miércoles, 31 de octubre de 2012

Confía en Allah, pero primero amarra tu camello

De las enseñanzas de Grandsheykh Abdullah Daghistani dadas por Maulana Sheykh Nazim al-Hakkani
Bismillahi Rahmani Rahim
Nuestro Grandsheykh está enseñando una buena manera en Tariqat, en el camino de los Awliya’, y para toda persona religiosa. Él cita a Abdul Qadir ibn ‘Umar as-Safadí, un gran santo, quien dijo: “No es correcto atribuirle a Allah Todopoderoso todo lo que sucede en tu vida.” Debemos entender esto cuidadosamente.                                                   

Por ejemplo, si un hombre no se cuida a si mismo y enferma, y entonces dice: “¿Qué puedo hacer? Es la voluntad de Allah”- está equivocado. Te puedes proteger a ti mismo. Si alguien cuida de su cuerpo y de todos modos se enferma, entonces Allah está enviando la enfermedad. Un hombre que abandona su hacienda en la montaña para que sean devoradas por los lobos, luego no puede decir: “Fue voluntad de Allah que mis vacas mueran.” Las debe proteger y acorralar; entonces, si luego mueren, es voluntad de Allah. Tú tienes algo que hacer con tu poder de voluntad. No es una voluntad general, pero para ti es suficiente, como los faros de un automóvil, que no alcanzan para alumbrar todo lugar, pero cuya luz es suficiente para manejar.

Tenemos esta voluntad de ordenamiento para nuestras vidas. Aun las voluntades de presidentes y dictadores son limitadas como las nuestras. Ellos intentan hacer llegar sus voluntades de este hacia oeste, pero es imposible. Puedes plantar en tierra las semillas, pero no puedes hacer que llueva, como no puedes hacer germinar los granos. Allah completa esa planta. ¿Cómo alguien que no ha plantado las semillas puede decir “Oh, este año Allah no nos está dando trigo”?

Para el matrimonio tampoco es correcto dejarlo enteramente a la voluntad de Allah. Debes ir y atraparlo. Es una falta decir que no tienes responsabilidad. En vistas de ir hacia el Hiyaz uno debe tener su pasaporte al día, preparado, haciendo aquello concerniente a su partida, y luego depositar la responsabilidad del asunto en Allah. Tenemos poder de elección, y cuando podemos elegir adquirimos responsabilidad. Alguien que diga que no es responsable está “fuera del orden”, es alguien en falta. Cuando has completado todo lo que puedas hacer, entonces entrégalo a tu Señor.

La autoridad para esto se encuentra en un hadiz. Una vez un hombre fue hacia el Profeta (asws), y cuando le fue preguntado qué había hecho con su camello respondió que lo había dejado en confianza a Allah. El Profeta (asws) le dijo: “Amárralo, luego confía en Allah, ‘aqil wa tawakkil.” Esto nos da una perfecta medida para nuestras vidas. Si no lo estás amarrando entonces no es correcto decir: “confío en Allah”. Cuando sabes lo que puedes hacer, lo debes hacer. Cuando aun descuidas algo pequeño de tu responsabilidad, entonces Allah no se hará cargo de ella.

