar. A tantos musulmanes va a engañar. A tantos Ahlil Tariqat va a engañar. A tantas Jama'at va a engañar. En cambio Mahdi, ¿qué es lo que va a traer?
La Shari'at de Rasulullah (asws), la trae para ellos.
Aquellos que justo ahora están viviendo por eso y muriendo por eso, no van a ser engañados.
Aquellos que están buscando otra cosa, aquellos que están buscando magia, aquellos que están buscando estaciones, aquellos que están buscando cosas inusuales, Dayyal va a venir y va a darte lo que tu ego está buscando, lo que estás buscando.
Sabemos que nuestro ego no quiere sacrificarse. Sabemos que nuestro ego sólo quiere satisfacerse a sí mismo. Así que el camino es claro. Sigue a tu ego, y en ese momento estarás siguiendo a Dayyal.
No interesa quién dices que eres, a quién estás siguiendo. No interesa a quien perteneces. No interesa de quién eres hijo, o de quién eres padre. No interesa si en ese momento vistes o no un turbante. Vas a ser engañado porque no estás buscando por ese sacrificio. No estás buscando sacrificarte a ti mismo. Estás buscando qué es lo que puedes ganar, qué puedes obtener, no lo que puedes dar.
Amor. El occidente nos enseña que amor es lo que vamos a obtener. Si no obtienes lo que quieres, no hay más amor.
Islam dice: Amor es completa sumisión. Ese momento, cuando te sometes a ti mismo, cuando dices: "No existo, no existo, solamente Tú y me someto a Ti", ¡eso es Islam!
No pienses que ese camino es fácil.
En el tiempo del Sagrado Profeta (asws) un beduino llegó y le dijo: "Ya Rasulullah, ¡te amo!", el Sagrado Profeta (asws) no le dio una respuesta diciendo: "Muy bien, bienvenido seas, días nuevos para tí, masha'Allah para ti, te has vuelto un santo, tienes tanto poder contigo, vas a ver tantas cosas". Le dijo: "Prepárate a tí mismo para la penalidad. Si me amas, prepárate para la penalidad".
Allah prueba a Sus amigos.
No pienses que nosotros estamos en penalidad. Tenemos el lujo, lo tenemos todo, alhamdulillah. No pedimos que Allah nos pruebe, pero no te embriagues en pensar que vas a conseguir cualquier estación, que vas a ir al mismo maqam o al mismo Paraíso que están yendo ellos sin que Allah te pruebe. ¡No seas iluso y fantástico de esa forma!
No deberíamos tomar esta religión en broma. No deberíamos tomar este camino de manera irresponsable. Hay una razón de que esta Tariqatul Aliya, la más elevada, sea difícil.
No estamos diciendo que hemos progresado demasiado en este camino.
No estamos pretendiendo eso, pero nuestra intención es aferrarnos con fuerza a nuestro Sheykh y poner esa disciplina en nuestras vidas. Y pararnos sobre nuestro ego y continuar este camino.
Insha'Allahu Rahman con eso, como hemos hablado antes, incluso la hormiga, la hormiga con la pata quebrada que transportaba una millonésima parte de una gota de agua en su boca, pero por el amor que esa hormiga tenía por Allah y Su Profeta, cuando el Profeta Ibrahim (as) iba a ser quemado por el fuego de Namrud, ese fuego que podía ser visto desde esa parte de Turquía hasta Irak hasta Basra, ese fuego que era enorme. La hormiga llegaba con esa pequeñísima porción de agua en su boca.
"Mira, he venido para apagar el fuego de Namrud".
Y a Allah le agradó eso y El menciona a esa hormiga en el Qur'ani Kerim. Esa hormiga estará entre unos muy pocos animales que van a estar en el Jannah.
Nosotros somos peores que ellos. Pero haz grande tu intención. No seas bajo con tus intenciones y tus ambiciones en el camino del Islam.
Estamos aquí, insha'Allahu Rahman, con el apoyo de nuestro Grandsheykh, con el apoyo de nuestro Sheykh, para hacer caer el kufr y tomar la bandera del Sagrado Profeta (asws) y llevarla a la cima de la Casa Blanca y llevarla a Istambul conjuntamente con el Sahibul Zaman.
Esa es nuestra intención. Así es. Somos peores que esa hormiga pero no podemos hacer que nuestra intención sea pequeña.
Que Allah nos perdone y los bendiga a todos por la causa de nuestro Sheykh.
¿Quiénes somos?
Somos nada. Pero Sheykh Effendi lo controla todo desde detrás del Monte de Qaf. Por eso, shukur Ya Rabbi, astaghfirullah Ya Rabbi.
Fatihat.
-Sohbet dado por Lukman Khoja Effendi, khalifa de Sheykh Abdul Kerim al-Hakkani, el 9 de agosto de 2012 en la Dergah Osmanli de New York-

