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domingo, 23 de agosto de 2015

Jesús, sanador de corazones

Extraído del Masnavi (III, 2) de Mawlana Jalaluddin Rumi.


La casa de Jesús era el banquete de los hombres del corazón,
¡Eh, ser afligido, no abandones esta puerta!
La gente se amontona por todos lados,
muchos ciegos y cojos, y paralíticos y dolientes,
en la puerta de Jesús al alba,
que con su aliento puede curar sus dolencias.

Apenas hubo terminado sus oraciones,
ese santo aparecería a la hora tercera;
él vio ese gentío impotente en grupos,
sentados a su puerta con confianza y esperanza;
les habló, diciendo: "¡Oh afligidos!
Los deseos de todos ustedes han sido concedidos por Dios;
levántense, caminen sin pena ni aflicción,
¡conozcan la misericordia y beneficencia de Dios!

Entonces todos, como camellos cuyos pies están encadenados,
cuando les liberas sus pies en el camino,
corren presurosos con alegría y placer hasta el lugar del alto.
Y así a su orden se pusieron de pie y corrieron.

¿De cuántas aflicciones causadas por ti a ti mismo
has escapado por medio de estos principios de la fe?
¡Cuánto tiempo esta invalidez tuya fue un corcel!
¡Qué pocas veces tu alma estuvo vacía de pena y desgracia!
Oh rezagado y descuidado, ata una cuerda a tus pies,
no sea que pierdas a tu propio ser.

Pero tu ingratitud y desagradecimiento
olvidan la miel que has sorbido.
Este camino fue inevitablemente cerrado para ti
cuando heriste los corazones de los hombres del corazón.

¡Rápido! ¡Abrázales y pídeles perdón!
Como las nubes, derrama lágrimas de lamentación,
para que su jardín de rosas pueda florecer para ti,
y sus frutas maduras se abran por sí solas.

Agrúpense alrededor de esa puerta, no sean más viles que un perro,
si quieren rivalizar con el perro de los Siete Durmientes.

jueves, 24 de abril de 2014

Santos Vega y el espíritu de la Tradición

El espíritu de la Tradición no ha muerto, sin embargo son los hombres quienes se han olvidado de él dando la espalda a todo aquello que debe conferir significado a su ser en la existencia.

Nos hemos cubierto de apegos fútiles que velan nuestro discernimiento y hemos encontrado placer en lo que nos reduce a entidades permeables frente a cualquier incidencia ambiental. El progreso material nos ha inculcado una falsa idea de bienestar y prosperidad que no nos permite descubrir la verdad en nosotros mismos.

Notable nos resulta el símbolo poético de la gesta de Santos Vega para ilustrar nuestra breve reflexión. El payador, arquetipo de nuestra tradición, es retado a un combate verbal que trasciende la mera forma del relato para convertirse en un destello de realidad: todo símbolo sugiere realidades al pensamiento, realidades que proponen un despertar del significado y son detonantes para el entendimiento de lo que se ignora o desconoce. Santos Vega, representante de lo tradicional, asociado a un modo de vida natural y original -referido a los orígenes del hombre-, es retado a duelo payador por Juan Sin Ropa, representante de las fuerzas infernales -es decir, antagónicas a la naturaleza del hombre- ocultas en el mentado progreso socio-industrial que se reduce al desarrollo meramente material valorizado por el movimiento capitalista. El resultado fatal de la payada concluye con el acabamiento de la libertad pampeana del gaucho para impulsar la emergencia de los ídolos modernos del congestionamiento citadino. En la ciudad se concentran los flujos de producción-consumo que solventan la energía vital del capitalismo voraz. Es prácticamente imposible permitir la supervivencia de modos vivenciales asociados a la frugalidad y a la austeridad, ya que son contrarios al progreso material que necesita del mercado constante (compra-venta) para su desarrollo efectivo. Por esto que no es para nada arbitraria la simbología aplicada en la leyenda de nuestro payador: Juan Sin Ropa, luego de haber vencido a Santos Vega, convertido en serpiente hace arder el ombú bajo el cual se gestó el combate dialectal. Bajo la sombra de ese ombú descansaba el payador al momento de la irrupción de su contrincante y la imagen brilla por sí misma: el sosiego del hombre bajo el amparo de un árbol, símbolo de su armonía con el entorno natural -la guitarra pende de una rama de ese mismo árbol, lo que acentúa aún más su significado. En el orden opuesto, el poeta compara al diablo con el movimiento incesante del trabajo que fecundará la inmigración masiva de apátridas gestados desde el mismo vientre del capitalismo y que se nutrirán de su alimento. Nuestro país ha resentido un notable retroceso (social, cultural, económico y político) debido justamente a esa ola foránea que nada supo del sentido de la tierra más que por el provecho material que de ella pudo extraer. El gaucho, hijo mismo de esa tierra, podría haber sido el único encargado de forjar respetuosamente una prosperidad positiva para sus vástagos. Sin embargo no se le permitió desarrollar sus potencialidades y se lo quitó del escenario de nuestra historia por los falaces gobiernos que siguieron a la caída de don Juan Manuel de Rosas luego de la trágica batalla de Caseros.

