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domingo, 4 de junio de 2017

Hadiz sobre la Realeza


Bismillahi Rahmani Rahim

El Profeta (asws) predijo para el mundo islámico un período de sucesión, luego un intento de realeza, y una realeza tiránica, y luego una sucesión fundada sobre el patrón de la Profecía (en ese orden). El Islam experimentó estos sistemas de gobierno como:

*Los Califas rectamente guiados
*Los Umayyas
*Los Abbásidas
*Los Otomanos (el retorno de los sucesores –califas-)

Hadiz:

“Habrá Profecía (nubuwwa) entre ustedes tanto tiempo como Allah desee que esté entre ustedes. Luego será quitada cuando Allah desee quitarla. Luego habrá sucesión (khilafa –califato) sobre el patrón (minhaj) de la Profecía tanto como Allah lo desee. Luego será quitada cuando Allah desee quitarla. Luego habrá un intento de realeza (mulkan ‘addan) tanto como Allah lo desee. Luego será quitada cuando Allah desee quitarla. Luego habrá una realeza tiránica (mulkan jabriyyatan) tanto como Allah lo desee. Luego será quitada cuando Allah desee quitarla. Luego habrá sucesión (khilafa) sobre el patrón de la Profecía)”

Narrado desde Hudhayfa por el Imam Ahmad con una cadena sana (sahih) como ha sido establecido por Az-Zayn en el Musnad (14:163 *18.319) y ha sido indicado por Al-Haythami (5:188-189): “Narrado por Ahmad, Al-Bazzar con un relato más completo, y en parte por At-Tabarani en Al-Awsat. Los narradores en su cadena son confiables.”

miércoles, 18 de enero de 2017

Musicoterapia en el Imperio Otomano


Se sabe que en el Imperio Otomano, que existió de 1299 a 1922 y en su máximo esplendor (entre los siglos XVI y XVII) abarcaba tres continentes, la música fue utilizada para sanar. Los otomanos creían que ciertos tipos de sonidos tenían un enorme poder sanador, además de mantener la salud corporal y mental y acoplar al individuo con su entorno.

Los eruditos otomanos interesados en la música comparaban sus propias prácticas e ideas musicales con las teorías a las que tenían acceso: la turca, la árabe-musulmana y la bizantina. Los otomanos asimilaron elementos de estos legados como base para su propia actividad y creatividad. El que los otomanos no solo dependieran de una tradición sino de tres para utilizar la música en un contexto médico facilitó que aceptaran el concepto teórico y la práctica de la música como terapia.

Como en la medicina galena, el conocimiento musical árabe-musulmán se derivó de traducciones y adaptaciones de escritos griegos. El concepto prevaleciente dentro de las teorías musicales era la creencia en el abrumador poder de la música sobre hombres y animales. La música era aceptada como modelo de equilibro humano, tanto corporalmente como en cuanto al temperamento se refiere. La teoría musical era una forma de poner el mundo en orden, armonía y ritmo. Convertía al universo amorfo e irracional en una realidad manejable, inteligible y menos atemorizante. Sin una teoría así, el mundo parecía en desorden, lleno de grandes dramas y eventos frenéticos controlados por Dios fuera del alcance humano.

El médico otomano del siglo XVI Daud al Antaki incluyó un capítulo sobre la música en su compendio general de medicina, escrito en árabe. Los componentes de la música: la melodía, la armonía y el ritmo, eran utilizados como herramientas de diagnóstico, exactamente como el pulso, para determinar el estado de salud de una persona. Asimismo, la música se utilizaba como cura.

Desde el siglo XV existían tablas detalladas con modos musicales apropiados para cada condición física. De acuerdo con al Antaki, el profesional que debía administrar este tipo de cura era el músico. La tarea del músico era tomar la melodía correcta de un repertorio conocido y aplicarla a circunstancias específicas, ya fuera entretener a una audiencia, calmar los nervios, curar una enfermedad o detener una confrontación.

Al Antaki interpretaba cada una de las ocho escalas musicales de acuerdo con sus atributos médicos y astrológicos, y especificó sus principales influencias en los humanos. Por ejemplo, creía que la escala rast era benéfica para los hemiplégicos, mientras que la escala araq podía curar desequilibrios de humor, enfermedades mentales, vértigo, pleuritis y sofoco.

Los bizantinos, una tercera fuente de influencia intelectual sobre los otomanos, también estaban familiarizados con la musicoterapia. La música con propósitos terapéuticos se utilizaba en los hospitales del imperio bizantino desde el siglo XI. Al menos un observador musulmán, el famoso místico persa al Hujwiri (murió entre 1072 y 1077) narra que la música se utilizaba como terapia en los hospitales bizantinos. Decía que los pacientes eran llevados a un concierto dos veces a la semana y escuchaban instrumentos de cuerdas por el tiempo apropiado para su enfermedad específica.

Por su parte los califas omeyas escuchaban música por razones terapéuticas en sus “días de vino” semanales. El hospital del siglo XIII en Divriği, Anatolia, tenía una fuente cuyas aguas producían un sonido melodioso al caer para los enfermos mentales. En el hospital Mansuri en El Cairo uno de los gastos era para que los músicos entretuvieran a los pacientes todos los días. Un hospital del siglo XIV en Aleppo, Siria, contrataba a músicos que tocaban en los jardines para los internos.

En los hospitales otomanos tocaba la banda militar imperial (mehterhane-i-haqani), además de los músicos contratados por algunas instituciones. Desde la época del sultán Mehmet II, dos grupos militares tocaban para el público todas las mañanas y tardes desde su sede. Uno se encontraba cerca de la Puerta de Hierro (Demirkapı) y la otra en la parte más occidental de la ciudad: la ciudadela de las siete torres (Yediküle).

