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miércoles, 28 de mayo de 2014

Consejos del Profeta: Aléjate del sectarismo

Bismillahi Rahmani Rahim

Hudhayfa bin Al Yaman (ra) narró: 'La gente solía preguntar al Mensajero de Dios (asws) sobre lo bueno y yo solía preguntarle por lo malo, por temor a que me alcance. Dije: "¡Mensajero de Dios! Nosotros estuvimos en la época de la Ignorancia y el mal; luego Dios nos trajo este bien (del Islam). ¿Vendrá, pues, después de este bien, algún mal (para los musulmanes)?". El Profeta (asws) dijo: "Sí". Yo dije: "¿Y después de ese mal vendrá algún bien?". Dijo: "Sí; pero estará marcado con pequeños rastros del mal". Dije: "¿Cuáles serán esos rastros?". Dijo: "Gente que dirigirá a los demás sin la guía que os dejaré; aprobaréis cosas de ellos y desaprobaréis otras". Dije: "¿Y después de ese bien vendrá algún mal?". Dijo: "Sí; predicadores a las puertas del Infierno. Quien los sigue será lanzado en él por ellos". Dije: "¡Mensajero de Dios! Descríbemelos". Él dijo: "Sí, son de nuestra raza y hablan nuestra lengua". Dije: "¿Y qué me ordenas si eso me alcanza?". Dijo: "Mantente con el grupo mayor de los musulmanes y con su Imam". Dije: "¿Y si no hay un grupo mayor ni un Imam entre los musulmanes?". Dijo: "Apártate, pues, de todas esas sectas, aunque tengas que morder la raíz de un árbol y te llegue la muerte en ese estado". 
(Hadiz Sahih transmitido por el Imam Al-Bujari)

domingo, 6 de abril de 2014

La Estación de los Mártires por la Causa de Allah

Bismillahi Rahmani Rahim

El camino a la seguridad para un hombre es aferrarse a los profetas. El camino a la seguridad para un hombre es sólo decir la Shahadat, lo que trajo el Profeta (asws). Hubo tantos Sahabis que sólo dijeron eso, aceptaron al Profeta (asws), luego murieron y alcanzaron las estaciones más elevadas.

En el tiempo del bendito Profeta (asws) hubo una guerra, y un beduino se acercó diciendo: '¿Qué ocurre aquí?'. Le dijeron: 'Nos estamos preparando. Nuestros enemigos vienen a atacarnos'. Preguntó: '¿Por qué vienen a atacarlos?'. Dijeron: 'Mira, no tenemos mucho tiempo para ti. El Profeta (asws) está allí. Anda y habla con él'. Así que fue hasta el Profeta (asws) y le preguntó: '¿Por qué están atacando?'. El Profeta (asws) dijo: "Por esto". Le preguntó: '¿Qué es lo que estás dando a la gente?'. El Profeta (asws) dijo: "Los estoy llamando hacia su Señor". Dijo: '¿Ese es el motivo por el que vienen a atacarte, a matarte?'. El Profeta (asws) dijo: "Si". Entonces preguntó: '¿Qué me sucederá si vengo a tu lado y marcho a la guerra contra ellos?'. El Profeta (asws) le dijo: "No puedes venir a la guerra junto a nosotros. Primero tienes que convertirte en creyente para luchar con nosotros". Le dijo: '¿Cómo me convertiré en creyente?'. El Profeta (asws) le dijo: "Esto es lo que tienes que decir: 'Creo en Allah y en Su Profeta'". Y él preguntó: '¿Luego que ocurre? Si voy a esa guerra, y muero en esa guerra, ¿qué sucede?'. El Profeta (asws) le dijo: "Alcanzarás la estación de los mártires, que es la estación más elevada luego de la santidad". Dijo: 'Acepto lo que dices'. Lo aceptó allí mismo. Desenvainó su espada, corrió y antes de que pudiera bajar la espada sobre alguien, llegó una flecha, le golpeó y cayó. Ni siquiera una vez bajó su espada sobre alguien.

Luego de la guerra, cuando estaban juntando los cadáveres, al verlo el bendito Profeta (asws) dijo: "Este sólo dijo la Shahadat y puso la intención de combatir por la causa de Allah y fue hacia la estación más elevada". Aún no había hecho una Saydah (postración). Algunos dicen: 'Oh, estoy rezando tan bien', o: 'Estoy ayunando. Estoy haciendo esto y eso'. Todo eso es para nosotros. Pero ese desenvainó la espada por la causa de Allah. Dijo: '¿Te están atacando porque estás diciendo esto? Eso no es justo. Estaré de tu lado'.

Así es como era en ese momento, y después de ese momento han pasado siglos, y aún así es como es. Nada ha cambiado. Todo el que ataque a los Amigos de Allah debe prepararse a sí mismo para estar bajo la maldición. Todo el que ataque a gente inocente también debe estar bajo la maldición, pero Allah-swt- dice: "No toquen a quienes amo. Ellos son Mis amigos y les declararé la guerra si lo hacen. Entonces no podrán escapar".


-Sahib us Sayf Hz Sheykh Abdul Kerim al-Hakkani (ra)

sábado, 14 de diciembre de 2013

La Oración: medicina para las aflicciones

Bismillahi Rahmani Rahim

"Hazrat Hudayfa (ra) dijo que siempre que al Profeta (asws) le ocurría alguna dificultad, en primer lugar recurría al salat" (Transmitido por Ahmad y Abu Daud)

El salat es una gran bendición de Allah. Recurrir al salat en momentos de preocupación es apresurarse hacia Su misericordia, y cuando la misericordia de Allah llega al rescate, no permanecerá rastro alguno de preocupación. Hay muchas tradiciones concernientes a esta práctica del bendito Profeta (asws). Similar era la práctica de sus compañeros, que le seguían hasta en el más mínimo detalle. Hazrat Abu Darda (ra) dijo: "Siempre que soplaba un viento fuerte, inmediatamente el Profeta (asws) entraba a la mezquita y no la abandonaban hasta que el viento no hubiese pasado". De igual modo, al momento de un eclipse solar o lunar, el Profeta (asws) en primer lugar ofrecía salat. Hazrat Suhaib (ra) fue informado por el Profeta (asws) de que los anteriores Mensajeros de Allah (as) también solían recurrir al salat en todas las adversidades.

Hazrat Ibn Abbas (ra) estaba cierta vez en viaje. En camino recibió la noticia de que su hijo había muerto. Se bajó de su camello y ofreció dos rakaats de salat, permaneciendo en Tashahhud durante un largo tiempo. Luego recito: 'Inna lillahi wa innallaihi rayiun', y dijo: "He hecho lo que Allah nos ha ordenado hacer en Su Libro Sagrado: 'Buscad la ayuda de Allah mediante la paciencia y el salat (2:45)'".

Se narra de él otra historia similar. Estaba de viaje cuando recibió la noticia de que su hermano Quzum había muerto. Descendió de su camello a un lado del camino, realizó dos rakaats de salat y estuvo un buen rato rezando en Tashahhud. Luego de concluir su salat montó a su camello recitando el siguiente verso del Sagrado Qur'an: "Buscad la ayuda de Allah mediante la paciencia y el salat, porque este no es un peso para los humildes" (2:45).

Aún hay otra historia acerca de él. Escuchando de la muerte de una esposa del bendito Profeta (asws), cayó postrado. Cuando alguien le preguntó la razón, dijo: "Nuestro querido Profeta (asws) nos ha enseñado a postrarnos (en salat) siempre que nos caiga una calamidad. ¿Qué calamidad puede ser mayor que la muerte de una Ummul-Mu'minin?".

Cuando Hazrat Ubadah (ra) estaba cerca de dar su último aliento, dijo a la gente a su alrededor: "Os prohíbo a todos que lloréis por mí. Cuando mi alma parta os pido que hagáis wudhu, observando cada una de sus partes, y que os dirijáis a la mezquita y recéis por mi perdón, porque nuestro Señor Misericordioso nos ha encomendado 'buscar ayuda mediante la paciencia y el salat'. Luego hacedme reposar en el hueco de mi tumba".

Hazrat Nadhr (ra) narró: "Una vez, durante el día en Medina, se puso todo muy oscuro. Rápidamente fui hacia Hazrat Anas (ra) para saber si alguna vez él ya había experimentado algo similar durante la vida del bendito Profeta (asws). Me dijo: '¡Masha'Allah! En el transcurso de aquellos días benditos, cuando el viento soplaba con fuerza, nos apresurábamos hacia la mezquita (a rezar) ya que podría ser la aproximación del Ultimo Día'".