Afirmando la condición luciferina de Juan Sin Ropa, el poeta escribe: "Como en mágico espejismo/ al compás de ese concierto/ mil ciudades el desierto/ levantaba de sí mismo./ Y a la par que en el abismo/ una edad se desmorona/ al conjuro, en la ancha zona/ derramábase la Europa/ que sin duda Juan Sin Ropa/ era la ciencia en persona". El poeta no emite juicios de valor, sin embargo deja más que claro el rol simbólico de ambos personajes como representantes de modos vivenciales completamente antagónicos: Santos Vega la sencilla nobleza de nuestra tradición vernácula, su canto original; Juan Sin Ropa el diablo amparado tras las vestimentas del progreso material y la destrucción de la identidad tradicional de los pueblos. Concluye: "...pero un viejo y noble abuelo/ así el cuento terminó:/ -Y si cantando murió/ aquél que vivió cantando/ fue, decía suspirando,/ porque el diablo lo venció". Significativa también la apreciación del escritor argentino Leopoldo Marechal, quien en su monumental obra 'Adan Buenosayres', en un episodio donde siete personajes se encuentran con una aparición de Juan Sin Ropa, en diálogo hace decir a este último: “Nunca me ha encargado el Jefe un trabajito más fácil. Nos agarramos a estrofa limpia: Vega no lo hizo del todo mal; pero un diablo es mejor guitarrero: tiene más uña. -¿Y qué ganaba el Jefe con derrotar a un pobre gaucho? –le interrogó Adán Buenosayres. –No crean, el gaucho aquél tenía sus bemoles –aseguró Juan Sin Ropa-. Su falta de ambición, su desnudez terrestre, su guitarrita y su caballito amenazaban con establecer en estos pagos una nueva edad de la inocencia cuando el Jefe ya estaba en vísperas de un triunfo universal y las naciones calan de hinojos para besarle el upite.”

Como dijimos al comienzo, el espíritu de la Tradición no muere, ya que como todo espíritu es inmortal, eterno y universal. Nuestra tarea es redescubrirlo, revalorizarlo y volver a hacerlo vital en nosotros mismos. Justamente allí es donde Dios se manifiesta.


El Poema de Rafael Obligado puede leerse aquí: Santos Vega - Poema Completo

martes, 8 de abril de 2014

Trova Gaucha: "Si olvidas que eres Hombre"

Si eres hombre
no olvides que eres hombre
que es olvidar a Dios y herir al mundo,
quizá la cumbre
de tu piel te asombre
temporario trayecto a lo profundo,
olvidarás el árbol, las espigas,
el sol y los caminos de la siesta.