-Mercy Oceans, book II-

domingo, 28 de octubre de 2012

Capitalismo Vs Islam

Bismillahi Rahmani Rahim
Nuestro Maestro Hz. Sheykh Abdul Kerim Effendi (qs) decía que en el mundo hay dos fuerzas que se contraponen: Islam y capitalismo.
No hace falta ser un genio para notar que el capitalismo, con sus desmedidos bagajes de consumo, democracia, secularización y libertades insensatas, es el común denominador que moviliza a los poderes que se arrogan el gobierno mundial. Sin embargo, frente a los desmanes sociales, culturales y mentales que ha producido el capitalismo, tenemos el depurador sistema de vida que el Islam promueve para el bienestar de los seres humanos en este mundo.
Anteriormente decíamos “fuerzas contrarias” ya que un detenido estudio comparativo de la realidad global con el sistema de vida islámico pone en evidencia las inmensas diferencias excluyentes que impiden la relación efectiva entre ambos.
En gran medida el sistema financiero del capitalismo se encuentra solventado por el percibimiento del interés. El cobro de intereses sólo puede ser redituable en un sistema donde el consumo excesivo sea la norma de conducta para el intercambio monetario. Créditos en efectivo, tarjetas de crédito, compra-ventas a largo plazo, favorecen no sólo el consumo desmedido sino también el endeudamiento sistemático, lo que redunda en un perjuicio para los consumidores y en un gran rédito para las empresas negociantes. De hecho, lo que se comercializa no deja de suponer un daño para el hombre, desde la alienante maquinaria de las nuevas tecnologías hasta los alimentos procesados y las bebidas alcohólicas hasta los instrumentos perversos del ocio.
Sin embargo, este movimiento corruptor no se detiene ya que la proliferante secularización de las sociedades capitalistas modernas, como lógico correlato, ha desarraigado completamente al hombre de toda otra religión más que la idolatría a lo que se compra y se vende. Esto no es más que una triste analogía con el pueblo de Israel adorando al becerro de oro en el desierto en ausencia del Profeta Moisés (as). Y esta analogía no es del todo desacertada ya que el interés (la usura) es una liturgia de origen judío estipulada como dogma de “creencia” en sus libros sagrados, lo que les confiere total libertad para el trato falsario con los “gentiles” (no-judíos). El capitalismo es un heredero directo de quienes urdieron con manos sucias e intenciones malsanas el becerro de la incredulidad.
Frente a esto se erige poderoso el Islam.
Islam es el sistema de vida definitivo revelado desde la Divina Sabiduría para el bienestar tanto social como espiritual de los seres humanos sobre la tierra. El Islam establece un equilibrio único entre los diversos niveles del ser humano mediante la implantación de un sistema específico que aborda todos los órdenes de la vida humana. No sólo es doctrina religiosa y ética sino que también es doctrina jurídica que regula los intercambios civiles, comerciales y penales del ámbito humano.
Al momento de recibir Sayidina Muhammad (asws) la revelación del Islam, el mundo echaba en falta un sistema igual. El Islam vino a llenar un vacío de manera definitiva. Todo lo que el hombre necesita, tanto a nivel individual como social, se encuentra en el Islam.
Ahora bien, el Islam promueve la justicia social basada en la equidad. Parte de esta justicia social es el trato comercial equitativo, el negocio honesto, la ayuda a los necesitados y la tácita prohibición de la usura. El Islam aspira a una sociedad justa y equilibrada en la que los seres humanos puedan vivir en paz. El capitalismo promueve lo contario: aceleración, consumo, angustias, paranoia, enajenación.
Dadas estas evidentes diferencias, y teniendo en cuenta que el único sistema viable para contrarrestar las ideas corruptoras del capitalismo se encuentra nada más que en el interior del Islam, las potencias detentoras del poder han buscado desde siempre acabar con el Islam o, en el peor de los casos, corromper su doctrina. Claro está que una adhesión sistemática al Islam acabaría con los sucios negociados del capitalismo y toda su carga de congestiones ideológicas, culturales y sociales. Por lo tanto, la inconveniencia del Islam para el mundo moderno es evidente. Esto ya es rastreable en los primeros momentos del Islam y a través de toda la prédica de Sayidina Muhammad (asws) tanto en Mecca como en Medina. En Mecca porque su mensaje constituía toda una revolución contra la idolatría del poder dominante en la época, el cual se servía de ella para explotar el comercio y establecer (mediante la apertura hacia ídolos foráneos) negociados permanentes con los extranjeros.
El proceso iconoclasta emprendido por Sayidina Muhammad (asws) fue y seguirá siendo tanto interior como exterior. Interior contra todos los apegos, hábitos y características que nos alejan de Allah Todopoderoso, nuestra Fuente original, y de los que frecuentemente hacemos ídolos obsoletos de adoración. Exterior contra todo aquello que genera esos apegos y que redunda en un perjuicio para el desarrollo tanto personal como comunitario.
Ya en Medina, la oposición al mensaje del Islam llega por medio de los hipócritas quienes antes de la llegada del Profeta (asws) gozaban de una cierta posición de privilegio y poder que la justicia del Islam derribaba, y de las tribus judías que se beneficiaban del negocio que habían conseguido mediante las disputas de dos tribus árabes que el Islam iba a hermanar.
El Islam siempre se ha erigido contra las oscuras trampas de negociados deshonestos y de poderosos malintencionados.
Ya en tiempos relativamente modernos, el último gran sistema de gobierno que conoció el mundo islámico fue el Califato Otomano. En su momento de mayor expansión, el Califato cubría una vasta región que se extendía desde el norte de África (desde lo que hoy se conoce como Argelia) hasta Irán, y desde la península arábiga (lo que hoy es Arabia Saudí) hasta la Europa central (Hungría). Bajo la equidad del sistema islámico gobernado por los sultanes Osmanlíes convivieron pacíficamente pueblos cuya diversidad cultural y religiosa pudo desarrollar toda posibilidad particular de manera positiva. Sin embargo, la caída fatal de las monarquías, las inimaginables consecuencias de la revolución industrial y el “progreso” tecnológico de mano de democracias criminales del occidente moderno, fueron factores determinantes para un levantamiento insensato contra el Islam y su sistema de gobierno.
Frente a las nefastas cargas ideológicas y materiales de la modernidad occidental, el Califato Otomano, como representante del gobierno del Islam, suponía un escollo que debía ser quitado para inocular victoriosamente el virus mortal al mundo islámico. Así es que hace ya aproximadamente un siglo y medio hasta nuestros días, las potencias capitalistas, secularistas y democráticas del occidente moderno (Francia, Inglaterra, Estados Unidos, por citar tan sólo algunas, apoyadas en un primer momento por un insidioso movimiento sionista y hoy apadrinadas por organismos fantasmas como la ONU y la OTAN) buscan acabar con el Islam y su sistema de vida.
Lamentablemente, en parte, esto ya ha sido logrado. En primer lugar con la caída del Califato Otomano, gran valedor del Islam tradicional frente al monstruo de la modernidad impulsada salvajemente desde el occidente. No está demás anotar que una gran responsabilidad de esta caída recae sobre la misma comunidad islámica que siguiendo a líderes corrompidos por la engañosa y subversiva prédica de los emisarios de las potencias capitalistas, se levantaron contra el Califato con reclamos de autonomía y renovación (con una bien estudiada estrategia los agentes del occidente moderno lograron inocular ideas foráneas en los mismos musulmanes, ideas contrarias al Islam, ideas de superioridad racial. Nacionalismos, politizaciones, etc…). En ese entonces, como aún hoy en día, se empleó la violencia tanto física como mental (física mediante el atropello armado; mental mediante el oscurantismo sugestivo) para mermar el poder de los musulmanes y acabar con el Islam.
Por otra parte, las ideologías corruptoras han logrado su cometido al conseguir que los musulmanes adoptaran las formas propias del occidente moderno (tanto sociales, como culturales y políticas) y las hicieran propias en una evidente contradicción con la identidad islámica que reconoce un sistema autónomo y autosuficiente que nada debe ni al secularismo, ni al capitalismo, ni a las perversas democracias. Los musulmanes han hecho a un lado la tradición y hoy se debaten violentos y sofocados como títeres de los fundamentalismos tanto armados como culturales que sus propios enemigos les han urdido en trampa fatal.
Por otro lado también comprobamos con mucha tristeza cómo la misma estrategia subversiva ha reconfigurado musulmanes “moderados”, pasivos, “amorosos”, tan inofensivos como el cordero que se deja manipular por un pastor que tarde o temprano terminará devorándolo.
Violentos o afeminados, los musulmanes reconfigurados desde el capitalismo y su pandemia, no dejan de ser una imagen simiesca de una autenticidad perdida con la tradición.
Sin embargo, la bendición de Allah Todopoderoso se impone sobre cualquier forma de manipulación, y como en todos los tiempos el mundo ha visto surgir poderosas personalidades herederas del ejemplo del Profeta Muhammad (asws) encargadas de preservar la tradición en su pureza original, en nuestros tiempos de oscura ignorancia y desinformación global, contamos aún con representantes vivos y poderosos que con sus ejemplos y enseñanzas mantienen vigorosa la llama inextinguible de la Tradición.
“Mi deber es recolectar Defensores de la Verdad”, ha dicho nuestro Grandsheykh Maulana Sheykh Nazim al-Hakkani. Quiera Allah Todopoderoso permitirnos ser partícipes activos y humildes de su bendita misión.
Wa min Allahu Tawfiq.