Hazrat Abdullah Ibn Salam (ra) narró que siempre que los miembros de la familia del Profeta (asws) se sentían oprimidos de algún modo, el Profeta (asws) les encomendaba hacer salat y que recitaran los versos siguientes del Sagrado Qur'an: "Ordena a tu gente el salat y persevera en él. No te pedimos sustento, Nosotros te sustentamos a ti. Y el buen fin pertenece al temor (de Allah)" (20:131).

Se ha dicho en un hadiz que cuando alguien se enfrenta con una necesidad, pertenezca a esta vida o a la Próxima, sea concerniente a Allah o a algún mortal, se debe realizar un perfecto wudhu, ofrecer salat de dos rakaats, glorificar a Allah, luego pedir bendiciones para el Profeta (asws) y luego rezar como sigue: "No hay divinidad excepto Allah, el Clemente, el Misericordioso. Glorificado sea Allah, Señor del Trono Grandioso. Alabado sea Allah, Señor de los mundos. Te pido todo lo que conduzca a Tu misericordia y merezca Tu perdón. Te pido abundancia en todo lo que es bueno y refugio de todo lo malvado. No me dejes falta sin perdonar, ni angustia sin remover, ni necesidad sin cubrir. ¡Oh el más Misericordioso de los misericordiosos!".

Wahb ibn Munabbih escribió: "Tus necesidades serán cubiertas por Allah mediante el salat. En los buenos viejos tiempos, si una calamidad caía sobre la gente, ellos se apresuraban hacia el salat". Se ha dicho que en Qufah había un maletero que era bien conocido por su honestidad. La gente le confiaba sus cosas de valor y su dinero, que  él llevaba de un lugar a otro. Una vez se encontraba en su habitual camino cuando se le cruzó una persona y le preguntó hacia dónde iba. Cuando el maletero le informó al respecto, le dijo: "Me dirijo hacia el mismo sitio que tú. Si podría caminar, te acompañaría a pie. ¿Podrías amablemente darme un lugar en tu mula por un dinar?". El maletero aceptó y le permitió compartir la mula con él. Llegaron a un cruce en el camino. La persona dijo: "¿Ahora qué camino tomarás?". "El camino principal, por supuesto", dijo el maletero. La persona dijo: "No hermano. Deberíamos ir por el otro, que es un atajo y hay mucho pasto para alimentar al animal". El maletero dijo: "Nunca he estado en ese camino". La persona remarcó: "Pero yo ya he viajado por esa ruta en numerosas ocasiones". El maletero le creyó y puso al animal sobre ese camino. Luego de alguna distancia el camino terminó en un bosque terrorífico donde yacía una gran cantidad de cadáveres. Repentinamente la persona saltó de la mula y sacó su cuchillo con la intención de matar al maletero. "Detén tu mano", dijo el maletero, "toma el animal y su carga, pero no me mates". La persona se negó a escucharlo y juró que primero mataría al maletero y luego tomaría el animal y sus bienes. Viendo que sus tratativas caían en oídos sordos y que no podría ablandar su cruel corazón, el maletero le dijo: "Está bien si quieres matarme, pero entonces déjame hacer un salat de tan sólo dos rakaats". La persona asintió y remarcó: "Te puedes conformar a ti mismo. Todos los muertos que ves allí pidieron lo mismo, pero sus salats no les sirvieron de nada". El maletero empezó el salat, pero no pudo juntar ninguna surah luego del Fatiha, a pesar de sus grandes esfuerzos. Mientras tanto la persona se impacientaba y lo presionó duramente para que se apurara con el salat. Repentinamente el siguiente verso se iluminó en su mente: "¿Acaso no es Él quien responde al que se ve en necesidad librándolo del mal...?" (27:64).

El maletero recitaba el verso y las lágrimas asomaron en sus ojos, cuando repentinamente un jinete apareció en escena. Vestía una brillante armadura y llevaba una lanza en su mano. Atravesó el cuerpo del ladrón inmisericorde con su lanza y allí lo mató. Luego, una llama de fuego se levantó donde había caído el cuerpo muerto. El maletero cayó postrado y agradeció a Allah. Luego de terminar su salat corrió hacia el jinete y le pidió que revelara su identidad. Contestó: "Yo soy siervo de Aquel que responde a quien está en necesidad. Ahora estás a salvo y puedes marchar a donde quieras". Diciendo esto el jinete se echó a la marcha y desapareció.

Por esto el salat es un gran bien. Junto a la complacencia de Allah, nos aparta de las calamidades de esta vida y nos provee de tranquilidad y paz mental. Ibn Sirin escribió: "Si se me permitiese elegir entre el Paraíso y el salat de dos rakaats, preferiría el salat. La razón es muy clara. El Paraíso es para mi propio placer mientras que el salat es para el placer de mi amado Señor". El bendito Profeta (asws) dijo: "Envidiable es la suerte de ese Musulmán que tiene pocas cargas, cuya fortuna principal es el salat, que permanece contento con su humilde provisión durante su vida, que adora a su Señor piadosamente, que vive una vida anónima y que muere tempranamente, con muy poco que legar y con unos pocos que lo lloren". En otro hadiz se registra que el bendito Profeta (asws) dijo: "Realicen a menudo el salat en vuestros hogares, para que estos sean bendecidos con la Misericordia y el Favor de Allah".


(Traducido del libro 'Fada'il al-A'mal' del Sheykhul Hadiz Muhammad Zakariyya Kandhlawi, Cap. Virtues of Salat, Part. I, Hadith V)

jueves, 15 de agosto de 2013

La Conexión (Rabita) con los Awliya'Allah

Traducido del libro "Se'adet-i Ebediyye" (Endless Bliss) escrito por Huseyn Hilmi Isik, discípulo del Sheykh Naqshbandi Otomano Sayyid Abdulhakim Arvasi (ra), y publicado por Hakikat Kitabevi.

Bismillahi Rahmani Rahim

El Imam Ahmad Faruqi ar Rabbani (ra), en la carta 59 del primer volumen de su libro Maktubat, dice: "Al comenzar cualquier acto de adoración, todo Musulmán debe guardar en su mente la intención de realizar ese acto por la causa de Allah-swt-. Allah-swt- les Ha ordenado de hacerlo así, y Él lo ama. Por lo tanto, realizarán esa acción con sinceridad. Es más, toda buena acción y favor debería ser hecha con sinceridad (Ijlas), y esta sinceridad debe provenir inmediatamente del corazón. Una buena intención e Ijlas son obtenidas con dificultad y mediante el entrenamiento de uno mismo, y los resultados nunca son permanentes. Gradualmente los deseos del nafs se instalan en el corazón. Quienes poseen una Ijlas permanente se llaman Mujlas. Aquellos que tienen un Ijlas inconstante y que se esfuerzan por obtener Ijlas son llamados Mujlis. Es fácil y dulce la adoración para un Mujlas. Esto es porque en sus corazones no hay deseos del nafs ni ansiedad proveniente de satán. Esta clase de Ijlas sólo puede llegar al corazón de uno a través del corazón de un Wali". En tanto que al comienzo de la adoración uno puede obtener Ijlas inconstante mediante la lucha contra el propio nafs y satán. Realizar la adoración con esta Ijlas hace que el nafs se debilite con el transcurso del tiempo. Esto, a su turno, trae Ijlas permanente. De todos modos, conseguir Ijlas permanente lleva años.

Como ahora sabemos, los rayos ultravioletas matan microbios. Los pacientes con tuberculosis pueden limpiar sus pulmones mediante radioterapias en los hospitales. Como los rayos ultravioletas limpian los pulmones, de este modo hay rayos que limpian el corazón (espiritual). Estos rayos son llamados Nur y Fayd. La enfermedad del corazón se produce al seguir al nafs, y con el gusto y el apego a lo haram. El sol irradia rayos ultravioletas. Y la fuente que irradia Nur es el corazón de un Wali. Los corazones de los Awliya son como lunas llenas. La luna refleja los rayos que recibe del sol. Y los corazones de los Awliya irradian al mundo la Nur que reciben desde el bendito corazón de Rasulullah, el cual irradia energía como el sol. Los Awliya están muertos. Y los que viven hoy en día están ocultos. Pero, cuando un hombre muere, su corazón y su alma no mueren con él. De hecho, se vuelven más poderosos porque se han librado de la jaula del cuerpo. Hoy en día hay ondas electromagnéticas en todos lados, en cada habitación. Pero no las percibimos. Se necesita un receptor para captarlas (p.ej. una radio). También hay rayos de Nur por todos lados. Pero tampoco los percibimos. Alguna fuerza o algún medio es necesario para recibirlos y hacer uso de ellos. Nuevamente este receptor es el corazón. El corazón es como una sustancia con propiedades fosforescentes. Dispensar la Nur que se ha recibido a los corazones oscuros, les hace brillar. Cuanto más vive un Creyente y mejor se vuelve en adoración y taqwa, más Nurs su corazón incluirá. No obstante, el recibir estas Nurs y Fayds en abundancia requiere que se ame a un Wali. Y si él se hace un favor consigo mismo acudiendo al sohbet y guardando la compañía del Wali, recibirá aún más Fayd.