Si olvidas que eres hombre,
no me digas que tu pobre corazón
está de fiesta,
si olvidas que eres hombre,
quién podría ser padre del olvido
o ser hermano, ser hijo, o ser amigo,
o ser poesía en la palma tendida de una mano.

Porque es difícil elevarse en hombre
lo harán tan sólo los que no se olvidan,
y aunque la cumbre de tu piel asombre
tan solo el corazón es muerte o vida.

Por el polvo oscilante de las horas
caminará tu idea empobrecida,
como un órgano mudo que atesora
el peso de una nota inconcebida,
y habrás de ser un poco de la vida
y un milenio de sombra, sin aurora.

-Don José Larralde-

sábado, 20 de julio de 2013

Consejos de Martín Fierro a sus hijos

Como anticipamos en nuestro artículo anterior titulado “Ética Islámica y Sabiduría Gauchesca”, compartimos a continuación lo que consideramos una exposición auténtica del saber tradicional que, como herencia de un conocimiento universal, ha sido transferido a nuestros antepasados gauchos por sus patriarcas moriscos, herencia que remite a un pasado islámico cuyo acervo encontró un asentamiento fértil en el alma gaucha.

Nos referimos a los ‘Consejos’ que Martín Fierro da a sus hijos. Estos se encuentran ya casi al final de ‘La vuelta de Martín Fierro’, libro en verso escrito por don José Hernández en 1879, y que constituye la secuela de ‘El Gaucho Martín Fierro’, escrito en 1872. Insha’Allah en próximos artículos desglosaremos la historia gaucha de la Argentina, historia de una Tradición que se vio silenciada por las oscuras maniobras de un liberalismo europeizante y corruptor que vencedor se erigió -mediante sus representantes- en el poder dominante que impuso al pueblo su historia y modo de ser, historia que da fiel cuenta en sus padeceres el Gaucho Martín Fierro.