sábado, 27 de octubre de 2012

De nuestro amado Maestro

Bismillahi Rahmani Rahim
Compartimos un vídeo con imágenes de nuestro amado Maestro Sheykh Abdul Kerim al-Haqqani, que Allah-swt- eleve su estación y nos haga partícipes de su inmensa baraka y medet.
La canción se llama Ruh (espíritu) y es una hermosa interpretación del Ensamble Al-Kauthar.
 


viernes, 26 de octubre de 2012

Hombres de Allah: Sheykh Sidi Ahmad al-‘Alawi

Bismillahi Rahmani Rahim
Nació en Mostaganem (Argelia) el año 1869. Su familia era modesta pero distinguida. Su nombre, tal como figura en la mayoría de sus libros, era: Abu al-´Abbas Ahmad al-´Alawi.

Fue su padre el que le enseñó a leer y a escribir iniciándolo en el estudio del Qur’an. Pero esas lecciones duraron poco tiempo. Debido a la extrema pobreza de la familia, tuvo que empezar a trabajar siendo aún muy joven, primero como zapatero, después en una pequeña tienda. Durante su tiempo libre asistía a una serie de lecciones sobre Tawhid que se impartían en una de las mezquitas de la ciudad.

Su padre murió cuando él apenas tenía dieciséis años de edad. Poco después se adhirió a la Tariqa ‘Isawiyya y adquirió una gran maestría en la taumaturgia de ese método sufi. Pero no tardó en poner en duda el valor espiritual de esas prácticas que habían degenerado en puro exhibicionismo. Dejó de asistir a las reuniones de los ‘isawa aunque continuó ejercitándose en las invocaciones de la Tariqa y encantando serpientes, hasta que entró en contacto con el que habría de ser su verdadero maestro, Sidi Muhammad al-Buzidi (Buçaidi), sheykh de la Tariqa Darqawiyya. Cuando al-Buzidi conoció al-‘Alawi y supo de su arte le pidió que trajera una serpiente y la encantara ante él. Cuando hizo lo que el sheykh le había pedido, éste le dijo que no volviera a hacerlo jamás, y que en su lugar amaestrara otra serpiente más turbulenta y venenosa: el Nafs, el propio ego, aquello que hay dentro del ser humano y que lo destruye totalmente. Impresionado, al-‘Alawi le pidió que le admitiera como discípulo. Al-Buzidi lo admitió en la Tariqa Darqawiyya, prohibiéndole que continuara asistiendo a los cursos sobre Tawhid, tema demasiado trascendental para una comprensión puramente exterior o mental, exigiendo, en realidad, un entendimiento interior o intelectual que despierta al concentrarse sobre la invocación del Nombre de Allah (Dzikrullah). Cuando al-‘Alawi hubo alcanzado otra percepción, su sheykh le autorizó a retomar las lecciones, una vez abierta la capacidad intuitiva de su inteligencia. Al cumplir los veinticinco años, al-Buzidi lo nombró muqaddam permitiéndole con ello iniciar en la Tariqa a todo aspirante al que juzgara digno.

A la muerte del sheykh al-Buzidi, quince años más tarde, en el 1909, los miembros de la Tariqa insistieron a Ahmad al-‘Alawi para que fuera su nuevo sheykh. Fue así como sustituyó a al-Buzidi al frente de la Tariqa de los darqawa.

En 1914 decidió independizar su zawiya de la zawiya-madre de los darqawa marroquíes y la nueva rama fue llamada Tariqa ‘Alawiyya Darqawiyya Shadiliyya. Una de las razones de esta “ruptura” fue que él sintió la necesidad de introducir en su método la práctica del retiro (jalwa) en una habitación aislada y bajo su estricta vigilancia, considerándolo más adecuado y afectivo para alcanzar la absoluta concentración del aspirante, en lugar de hacerlo en parajes naturales según la práctica habitual de los darqawa.

Su fama se extendió pronto por todo el Norte de África y no tardaron en llegar hasta él discípulos de todas partes que deseaban recibir su instrucción en la ciencia del sufismo. Una gran zawiya fue levantada frente al mar en Tiÿit, barrio musulmán de Mostaganem. Sheykh Ahmad al-‘Alawi, heredero de una sabiduría ancestral, fue el representante más eminente del sufismo de su época y considerado por muchos como el muÿaddid (renovador, revitalizador) del Islam del siglo XIV de la era musulmana.