Se ha escrito en la carta 20 del cuarto volumen del libro Maktubat que lo que une un corazón con otro es el amor. Cuando una persona ve a un Wali y habla con él o lee sus libros, le ama, viendo que se adhiere perfectamente a la Shari'at, que su conocimiento es como un océano, que tiene una moral excelente, y que hace favores a todos. En tanto que él ama a Rasulullah, también ama a la persona que está en su camino. Por lo tanto es necesario saber que él es un Murshid, reconocer su rostro, figura y fisonomía. Para uno debe ser un placer soñar con él y verle a través del corazón. Esto se llama hacer Rabita. Mediante la realización constante de la Rabita hacia él, será como si lo estuviese viendo. Todo lo que tiene un efecto sobre los sentidos también tiene un efecto sobre el corazón. Como el mirar algo hermoso tiene un efecto sobre el corazón, el pensar en ello también tendrá un efecto en el corazón y el corazón lo disfrutará. Así es que hacer Rabita será como estar con él.

Cuanto más es el amor, más luces se recibirán. Hadrat Ubaydullah al-Ahrar dijo: "En tanto que el apego del corazón a la propiedad, a los bienes y a toda clase de asuntos mundanos no es un crimen, ¿por qué habría de ser un crimen el apegar el corazón a un Mu'min?".

Supongamos que ponemos un espejo frente al sol, un segundo espejo frente a este, un tercero frente al segundo, y un cuarto frente a él..., el sol será visto en cada uno de los espejos puestos en ese orden, ya que cada espejo reflejará el sol al otro. Del mismo modo, el corazón de cada Sahaba-e Kiram (ar) fue iluminado como un espejo por la Nur irradiada desde el bendito corazón de Rasulullah (asws). Mirando sus bellas cualidades éticas, escuchando sus dulces palabras, testimoniando sus Mu'jizas, y observando su rostro luminoso, ellos le amaron grandemente. Ellos intentaron ser como él en todo lo que hicieron. Cada uno de ellos habría sacrificado su vida a una señal de él. Al haber difundido Nur abundante a los jóvenes corazones que se les acercaron, ellos purificaron esos corazones. Esta Nur pasó desde esos corazones a aquellos otros jóvenes que se les acercaron. Así es que durante mil cuatrocientos años, siendo irradiada por los corazones de los Awliya, su misma Nur purificó los corazones apegados a esos corazones y así los hicieron brillar como espejos. Así fue como los ojos de sus corazones fueron abiertos. La persona afortunada que fue bendecida con esta suerte es llamada Wali o Awliya (los amados de Allah).

Mazhar-i Jan-i Janan, el 'qutb' de su tiempo y un gran Wali, dice: "He conseguido todo lo que he obtenido mediante el gran amor a mis Murshids (Maestros). La llave a toda clase de felicidad es el amar a quienes Allah ama". Y Hadrat Ali Ramitani (ra) dice: "El corazón de las personas que se han entregado a Allah, es el lugar donde Él mira. Para la gente que ha entrado a tales corazones, se compartirá una parte de esa mirada".

Quien hace lo mejor para obtener el amor de Allah-swt- es llamado Salih. Quien ya ha obtenido este amor es llamdo Arif o Wali. El que es un medio para que los demás consigan el amor de Allah-swt- es llamado Murshid. Estas tres personas son llamadas Sadiq. La ayat 120 de la Surat-ut Tawba en el Qur'an dice: "¡Oh creyentes! Permaneced con los Sadiqs". Este ayat-i karima ordena el hacer Rabita. Se ha declarado en un hadiz: "Todas las bendiciones y Nur que Allah-swt- ha vertido en mi corazón, las he vertido en el corazón de Abu Bakr". Porque Abu Bakr (ra) estaba por delante de todos los demás en cuanto a Taqwa y adoración y porque mejor que nadie había notado la grandeza de Rasulullah, en tanto que él era una mera nada comparado con el Mensajero de Allah, y porque él se ganó el amor de Rasulullah más que nadie, más fayds le llegaron que a nadie más. Como se entiende de eso, nuestra religión nos pide que mantengamos compañía con los Awliya y que aprendamos de ellos el camino de Rasulullah.

En la carta 81 del libro 'Makatib-i Sharifa' se dice: "Pensemos en un Wali como una lente; debemos mirar a Rasulullah y a Allah-swt- a través de esta lente". Encontrar a un Wali, conocerle, hacer rabita con él, actualmente se debe al propósito de unirse con el espíritu sagrado de Rasulullah (asws). Por el mero hecho de leer o escuchar acerca de él, es difícil para uno soñar con la figura, la fisonomía, de alguien que nunca antes ha sido visto. No la deseada, sino que otra persona puede ser vista en este caso. Esa es la razón de que no se practique rabita con Rasulullah. Sería kufr creer que otra persona es Rasulullah. Este peligro no ocurre cuando se practica rabita con los Awliya. Uno que practica rabita con un Murshid-i Kamil tendrá el corazón observado en su bendito corazón. Allí verá el santo corazón de Rasulullah. Así es que habrá realizado rabita con Rasulullah. Este es el único modo en que los ignorantes y necios como nosotros hacemos rabita con Rasulullah. Mediante este tipo de rabita, luego de recibir Fayd (poder espiritual) desde Rasulullah, será posible y fácil realizar rabita directamente con él, y obtener fayd de las tumbas de los Awliya y de sus almas. Hacia el final del libro ‘Ayyuhal Walad’, el Imam al-Gazali (ra) dice: "Todo Musulmán está en necesidad de ser educado por un Murshid. El ser entrenado por un Murshid le salva de los malos hábitos. Cambia los malos hábitos por buenos. La educación es similar al esfuerzo del granjero por fortalecer la plantación de su tierra limpiándola de hierbas perjudiciales. Allah-swt- envió a los Profetas para mostrar a Sus criaturas el camino recto. Creó a los Murshids para representar a los Profetas luego de sus muertes". Desde que un Wali conoce mejor y está fuertemente aferrado a Rasulullah (asws), obtiene fayd desde su corazón bendito, y estos fayds son directamente transmitidos hacia los corazones de quienes están aferrados a ese Wali. El Imam Rabbani (qs), en su carta 260 dice: "Fayd, Nur, que están en el corazón de un Murshid, como rayos de sol brillan sobre todos. Fluyen hacia los corazones de aquellos Musulmanes que lo aman y que se han adaptado a sí mismos a la Shari'at. Ellos no están conscientes de la recepción de estos fayds. Ellos no comprenden que sus corazones están siendo purificados. Como una sandía madurando bajo la luz del sol, ellos alcanzan la madurez (espiritual). Los Sahaba-e Kiram maduraron y alcanzaron la perfección durante los sohbets de Rasulullah (asws). La peor obstrucción que impide que los Musulmanes reciban fayd es ser  portador de bid'at (innovación)". En su carta 61 también dice: "Lo más perjudicial que destruye la voluntad de la gente para obtener el Ma'rifat de Allah-swt- son los líderes religiosos ignorantes y llenos de mentiras. Sus libros y palabras ennegrecen el corazón. Quienes caen en sus trampas son similares a personas enfermas que van a un médico desvergonzado e ignorante". La distinción más evidente entre un Wali real y un Sheykh falso es que el Wali real tiene wara' y taqwa. Taqwa significa tener una creencia de acuerdo con el i'tiqad de Ahl as-Sunnah y abstenerse de lo haram. Abstenerse también de las cosas que son dudosas se llama wara'. Los sabios de Ahl as-Sunnah fueron todos poseedores de wara' y taqwa. En un hadiz-e sherif contenido en la carta 112 del libro Maktubat de Muhammad Ma'sum (ra), dice: "Es un acto de adoración el sentarse con quien posee wara'".