Existen referencias sobre el uso de la música como procedimiento médico en los hospitales de Beyazid II en Edirne, Mehmet II en Estambul y el del Palacio de Topkapı. Evliya Çelebi insiste en que los hospitales de Mehmet II y Beyazid II invitaban a artistas regularmente para tocar para los enfermos. Evliya era músico y cantante. Fue el compañero (musahib) de Murad IV debido a su habilidad para cantar. Más adelante, acompañó a varios oficiales a lo largo del imperio, en donde solía ocupar el cargo de almuédano (muezzin-başı). Evliya también sabía de teoría musical, por lo que sus comentarios sobre la música tienen un valor especial.

Por su parte el escritor de finales del siglo XVI Mustafa Ali decía que el makam uşşak (literalmente, el makam del amante) era sobrio y que por lo tanto servía para los fumadores de hashish.

No obstante, la músico terapia no era practicada de forma generalizada porque la actitud hacia ella fuera de los círculos médico-filosóficos era ambivalente. En los círculos religiosos, la música era vista con cierta sospecha. El ulema aceptaba el concepto filosófico de que la música puede afectar las emociones, el carácter y hasta las cualidades éticas del oyente.

Este era exactamente el problema: algunos espectadores reaccionan de una manera algo descontrolada al alcanzar el éxtasis, mientras que otros se mantienen tranquilos y contemplativos. Creían que dado que la música puede manipular las emociones, puede convertirse en una herramienta peligrosa y hasta alcanzar proporciones mágicas o demoniacas. El consenso era, por lo tanto, que la música debía ser supervisada y controlada.

Personalmente, yo concuerdo con el místico Hujwiri, que afirmaba que quien negara el poder y placer de la música, era o un mentiroso o un hipócrita.


Fuente: “Ottoman Medicine: Healing and Medical Institutions, 1500-1700” por Miri Shefer Mossensohn.

sábado, 5 de marzo de 2016

La abolición del cargo de Califa

Califa Abdulmecid II

Bismillahi Rahmani Rahim

3 de marzo de 1924 (92 años atrás):

El 3 de marzo en la Historia Otomana señala el aniversario 92 de un evento que aún hoy más que nunca hace sentir sus serias consecuencias para el mundo Islámico: la abolición del Cargo de Califa. Este evento señala un punto de inflexión en la historia, del que mucha gente es inconsciente. Para apreciar completamente el significado de este aniversario, debemos retrotraernos a Estambul. El año es 1924. Ha pasado algo de tiempo luego de la medianoche. Una única luz está encendida en la biblioteca del palacio Dolmabahçe. Allí, un hombre anciano está sentado tranquilamente y lee el Qur’an, meditando en el estado de su Ummah. Su nombre es Abdulmecid II y es el Califa 101 del Islam. Dos años antes, su primo Sultán Muhammad Vahdeddin VI ha sido exiliado en Italia (donde más tarde moriría de hambre) y el Sultanato Otomano ha sido abolido por la Asamblea General Nacional de Turquía bajo el liderazgo de Mustafa Kemal. Las fuerzas nacionalistas turcas finalmente han traído cerca del final al Imperio Otomano, pero aún sentían que no podían abolir de inmediato el Califato debido a la reacción masiva que eso produciría. Empezaron a llevar a cabo una campaña de violencia e intimidación que asegurara de quitar a todos los que apoyaban al Califa. Finalmente, en la noche del 3 de marzo ellos hicieron su movimiento. Un joven mensajero del ejército abrió la puerta de la biblioteca. El Califa siguió leyendo el Qur’an. En un primer momento el mensajero quedó sorprendido ante la apariencia del Califa, mas se forzó a sí mismo y leyó la proclama de la Asamblea General nacional de Turquía. El Califa se negó a dejar Estambul, pero a sus empleados les preocupaba ser asesinados por el ejército que había rodeado el palacio y los tenía a punta de pistola a él y a su familia, incluidos mujeres y niños. Luego de sopesar las pocas opciones que tenía, de mala gana empacó algunas de sus vestimentas y se marchó al exilio. Antes de la oración de la mañana (Fajr), fue llevado a punta de pistola hacia la estación de tren donde él y su familia fueron puestos en el Expreso de Oriente con destino a Suiza.

A continuación compartimos una anécdota sucedida en la estación de tren, contada por Sheykh Lokman Effendi Hz:

“Sí, él estaba allí, en la estación de tren, y estaba lloviendo. Allí estaba un jefe de la estación. El jefe de la estación dijo: ‘Oh Califa, por favor, venga al amparo’, porque aquellos ‘animales’ lo dejaron allí con todos sus hijos y lo demás, solamente fueron con una maleta, le dieron dos mil libras, como hicieron lo mismo con Sultán Wahid ad-Din: él murió de inanición. Como también hicieron con Sultán Abdul Hamid Khan, poniéndolo en el tren que era para animales, animales sucios, para cerdos. Y ese jefe de estación le dijo al último Califa: ‘Su Alteza, por favor, venga a mi oficina, salga del tren’. Le ofreció algo de té. El Califa dijo: ‘Gracias’. El jefe de estación empezó a llorar. Dijo: ‘¿Usted me está agradeciendo? Yo le agradezco a usted, ya que por todos estos años, usted nos ha dado amparo y nos ha protegido’. ¿Quién era este jefe de estación? ¿Lo sabes? Era judío. ‘Los Otomanos siempre nos han protegido’, dijo, ‘al menos ahora tengo una oportunidad de servir al Califa’. En ese entonces ellos tenían fe. Ahle Kitab. ¿Dónde está la fe de los musulmanes hoy en día? Todos se sientan juntos para tocar y cantar canciones sobre el nacimiento de su nación, Día Nacional, de cada país musulmán. Entiendan que están celebrando el nacimiento de sus naciones porque colectivamente hemos traicionado y enviado al exilio a nuestro Califa. La muerte del Califato es el nacimiento de las naciones Islámicas modernas y el renacimiento del estado de  jahiliyat (ignorancia) para este mundo entero.”
Como apasionados del Imperio Otomano añoramos el día en que el mundo Islámico nuevamente tenga gobernantes sinceros y humildes que realmente tengan en cuenta la protección de todos los ciudadanos, sin importar cuál pueda ser su raza, religión o creencia.