Inevitablemente, entró en conflicto con los enemigos del sufismo, en especial con los miembros del grupo “reformista” de la salafiyya. Como una especie de antídoto a sus ataques, el Sheykh al- ‘Alawi decidió publicar una revista semanal, “al-Baläg”, en la que al lado de la apología del sufismo, criticó a los pretendidos “reformistas” por su sumisión continua al mundo occidental a expensas del Islam, defendió la importancia del árabe como vehículo de conocimiento y reprochó la occidentalización de las costumbres. Debido a sus ataques a la política colonialista de los franceses y a que Abdelkerim estuvo entre sus discípulos, las autoridades francesas impusieron restricciones a sus movimientos.

A su muerte, en 1934, tenía unos doscientos mil alumnos, y sus zawiyas se extendían por todo el Maghrib, Siria, Palestina, Egipto, Yemen, Etiopía e incluso Europa (París, Marsella, La Haya, Cardiff). Sus numerosos discípulos yemeníes, muchos de ellos marineros, fueron uno de los factores en la rápida difusión de la Tariqa ‘Alawiyya por diversos puertos.

Sheykh Sidi Ahmad al-‘Alawi fue un hombre culto, gustaba de la poesía y, según el testimonio de muchos europeos que lo conocieron, la fuerza de su personalidad era extraordinaria, su creatividad imparable, y su amor al saber no conocía límite. A. Berque, en una de sus obras, escribe de él: “Fue amante de la investigación metafísica hasta el final de sus días. Pocos problemas hay que no haya abordado, apenas hay ninguna filosofía cuya sustancia no haya extraído”. Esta amplitud intelectual iba a la par con una ferviente lealtad al Islam: insistía a sus discípulos para que rindiesen justicia al aspecto exterior del Islam, a su método y a su realidad interior. Sus escritos, así como sus poemas, contienen formulaciones magistrales de esos tres ámbitos indisociables.

Vínculo relacionado: Cualidades del Maestro Espiritual

jueves, 25 de octubre de 2012

Pueblos del África Musulmana: Los Fulani

Bismillahi Rahmani Rahim

Los fulani (también llamados fula, peul, fulbe) son el pueblo nómada más grande del mundo, cuyo origen es desconocido. Viven en África occidental, la mayoría en el Sahel, donde, junto con los hausa, suman alrededor de 30 millones. También se encuentran en Malí (1,6 millones), Guinea (1,4 millones), Camerún (1,1 millones), Senegal (1 millón), Níger (950.000), Burkina Faso (550.000), Guinea-Bissau (210.000) y en número menor en Ghana, Mauritania, Sierra Leona, Togo y Chad. Hablan fulfulde y estuvieron entre los primeros grupos africanos que abrazaron el Islam.

Etimología
Los fulani son uno de los pueblos que más denominaciones recibe. Se autodenomina fulbe (en singular: pullo o foulah), aunque está difundido el nombre fulani con que le apelan los hausa y los pueblos del Sáhara, así como los exploradores y etnógrafos de habla inglesa. También es frecuente la denominación fulbe que les dan los mandé y la de peul que le han dado los wólof, la cual adoptaron los exploradores y etnógrafos de habla francesa.

Características físicas
Los fulani, pese a ser clasificados en el complejo de pueblos sudaneses, no comparten demasiadas características físicas con éstos. Generalmente, su piel es color caoba claro, su complexión espigada, la nariz recta o aguileña (jamás achatada), los ojos almendrados y el pelo fino, no tan crespo como las tribus vecinas.

Origen
Se han planteado muchas hipótesis acerca del origen de esta etnia. Debido a las citadas características físicas, además de por las manifestaciones artísticas, estamos hablando de un pueblo eminentemente mestizo. Muchos han planteado la hipótesis de que los fulani procedan de fuera del continente africano. Algunos los sitúan en el sur del Cáucaso, otros, en la zona de la actual Yemen.

Sin embargo, los fulani poseen una lengua clasificada dentro del grupo lingüístico Níger-Congo —aunque otros les englobarían en el grupo afro-asiático junto con lenguas más cercanas a ellos, como el hausa o el bereber—. Así pues, muchos situarían sus orígenes en las orillas del Nilo; otros opinan que este pueblo es el resultado de un mestizaje entre pueblos sudaneses y nómadas del Sáhara.

Otros se reafirman nuevamente en su teoría de que vienen de fuera de África, argumentando que adoptaron una nueva lengua al llegar a las tierras del Fouta Djallon, posiblemente de los autóctonos de esas tierras. Aun así, ninguna de estas hipótesis llega a ser concluyente. Además, esta etnia se ha ido mezclando con los pueblos que había a su alrededor, lo que dificulta más aún elaborar una hipótesis. Socialmente, para un africano tener un antepasado fulani suele ser sinónimo de distinción e incluso de prestigio.

Historia
Los primeros datos acerca de los fulani se remontan al siglo IX, cuando vivían entre la curva del río Níger y la cuenca del Volta Negro. A principios del siglo XII, emigraron hacia distintas zonas, dispersándose así por toda África Occidental, pero sus mayores focos fueron el macizo de Fouta Djallon, el Valle del Senegal, Macina y la zona que correspondería al actual norte de Nigeria.

Durante los siguientes dos siglos estuvieron bajo dominio del Imperio de Malí, hasta que comenzara la rivalidad de este imperio con el naciente Imperio songhay. Así pues, los fulani, liderados por Tenguela I, consiguieron la autonomía del Estado de Bundu (localizado en la atual Senegambia), la cual les duró poco, puesto que el Imperio Shongai tuvo tanta influencia que extendió su poder hasta aquellas latitudes, sometiendo así a todos los pueblos conquistados.