***
Consejos de Martín Fierro a sus hijos

Un padre que da consejos
Más que padre es un amigo;
Ansi como tal les digo
Que vivan con precaución:
Naides sabe en qué rincón
Se oculta el que es su enemigo.
**
Yo nunca tuve otra escuela
Que una vida desgraciada:
No estrañen si en la jugada
Alguna vez me equivoco,
Pues debe saber muy poco
Aquel que no aprendió nada.
**
Hay hombres que de su cencia
Tienen la cabeza llena;
Hay sabios de todas menas,
Mas digo, sin ser muy ducho:
Es mejor que aprender mucho
El aprender cosas güenas.
**
No aprovechan los trabajos
Si no han de enseñarnos nada;
El hombre, de una mirada,
Todo ha de verlo al momento:
El primer conocimiento
Es conocer cuándo enfada.
**
Su esperanza no la cifren
Nunca en corazón alguno;
En el mayor infortunio
Pongan su confianza en Dios;
De los hombres, sólo en uno;
Con gran precaución en dos.
**
Las faltas no tienen límites
Como tienen los terrenos;
Se encuentran en los más güenos,
Y es justo que les prevenga:
Aquel que defetos tenga,
Disimule los ajenos.
**
Al que es amigo, jamás
Lo dejen en la estacada,
Pero no le pidan nada
Ni lo aguarden todo de él:
Siempre el amigo más fiel
Es una conducta honrada.
**
Ni el miedo ni la codicia
Es güeno que a uno le asalten,
Ansi, no se sobresalten
Por los bienes que perezcan;
Al rico nunca le ofrezcan
Y al pobre jamás le falten.
**
Bien lo pasa, hasta entre pampas,
El que respeta a la gente;
El hombre ha de ser prudente
Para librarse de enojos:
Cauteloso entre los flojos,
Moderado entre valientes.
**
El trabajar es la ley,
Porque es preciso alquirir;
No se espongan a sufrir
Una triste situación:
Sangra mucho el corazón
Del que tiene que pedir.
**
Debe trabajar el hombre
Para ganarse su pan;
Pues la miseria, en su afán
De perseguir de mil modos,
Llama en la puerta de todos
Y entra en la del haragán.
**
A ningún hombre amenacen,
Porque naides se acobarda;
Poco en conocerlo tarda
Quien amenaza imprudente:
Que hay un peligro presente
Y otro peligro se aguarda.
**
Para vencer un peligro,
Salvar de cualquier abismo
-Por esperencia lo afirmo-,
Más que el sable y que la lanza
Suele servir la confianza
Que el hombre tiene en sí mismo.
**
Nace el hombre con la astucia
Que ha de servirle de guía;
Sin ella sucumbiría:
Pero, sigún mi esperencia,
Se vuelve en unos prudencia
Y en los otros picardía.
**
Aprovecha la ocasión
El hombre que es diligente;
Y, tenganló bien presente:
Si al compararla no yerro,
La ocasión es como el fierro:
Se ha de machacar caliente.
**
Muchas cosas pierde el hombre
Que a veces las vuelve a hallar;
Pero les debo enseñar,
Y es güeno que lo recuerden:
Si la vergüenza se pierde,
Jamás se vuelve a encontrar.
**
Los hermanos sean unidos
Porque ésa es la ley primera
Tengan unión verdadera
En cualquier tiempo que sea,
Porque, si entre ellos pelean,
Los devoran los de ajuera.
**
Respeten a los ancianos:
El burlarlos no es hazaña;
Si andan entre gente estraña
Deben ser muy precavidos,
Pues por igual es tenido
Quien con malos se acompaña.
**
La cigüeña, cuando es vieja,
Pierde la vista, y procuran
Cuidarla en su edá madura
Todas sus hijas pequeñas:
Apriendan de las cigüeñas
Este ejemplo de ternura.
**
Si les hacen una ofensa,
Aunque la echen en olvido,
Vivan siempre prevenidos;
Pues ciertamente sucede
Que hablará muy mal de ustedes
Aquel que los ha ofendido.
**
El que obedeciendo vive
Nunca tiene suerte blanda,
Mas con su soberbia agranda
El rigor en que padece:
Obedezca al que obedece
Y será güeno el que manda.
**
Procuren de no perder
Ni el tiempo ni la vergüenza;
Como todo hombre que piensa,
Procedan siempre con juicio;
Y sepan que ningún vicio
Acaba donde comienza.
**
Ave de pico encorvado
Le tiene al robo afición;
Pero el hombre de razón
No roba jamás un cobre,
Pues no es vergüenza ser pobre
Y es vergüenza ser ladrón.
**
El hombre no mate al hombre
Ni pelee por fantasía;
Tiene en la desgracia mía
Un espejo en que mirarse;
Saber el hombre guardarse
Es la gran sabiduría.
**
La sangre que se redama
No se olvida hasta la muerte;
La impresión es de tal suerte,
Que, a mi pesar, no lo niego,
Cai como gotas de juego
En la alma del que la vierte.
**
Es siempre, en toda ocasión,
El trago el pior enemigo;
Con cariño se los digo,
Recuérdenlo con cuidado:
Aquel que ofiende embriagado
Merece doble castigo.
**
Si se arma algún revolutis,
Siempre han de ser los primeros,
No se muestren altaneros,
Aunque la razón les sobre:
En la barba de los pobres
Aprienden pa ser barberos.
**
Si entriegan su corazón
A alguna mujer querida,
No le hagan una partida
Que la ofienda a la mujer:
Siempre los ha de perder
Una mujer ofendida.
**
Procuren, si son cantores,
El cantar con sentimiento,
Ni tiemplen el estrumento
Por sólo el gusto de hablar,
Y acostúmbrense a cantar
En cosas de jundamento.
**
Y les doy estos consejos
Que me ha costado alquirirlos,
Porque deseo dirigirlos;
Pero no alcanza mi cencia
Hasta darles la prudencia
Que precisan pa seguirlos.
**
Estas cosas y otras muchas
Medité en mis soledades;
Sepan que no hay falsedades
Ni error en estos consejos:
Es de la boca del viejo
De ande salen las verdades.


lunes, 27 de mayo de 2013

Las Alas del Conocimiento


Todos conocen poco excepto el hombre espiritual,

que tiene en su corazón la piedra de toque de la verdad vital.