El conocimiento religioso transmitido por Rasulullah (asws) se divide en dos categorías: conocimiento del cuerpo y conocimiento del corazón. Fue su deber el enseñar a sus Sahaba el conocimiento del cuerpo, esto es, el conocimiento de las cosas que deben ser creídas con el corazón y el conocimiento de la creencia y la adoración, lo que se debe realizar y de lo que se debe abstener con el cuerpo. Todo lo informó directa y personalmente. Las enseñanzas espirituales que pertenecen al corazón y que son llamadas Ma'rifat y Tasawwuf, como los rayos del sol, emanaron continuamente desde su corazón bendito y se difundieron en todas direcciones. Cada Sahabi consiguió una cierta porción de fayd que llegaba a su corazón en proporción a su habilidad y talento. A raíz de que tenían un afecto muy poderoso por el Mensajero de Allah, en poco tiempo obtuvieron tanta Nur irradiada como sus capacidades les permitían. Y esas Nurs que obtuvieron, en su turno, apresuraron la formación de Ijlas en ellos y acrecentaron lo que ya existía. El conocimiento del cuerpo ha sido enseñado desde las cuatro fuentes (mazhabs de Fiqh) y nos ha llegado mediante los libros de Fiqh. Aquellos que quieran obedecer a Rasulullah deben realizar la adoración de acuerdo a los libros de Fiqh. El conocimiento del corazón, que purifica el corazón, el alma y el nafs tiene que llegarnos mediante los corazones de los Awliya. Aquellos que quieran adaptarse a Rasulullah en el conocimiento del corazón y el alma, deberían permanecer cerca de un Wali y tomar este conocimiento de su corazón. Un Wali es un medio, un camino entre el corazón de un hombre y el bendito corazón de Rasulullah (asws). El conocimiento del corazón no se obtiene inmediatamente leyendo libros de Tasawwuf. La fuente y el origen de este conocimiento son los corazones de los Arifs. Cada Sahabi también transmitió, a quienes lo requerían, el conocimiento del cuerpo y del corazón que habían obtenido desde Rasulullah. Los Musulmanes que llegaron luego tomaron el conocimiento del cuerpo desde los libros de Fiqh y el conocimiento del corazón desde los corazones de los Murshids. Aquellos que dicen: 'Aprenderé el conocimiento del cuerpo directamente de los dichos de Rasulullah, esto es, desde los hadiz-i sherif', han caído en las trampas del nafs y del demonio al entender incorrectamente el significado de los nobles hadices. Aquellos que dicen: 'Recibiré el conocimiento del corazón directamente desde el corazón de Rasulullah', también han caído en las trampas del nafs y del demonio. Es necesario obtener el conocimiento del cuerpo de las palabras o los libros de los sabios de Ahl as-Sunnah, y el conocimiento del corazón desde los corazones de esos sabios que estén vivos o desde sus almas si están muertos. Los expertos de este conocimiento, esto es, los Murshids, han expresado todos la misma idea. Los hadiz-i sherif contenido en el libro 'Kunuz ud-Daqaiq', tales como: "Un sabio entre sus discípulos es como un Profeta entre sus Sahaba", y: "La superioridad de un sabio para sus discípulos es como la superioridad de un Profeta para su Ummah", y: "Todo tiene una fuente. La fuente de la taqwa es el corazón de los Arif", y: "Un momento de Fikr (reflexión) es mejor que la adoración de un año", y: "Observar los rostros de los sabios piadosos es un acto de adoración", son pruebas de las cosas que hemos escrito más arriba.

El Mensajero de Allah (asws) no sólo ha comunicado las enfermedades del corazón y sus tratamientos, sino que también ha dado ciento de miles de diferentes clases de argumentos concernientes a los individuos, familias, sociedades, guerras, problemas de herencia, es decir, a toda clase de asuntos pertenecientes a este y al próximo mundo. Es casi imposible para nosotros, gente ignorante, quienes desconocemos nuestra propia enfermedad o su medicina, el extraer el hadiz que se ajusta a nosotros. En la carta 54 del segundo volumen del libro Maktubat, el Imam Rabbani (ra) dice: "Hoy en día los hadices han sido olvidados. Las innovaciones se han esparcido. Libros falsos y auténticos se han mezclado unos con otros. Los Murshid-i Kamil, siendo especialistas del corazón y del alma, han extraído de esos hadices la medicina espiritual apropiada para la naturaleza de cada individuo, para su enfermedad particular, y para la zulmat y el fasad (tiranía y corrupción) del momento. Rasulullah, siendo el doctor en jefe, preparó ciento de miles de medicinas para el mercado farmacéutico mundial. Los Awliya son como sus médicos asistentes que distribuyen estas medicinas ya preparadas de acuerdo a las enfermedades de los pacientes. Desde que desconocemos nuestra propia enfermedad ni comprendemos su cura apropiada, si por nosotros mismos nos atrevemos a buscar la medicina entre ciento de miles de hadices, puede que, teniendo una alergia, suframos daño en vez de mejorar, obteniendo así nuestro merecido por ser ignorantes. Por esta razón es que ha sido declarado en un hadiz: "Quien interpreta el Qur'an de acuerdo a su propio entendimiento se vuelve un incrédulo"".


Allah-swt- prometió que la religión del Islam sobreviviría hasta el final de los tiempos. Él creó el Imperio Otomano para la protección del conocimiento del cuerpo y a los Murshids para la preservación del conocimiento del corazón. El Estado Británico, principal enemigo del Islam, aniquiló a estos dos guardianes luego de trabajar durante siglos. Allah-swt- está creando nuevos guardianes y el Islam marcha sobre su camino, alhamdulillahi Rabbil alamin.

martes, 6 de agosto de 2013

Reviviendo la Sunnah: El Dhikr Audible

Bismillahi Rahmani Rahim

El gran mujtahid y erudito Jalaluddin as-Suyuti, reconocido por el mundo islámico como uno de los más grandes eruditos que jamás ha existido, autor de más de un tafsir del Qur'an, múltiples compilaciones de hadices, y cerca de 600 trabajos en todo asunto del conocimiento Islámico, escribió un breve tratado titulado: "La conclusión de la reflexión sobre el acto del dhikr en voz alta/audible (al-jahru bi-dhikr)", en el que refiere su respuesta a alguien que le preguntara: "Te pregunto, que Allah te ennoblezca, acerca de lo que habitualmente hacen los Sufis al reunirse para el dhikr audible en la mezquitas, cuando levantan sus voces en el tahlil (diciendo 'La ilaha illa Allah')... ¿Eso es un acto reprobable (makruh) o no?".

Entonces respondió: "No hay nada reprobable acerca de esto, ya que un número múltiple de hadices nos han llegado que promueven y demuestran lo elogiable y la bondad (istihbab) del dhikr audible, como han llegado otros hadices que mencionan lo elogiable del dhikr silencioso. Cuando se combinan los dos el resultado es que la elección de hacer el dhikr de manera audible o silenciosa depende del tipo de persona y hacia donde se incline el estado de la personalidad de cada uno...exactamente como el Imam Nawawi combinó las narraciones que promueven la recitación audible del Qur'an o su recitación silenciosa. Y ahora elaboraré más sobre estos detalles" (Hawi lil-Fatawi 1:389ff).

El Imam entonces desarrolla la lista de 25 hadices sanos (sahih) que demuestran claramente que hay una base indisputable y clara en la Sunnah para la acción planteada por el interrogador...la cual es algo que hoy en día mucha gente cuestiona, y desafortunadamente ambos, quienes interrogan y quienes son interrogados, no tienen acceso a las fuentes de estos textos del Din, especialmente en Occidente. Luego de citar los hadices uno por uno, hacia el final escribe: "Si reflexionas en los hadices que hemos mencionado, de su totalidad reconocerás que no hay absolutamente nada reprobable en reunirse para el dhikr audible. En cambio, estos hadices demuestran claramente su deseabilidad, ya sea explícita o implícitamente, como hemos aludido más arriba" (Hawi lil-Fatawi 1:393).

Para mantener este capítulo lo más breve posible, solamente mencionaremos una docena de los 25 hadices mencionados por el Imam Suyuti, focalizándonos en los que son más auténticos (si bien todos son sanos) y más relevantes para esta discusión, agregando también unos pocos que él no ha mencionado.