¡Biz Osmanliyiz, Pek Sanliyiz!


domingo, 24 de enero de 2016

Si aún existiera el Califato Otomano

Bismillahi Rahmani Rahim

¿Qué sucedería si el Califato Sunni del Imperio Otomano aún existiera y Makkah y Medina aún estuviesen bajo su control?

No habría habido destrucción de los lugares sagrados en nombre de la construcción.

No habría habido destrucción de las tumbas de los benditos compañeros y miembros de la familia del bendito Profeta (asws) en el Jannatul Baqi y en el Jannatul Mualla.

No habría habido tanta comercialización en el nombre del Hajj y la sombra de la torre de Makkah no habría caído sobre la Kaabatullah.

El Wahhabismo no se habría difundido con la ayuda de los petro-dólares, la comunidad Musulmana no se habría dividido, ni radicalizado. Los países musulmanes estarían libres del ‘Falso Yihad’.

Se podría viajar a salvo por los países musulmanes y ellos serían prósperos y desarrollados.

La imagen del Islam no habría sido destrozada y la gente no pensaría que el Islam enseña extremismo y terrorismo.

No habría una desviada mutawwa acusando a los Haajis de shirk y biddat en toda cosa secundaria y siendo molestos con ellos.

Los gobernantes no habrían sido borrachos, ni adúlteros, ni marionetas sionistas de EEUU. Y si los Otomanos hubiesen estado en el poder, ellos no habrían combatido por Palestina.

A todos los Hajjis se les habría dado el derecho de mostrar respeto a todos los Sahaba y a recitar Salat o Salam al Nabi-e Karim (asws).

La Masjid an-Nabawi habría estado llena de gente recitando Durud para el Nabi-e Karim (asws).

Habría cuatro Imams para Makkah y Madinah: Hanafi, Shafi’i, Maliki, Hanbali.

No habría habido Jahallat como  lo sugieren algunos Wahhabis, cada cosa sería acorde a la Shari’a y a la gente se le habría enseñado las etiquetas adecuadas de Ziyarat.

La tumba de la madre del Profeta no habría sido incendiada ni se habrían construido inodoros sobre la casa de Bibi Jadiya en Makkah.

Los sultanes Otomanos siempre se levantaron por la comunidad musulmana y siempre combatieron contra la opresión hacia los musulmanes.

Y si existieran los Otomanos, ellos habrían combatido contra el ISIS, al-Qaeda, Taliban, etc, quienes han debilitado a los países musulmanes, contrariamente a los Saudíes que apoyan todas esas ideologías.

La gente habría estado llena de amor y adab por Rasulullah (asws) en vez de estar llenos de ambición por el Jannah y miedo al infierno.

Los nombres de los Julafa e-Rashidin habrían estado en la Kiswa de la Kaaba en vez del nombre de un borracho perteneciente a la familia Saudita.

A la gente de otras sectas y religiones no se las habría despojado de sus derechos. Sus derechos habrían sido concedidos según las enseñanzas de Rasulullah (asws).

Olvídate de ayudar a EEUU a bombardear Iraq en 1992; los Otomanos habrían unificado a los musulmanes del mundo en vez de hacerlos combatir los unos a los otros por amor al poder y el dominio.

Que Allah-swt- eleve la estación de nuestros nobles antepasados Otomanos y devuelva su gloria para el bienestar y la salvaguarda de la Ummah entera.


viernes, 31 de julio de 2015

El valor histórico del Imperio Otomano

El valor histórico del Imperio Otomano se debe a una conjunción de factores y cuestiones; y es que estamos hablando de uno de los Imperios más grandes que nuestro planeta ha podido ver a lo largo de su historia. Un imperio que, además de conquistar y anexionarse nuevos territorios, influyó a culturas posteriores con su estilo de vida, sus tradiciones, en el plano cultural, religioso e incluso social. No podemos olvidarnos que consiguió resistir más de 600 años, tiempo más que suficiente para dejar una enorme huella.

Hay que destacar que ya en su origen marcó un antes y un después, ya que el Imperio Otomano conseguía poner fin a la cultura bizantina. Asimismo, cabe destacar, que desde el punto de vista religioso, el Islam fue el gran beneficiario, dado que el Imperio extendió esta religión por absolutamente todos sus territorios. Teniendo en cuenta que ocupó hasta 3 continentes (Europa, Asia y África) no podemos negar que el alcance fue realmente asombroso.

Existen otros puntos desde los cuales el Imperio Otomano destacó y por tanto fue tomado como un imperio fundamental y determinante para la historia. Por ejemplo, hay que poner la vista de forma obligada en su ejército, que lograra mantener su presencia y durar tantos años y que además cuenta con tantas conquistas. Debía tener una fuerza militar poderosa, aspecto que merece un estudio detenido.

Lo cierto es que ya los romanos, en su día, supusieron un antes y un después en los aspectos militares. Con los otomanos pasa algo muy similar. Contaban con un poderoso y grandísimo ejército con estrictas jerarquías al cual podían pertenecer sin problemas cristianos y extranjeros. Asimismo, disponía de divisiones tan importantes como los llamados jenízaros, que eran soldados europeos que habían sido reclutados durante su niñez y habían terminado siendo convertidos al Islam.

Este enorme ejército únicamente respondía a las órdenes directas del sultán. Además, cabe destacar que en su expansión tenían claro que reclutar hombres de armas era importante pero también lo era reclutar operarios que fueran capaces de crear dichas armas. Así, se encargaban de reclutar operarios expertos en fundición y construcción de cañones. Su poder militar aumentó considerablemente al tiempo que su poder armamentístico también lo hacía.