A finales del siglo XV se reagruparon de nuevo en el Fouta Djallon, con capital en Timbo, liderados por Koli Tenguela, hijo del anterior, el cual creó la dinastía de los Siratigui y se acabó convirtiendo al Islam. A partir del siglo XVII, extendieron su territorio por zonas limítrofes al Fouta Djallon y por el Macina, enfrentándose así con las poblaciones autóctonas de dichas tierras.

Durante los siglos XV y XVII, prácticamente todos los fulani se habían convertido al Islam, más concretamente mediante un movimiento Sufí llamado Qadiriyya, convirtiéndose así en la primera etnia saheliana en abrazar enteramente esta religión. Sólo durante aquellos siglos llegaron a convivir pacíficamente con los hausas en las tierras del actual norte de Nigeria, a los cuales les servían como consejeros religiosos.

En Macina, durante el siglo XVIII, se fundó otro reino fulani, con capital en Hamdallayi, cuya figura estelar fue Sheikú Ahmadú, también conocido como Emir de los creyentes.

Aunque sin duda alguna, el suceso histórico más importante protagonizado por los fulani o peul fue la Yihad fulani, una campaña militar que libraron contra sus vecinos hausas. Había problemas entre ambos debido a que los hausas tenían poca convicción en el Islam, llegando a mezclar ritos musulmanes con prácticas animistas. Los fulani eran mucho más devotos, es más, tenían una figura de liderazgo llamada Sheykh Usman Dan Fodio. Éste atraía a muchos creyentes que observaban escandalizados las prácticas de los jefes hausas y que admiraban el misticismo religioso de Dan Fodio. Serían estos fieles los que le nombrarían Comandante de los Creyentes y le acompañarían el 21 de febrero de 1804 en su viaje de Gobir a Gudu, y, rememorando esta semblanza con la héjira musulmana, declaró la yihad rebelándose contra los hausa. A la revuelta se unieron súbditos de los hausa que odiaban a estos reyes, así como fulani nómadas no musulmanes (en el bando de los hausa). Aun así, la yijad produjo una alta conciencia islámica en el norte de Camerún y sirvió de factor unificador para los hausa y los fulani.

El imperio de sokoto a finales del siglo XIX.
Hacia 1810, los fulani conquistaron el país hausa, extendiendo así la yihad hacia el este, lo que desembocaría en un imperio creado por Sheykh Usman Dan Fodio y que se extendía en toda la zona saheliana comprendida entre Camerún y el Macina, albergando su capial en Sokoto. De ahí que se conociera con el nombre de Califato de Sokoto. Puso en práctica así su teoría política, con cuatro visires con funciones claramente diferenciadas.

Para garantizar una mejor administración del Imperio, Sheykh Usman lo dividió en dos partes. La oriental, se la entregó a su hijo Bello, y la occidental, a su hijo Abdallah. La unidad imperial se fue debilitando con el tiempo en gran parte por las intrigas colonialistas europeas, y, en 1860 ya no quedaba ningún vestigio de esta unidad. La desaparición de este reino consagraría la dispersión de los fulani.

 Para mayor información acerca de Sheykh Usman Dan Fodio remitimos a los lectores a nuestros enlaces al Instituto de Estudios Afro-Islámicos que cuenta con gran cantidad de material en inglés.

lunes, 22 de octubre de 2012

"El León del Desierto" (Película)

Bismillahi Rahmani Rahim
Compartimos la magistral realización del director Mustafa Akkad que documenta la resistencia Islámica comandada por Sidi Omar al-Mukhtar contra las fuerzas colonialistas de la Italia facista de Mussolini, por el año 1929, en el área de lo que actualmente es Libia.
La filmación se llevó a cabo en 1979 y cuenta con las actuaciones de Anthony Quinn e Irene Papas.
En épocas de tanto barbarismo mediático, películas como esta son un bálsamo para los espíritus que buscan emancipación.
He aquí un auténtico Héroe. Conózcanlo.
 
 
 

viernes, 19 de octubre de 2012

El Viaje a la Autenticidad

 Del libro “Futuh al-Gháyb” de Sheykh Abdul Qadir al-Yilani
 
Bismillahi Rahmani Rahim
Ocupa tu tiempo en corregirte a ti mismo, entretén tu mente en mejorarte a cada momento. Déjate ya de tanto decir y de tanto opinar. Tu agonía por conquistar el mundo no hace sino consumirte. Muhámmad, salla Allahu alaihi wa sallam, decía: “Vaciáos de las tribulaciones del mundo en la medida de vuestras posibilidades”.

Eres ignorante: no sabes lo que es el mundo. Si lo supieras dejarías de perderte a ti mismo intentando apoderarte de él. Observa bien: cuando alguien alcanza lo que el mundo le ofrece, el afán por retenerlo se convierte en avidez que lo abrasa por dentro. Y cuando el mundo le vuelve la espalda, lo verás con el corazón afligido. Desazón o tristeza, eso es lo que el mundo propone. Si conocieras a Allah, ese conocimiento te serviría de medida exacta para valorar la realidad de las cosas. Pero no tienes medida porque eres ignorante: desconoces por completo a Allah y nada sabes de sus profetas ni de sus gentes verdaderas.

¡Ay de ti! ¿Es que de nada te sirve el saber lo que ha sido de las generaciones pasadas? Escúchame: líbrate del mundo, huye de él para que no te posea, y después déjate a ti mismo atrás y avanza en solitario hacia la puerta de Allah. Si te deshaces de ti mismo te habrás librado de lo que no es Allah, de todo lo que es ficticio. Todo lo que no es verdadero bebe su apariencia de realidad en las aspiraciones y las locuras del ego.