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Los Hadices

1) Jabir ibn Abdullah Ansari relata: 'El Mensajero de Allah (asws) fue a sus Sahaba y les dijo: "Oh gentes, ciertamente Allah tiene un grupo especial de nobles ángeles viajeros que buscan las reuniones de dhikr sobre la tierra; así que pastad en los jardines del Paraíso". Preguntaron: "¿Y cuáles son los jardines del Paraíso?". Respondió: "Las reuniones y sesiones de dhikr, así que id y volved en el recuerdo de Allah". (Registrado por Hakim, 'Mustadarak 1:494', con una cadena sahih; Abu Ya'la, Tabarani, Bayhaqi, Bazzar y otros)

2) Con la autoridad de Abu Hurayra: 'Ciertamente Allah tiene ángeles nobles que viajan por la tierra buscando las reuniones de dhikr; así es que si llegan a una de ellas la rodean con sus alas hasta que alcanzan los cielos. Entonces Allah dice: "¿De dónde venís?". Ellos dicen: "Hemos estado con Tus siervos, quienes Te glorificaban, Te magnificaban, Te alababan, declaraban tu Unicidad, Te pedían y buscaban Tu protección".... Entonces Allah dirá: "Sed testigos que ya los He personado y les He dado lo que Me piden, y les protejo de lo que han buscado protección conMigo". Ellos dirán: "Pero, Señor nuestro, entre ellos había un servidor cuyas faltas eran grandes, que se sentó con ellos pero que no es de ellos". Él dirá: "A él también le He perdonado, ya que nadie que se siente en sus reuniones que se vuelva miserable o desdichado". (Registrado por Bujari, Muslim, Tirmidhi, Ahmad, Hakim, Ibn Hibban y otros con pequeñas diferencias en las palabras)

3) Abu Hurayra y Abu Sa'id al-Judri relataron que el Profeta (asws) dijo: "Ningún grupo de gente se reúne y se sienta para invocar el nombre de Allah sin que los ángeles los rodeen, la misericordia los cubra, la paz descienda sobre ellos, y Allah los menciones con quienes están junto a Él" (Registrado por Muslim, Tirmidhi, Abu Daud, Ibn Mayah, Ahmad, y otros). Al-Amir as-San'ani, en Subul as-Salam (2:213) dice: "Este hadiz señala el mérito de las reuniones de dhikr y de los invocadores, y el inmenso mérito de reunirse con el propósito de hacer dhikr". Y en el comienzo de su Kitab al-Adhkar (p.28), el Imam Nawawi escribe: "Ten conocimiento que como el dhikr es altamente recomendable, sentarse en los círculos de la gente del dhikr también es altamente recomendable, y los textos probatorios para eso son abundantes".

4) El Mensajero de Allah (asws) una vez llegó ante un grupo de gente y preguntó: "¿Qué les ha hecho sentarse juntos?". Respondieron: "Nos hemos sentado juntos para invocar a Allah y alabarLe". Entonces él dijo: "Ciertamente Jibril vino a mí y me dijo que Allah se jacta de ustedes con Sus ángeles". (Registrado por Muslim, Ibn Hibban, Tirmidhi, Nasa'i, Tabarani, Ahmad y otros).

5) Dijo Rasulullah (asws): "Si se acercan a los jardines del Paraíso, entonces pastad allí". Preguntaron: "¿Y cuáles son los jardines del Paraíso?". Dijo: "Los grupos de dhikr" (Registrado por Tirmidhi, Ahmad, Hakim, Bayhaqi, Tabarani y otros. El Profeta (asws) también dijo: "La recompensa (ghanima) de las reuniones de dhikr es el Jardín" -registrado por Ahmad, Haythami, Tabarani-)

6) No hay un grupo que se reúna para invocar a Allah sin desear nada más que Su Rostro, sin que un pregonero celestial diga: 'Levantaos en perdón, con vuestras faltas transformadas en buenas acciones'" (Registrado por Bayhaqi, Ibn Abi Shayba, Tabarani, Ahmad y otros).

7) "Allah dirá en el Día del Levantamiento: 'La gente de la Jama'a (reunión) será diferenciada de la gente de la nobleza'. '¿Quién es la gente de la nobleza?'. Dijo: 'La gente de las reuniones de dhikr en las mezquitas'" (Registrado por Ahmad, Abu Ya'la, Ibn Hibban, Bayhaqi, Tabarani y otros, bajo la autoridad de Abu Sa'id al-Judri).

8) El auténtico hadiz qudsi, bajo la autoridad de Ibn Abbas y otros: 'Allah dice: "Oh Mi siervo, si Me invocas a solas te invocaré a solas, si Me invocas en un grupo (mala') te invocaré en un grupo mejor y más numeroso" (Fragmento de un hadiz registrado por Bujari, Muslim, Tirmidhi, Ibn Mayah, Ahmad y muchos más).

9) El Imam Ahmad, en su Kitab az-Zuhd, bajo la autoridad de Thabit narró que Salman al-Farisi estaba sentado con un grupo de Sahaba haciendo dhikr juntos. Cuando se les acercó el Mensajero de Allah (asws) bajaron la voz, entonces él les preguntó: "¿Qué estaban diciendo?", y ellos contestaron: "Estamos invocando a Allah (haciendo dhikr)". Y el Mensajero de Allah (asws) dijo: "He visto la Misericordia Divina descender sobre ustedes, por lo que quise unirme a ustedes en eso". Luego él rezó: "Alabado sea Allah Quien hizo entre mi Ummah a aquellos con los cuales debería ser paciente (aludiendo a Qur'an 18:28)" (Hakim también ha registrado este hadiz en su Mustadrak, y él y Dhahabi han dicho que es sahih. Ver también los tafsirs de Ibn Kathir y de at-Tabari).

10) De Anas que dijo el Mensajero de Allah (asws): "Recordar a Allah con un grupo de gente luego de la oración del fayr hasta la salida del sol me es más amado que el mundo y todo lo que contiene. Y recordar a Allah con un grupo de gente luego de la oración del asr hasta la puesta del sol me es más amado que el mundo y todo lo que contiene" (Registrado por Abu Daud, Bayhaqi, Tabarani, y otros).

11) Ibn Abbas dijo: "El dhikr en voz alta luego de que la gente terminara la oración sucedía en el tiempo del Profeta. Solía darme cuenta que habían terminado la oración cuando les escuchaba hacer dhikr". (Registrado por Bujari, Muslim, Nasa'i, Abu Daud, Ahmad, Tabarani, Ibn Hibban, y muchos más).

12) El Profeta (asws) una vez fue a un grupo de sus Sahaba reunidos en la casa de uno de ellos y preguntó: "¿Hay algún extraño (gente del Libro) entre ustedes?". Dijimos que no. Entonces ordenó cerrar la puerta y dijo: "Levantad vuestras manos y decid: 'La ilaha illa Allah'", así que levantamos nuestras manos y lo hicimos durante un buen rato, entonces se detuvo y dijo: "Las alabanzas sean con Allah; Tú me has enviado con esta frase y me has ordenado con ella y con ella me has prometido el Paraíso; y Tú no rompes tu promesa". Luego dijo: "Les doy las buenas nuevas de que habéis sido perdonados" (Registrado por Ahmad con una sólida cadena de transmisión, Hakim, Bazzar, Tabarani y otros, bajo la autoridad de Ubada ibn Samit y Shaddad ibn Aws).

13) Abu Sa'id narró que el Profeta (asws) dijo: "Un grupo de gente invocará a Allah sentados sobre capas, y Allah los hará ingresar en elevadas estaciones" (Registrado por Abu Ya'la, Ibn Hibban y Tabarani). Similarmente, Abu Darda narró que él (asws) dijo: "Allah resucitará un grupo de personas en el Qiyamat cuyos rostros estarán iluminados y se sentarán sobre pedestales de perlas, y la gente envidiará su posición, ya que no son ni Profetas ni mártires... Ellos provienen de varias tribus y se amaron unos a otros por la causa de Allah, y se reunirán juntos para recordar a Allah" (Registrado por Tabarani, Haythami y Suyuti).

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Narraciones relevantes adicionales

1) En su Musnad, el Imam Ahmad, bajo la autoridad de Anas, narró que los Habasha (etíopes) danzaban frente al Profeta (asws) y decían: "Muhammad es un siervo virtuoso", y el Profeta (asws) no los detuvo sino que en cambio los alentó e incitó en su práctica. También lo registró Ibn Hibban, Abu Ya'la, Humaydi, y Diya' al-Maqdisi con una cadena sahih de narradores. Como sabemos, cuando el Profeta (asws) está de acuerdo con algo, se vuelve Sunnah.

