sábado, 5 de marzo de 2016

La abolición del cargo de Califa

Califa Abdulmecid II

Bismillahi Rahmani Rahim

3 de marzo de 1924 (92 años atrás):

El 3 de marzo en la Historia Otomana señala el aniversario 92 de un evento que aún hoy más que nunca hace sentir sus serias consecuencias para el mundo Islámico: la abolición del Cargo de Califa. Este evento señala un punto de inflexión en la historia, del que mucha gente es inconsciente. Para apreciar completamente el significado de este aniversario, debemos retrotraernos a Estambul. El año es 1924. Ha pasado algo de tiempo luego de la medianoche. Una única luz está encendida en la biblioteca del palacio Dolmabahçe. Allí, un hombre anciano está sentado tranquilamente y lee el Qur’an, meditando en el estado de su Ummah. Su nombre es Abdulmecid II y es el Califa 101 del Islam. Dos años antes, su primo Sultán Muhammad Vahdeddin VI ha sido exiliado en Italia (donde más tarde moriría de hambre) y el Sultanato Otomano ha sido abolido por la Asamblea General Nacional de Turquía bajo el liderazgo de Mustafa Kemal. Las fuerzas nacionalistas turcas finalmente han traído cerca del final al Imperio Otomano, pero aún sentían que no podían abolir de inmediato el Califato debido a la reacción masiva que eso produciría. Empezaron a llevar a cabo una campaña de violencia e intimidación que asegurara de quitar a todos los que apoyaban al Califa. Finalmente, en la noche del 3 de marzo ellos hicieron su movimiento. Un joven mensajero del ejército abrió la puerta de la biblioteca. El Califa siguió leyendo el Qur’an. En un primer momento el mensajero quedó sorprendido ante la apariencia del Califa, mas se forzó a sí mismo y leyó la proclama de la Asamblea General nacional de Turquía. El Califa se negó a dejar Estambul, pero a sus empleados les preocupaba ser asesinados por el ejército que había rodeado el palacio y los tenía a punta de pistola a él y a su familia, incluidos mujeres y niños. Luego de sopesar las pocas opciones que tenía, de mala gana empacó algunas de sus vestimentas y se marchó al exilio. Antes de la oración de la mañana (Fajr), fue llevado a punta de pistola hacia la estación de tren donde él y su familia fueron puestos en el Expreso de Oriente con destino a Suiza.

A continuación compartimos una anécdota sucedida en la estación de tren, contada por Sheykh Lokman Effendi Hz:

“Sí, él estaba allí, en la estación de tren, y estaba lloviendo. Allí estaba un jefe de la estación. El jefe de la estación dijo: ‘Oh Califa, por favor, venga al amparo’, porque aquellos ‘animales’ lo dejaron allí con todos sus hijos y lo demás, solamente fueron con una maleta, le dieron dos mil libras, como hicieron lo mismo con Sultán Wahid ad-Din: él murió de inanición. Como también hicieron con Sultán Abdul Hamid Khan, poniéndolo en el tren que era para animales, animales sucios, para cerdos. Y ese jefe de estación le dijo al último Califa: ‘Su Alteza, por favor, venga a mi oficina, salga del tren’. Le ofreció algo de té. El Califa dijo: ‘Gracias’. El jefe de estación empezó a llorar. Dijo: ‘¿Usted me está agradeciendo? Yo le agradezco a usted, ya que por todos estos años, usted nos ha dado amparo y nos ha protegido’. ¿Quién era este jefe de estación? ¿Lo sabes? Era judío. ‘Los Otomanos siempre nos han protegido’, dijo, ‘al menos ahora tengo una oportunidad de servir al Califa’. En ese entonces ellos tenían fe. Ahle Kitab. ¿Dónde está la fe de los musulmanes hoy en día? Todos se sientan juntos para tocar y cantar canciones sobre el nacimiento de su nación, Día Nacional, de cada país musulmán. Entiendan que están celebrando el nacimiento de sus naciones porque colectivamente hemos traicionado y enviado al exilio a nuestro Califa. La muerte del Califato es el nacimiento de las naciones Islámicas modernas y el renacimiento del estado de  jahiliyat (ignorancia) para este mundo entero.”
Como apasionados del Imperio Otomano añoramos el día en que el mundo Islámico nuevamente tenga gobernantes sinceros y humildes que realmente tengan en cuenta la protección de todos los ciudadanos, sin importar cuál pueda ser su raza, religión o creencia.