Es tu ego el que continuamente te engaña, tu nafs es el que te pierde en las tinieblas de lo irreal. Te hace creer en lo que no es real, y te desvía de lo que es auténtico. Te hace perder tu tiempo y tu vida en lo ilusorio, te va quemando con sus falsas esperanzas y con sus ambiciones mediocres.

Déjate a ti mismo atrás y avanza sólo en la búsqueda de tu Señor, del principio imperativo que, dentro de ti mismo, te da vida y te agita. Entrégate por completo a Él que es lo Único Verdadero y te librarás de temores y de sombras, de fantasmas y vanidades.

Sea Allah tu aspiración, sea Él la causa de tu lucha y la meta de tu esfuerzo. Combatir por Allah, ése es el buen camino, el sendero recto y el sentido juicioso que debes seguir. Abandona tus quejas, tus preocupaciones, tus intereses, y busca primero lo real. Es con lo real con lo que todo resplandecerá ante ti, y tendrás entonces criterio y medida, serás entonces sabio y estarás lleno de luz.

La Gente de Allah no tiene voluntad junto a su Señor. Son los que han abandonado toda elección. Se han entregado por completo a lo Único Verdadero y ya nada puede engañarles. Sólo atienden a Allah, sólo beben de su Realidad: ¿Cómo podrían ser esclavizados? ¿Qué los ataría? Son libres y sus corazones abarcan al universo entero. Lo tienen todo, ¿Qué otra cosa podrían ambicionar? ¿Qué meta les queda por alcanzar?

Si quieres ser uno de ellos, conforma tus actos, tus palabras, tu voluntad, al Querer de Allah, cálmate ante Él, déjate llevar por el Secreto de la vida y de la existencia. O ¿Es que no confías en el que te ha creado, el que te mantiene, Aquél junto al que volverás algún día? ¿Es que Allah ha defraudado al Universo? ¿Puedes desconfiar de Aquél que sostiene al cosmos entero? Di mejor que temes a la pobreza y al infortunio. Pero, ¿Quién eres? ¿Qué es lo que posees?

Estás vivo, pero realmente estás muerto: no ves nada ni oyes nada. Es como si no existieras. Tu corazón está agitado, tu mente está enloquecida en un vértigo que de nada te aprovecha. Si al menos tuvieras un instante de calma en el que recapacitaras te darías cuenta de tu precariedad y entonces volverías tus ojos hacia quien te ha creado, y tendrías entonces un momento iluminado. Pero te sientes seguro tras tus muros y parece como si hubieras olvidado que finalmente serán derribados.

Sé inteligente: no pidas nada al mundo. El mundo es sordo y ciego. Ni te oye ni te ve. Emprende un viaje hacia la autenticidad. Para emprenderlo despójate antes de todo lo falso, de tus quimeras, de todos los engaños, y sean tus provisiones las verdades de los profetas. Que las contrariedades y los obstáculos no empequeñezcan tu resolución.

Rasulullah, salla Allahu ‘alaihi wa sallam, ha dicho: “Allah jamás castiga a quien lo ama, pero puede ser que lo temple en su amor y lo ponga a prueba con aquello cuyo fruto final le conviene y es bueno para él, bien sea en su vida primera, ya sea en la Vida junto a Allah. Y así lo verás complacido en la prueba a la que se le somete, mostrándose paciente, sin lanzar acusaciones contra su Señor, sabiendo que está siendo depurado, que su corazón está siendo limpiado para su Señor, todo su anhelo y toda su esperanza, llegando a olvidar el sufrimiento que padece”.

Vosotros, que estáis ocupados únicamente en lo más pasajero del mundo, que no tenéis más preocupación que vuestra subsistencia, dejad de hablar de estos estados elevados y estas experiencias únicas: son vuestras lenguas las que hablan, no vuestros corazones. Vosotros continuamente estáis haciendo reproches a vuestro Señor, a su Palabra, a sus profetas y a su Gente verdadera que son sus califas y herederos: no pretendáis ser entonces amantes. Estáis siempre disputando con Allah, con su Poder, con lo que ha decidido su Voluntad inquebrantable, no siendo capaces de someteros y entregaros tal cual hace el amante ante el querer de su amado. Son suficientes para vosotros los regalos que os hace la creación y apartáis la vista y detestáis sus verdaderos favores y sus obsequios, con los que Allah os hace crecer y madurar en el amor. No tenéis palabras que Allah desee escuchar, ni tampoco que sean agradables a los oídos de los verdaderos amantes, los esclavos sinceros de Allah.

Y así será hasta que no retornéis definitivamente a Allah, hasta que no volváis vuestros rostros, vuestra vida y vuestra existencia hacia Allah, y seáis sinceros y firmes en vuestro retorno, adaptándoos a su Voluntad, complaciéndoos en su Deseo, alegrándoos en su Querer, satisfaciéndoos en su Decisión, sometiéndoos a su Poder, tanto en lo que os resulte agradable como en lo que sea contrario a vuestras inclinaciones, en lo que os parezca ligero y en lo que os sea pesado, cuando os eleve y cuando os humille, cuando os enriquezca y cuando os empobrezca en vuestra salud y cuando os pruebe con la enfermedad, en lo que os resulte amable y en aquello que detestéis.

Gentes, seguid a la Verdad y seréis seguidos por los hombres, servid y seréis servidos, seguid aquello que el Destino ha prescrito para vosotros y seréis seguidos por el Destino, servid al Destino y el Destino os servirá, humillaos ante el Destino y el Destino se humillará ante vosotros. ¿No habéis oído: “Como retribuyas serás retribuido; como seáis, se os impondrá”?.