Si desde un punto de vista religioso y militar el Imperio Otomano dejó muchísima huella en los territorios en los que estuvo presente, lo cierto es que también lo hizo su organización territorial, marco en el cual se observa que ya apostaban por una división similar a las provincias, pues contaban con un extenso territorio.


Sin duda fueron una pieza clave para la conformación del mapa actual, sobre todo en Asia y África, aunque también en parte de Europa del este donde encontramos representaciones arquitectónicas que nos recuerdan que un día, esa parte del viejo continente perteneció al Imperio Otomano.


domingo, 12 de octubre de 2014

Sultan Abdul Hamid Khan y el General

Sohbet dado por Hz Sahib us Sayf Sheykh Abdul Kerim al-Hakkani (ra) el 24/10/2006 en la Dergah Osmanli Naksibendi Hakkani, Siddiki Center, New York.

Bismillahi Rahmani Rahim.

Medet Ya Seyyidi Ya Sultanul Awliya, Medet.

Ocurrió un incidente. Esto se adapta para ti y para mí, para que comprendamos la historia de un hombre que estaba en el camino de Allah y que cumplía las órdenes al cien por ciento. Solamente hizo una cosa.

En el tiempo de Sultán Abdul Hamid Khan (Jannat Mekat), durante los últimos días, cuando había confusión en todos lados y Sultán Abdul Hamid Khan ya estaba casi solo. No tenía demasiados ayudantes a su lado. Tantos ayudantes se habían vuelto traidores y él no podía confiar en ellos. Entre algunos de los que podía confiar había un general del ejército, un general de alto grado. Mehmet Aqif Ersoy nos lo dice, él nos está contando la historia tal como ocurrió. Él dijo que luego de que el Sultán se retirara de este mundo, el Califato fue removido y las maldiciones empezaron a bajar sobre la humanidad. Cuando el Califato es removido entonces las maldiciones llegan de cualquier manera. No necesitas escucharlo por ti mismo. Maldiciones descienden sin parar sobre la humanidad diciendo: "Ustedes son quienes han removido al Califa". Y descienden las maldiciones, desde ese tiempo hasta ahora. Por eso es que no aceptamos su sistema, el sistema de democracia-hipocresía. Todo el que lo acepte está demostrando que no quiere al Califa, no quiere que eso gobierne. Por eso es que están alabando a la democracia. El Califato, eso es lo que Allah quiere.

Así que Mehmet Aqif Ersoy dice: "Cada mañana voy a la mezquita de Sultán Ahmet, en Jama'at. Voy temprano en la mañana y cerca del Mihrab veo a un anciano. Su cabello y su barba son completamente blancos, blancos como la nieve. Continuamente él está llorando. Cada vez que voy encuentro a ese hombre llorando. Desde afuera veo que él es el primero en la mezquita. Pero él siempre está sentado, haciendo tasbih y llorando. Un día me acerqué a él y le dije: 'Oh santo, ¿por qué lloras tanto? ¿Te has apartado de la misericordia de Allah? ¿Por eso lloras? La misericordia de Allah está llegando'". También le dijo: "Oh, estás viendo hacia afuera y lo que han hecho (al remover el Califato). Qué cosa más necia que han hecho. Por eso es que lloras".

El anciano le dijo: "No me hagas hablar. Mi corazón se detendrá". Le dijo: "Por favor habla. Dímelo". Dijo: "Te lo contaré. En tiempos de Sultán Abdul Hamid Khan (Jannat Mekan) fui un general de rango. Mis padres fallecieron. En la zona de Izmir teníamos muchas tierras y granjas. Así que mandé mi carta de renuncia al Sultán pidiéndole que me apartara del ejército. Al momento el Sultán me envió su respuesta diciendo: "No, ahora no podemos permitirnos dejarte marchar. Hay un gran problema que nos espera y necesito un par de personas como tú a mi lado. Así que no aprobaré lo que estás pidiendo". Dijo: "Estaba triste. Pero teníamos tanto trabajo que hacer. Un día necesité ir a Estambul y me dije a mí mismo: Ahora que estoy aquí voy a visitar al Sultán. A causa de que tenía una gran autoridad, yo podía ir y visitarlo". Por aquel entonces, en la mañana, la puerta del Sultán estaba abierta para todos. Hoy en día ni siquiera el intendente abre la puerta para la gente. La puerta del Sultán Otomano estaba abierta. La gente llegaba y daba sus quejas, pidiendo y hablando. Esto era en el peor momento.

Así que dijo: "Llegué ante el Sultán. Él estaba sentado sobre su sillón. Me miró y bajó su rostro. Ya no me miraba. Dije: 'Su Majestad, te he enviado una carta'. Instantáneamente me dijo con dureza: 'Te he enviado la respuesta'. Dije: 'Así es, por eso es que ahora estoy aquí para pedírtelo, debido a que esta es la excusa que tengo'. El Sultán movía su cabeza. No me miraba, y nuevamente pedí que me dieran el alta. Así fue que levantó su rostro, me miró con rudeza y dijo: '¿Entonces qué puedo hacer? ¿Tanto lo pides? Márchate'. Y lo exceptuó. Asunto acabado. El Sultán movió su mano de esta manera. En nuestra tradición, si alguien te habla y te dice: 'Muy bien, márchate', significa: 'Ya no estoy feliz contigo', y mueven el dorso de su mano hacia ti. Cuando dicen: 'Anda con bendiciones', es de esta manera, con la palma de la mano hacia ti. Pero cuando es con el dorso de la mano, de manera correcta significa: 'Piérdete'. Continúo contando: "Esa acción me acabó. ¿Pero qué podía hacer? Ya no podía revertir esa situación, y regresé".