2) El Imam Ahmad narró, bajo la autoridad del Imam Ali, quien dijo: "Ja'far, Zayd y yo fuimos al bendito Profeta, y él dijo a Zayd: 'Tú eres mi Mawla (patrón)', ante lo cual Zayd bailó saltando sobre un pie y sobre el otro (hajjala) alrededor del Profeta. Luego dijo a Ja'far: 'Te pareces a mí en carácter y apariencia', ante lo cual bailó tras Zayd. Luego me dijo (a Ali): 'Tú me perteneces y yo te pertenezco', ante lo cual bailé tras Ja'far y Zayd" (También lo registraron Ibn Sa'd, Bayhaqi, Bazzar, Ibn Hibban y Hakim. Es sahih de acuerdo a Haythami).

Estas narraciones son importantes para comprender ya que mencionan en especial el fenómeno de la movilidad corporal mientras se hace el dhikr grupal, lo cual es objetado por un grupo de musulmanes. En la primera narración notamos tres cosas:

-Esos Etíopes (obviamente musulmanes) danzaban frente al Profeta (asws),
-Lo hacían en su mezquita en Medina,
-Cantaban elogios al Profeta mientras lo hacían.

Qadi 'Iyad dijo: "Esto sirve como prueba contundente de la permisibilidad (de la danza), porque el Profeta (asws) no sólo aceptó su acto sino que les alentó aún más en hacerlo".

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Una objeción

Hay unos pocos que pretenden que las "reuniones de dhikr" en el contexto de los hadices relatados al comienzo solamente hacen referencia a un grupo que se junta y lee y estudia y discute el conocimiento Islámico...y nada más. En otras palabras, las reuniones de dhikr pueden solamente significar reuniones de conocimiento. Este razonamiento es erróneo por muchas razones.

En primer lugar, debido a que el Profeta (asws) es el más elocuente y preciso hablador del árabe, él no podría haberse confundido entre el uso de la palabra 'Ilm (conocimiento) y dhikr (invocación de Allah), ni haberlas usado intercambiablemente. Como ejemplo, él dijo: "El mejor dhikr es La ilaha illa Allah, y la mejor du'a es al-Hamdu lillah" (hadiz sahih transmitido por Tirmidhi, Ibn Mayah, Hakim y otros), y no mencionó nada acerca del estudio del conocimiento en este caso específico. También nótese como ha diferenciado entre du'a (lo que es una forma de dhikr) y dhikr... Entonces, ¿cómo no podría haber diferenciado entre 'ilm y dhikr?

En segundo lugar, Ibn Hajar al-'Asqalani, en su comentario de la colección de hadices del Imam Bujari, cuando discute algunos de los hadices de arriba (que se encuentran en la colección de Bujari) en términos muy claros escribe: "Lo que aquí dhikr quiere decir son las frases que son altamente recomendables de decir frecuentemente, de entre las frases mencionadas en la Sunnah, tales como 'La ilaha illa Allah' y 'La hawla wa la quwwata ila billah', y tantas más..." (ver Fath ul-Bari 11:209). Cuando consideramos el segundo hadiz de la primer serie citada más arriba podemos ver que cuando Allah le pregunta a los ángeles qué están haciendo Sus adoradores, los ángeles no dicen "están leyendo libros de fiqh", sino al contrario: "están recitando tasbih tahlil, tahmid", y otras fórmulas de dhikr.

E incluso una más clara refutación a esta objeción es lo que el Imam Ibn Hajar también ha dicho en su comentario al Sahih Bujari: "Reuniones de dhikr significa la invocación y el recuerdo de Allah mediante lo que se ha transmitido desde la Sunnah, tal como tasbih, takbir, tahlil, etc. Tanto que para la lectura de hadices, el estudio del conocimiento religioso, etc…en estas reuniones, hay una gran duda que constituyan lo que se ha dado en llamar 'reuniones de dhikr'. El entendimiento más correcto es que las reuniones de dhikr involucran la recitación de las frases conocidas de dhikr y la recitación del Qur'an, y sólo eso...incluso cuando el estudio del conocimiento religioso y el hadiz pudiera ser llamado 'dhikr' en un sentido extendidamente generalizado" (ver Fath ul-Bari 11: 212. El Imam Qastallani da una explicación similar en su comentario Irshad as-Sari).

A la luz de lo precedente no hay modo de escapar del hecho que juntarse en grupo y recitar Qur'an y dhikr en voz alta y audible al unísono tiene una base firme en la Sunnah, y es un acto altamente recomendado, como nuestros eruditos lo han inferido de las numerosas evidencias del Qur'an y la Sunnah. Buscamos la protección de Allah contra quienes desean prohibir las reuniones de dhikr y el unir los corazones en ellas.


-Extraído del libro 'The Defense of the Sunnah' escrito por Ibrahim Muhammad Hakim ash-Shaghouri, pág. 105-113. Traducido por el Centro Osmanli Nakshibendi de Argentina.

martes, 28 de mayo de 2013

Un ejemplo de Hazrat Abu Bakr (ra)

 
Bismillahi Rahmani Rahim
En los primeros tiempos de su califato, Hazrat Abu Bakr (ra) se ganaba la vida ordeñando las ovejas de una mujer. Más tarde le fue otorgado un pequeño salario. En su lecho de muerte, dio una vasija a los que le rodeaban y les pidió que se lo diesen al nuevo califa tras su muerte. Hazrat Umar (ra) fue su sucesor; cuando rompió la vasija había algunas monedas y una carta en la que ponía: "He vivido acorde al nivel de vida de los más pobres de Medina, y he puesto en esta vasija lo que me sobraba de mi salario. Por lo tanto, estas monedas pertenecen al tesoro público donde deben ser devueltas". Al leer la carta, Hazrat Umar lloró e hizo el siguiente comentario: "Abu Bakr, has dejado un peso insoportable sobre los hombros de tus sucesores". (Tabari, Tarij, 4:252)

miércoles, 8 de mayo de 2013

"No hay coacción en la Religión"

Bismillahi Rahmani Rahim
Extracto del libro "Bilal: El servidor de Muhammad" de H.A.L. Craig.
"Les he oído decir a algunos zopencos, aquí en Damasco, que el Islam se extendió con la espada. Qué necios son. Creen que la religión es una siega y no lo es. La religión es más bien una siembra, la siega sólo la puede hacer Dios. El temor de Dios.
Y, sin embargo, ellos dicen:
-Vuestro Islam, vuestra entrega a vuestro Dios, es la entrega de todos los demás a vuestros caballos.
Cuando les pido que me traigan a un hombre o me muestren a alguien que haya sido obligado a convertirse al Islam a la fuerza, guardan silencio. Por eso yo no tengo más remedio que hablar.
Si un musulmán obliga a alguien a convertirse no corre el riesgo de acabar en el Infierno. No. Tiene la certeza de que acabará en él, pues la advertencia de Dios está muy clara: "La religión no puede ser obligatoria". Cuando nos acusan de utilizar la espada, yo les enseño mi bastón. ¿Cómo puede estarse quieto el bastón de un viejo en el mundo de un joven? Y, sin embargo, si yo, Bilal, atara una zanahoria a mi bastón y convirtiera con ella a los asnos de nuestros adversarios -tal como dicen que una campana cristiana convirtió a dos cisnes-, yo, Bilal, ardería como una tea en el Infierno. Pues, de la misma manera que no puede haber obligación en la religión, tampoco puede haber soborno.
Ni la espada, ni las amenazas, ni los retorcimientos del brazo, ni los huesos rotos, ni los sobornos pueden inducir a un hombre a creer, pues, en la esencia de la prohibición de la conversión a la fuerza, se encierra toda la intacta belleza del más puro diamante de la religión. Es Dios y no el hombre quien elije al creyente. En los versículos 99 y 100 de la sura de Jonás, Dios plantea a toda la humanidad, incluso a esos zopencos de Damasco, una sola pregunta:
'¿Puedes tú obligar a los hombres a creer en contra de su voluntad, siendo así que un alma sólo cree por voluntad de Dios?'
¿Cómo se podría extender el Islam por medio de la espada? Sin embargo, por mucho que tú demuestres una imposibilidad, siempre habrá alguien que te dirá que es cierta.
Aunque el árbol de Hudaybiya no era más que un espino desnudo, de él cayeron grandes frutos y, aunque no era más que un árbol sin hojas, dio su sombra a muchos miles, pero vosotros no vayáis ahora a convertir mi metáfora en un milagro, por más que el resultado de la Tregua (de paz concertada entre el Profeta-asws- y los creyentes con los incrédulos de Mecca) lo pareciera. Por primera vez podíamos desplazarnos libremente de oasis en oasis y de manantial en manantial, hablando abiertamente, sin temor a que nos apedrearan o nos azotaran o azuzaran contra nosotros a los perros del campamento.
Con la palabra y no con la espada, por medio de la invitación y no de la obligación, convencimos los corazones de los hombres. Y así se extendió el Islam."