Vuestras acciones son vuestros obreros, vuestros actos trabajan para vosotros según vuestra intención. Allah no es injusto con los hombres, da mucho por poco; al sano no le llama corrupto ni al sincero le llama mentiroso.

Ghulam, has de saber que si te pones al servicio del Verdadero, serás servido, que si te detienes junto a Él, todo se detendrá junto a ti. Sirve al Verdadero y abandona el Servicio a los poderosos, que ni pueden dañarte ni beneficiarte. ¿Qué pueden ofrecerte? ¿Pueden darte lo que la Voluntad de Allah no ha determinado para ti? ¿Pueden evitarte lo que Allah haya sentenciado contra ti? Nada pueden verdaderamente, nada te viene de ellos.

Si dices que pueden beneficiarte en algo o perjudicarte es que estás ciego, no has comprendido nada del Arte de la Unidad , no eres musulmán, eres káfir. ¿Es que no sabes que no hay quien dé ni quien impida, quien dañe ni quien beneficie, ni primero ni último, que no sea Allah, el Uno? Si respondes “yo sé eso”, te diré: ¿Cómo puedes saber eso y poner por delante a otro que no sea Allah?

¡Ay de ti! ¿Cómo puede lo superficial corromper lo que de profundo hay en ti? ¿Cómo puede confundirte lo que ves y no dejarte ver lo real? ¿Cómo puedes echar a perder la obediencia que debes a tu Señor obedeciendo a tu miedo, tu inclinación, tu Shaytán, y a los hombres? ¿Cómo puedes echar a perder tu atención quejándote ante otro que no sea Él? ¿No sabes que Allah preserva a los cautos y les da la victoria? ¿No sabes que los envuelve en su amor, les enseña y les da ciencia? ¿No ves que se deja reconocer por ellos haciéndolos libres de toda dependencia y sufrimiento? ¿No sabes que mira en sus corazones y los provee por donde no esperan ser proveídos?

Allah ha dicho en alguno de sus libros: “Sé respetuoso ante Mí como lo eres ante el vecino en el que reconoces sabiduría y bondad”. Y Rasulullah, salla Allahu ‘alaihi wa sallam, ha dicho: “Cuando el hombre cierra las puertas de su casa, corre las cortinas y se oculta de todas las miradas, y entonces se dedica secretamente a todo lo que desagrada a Allah, Allah le dice: ‘Hijo de Adán, ¿soy acaso Yo para ti menos que los ojos de tus vecinos’.”

El verdaderamente Inmenso se situó sobre el trono y abarcó bajo su dominio todo lo creado; su Ciencia alcanza a todas las realidades. Y su Acción crea y recrea cada uno de nuestros movimientos, instantes y espacios. Siete signos en el Corán tienen este significado, y no puedo borrarlos para satisfacer tu ignorancia y tu rudeza. A cada momento, tu soberbia y tu arrogancia me los recuerda. Intentas asustarme con tu espada, más no tengo miedo; intentas sobornarme con tu riqueza, más no soy ambicioso.

Sólo a Allah temo: desde que soy consciente de su Grandeza no me conformo con menos que Él. En Él he depositado todas mis esperanzas y anhelos, ya no dependo de nada. Sólo a Él me he entregado y ya no me someto a nadie. Obro por conseguirlo a Él y ya no espero nada de otro. Mi vida y mi sustento están junto a Él y en sus manos: todo es suyo. Allah ha dicho: “Allah conoce lo que escapa a vuestro entendimiento y no da esa ciencia más que al Profeta en el que se complace”. El verdadero saber está junto a Allah, el verdadero amor es el de Allah. Acércate a Él para pedirle y ver cuántas riquezas tiene. Deja a tu familia, tus bienes, tu país, tu mujer y tus hijos. Sal de todo eso con tu corazón, no con tu cuerpo; déjalo todo fuera de tu corazón, y dirígete solo hacia su puerta. Y cuando llegues a su puerta, que no te distraigan sus servidores ni sus sultanes ni sus reyes: si te ofrecieran una esposa, no la tomes.

No aceptes nada de ellos, y encuéntrate con Él tal como eres, con tu túnica raída, tu cansancio, el polvo de tu camino y tus cabellos revueltos para que sea Él quien te alimente y te dé de beber, para que sea Él quien te dé aliento en la soledad y te acompañe, el que te libre de tribulaciones, el que ofrezca reposo a tu extenuación, el que te dé seguridad en el temor, para que junto a Él esté toda tu riqueza y que tu visión sea tu alimento, tu bebida tu túnica.

Maulana Sheykh Nazim: Gobierno Islámico

Bismillahi Rahmani Rahim
Sin un Sultán no hay tal cosa como un gobierno Islámico. No hay democracia en el Islam. Debe haber un Sultán para cada país Islámico y un Califa para todos los países Islámicos. Sin un Sultán, un país no puede llamarse Islámico.

Cuando los hijos de Israel fueron a Allah y le pidieron permiso para luchar contra Sheytán, Allah les dijo que primero debían tener un Rey. ¡No un presidente, un Rey! El poder debe estar en una sola mano. No como en una democracia en la que todo el mundo piensa que ellos deben tener el poder. Incluso las personas educadas dentro del Islam, quienes ahora están diciendo que debemos tener estados Islámicos, no conocen la primera condición: que debemos tener un Sultán.

Están corriendo tras los parlamentos y los parlamentos son trucos Judíos para hacer caer el Islam. No hay tal cosa como parlamentos en el Islam.