"Muy poco tiempo después ocurrieron tantos incidentes que entendí por qué el Sultán no me quería dar el alta. Pero una noche tuve un sueño. En el sueño veía al Ejército Otomano. Estaban todos ubicados en líneas rectas. Todos los generales estaban al frente del ejército y llegó Sultán Abdul Hamid Khan y los saludó. Y el Profeta (asws) se encontraba frente a él, y él (el Sultán) decía: 'Ya Rasulullah, el ejército del Islam está preparado. Como gustes. Da la orden. Haremos lo que mandes'. Todos veían al Profeta (asws) excepto yo. Cuando miraba desde lejos veía al Profeta (asws) como una luna, brillante. Pero no podía ver al Profeta (asws) (en su forma humana). Sin embargo el Sultán y todo el ejército lo veían".

"Y el Profeta (asws) miró el ejército desde el principio y llegó al final, y el batallón, el grupo del final se suponía que estaba bajo mi autoridad. Pero yo no estaba allí. Entonces todos los soldados estaban muy desaliñados. No estaban en orden. El Profeta (asws) miró al Sultán con rudeza y le dijo: '¡Ya Sultán! ¿Dónde se encuentra el general de ese grupo de gente?', y el Sultán bajó su rostro diciendo: 'Ya Rasulullah, ese quiso retirarse tempranamente. No quería darle el alta pero lo pidió reiteradamente. Así fue que ya no pude decirle que no. Entonces lo envié a retiro. Lo hice marchar'. El Profeta (asws) lo miró y dijo: '¡Ya Sultán! Al que hiciste marchar también lo haremos marchar de nuestra asociación'. Luego de aquel día jamás dormí por la noche. He estado llorando sin detenerme pero no he tenido sueño alguno. Luego de aquel día abandoné todo. Dejé todas mis pertenencias a la gente. Allah me envía el sustento pero he perdido. No he visto al Profeta (asws) y luego de eso ya no tuve más sueños buenos".

Esto no es una broma. Esto es real. Real, real. Si entiendes lo que eso significa entonces llorarás mucho. Si no lo entiendes entonces eres un asno. ¿Qué podemos hacer? Del modo en que vives será como mueras. Del modo en que mueras seas levantado. Esto es un hadiz-e sherif. Si mantienes a Allah como prioridad, entonces Allah te mantiene como prioridad. Si mantienes a Allah de segunda clase, entonces te estás acabando a ti mismo. Allah nunca es segundo. Si el mundo entero dice: "Mantenemos segundo a Allah", Allah no es segundo. Allah es primero. Es una bendición para el hombre que entienda el favor que Allah le ha concedido al facilitarle Su alabanza. Como dice Sheykh Mevlana: "Vive por Allah y muere por Allah". Es una bendición para ti. Entonces Allah pregunta: "¿Qué quiere Mi siervo? Dádselo". Y cuando tú dices: "Ya Rabbi, quiero, quiero", Él dice: "Lo que quieras. Cuando estás a Mi servicio te lo doy todo. Dices que Me amas, Yo te amo y también Soy tuyo. Estoy a tu servicio". Allah está a nuestro servicio. ¿Qué servicio le damos a Allah? ¿Qué hacemos, huh? Sólo levantarnos e ir arriba-abajo. ¿Ese es el servicio que le damos a Allah? ¿Eso se adapta a Su Majestad?

Él nos da todo y nosotros no podemos devolverle nada. Lo único es cumplir Sus órdenes, intentar cumplir Sus órdenes. Entonces te estarás dando honor a ti mismo. Todo el tiempo Allah te está concediendo más honor. Todo el que deje a Allah, que se aleje de Allah, pierde su honor en dunya y pierde su honor en Ajirat. Esto es suficiente para ti y para mí.

(...)

Así que sé feliz con lo que Allah te Ha dado. Si eres feliz con Allah entonces Allah es feliz contigo. Si no eres feliz con Allah, no vas a molestar a Allah porque no eres feliz con Él. Pero si Allah no es feliz contigo entonces te espera el desastre.

Wa min Allahu Tawfiq.

Fatihat.
Sahib us Sayf

jueves, 28 de agosto de 2014

La falsía de la insurgencia islámica y su necio califato

Bismillahi Rahmani Rahim

"La ignorancia es material para hacer esclavos baratos", ha dicho el trovador gaucho don José Larralde, y no cabe mejor frase para definir al movimiento apócrifo que ha dado en generar el no menos apócrifo "Estado Islámico" en Siria e Irak.

A continuación compartiremos unas pocas y breves aleyas del Sagrado Qur'an y un par de hadices del Mensajero de Allah (asws) que desmienten el bárbaro accionar pretendidamente islámico de esta secta en todo ajena al espíritu del Islam Tradicional. Dice Allah Todopoderoso:

"Esos que dan en los momentos de desahogo y en los de estrechez, refrenan la ira y perdonan a los hombres. Allah ama a los que hacen el bien" (3: 134). La aleya habla de los temerosos de Allah, quienes serán recompensados con el Jardín del Paraíso y el perdón divino debido a su bondad. Los amados de Allah son aquellos que obran el bien y son agentes de bondad, definidos como caritativos cuando se tiene como cuando no se tiene (cuando se tiene mediante los recursos materiales, cuando no se tiene mediante las buenas actitudes hacia los demás), que reprimen el enojo y lo trocan en paciencia y aceptación, y perdonan a quienes los ofenden. ¿Podemos acaso encontrar estas virtudes islámicas elementales en los representantes del Estado Islámico?

Dice Allah Todopoderoso:

"¡Adopta la indulgencia como conducta, ordena lo reconocido como virtud y apártate de los ignorantes!" (7: 199). Esta aleya dirigida al Profeta Muhammad (asws) es un mensaje para los musulmanes en general. Los sabios de la jurisprudencia del Islam han tomado esta aleya como base en las relaciones con las culturas foráneas con que el Islam ha entrado en contacto al momento de su expansión. ¿Qué ordena? Poseer una conducta de indulgencia y tolerancia hacia las demás culturas y creencias, ordenar lo bueno y virtuoso de acuerdo a la sana consciencia, y apartarse (no matar ni oprimir ni exiliar) de los ignorantes. Se debe ser un buen ejemplo para quienes no saben, y toda matanza, opresión y persecución jamás entrarán en la categoría del buen ejemplo; sí la indulgencia, la tolerancia y la comprensión. ¿Vemos estas virtudes del buen musulmán en los representantes del Estado Islámico?