H.A.L. Craig fue un investigador histórico de origen irlandés, conocedor en profundidad del mundo Islámico. Escribió el guión de las películas "El Mensaje" y “El León del Desierto” (dirigidas por Mustafa Akkad y que se pueden encontrar en este blog, en la Etiqueta “Películas”). El film “El Mensaje” fue aprobado en su momento por eruditos de instituciones islámicas históricas. Su único libro, "Bilal: El Sirviente de Muhammad", bellamente escrito, narra en primera persona (Bilal) y en estilo de novela histórica los primeros tiempos del Islam.

sábado, 20 de abril de 2013

La Retribución por las Acciones

Bismillahi Rahmani Rahim

Hazrat Abu Asma narró que Hazrat Abu Bakr (ra) estaba comiendo junto al Mensajero de Allah (asws) cuando esta ayat fue revelada:
"El que haya hecho el peso de una brizna de bien, lo verá; y el que haya hecho el peso de una brizna de mal, lo verá" (99:8-9)
Hazrat Abu Bakr (ra) dejó de comer y dijo: "¡Oh Mensajero de Allah! ¿Veremos (seremos castigados por) cada una de las maldades que hemos hecho?". El Mensajero de Allah (asws) contestó: "Todo lo que te sucede (en este mundo), lo cual te disgusta, es retribución (por tus faltas), mientras que las recompensas por las buenas aacciones serán dadas en el Ajirat a quienes las merezcan". (Ibn Abi Shayba, Hakim y otros)
Otra narración dice que el Mensajero de Allah (asws) contestó: "¡Oh Abu Bakr! ¿No ves todo lo que ocurre que te disgusta? Bueno, eso es por (el castigo de) el peso de las faltas, mientras que las (recompensas por el) peso de las buenas acciones será mantenido en reserva y será dado completamente en el Día del Levantamiento. La confirmación de esto se manifiesta en el Libro de Allah cuando dice:
"Las desgracias que os afligen son el resultado de lo que se han buscado, pero Allah perdona muchas cosas" (42:31)" (Ibn Mardway)
Hazrat Abu Bakr (ra) narró que estaba una vez junto a Rasulullah (asws) cuando se reveló la ayat siguiente:
"Quien haga un mal será pagado por ello y no encontrará para él, aparte de Allah, nadie que lo proteja ni lo defienda" (4:122)
Luego de que el Mensajero de Allah lo recitara, Hazrat Abu Bakr (ra) dijo: "Todo lo que sé es que parece que mi espalda estuvo cerca de quebrarse". "¿Qué es lo que te ocurre, Abu Bakr?", preguntó Rasulullah (asws). Dijo: "¡Oh Mensajero de Allah! ¿Quién de nosotros no comente errores? ¿Seremos castigados por todo lo que hacemos mal?" El Mensajero de Allah (asws) contestó: "Tanto para tí como los Creyentes, sufrirán la retribución de sus faltas en este mundo, para que cuando se encuentren con Allah no tengan faltas en sus cuentas. Sin embargo, los otros (los Kuffar) tendrán sus cuentas acumuladas hasta ser castigados por ellas en el Día del Levantamiento". (Tirmidhi, Ibn Mundhir)
Hazrat Abu Bakr (ra) cierta vez preguntó: "¡Oh Rasulullah! Cuando seamos castigados por cada falta, ¿quién podrá mantenerse en un buen lugar luego del ayat que dice: 'Quien haga un mal será pagado por ello...' (4:122)?". El Mensajero de Allah (asws) dijo: "¡Que Allah te perdone, Abu Bakr! ¿Acaso no te enfermas? ¿No te cansas? ¿Nunca te has sentido deprimido? ¿Nunca has sufrido privaciones? ¿Nunca te han caído calamidades encima?". "Esas cosas suceden", contestó Hazrat Abu Bakr (ra). Entonces, el Mensajero de Allah (asws) dijo: "Esta es la retribución por tus faltas en este mundo". (Ahmad, Ibn Mundhir, Hakim y otros)
Traducido del libro "Hilyat us Sahaba"

domingo, 14 de abril de 2013

Benditos Sahaba: Hz Bilal Ibn Rabah (ra)