viernes, 12 de octubre de 2012

El amor incondicional de Hz. Abu Bakr (ra) por el Profeta (asws)

Bismillahi Rahmani Rahim
En el comienzo, aquellos que abrazaron el Islam, debieron mantener su fe en secreto tanto como les fuera posible. Como los Musulmanes eran constantemente perseguidos por los Qurayshíes, el Profeta mismo (saaws) aconsejó a los nuevos conversos que practicaran secretamente el Islam para evitar sufrir a manos de la gente de Quraysh. No obstante, cuando el número de Musulmanes alcanzó a treinta y nueve, Hazrat Abu Bakr(ra) sugirió predicar y practicar abiertamente el Islam. En un principio el Profeta (bendiciones y paz de Allah sean sobre él - saaws) no estuvo de acuerdo, pero, ante la insistencia de Hz. Abu Bakr (ra), dio su consentimiento y todos ellos se dirigieron hacia el Haram (el templo Sagrado en Meca) para la prédica.

Hz. Abu Bakr (ra) comenzó a hablar, y la jutbah dada por él fue la primera que se registra en los anales del Islam. Hz. Hamza (ra), tío del Profeta y líder de los Mártires, abrazó el Islam ese día, mientras que Hz.‘Umar(ra) llegó a las filas de los Musulmanes al tercer día de esta arenga.

Tan pronto Hz. Abu Bakr(ra) empezó a hablar, los idólatras e incrédulos de entre los Qurayshíes cayeron sobre los Musulmanes desde todos lados. A pesar del hecho de que era considerado el más noble y respetable de toda la gente de Meca, Hz. Abu Bakr (ra) fue tan golpeado que su naríz, ojos y el rostro entero fueron cubiertos de sangre.

Fue pateado, pisoteado, atropellado y golpeado con brusquedad y salvajismo. Quedó inconsciente y medio muerto; nadie tenía la esperanza de que sobreviviera a tan brutal ataque. Los BanuTaim, gente de su clan, llegaron y lo cargaron hasta su hogar.

En el Haram, ellos anunciaron que si Abu Bakr sucumbía a las injurias, en represalia tomarían la vida de Utbah bin Rabiah, quien había tomado la parte más activa en el ataque.

Abu Bakr (ra) permaneció inconsciente durante todo el día. La gente a su alrededor gritaba su nombre una y otra vez para hacerlo recuperar sus sentidos, pero no pronunciaba palabra alguna. Tarde, al anochecer, pudo abrir sus ojos y demostró algunos signos de consciencia.

En cuanto pudo hablar, preguntó: “¿Cómo se encuentra el Mensajero de Allah (saaws)?”

La gente se sintió muy decepcionada con él; dijeron: “¿Cómo es esto? ¡A pesar de toda esta calamidad, y luego de haber permanecido virtualmente en las garras de la muerte todo el día por causa del Profeta, tan pronto como vuelve a estar consciente no tiene otra cosa de la cual hablar más que del mismo Profeta!”

Disgustados por su devoción al Mensajero de Allah (saaws), aunque satisfechos de que ya estaba fuera de peligro, dejaron a Abu Bakr. Aconsejaron a Umm Jair, su madre, que le diera algo de comer. Mas sin considerar su alimento, Abu Bakr (ra) hacía incesante e impacientemente a su madre la misma pregunta una y otra vez: “¿Cómo se encuentra el Mensajero de Allah (saaws)?”