Dice Allah Todopoderoso:

"No son iguales la bondad y la maldad; responde con la mejor actitud y aquel con el que tenías enemistad será un amigo ardiente" (41: 33). El musulmán debe distinguir claramente la bondad de la maldad para así obrar en consecuencia. Esta aleya nos cita tal vez una de los niveles más altos de bondad: responder con la mejor actitud de bien a quien piensas que es tu enemigo, así se evitará un mal mayor, y él, al ver tu actitud de bien, recapacitará en su propia actitud y se convertirá en tu fervoroso amigo. El musulmán es un agente de sulh (paz, bien, reconciliación), de acuerdo a la palabra de Allah Todopoderoso: "As sulhu jayrun (la reconciliación es mejor)" (4: 127). ¿Qué es entonces lo que se puede reconciliar mediante el asedio, la persecución y la matanza, señores del Estado Islámico? ¿Acaso no han leído que "No hay coacción en la religión" (2: 255), aleya que ha vuestro pesar de yihadistas mal intencionados fue revelada luego de las aleyas del combate? ¿En qué queda vuestra actitud?

"Pero quien tenga paciencia y perdone, eso es parte de los asuntos que hay que asumir con resolución" (42: 40).

En un hadiz qudsi recopilado por el Imam Nawawi dentro de los 40 hadices fundamentales para la Aquida del Islam Tradicional, se narra por la boca del Profeta Muhammad (asws), que Allah Todopoderoso dijo: "Oh mis siervos, ciertamente me He prohibido a Mi mismo la tiranía y la He prohibido entre ustedes. Por lo tanto no se opriman mutuamente".

Estas pocas actitudes fundamentales que hacen al musulmán lo que realmente debería ser, demuestran la evidente apostasía en la que incurren los miembros subversivos del Estado Islámico de Siria e Irak. Ni hablar de las falaces pretensiones califales. En un hadiz bien conocido transmitido por el Imam Bayhaqí, el Imam Suyuti y otros, el Mensajero de Allah (asws) habla de las diferentes fases por la que atravesará el gobierno de su Ummah hasta el final de los tiempos: el gobierno de los Califas rectamente guiados (Hz Abu Bakr, Hz Umar, Hz Uzman, Hz Ali), el gobierno de los Umara (los amires Omeyyas y Abássidas), el gobierno de los Maliks (los Sultanes Otomanos) y el período de la Jabbabira (la tiranía, o gobiernos no-islámicos de la actualidad). Para acabar con la jabbabira será necesaria la acción de un descendiente de la casa del Profeta (asws), el Imam Mahdi, quien con sus poderes milagrosos restaurará el Califato junto a la segunda venida de Sayidina Isa (Jesús -as-). Este hadiz por sí sólo echa por tierra las falsas pretensiones del tal Abu Bakr al-Baghdadi y sus secuaces (esclavos baratos).

¡Despierten, musulmanes!, decía a menudo nuestro maestro Hz Sheykh Abdul Kerim al-Kibrisi (qs), ¡no sean los burros de Sheytán!. Y ante la situación actual de la Ummah del Islam no nos queda más que hacernos eco de sus palabras: ¡Despierten, musulmanes, ya es tiempo de despertar!

Wa min Allahu Tawfiq.

Raíces y Sabiduría

jueves, 21 de agosto de 2014

Respeto y Honor a los Otomanos

Palabras de Hz Khoja Lokman Effendi

Bismillahi Rahmani Rahim

En este Ajir Zaman (fin de los tiempos), uno de los grupos más grandes que están difundiendo la confusión, lo están haciendo acerca de los Otomanos, los Otomanos que están en la cima de nuestras cabezas.

Los Otomanos, quienes si no hubiese sido por ellos no tendríamos la Aqida de Ahl as-Sunnah, ya que ellos derrotaron, el Sultán Selim Khan (JM) quebró la espalda del shía Shah Ismail, quien difundía la Aqida del Shiísmo por todos lados, y él quebró su espalda, el único Sultán. Todos los Sultanes se volvieron hacia el occidente para llevar allí la aceptación del Islam, todo el rumbo hacia el corazón de Europa, y Sultán Selim Khan marchó rumba al Este para acabar con la fitnah shía, la fitnah que había empezado cientos de años atrás. Luego de ese momento, tal vez hasta ahora, ellos están calmados.

Estos son los Otomanos. Los Otomanos de quienes los Awliya Allah, cientos de años antes de que surgieran, dijeron que llegarían. Los Awliya Allah que predijeron: "Llegarán estos Sultanes por quienes nuevamente el Islam se elevará". Estos son. ¡Eh, necios que hablan mal de ellos!, que si no hubiese sido por ellos, Europa (en la Primera Guerra Mundial) habría conquistado Cannakale y habrían hecho caer el Califato y habrían hecho caer el Islam y la práctica del Islam. Pero no lo hicieron gracias a los soldados del Califa.

Este es el Califato que fue bendecido por el bendito Profeta (asws), que no se fijó en la raza, ni en la religión, ni en la cultura, ni en el lenguaje, sino que trató a todos de acuerdo a sus estaciones y les dio a todos sus derechos, tal es así, que incluso Judíos y Cristianos fueron capaces de elevar sus rangos, de gobernar, de tener algo de poder, de administrar, de llevar hacia adelante la civilización del Islam.

La civilización no es esto que vemos hoy en día. Por favor... Civilización no es construir edificios altos. Civilización no es esta economía, esta tecnología que está trayendo desastre a este mundo, esta tecnología que tenemos tal vez desde hace 50 años, digamos, 100 años.