Los otros, oscilando entre dos opiniones,

vuelan hacia su nido con una simple ala.

El conocimiento tiene dos alas, la opinión sólo una ala;

la opinión es débil y desequilibrada en su vuelo.

El pájaro que no tiene más que un ala cae rápidamente,

y de nuevo vuela dos o más pasos.

Este pájaro de la opinión se eleva y cae

con un ala, en la esperanza de alcanzar su nido.

Cuando escapa de la opinión y ve el conocimiento,

este pájaro gana dos alas y despliega ambas.

Después él va hacia arriba en línea recta,

sin servilismo en su cara ni humillación.

Vuela hacia arriba con dos alas parejas como el ángel Yibril,

libre de la opinión, de la duplicidad, y de la charla vana.

Aunque el mundo entero le diga,

"Tú estás firme en el camino de la fe de Dios",

no se vuelve más ferviente porque se lo digan,

ni su alma excelsa se desvía de su curso.

Y aunque todos le digan, "Estás en el camino equivocado,

te crees una roca pero sólo eres una hoja de hierba",

él no recae en la opinión ante sus críticas,

ni se enfada ante su malevolencia.

No, ni aunque el mar y las montañas pregonaran,

diciendo, "Te has hermanado con en el error",

él no recaería ni una pizca en vanas imaginaciones,

ni se sentiría herido por los reproches de sus adversarios.

(Maulana Jalaluddin Rumi, 'Masnavi', libro III: 5)

domingo, 10 de marzo de 2013

Soy Yo el Primero y el Último


Soy yo el primero y el último que ayuda a las almas,

Soy quien da la mano a los extraviados,

Soy la esperanza de los desesperados,

Soy la vista de los que no ven,

Soy quien revela los misterios inauditos,

Soy el espíritu que se esconde en los corazones,

Soy el agua que cae sobre las piedras,

Soy quien con una mirada detiene el mundo,

Soy quien sacia a los hambrientos,

Soy quien ampara a los amantes,

Soy el poder misterioso que allana los montes,

Soy quien creó esos cielos,

Soy el faro que ilumina los mares,

Soy el guía de los creyentes,

Soy quien impone el orden,

Soy quien escribió los cuatro libros,

Soy la lengua que recita el Corán,

Soy el camino que conduce a la felicidad,

Soy quien derrama riquezas,

Soy el jardinero de todos los jardines,

Soy quien mandó a Hamza al monte Qâf,

Soy quien puso allí el nido del Sîmurg,

Soy quien dice estas palabras, no Yunus.

Quien duda de esta verdad peca:

Soy yo el primero y el último.
 
(Poema de Yunus Emre)

martes, 18 de septiembre de 2012

Este mundo para nadie queda -Yunus Emre-


Aunque el mundo está impregnado de Dios

nadie alcanza a ver su misterio.

Si quieres verlo, búscale en tu mundo,

descubrirás entonces que Él no está tan lejos.

Esa tierra sobre la que caminas,

esa comida con la que te alimentas,

si crees que son tuyas, te equivocas.

El otro mundo se halla fuera de mi vista,

la virtud es lo que se queda en este mundo.

El dolor de la ausencia es demasiado amargo,

nadie volvió una vez que se marchó,

mas el que viene a este valle se irá,

sin remedio; todo ser humano este sorbete beberá.

La vida es un largo puente

por el que pasan todos, viejos o jóvenes,

pues venid, vamos a ser amigos,

la vida será más fácil para nosotros,

amemos y que nos amen todos,

pues este mundo a nadie le queda.

Si escuchas y entiendes

las palabras de Yunus,

seguro que las aprovecharás:

este mundo para nadie queda.