Al mostrar ignorancia acerca del bienestar del Profeta, Abu Bakr (ra) encargó a su madre que fuera donde UmmYamil (la hermana de ‘Umar) y escuchara de ella las últimas noticias concernientes al Mensajero de Allah (saaws). La madre no pudo negarse al pedido de su hijo en tan lamentable condición, y se apresuró hacia el hogar de UmmYamil para interrogarla acerca del bienestar de Seyyidina Muhammad (saaws).

Como otros Musulmanes de aquel momento, Umm Yamil también mantenía su fe en secreto. Por esto, ella negó su conocimiento acerca del Profeta, diciendo: “¿Quién es Muhammad y quien es Abu Bakr? ¿Porqué debería saber algo sobre ellos? No obstante, siento pena por conocer la condición de tu hijo; si lo deseas, puedo ir contigo a visitarlo”.

Umm Jair aceptó, y ambas fueron hacia Abu Bakr. Al ver a Abu Bakr (ra) en esa condición lamentable, Umm Yamil no pudo controlar sus sentimientos y comenzó a llorar diciendo: “¡Maldición para los rufianes por lo que han hecho a un hombre como Abu Bakr! ¡Quiera Allah castigarlos por sus maltratos!”

Obviando lo dicho por Umm Yamil, Abu Bakr (ra) puso las mismas palabras en sus labios:

“¿Cómo se encuentra el Mensajero de Allah (saaws)?”

Señalando hacia Umm Jair, Umm Yamil preguntó: “¿Es seguro decir algo en su presencia?”

Dijo Abu Bakr (ra): “No te preocupes por ella. Dime rápidamente cómo se encuentra el Profeta (saaws)?”

Umm Yamil: “Se encuentra bien”

Abu Bakr: “¿Dónde está en este momento?”

Umm Yamil: “Está en Arqam (lugar donde se reunían secretamente los Musulmanes)”

Abu Bakr (ra): “¡Por Allah! No comeré nada hasta haberlo visto”

En aquel momento, su madre estaba muy ansiosa por alimentarlo. Ella sabía que cuando su hijo juraba por Allah nada podía quebrar su juramento, y que bajo ninguna circunstancia se alimentaría. Por esto, consintió en llevarlo hasta Arqam. Tuvo que esperar que disminuyera la frecuencia de gente en la calle para poder llevarlo hacia aquel sitio sin que fuesen detectados por la gente de Quraysh.

Cuando llegaron a Arqam, Abu Bakr (ra) vio al Mensajero de Allah, sallallahu 'alayhi wa sallam, y lo abrazó llorando profusamente. El Sagrado Profeta fue recíproco con él, y todos los Musulmanes presentes lloraron amargamente por la condición de Abu Bakr (ra).

Luego, Abu Bakr (ra) presentó su madre Umm Jair al Sagrado Profeta (saaws) diciendo: “¡Oh Mensajero de Allah! Ella es mi madre. Reza por ella y haz que acepte el Islam”

El Sagrado Profeta rezó por ella y luego le predicó. Allí mismo, ella aceptó el Islam.

Mucha gente puede pretender ser amantes mientras están cómodos y disfrutando la facilidad. Pero el amante real lo es cuando es capaz de probar su amor aún en la tribulación y la adversidad.


 

 

sábado, 24 de marzo de 2012

La Estación de Hz. Abu Bakr Siddiq, que Allah esté complacido con él

Bismillahi Rahmani Rahim

Allah-swt- enalteció a Abu Bakr por sobre el resto en el Sagrado Qur’an:

“No son iguales los que de vosotros gastaron antes de la conquista y combatieron, pues éstos tienen el mayor grado” (57:10)