En estos 100 años le hemos hecho más daño a este planeta de lo que le hemos hecho en miles de años.

Civilización es hacer que todos desarrollen su potencial espiritual propio y vivir como seres humanos. Vivir en este mundo como seres humanos y tener una visión: tener esa visión del Más allá y conectarse a sí mismos con el Ajirat, y prepararse para eso. No es hacer que este mundo se vuelva un Paraíso.

Pero ellos, en el tiempo de los Otomanos, vivían en un Paraíso, ya que si eran capaces de gobernar más de cien reinos y dar a todos sus derechos, y en esos reinos hubo tanta clase de Judíos y Cristianos y gentes y colores y razas, y por cientos de años nunca tocaron sus religiones, nunca tocaron sus lenguajes, nunca tocaron sus culturas, se aseguraron de que todos tuviesen su propia identidad, entonces ese Califato está bendecido. Ese Califato está guiado.

Este es el Califa que el mismo bendito Profeta (asws) guío las tropas para que marcharan hacia Egipto a través del desierto. Este es el Califato en el que por cientos de años el Qur'an fue continuamente recitado, durante cientos de años el Qur'an nunca fue cerrado.

Este es el Califato en que el Sultán, cada mañana, antes de tomar su trabajo de gobierno, iba a la habitación donde guardaban las pertenencias del bendito Profeta (asws) y se arrodillaba y pasaba las manos por el polvo y lo barría, y juntaba el polvo, porque estaba lleno de bendiciones y tabarruk (fuente de baraka).

Este es el Sultán que dice: "Soy el servidor", como nuestro Sheykh, que lleva la pluma del pavo real sobre el turbante...tantos necios no entienden que el Sultán, el Califa, se ponía eso porque barría la Rawza Sherif (lugar sagrado donde se encuentra la bendita tumba del Profeta) con una escoba hecha con plumas de pavo real, y luego se lo ponía en la cima de su cabeza, significando que ahora era un servidor del Haramayn (de aquel sitio sagrado).

Este es el Califato en el que buscaban y encontraban a todo el que era Shariff y Sayyid (descendiente del bendito Profeta), y le decían: "Ahora ya no tienes que trabajar por el resto de tu ida. Siéntate y reza por los Califas. Siéntate y reza por el Imperio. Siéntate y reza por los Musulmanes. Vamos a darte una pensión, un salario, un sueldo, nunca más vas a trabajar por el resto de tu vida".

Este es el Califato en el que todo lo que hacían, desde el pastor hasta el barbero, hasta el cocinero, hasta el arquitecto, tenían un Santo especial o un Sahabi, del que decían 'Este es nuestro Pir'. En el que el barbero pedía Medet y daba Fatihat, solicitando el apoyo del barbero del bendito Profeta (asws), Hz Salman al-Farsi, por lo que el trabajo que hacía, mediante ese pedido de apoyo, era bendecido. Cada trabajo tenía un Pir, sea un Santo, o un Sahabi, o el Profeta. Y en todo trabajo, antes de que abrieran, antes de comenzar, se pedía permiso y se pedía la bendición para él.

Este es el Califato que siempre detuvo al Occidente de llegar al Este, impidiéndoles así molestar a los pueblos musulmanes.

Este es el Califato que efectivamente detuvo las cruzadas; no solo eso, ellos fueron y difundieron la palabra del Islam y dieron civilización al Occidente.

Ahora nuevamente el mundo entero está entendiendo a los Otomanos. Desde el este al oeste y el norte y el sur, entiende que fuimos una unidad y que entonces fuimos una superpotencia. En ese entonces éramos efectivos, en ese entonces, incluso en los peores días del Imperio, el Sultán detenía todo lo que se atrevía a insultar al Profeta. Nadie tenía el derecho de decir nada. Y si él tenía poder por aquellos días, imagina lo que poseían en la cima del poder.

El mundo lo está entendiendo, juntándose por eso, por los Otomanos, y los sheytánes no están felices con eso. Entonces, tienes que entender qué son los Otomanos. Otomano no es Turco. No es Árabe. Otomano significa seguir el camino del Profeta (asws). Y es toda raza. De otra manera, los Otomanos podrían haber hecho lo que hicieron los árabes, muy fácilmente. Los árabes fueron a Irak, fueron a Egipto, éstas eran gentes no-árabes, fueron hacia España, e hicieron que todos hablaran árabe. Hicieron que todos cambiaran sus culturas, cambiaran su identidad. ¿No es esto lo que hace el colonialismo?

Los Otomanos no lo hicieron. Si algo hicieron fue proteger los derechos de las minorías. Las minorías cristianas que eran oprimidas por los griegos o por el Vaticano, corrieron hacia tierras Otomanas donde fueron capaces de tener libertad de culto.

Ellos protegieron a todos. Le dieron sus derechos a todos. El Imperio Otomano, que juntó a todos de todas partes del mundo y dio Islam a todos y una identidad islámica real y poder islámico real, pidiéndoles que mantuvieran sus lenguajes de origen para no convertirse en una mixtura. Así no perderían su identidad. Ya que si no sabes cómo hablar, pierdes completamente tu identidad. Así no tendrías amnesia cultural.

Ahora tenemos que volver a ser una Ummah. Una Ummah que está conformada, sí, por diferentes tribus, como lo dice el Sagrado Qur'an, así nos podremos encontrar mutuamente e intercambiar ideas y aprender unos de otros.

Eso es un Imperio. Eso es civilización.