Bismillahi Rahmani Rahim
El Califa Umar (ra) solía decir: “Abu Bakr es un señor; y liberó a otro señor”.
El Califa (ra), se refería a Bilal Ibn Rabah, el esclavo etíope, alto, delgado y moreno.
Cuando oía a la gente dedicarle los más elevados elogios decía: “Soy un negro etíope. Ayer era un esclavo”
¿Quién es este Bilal Ibn Rabah? ¿Ayer un esclavo y hoy un señor?
Era esclavo de la tribu de Bani Yumah en La Meca. Su madre fue una esclava también. La vida del esclavo era terrible; todos los días parecían iguales; no podía controlar su presente ni tenía esperanzas para su futuro.
En esos días ya se empezaba a oír de Muhammad (asws) y de la religión que predicaba. Bilal (ra) oía mucho a sus amos hablar de él (asws), lo mencionaban con odio y furia; en especial Umaya Ibn Jalaf. Solían decir: “Muhammad nunca fue mentiroso, ni hechicero, ni loco, sin embargo, tenemos que acusarlo de algo, para que la gente no siga su religión.”
Oía mencionar acerca de la fidelidad de Muhammad (asws), su hombría y buenas costumbres, su pureza y su buen juicio. También los oía comentar las causas de la oposición que le hacían; primeramente estaba la ciega confianza en la religión de los ancestros; luego estaba el temor de que, con la nueva religión universal e igualitaria, Quraysh y La Meca perdieran su prestigio como centro religioso y comercial de Arabia. También había quien lo rechazara, al no agradarle que un profeta surgiese del clan de Bani Hashim y no de su clan.
Pasaron los días y Bilal (ra) vio finalmente la luz de Allah. Sintió un llamado en lo profundo de su ser y se dirigió hacia el Profeta (asws) para islamizarse. La noticia se propagó entre los Bani Yumuh rápidamente. Los amos de Bilal se sentían avergonzados y furiosos porque uno de sus esclavos hubiese seguido a Muhammad. Umaya dijo: “No hay problema. El sol de hoy se ocultará llevándose el Islam de este esclavo rebelde”. Decidieron torturarlo hasta que renegase de su fe islámica.
Pero contrariamente a lo dicho por Umaya, los que se ocultaron fueron los ídolos de Quraysh.
La firmeza de Bilal ante las crueles torturas recibidas fue una muestra de orgullo, no sólo para el Islam, su religión, sino para toda la humanidad.
Bilal, un esclavo negro, dio a la humanidad, por gracia del Islam, una lección sobre la fuerza de la identidad y la fe ante las más terribles presiones. Demostró que la raza o la condición social no son ningún obstáculo ante una fe firme y la confianza en Allah. También demostró a las generaciones venideras que la libertad no se vende.
Los amos de Bilal solían exponerlo diariamente bajo el calor del mediodía en el desierto, el cual se convertía en un infierno mortal en ese momento. Sacaban sus ropas y lo apoyaban sobre piedras calientes; luego, ponían sobre él una gran piedra ardiendo. La tortura era tan cruel que los propios verdugos cedieron en su posición.
Ofrecieron a Bilal que detendrían el castigo si él decía una sola palabra en favor de los ídolos.
Pero Bilal (ra) se mantuvo firme, le bastaba decir una palabra para que la tortura cesara. Le pedían que alabe a Al-lat y Al'uzza; él en cambio, repetía sin cesar: “Allah es Único. Es Único”.
Le decían: “Solo repite lo que decimos”. Y él decía burlonamente: “Mi lengua no puede hacerlo”. Al atardecer lo llevaban atado por las calles de La Meca y lo acosaban para que vuelva a la adoración de los ídolos. Así pasaron los días... Bilal solo repetía decididamente: “Allah es Único. Es Único” ante sus torturadores.
Era tanta su perseverancia y su firmeza que sus amos perdieron la esperanza de cualquier éxito contra su elección. En una ocasión se presentó Abu Bakr (ra) en el lugar donde lo torturaban y dirigiéndose a sus torturadores, les dijo: “¿Castigáis acaso a un hombre sólo porque dice que su Señor es Allah?”
Luego gritó a Umaya: “Toma más de lo que vale y déjalo libre”
Umaya sintió el alivio de alguien que está ahogándose y es salvado. Se alegró mucho, tomó el dinero, entregó el esclavo a Abu Bakr (ra) y le dijo: “Aunque hubieses ofrecido una sola pieza de plata, te lo venderíamos de todas maneras”. Abu Bakr (ra) sintió en esas palabras la decepción y frustración que agobiaba a Umaya, pero no resistió la tentación de aclararle su generosidad con las siguientes palabras:
“¡Por Allah! ¡Aunque me pidieses cien piezas igualmente lo compraría!”
Abu Bakr (ra) liberó después a Bilal (ra). Una vez libre emigró a Medina por Allah y Su Profeta (asws).
Fue allí, donde el Profeta (asws) eligió a Bilal para que llame a los musulmanes a la oración cinco veces al día en la mezquita. Esa misma voz que, trece años atrás, exclamaba “Allah es Único”, ahora entonaría el Adhán y llenaría de fe los corazones de los Creyentes.
Pasaron los meses, hasta llegar el momento decisivo para el Islam; por primera vez se enfrentarían en combate cerca de Medina, los musulmanes y los incrédulos de La Meca. El Profeta (asws) eligió las palabras de Bilal, “Allah es Único”, como grito de guerra. Ambos ejércitos se encontraban frente a frente y el destino tenía preparado algo especial para Bilal.
Umaya Ibn Jalaf acostumbraba quedarse detrás cuando los Mecanos salían a combatir; y esta vez planeaba hacer lo mismo. Pero 'Uqbah Ibn Abi Mu'it, su amigo, quien siempre lo apoyó en el momento de torturar a los creyentes, fue a su casa y lo acusó de cobarde y por esconderse como las mujeres. Umaya no tuvo más remedio que prepararse para marchar con el ejército de La Meca. No sabían, lo que el destino les tenía preparado
Es sabido que el destino gusta burlarse de los que se ufanan y abusan de los débiles. 'Uqbah, quien animaba a Umaya para torturar a los Creyentes sería el mismo que llevaría a Umaya hacia su muerte ¡Y a la de él mismo!
¿Y, a manos de quién?
¡A manos de Bilal!
Cuando se enfrentaron los ejércitos, Umaya al oír de los musulmanes: “¡Allah es Único!”, sintió una extraña sensación en el pecho. ¿Cómo podían las palabras de un esclavo negro convertirse tan rápidamente en lema de una religión y de una nueva nación? En ese momento presintió que se enfrentaban a algo fuera de este mundo.
En lo más encarnizado de la batalla, Bilal (ra) vio a Umaya Ibn Jalaf y exclamó: “¡Es uno de los cabecillas de la incredulidad! ¡Si él se salva de esta yo no me salvaré!”, y se lanzó sobre él, con los recuerdos y cicatrices que las torturas de Umaya habían causado sobre él y otros creyentes. Clamó en voz alta las mismas palabras de siempre: ¡Allah es Único!, y un grupo de musulmanes se abalanzó sobre Umaya y su hijo antes que estos salieran del campo de batalla. ¡Él, que había causado tanto dolor y sufrimiento a los Creyentes con su odio y vanidad, no podía escapar sin saldar sus cuentas!
Cuando acabaron con ellos, Bilal (ra) comenzó a gritar “¡Allah es Único!”
Pasaron los años, los musulmanes fueron fortaleciéndose más y más; hasta preparar un ejército de diez mil hombres para entrar en La Meca y tomar posesión de esta ciudad Sagrada para el Islam. Entraron a ella, vencida sin tomar represalias contra su gente, la misma que años antes los había acosado, torturado y expulsado de sus hogares, separándolos de sus familias.
El momento más emotivo fue cuando el Profeta (asws) ingresó con Bilal (ra) en la Ka’aba, el edificio sagrado que los idólatras habían llenado con sus deidades de piedra, barro y otros materiales. Comenzó el Mensajero (asws) a destruir estos ídolos uno por uno, luego ordenó a Bilal que subiese a lo alto y entonase el Adhán. Fue un momento de gloria para los silenciosos guerreros musulmanes. ¡Por fin se escuchaba el llamado a la adoración exclusiva de Allah desde su casa sagrada! ¡Tantos años de lucha para estar aquí en la casa de Allah oyendo el llamado de Bilal a la oración!
Los incrédulos, ocultos en sus casas, oían el Adhán y se preguntaban temerosos:
¿Es este Muhammad y sus miserables que antes habíamos expulsado de La Meca?
¿Será realmente él, con su ejército de diez mil creyentes?
¿Es realmente él a quien perseguimos, combatimos y a quien le asesinamos sus seres queridos?
¿Será el mismo que ahora, con nuestras vidas en sus manos, nos dice: “Podéis iros, sois libres”?
Nunca olvidarían las elocuentes palabras del Profeta (asws):
“¡Qurayshíes! Ciertamente que Allah os quitó la soberbia y la veneración ciega de los antepasados. ¡La humanidad viene de Adán. Y Adán fue creado de tierra!”
Bilal (ra) vivió cerca del Profeta (asws), participaba en todas las batallas, llamaba a los creyentes a la oración en la mezquita, constantemente practicaba y defendía los ritos del Islam, la religión que lo llevó de la oscuridad a la luz, de la esclavitud a la libertad.
El Profeta (asws) lo apreciaba inmensamente. Constantemente lo describía como: “Un hombre de la gente del Paraíso”. Y sin embargo Bilal (ra) siempre conservó la simpleza y la humildad que lo caracterizaban. Cierto día concurrió junto a su hermano a pedir la mano de dos musulmanas para casarse. Dijo a los padres:
“Yo soy Bilal y este es mi hermano, dos esclavos de Etiopía. Estábamos perdidos y Allah nos guió, éramos esclavos y Allah nos liberó. Si permitís casarnos, alabado sea Allah. Si lo prohibís, ¡Allah es el más grande!”
Cuando el Profeta (asws) murió, su sucesor, el Califa Abu Bakr (ra), recibió a Bilal (ra), quién le dijo: “¡Oh Califa del Mensajero de Allah! Oí al Profeta decir: ‘La mejor obra de un creyente es combatir por la causa de Allah.’”
Abu Bakr (ra) dijo: “¿Y qué deseas entonces, Bilal?”.
Bilal dijo: “Deseo partir hacia la frontera y luchar por la causa de Allah hasta morir”.
Abu Bakr (ra) respondió: “¿Y quién llamará a la oración entonces?”.
Contestó Bilal (ra) con los ojos llenos de lágrimas: “No seré el muaddhin de nadie, después de haberlo sido en vida del Profeta (asws)”.
Abu Bakr (ra) dijo: “Al contrario, tú serás nuestro muaddhin”.
Bilal expresó: “Si es que me liberaste para que te sirva, pues que así sea, si es tu deseo. Y si es que me liberaste por Allah, pues déjame partir hacia aquello para lo cual me liberaste”.
Abu Bakr (ra) respondió: “Te liberé por Allah, Oh Bilal”
No se sabe con exactitud quien cedió a los ruegos de quien.
Bilal (ra) se presentó nuevamente ante Umar (ra), sucesor de Abu Bakr y pidió nuevamente ser enviado al frente de guerra en Siria.
Bilal (ra) dedicó el resto de su vida a defender la causa de Allah en las fronteras del Califato Islámico.
Nunca más se oyó su voz pronunciando el llamado a la oración; pues al decir: “Doy testimonio que Muhammad es el mensajero de Allah”, se agolpaban los recuerdos en su mente, perdía la voz e irrumpía en sollozos.
El último llamado que se le escuchó fue durante la visita del Califa Umar (ra) a Siria. En esa ocasión, el Califa pidió fervorosamente a Bilal (ra) que realizara el llamado a la oración. Así lo hizo y todos los Sahaba lloraron al recordar los tiempos del Profeta (asws) y de Bilal (ra) como muhaddin.
Bilal murió en Siria, sirviendo en la causa de Allah, en el año 20 después de la Hégira.
En Damasco yacen los restos de este hombre que fue un ejemplo de firmeza en la defensa de la fe y los principios que siempre defendió.
¡Que Allah, bendiga a Bilal!

Tumba donde se halla enterrado el bendito cuerpo de Hazrat Bilal (ra)