Abdullah ibn ‘Umar narra que una vez el Mensajero de Allah (asws) estaba sentado con Hadrat Abu Bakr, quien vestía una túnica en la que llevaba espinas como botones en el pecho. En ese momento, Yibril descendió desde los cielos y luego de transmitir los saludos de Allah para el Profeta (asws), le preguntó: “¿Por qué veo que Abu Bakr viste una túnica que ha abotonado en su pecho con espinas?”. El Mensajero de Allah (asws) contestó: “¡Oh Yibril! Él ha invertido toda su riqueza en mi antes de la conquista de Meca y no ha dejado nada para si mismo”. Yibril dijo al Profeta (asws): “Transmítele los saludos de Allah, y dile que su Señor pregunta: ‘¿Te sientes a gusto conmigo en este estado de pobreza, o estas disgustado?”. El Mensajero de Allah (asws) se volvió a Abu Bakr y le dijo: “¡Oh Abu Bakr! Yibril se encuentra aquí. Te transmite los saludos de Allah, Quien pregunta: ‘¿Te sientes a gusto conmigo en este estado de pobreza, o estás disgustado?’”. Sayidina Abu Bakr comenzó a llorar y dijo: “¿Puedo estar a disgusto con mi Señor? ¡Estoy satisfecho con mi Señor! ¡Estoy satisfecho con mi señor!”.
*** 
Abu Bakr entregó todos sus bienes materiales como apoyo para la Causa de Allah. Cuando se le preguntó qué había dejado para su familia respondió: “Les he dejado a Allah y a Su Profeta”. Al escucharlo, ‘Umar dijo: “Nadie supera a Abu Bakr en su servicio a la Causa del Islam”.
También ‘Umar dijo: “Abu Bakr es nuestra autoridad, el mejor de nosotros y el más amado por el Profeta (asws)”.
Ibn ‘Umar dijo: “En el tiempo del Profeta (asws) no reconocimos a ninguno más elevado que Abu Bakr as-Siddiq”.
Hakim narró que se le pidió al Imam ‘Ali: “Oh Comandante de los creyentes, cuéntanos sobre Abu Bakr”. Dijo: “Es la persona a la que Allah llamó as-Siddiq desde los labios del Profeta (asws). Él es el Califa del Profeta (asws). Lo aceptamos para este Din y para este mundo”.
 ***
Dice Allah-swt- :
“Y en cuanto a quien temió el maqám de su Señor y se contuvo de los placeres, tendrá como morada el Jardín”
El Imam as-Sudí dijo en relación al Tafsir de esta ayat: Se reveló a causa de Abu Bakr as-Siddiq. Sucedió que Abu Bakr tenía un sirviente que le traía comida y le solía preguntar de dónde la sacaba. Un día vino con comida y se le olvidó preguntarle de dónde la había traído y se la comió. El sirviente le preguntó: “¿Por qué no me preguntas hoy?” Dijo: “Lo he olvidado. Entonces, ¿de dónde proviene esta comida?” El sirviente contestó: “Hice una adivinanzas para una gente antes del Islam y me pagaron por ello ahora.” Ante lo cual Abu Bakr vomitó la comida diciendo: “¡Oh Señor! Lo que haya quedado en las venas es porque Tú lo has retenido”. Y entonces fue cuando se reveló la ayat.
***
Abu Hurayra relató:
Estábamos sentados junto al Rasul al-Akram (asws) cuando Abu Bakr dijo: “¡Oh Mensajero de Allah! Juro por tu derecho que nunca en mi vida he adorado ídolos”. ‘Umar lo amonestó: “¿Cómo te atreves a jurar por el derecho de Rasulullah? Durante tantos años llevamos una vida de ignorancia…” Ante esto Sayidina Abu Bakr relató: “Abu Quhafa, mi padre, me llevó hacia donde se levantaban los ídolos. Me dijo: ‘Éstos son tus creadores. Póstrate ante ellos.’ Cuando mi padre se fue, le dije a un ídolo: ‘Estoy hambriento. Aliméntame.” No respondió. Le pedí agua y luego ropa. No pronunció palabra alguna. Lo desafié: “Te arrojaré piedras. ¡Detenme si puedes!” Nuevamente silencio. Le arrojé piedras que achataron su rostro. Cuando mi padre regreso y vio aquello se sorprendió. Me llevó de vuelta a casa. Mi madre sugirió que no deberían decirme nada.” Cuando Abu Bakr terminó con sus palabras, el Mensajero de Allah (asws) expresó: “Hadrat Yibril ha venido a mi diciendo que Abu Bakr dijo la verdad”.