¡Biz Osmanliyiz, Pek Sanliyiz!


domingo, 24 de enero de 2016

Si aún existiera el Califato Otomano

Bismillahi Rahmani Rahim

¿Qué sucedería si el Califato Sunni del Imperio Otomano aún existiera y Makkah y Medina aún estuviesen bajo su control?

No habría habido destrucción de los lugares sagrados en nombre de la construcción.

No habría habido destrucción de las tumbas de los benditos compañeros y miembros de la familia del bendito Profeta (asws) en el Jannatul Baqi y en el Jannatul Mualla.

No habría habido tanta comercialización en el nombre del Hajj y la sombra de la torre de Makkah no habría caído sobre la Kaabatullah.

El Wahhabismo no se habría difundido con la ayuda de los petro-dólares, la comunidad Musulmana no se habría dividido, ni radicalizado. Los países musulmanes estarían libres del ‘Falso Yihad’.

Se podría viajar a salvo por los países musulmanes y ellos serían prósperos y desarrollados.

La imagen del Islam no habría sido destrozada y la gente no pensaría que el Islam enseña extremismo y terrorismo.

No habría una desviada mutawwa acusando a los Haajis de shirk y biddat en toda cosa secundaria y siendo molestos con ellos.

Los gobernantes no habrían sido borrachos, ni adúlteros, ni marionetas sionistas de EEUU. Y si los Otomanos hubiesen estado en el poder, ellos no habrían combatido por Palestina.

A todos los Hajjis se les habría dado el derecho de mostrar respeto a todos los Sahaba y a recitar Salat o Salam al Nabi-e Karim (asws).

La Masjid an-Nabawi habría estado llena de gente recitando Durud para el Nabi-e Karim (asws).

Habría cuatro Imams para Makkah y Madinah: Hanafi, Shafi’i, Maliki, Hanbali.

No habría habido Jahallat como  lo sugieren algunos Wahhabis, cada cosa sería acorde a la Shari’a y a la gente se le habría enseñado las etiquetas adecuadas de Ziyarat.

La tumba de la madre del Profeta no habría sido incendiada ni se habrían construido inodoros sobre la casa de Bibi Jadiya en Makkah.

Los sultanes Otomanos siempre se levantaron por la comunidad musulmana y siempre combatieron contra la opresión hacia los musulmanes.

Y si existieran los Otomanos, ellos habrían combatido contra el ISIS, al-Qaeda, Taliban, etc, quienes han debilitado a los países musulmanes, contrariamente a los Saudíes que apoyan todas esas ideologías.

La gente habría estado llena de amor y adab por Rasulullah (asws) en vez de estar llenos de ambición por el Jannah y miedo al infierno.

Los nombres de los Julafa e-Rashidin habrían estado en la Kiswa de la Kaaba en vez del nombre de un borracho perteneciente a la familia Saudita.

A la gente de otras sectas y religiones no se las habría despojado de sus derechos. Sus derechos habrían sido concedidos según las enseñanzas de Rasulullah (asws).

Olvídate de ayudar a EEUU a bombardear Iraq en 1992; los Otomanos habrían unificado a los musulmanes del mundo en vez de hacerlos combatir los unos a los otros por amor al poder y el dominio.

Que Allah-swt- eleve la estación de nuestros nobles antepasados Otomanos y devuelva su gloria para el bienestar y la salvaguarda de la Ummah entera.