Fatihat.

lunes, 14 de julio de 2014

Volver a los Otomanos

Bismillahi Rahmani Rahim

Imperio Otomano. ¡Imperio! ¿Cuántos imperios ha visto el mundo? ¿Cuántos? Se ha retirado. Observa que les ha sucedido a los Musulmanes. ¿Qué país musulmán se encuentra ahora en el gobierno y puede decir “Esto es lo que va a suceder” y todos se disponen a escucharlo? Ninguno. Los turcos. Los turcos se han vueltos los más rápidos en maldecir a sus propios abuelos. Ninguna nación en la historia jamás se ha vuelto para maldecir a sus abuelos. Sin embargo los turcos se han vuelto los número uno. Maldiciendo a los Sultanes. Porque eso es lo que los occidentales querían que ellos hicieran. Los Musulmanes también se volvieron y empezaron a maldecirlos diciendo: “Ellos nos mantuvieron bajo su gobierno y por eso hemos quedado atrasados”. Estuve en Siria hablando con una persona. Él empezó a alabar a los Otomanos cuando estaban en esa zona, y un momento después dijo:

“Pero tuvieron algunos errores”

Le pregunté: “¿Cuáles fueron sus errores?”

Dijo: “Nos dejaron atrás en cuanto a la tecnología”

Le pregunté: “¿Hace cuánto ya que los Otomanos estuvieron gobernando esta zona?”

Dijo: “Ya hace casi 100 años”

Le dije: “Hace 100 años América no tenía nada. Ve y observa ahora a América. Mira a Siria hoy en día. ¿Qué tienes? Tú tienes tu libertad. ¿Qué has hecho con esa libertad, has avanzado o retrocedido?”

Los turcos están maldiciendo a sus abuelos diciendo: “Nos han dejado atrás. Ellos sólo supieron como subir y bajar (alusión a los movimientos del salat)”. Pero ahora le están rogando a los Europeos: “Por favor, déjanos ingresar a Europa”. Ellos (los Otomanos) no rogaron. Llegaron a Europa y dijeron: “Cambien sus leyes. No nos agradan. No se ajustan al Islam”. Así fue que los franceses, que hoy están en tu contra, se estremecieron diciendo: “Los Otomanos dijeron que cambiemos las reglas. Por lo tanto, debemos cambiarlas”.

Los turcos me dicen: “¿Andas por Europa con turbante, barba y bigote?”

Les digo: “Claro que sí. Entramos de esta forma a Europa. Ustedes cambiaron todo. Ahora se han puesto traje y corbata. Aun así, ni con traje y corbata, los están aceptando en Europa. Y con esas corbatas las generaciones jóvenes se están ahorcando. ¿Para qué? Revisa la historia. Observa, en 700 años de gobierno (Otomano), cuantos vas a encontrar que han cometido suicidio. Ninguno. Las cifras y los números hablan por sí mismos”.

Para todo el que corra por Paz, la Paz llega con los Otomanos. No hay otra Paz. La Paz solamente llega con ese gobierno. Los líderes rectamente guiados del Islam pueden traer Paz a los Musulmanes, a los Cristianos y a los Judíos, ya que la Historia nos demuestra que cuando ellos estuvieron en los Balcanes durante 500 años, la Paz estuvo allí. En cuanto ellos se retiraron, no más Paz. Ellos estuvieron en el Medio Oriente, y allí había Paz. En cuanto se retiraron, no más Paz. Estuvieron en el Cáucaso y allí había Paz. En cuanto se retiraron, no más Paz. No hay Paz en Irán, no hay Paz en Afganistán, y no hay Paz en ningún lado. Cuando esos incrédulos se nos acerquen con esa clase de habladurías sin sentido, no les creas (Sheykh Effendi alude a la historia que se escribe desde la perspectiva sheytánica que busca difamar los gobiernos rectamente guiados que fueron luz para la humanidad). Observa tu Historia. Los Musulmanes primero deben conocer su Historia para ser capaces de entender los hadices y las ayats (del Qur’an). Si no conoces la Historia del Islam, entonces no puedes entender los hadices del Sagrado Profeta (asws).


Wa min Allahu Tawfiq.

Sohbet dado por Hz Sahib us Sayf Sheykh Abdul Kerim al-Kibrisi (qs)


sábado, 5 de julio de 2014

Sobre asuntos de yihad y califato

Bismillahi Rahmani Rahim

Ante los recurrentes desmanes de violencias injustificadas perpetradas por sectas extremistas que se arrogan una interpretación subvertida del Islam, debemos aclarar lo siguiente: En lo que constituye la creencia tradicional de la amplia mayoría de los Musulmanes, no hay yihad sin la autorización de un Califa divinamente investido, y en los tiempos que transcurren, por anuncio profético sabemos que el Califato no es un derecho para el mundo Islámico hasta el advenimiento del Imam Mahdi (as), quien restaurará el derecho califal a manos de los descendientes de la casa de Osmán, es decir, los Otomanos, quienes representaron el último bastión poderoso del Islam.

Debemos ser rotundos, sin personalismos ni animadversión: para estos tiempos no hay yihad ni califato, como lo pretenden actualmente las sectas oscurantistas que asolan el mundo, dañando tanto a musulmanes como a no-musulmanes, desde Nigeria hasta Rusia. Aún más, estas falanges surgen desde el corazón mismo de la traición hacia el Califato divinamente investido. Hace ya algo más de 200 años que grupos insurgentes germinados desde la ideología ramplona del wahhabismo y -como no- financiados por la voracidad británica, levantaron sus cabezas contra la autoridad califal otomana plantando la semilla de la disolución y la perfidia dentro del ámbito islámico. Hoy día, los herederos ideológicos de aquel beduinaje insensato, levantan sus fusiles mostrando a los ojos del mundo una imagen depravada del Islam que en todo conviene a los poderes depredadores de turno.

Desde Raíces y Sabiduría, y como Nuevos Otomanos de la Argentina, rechazamos toda manifestación de violencia e intolerancia surgidas desde la ignorancia más falaz y abogamos por un conocimiento crítico y desapasionado de nuestra historia islámica para reconocer las causas profundas de lo que nos enajena y buscar así la solución que nos liberará de todo yugo opresor.

De Allah proviene el éxito.