Un Sultán tiene un Grandvizir y 7 Vizirs designados para su consulta. El Sultán elige su propia gente para esto. No son las personas del mercado que envían a su gente para que le asesore. ¡No! Esto nunca ha sucedido en el Islam; desde el principio nunca hubo personas enviadas desde el mercado para asesorar al Sultán. Esa es la diferencia entre el Islam y la incredulidad. El sistema de los incrédulos está trayendo gente del mercado, de los pies, para dar consejo. Pero el Islam trae la gente de la cabeza. ¿Piensas que Sayidina Abu Bakr dejó a otras personas elegir a quienes le iban a aconsejar? ¡No! Él eligió. Sayidina Omar también, él eligió. Sayidina Muhammad (sws) eligió a sus consejeros desde la cima. No elijas a tu gente desde la parte inferior, ¡Elígelos desde la cima! La gente del mercado sabe cómo vender patatas, tomates, fideos, zapatos y ropa. Eso es lo que saben hacer y lo que deben hacer.

Todos ellos están equivocados. Irán está equivocado. Afganistán está equivocado. Turquía está equivocada. Dondequiera que no haya ningún Rey, el país está mal. El Sultán es quien debe mantener el poder en sus manos y quien debe dar la orden.

Sayidina Muhammad (sws) dijo que después de los Reyes y Sultanes habría solamente tiranos y dictadores. Ahora mira en todas partes. Comenzando con Turquía. Donde sea que los Reyes se fueron, un dictador llegó y empezó a dar problemas a los Musulmanes con su parlamento. ¿Por qué tenemos parlamentos? Los parlamentos de Europa fueron creados para hacer normas y leyes. Nosotros ya tenemos reglas. Allah Todopoderoso las envió. Entonces, ¿por qué estás trayendo a estas personas al Parlamento? ¿Para hacer nuevas normas? ¿Para qué? Tenemos la Shari’a. La Shari’a está lista. ¿Por qué tenemos parlamentos? Los no-musulmanes tienen parlamentos para que puedan crear nuevas reglas. ¡Pero nosotros ya tenemos reglas!

Todo esto para ser capaces de engañar mejor a la gente. El sistema parlamentario, la democracia, es un sistema de negocio, así la gente tendrá aún más deseos materialistas. Cuando un partido está en el poder, van a llenarse los bolsillos lo más rápido posible. Luego son echados y el siguiente recibe una chance. Luego ellos son echados y luego viene otro. Por lo tanto, todo el mundo está muy ansioso por llegar al poder. ¿Por qué? Por sus egos. La primera razón es llegar a la fama, lo siguiente llenar sus bolsillos.

Ahora he oído que los Musulmanes han llegado a establecer un partido aquí en Inglaterra. Ellos quieren lo mismo... Ellos quieren una parte. ¿Una parte de qué? ¿Una parte en la compañía de los parlamentos? ¿O en el parlamento de las empresas?

Este truco judío comenzó en 1789 y continúa hasta hoy. Todo lo que ha sido ordenado por Allah Todopoderoso está siendo sofocado, tanto por los cristianos como por los Musulmanes. Se inició con la Revolución Francesa y luego, paso a paso, alcanzó a todas las monarquías y las hizo caer. Eso es lo que Sayidina Muhammad (sws) quiso significar cuando dijo que los pies remplazarían a las cabezas. Las personas honradas han sido rebajadas y la gente baja ha sido puesta en la parte superior.

Que Allah nos perdone y nos envíe a alguien para cambiar todo esto al camino correcto. ¿Por qué se engaña tan fácilmente la gente haciéndole creer que el sistema democrático es bueno? ¿Por qué no se dan cuenta de que Allah Todopoderoso les ha dado un sistema teocrático? ¿Por qué creen que las leyes que hacen son mejores que las que Allah les ha enviado? El mundo Musulmán está durmiendo. Necesitamos que alguien venga y nos haga despertar: "¡Despierta, despierta, despierta!"

Londres - 08.05.1992

miércoles, 17 de octubre de 2012

Envía tu provisión antes de partir

Bismillahi Rahmani Rahim
En realidad, tú y yo, nos estamos haciendo todo a nosotros mismos.
Con cada palabra que dices y con cada acción que llevas a cabo, estás llenando tu libro. Con toda cosa buena que dices estás completando tu libro y lo vas a encontrar en el Día del Juicio como recompensa para ti. Antes de ir al Día del Juicio, puede que lo encuentres en la tumba.
Toda cosa incorrecta que dices, toda cosa incorrecta que haces, también lo vas a encontrar frente a ti.
Allah-swt- dice: “Si haces algún bien en este mundo es para ti. Si haces algún mal, también es para ti.”
Lo que sea que hagas. Lo que sea que el hombre haga, la recompensa o la pesadez o el castigo o el dolor o el sufrimiento, son para ti. Para nadie más.
El Sagrado Profeta (asws) dice: “Envía tu Riziq (provisión) antes de que partas. Envíala hacia Ájirat antes de que partas de este mundo”. Lo vas a necesitar allí. Y lo que sea que envíes, eso es lo que vas a encontrar.
Esa oportunidad se nos da ahora. En este momento somos saludables. Estamos bien. Somos fuertes. Nuestra mente está completa en nuestras cabezas. Ahora es el momento. La Rahmat que ahora está descendiendo es sólo para esas personas que están preparadas por la Causa de Allah y Su Profeta (asws). No es para quienes son descuidados. No. Ahora es el momento de recolectar lo bueno.
-Sheykh Abdul Kerim Effendi-

Seguir al Profeta de Ajir Zaman

Bismillahi Rahmani Rahim
En estos días incontables dayyales han preparado el mundo, han preparado países, han movilizado naciones, comunidades, grupos, familias, individualidades, moviéndolos y haciéndoles aceptar el camino del dayyal, el camino de la fitna, el camino de este dunya, el camino de la tiranía, para que cuando llegue el dayyal mayor le sea facilitada la tarea.

La mayor parte de la gente, sí, si no se despiertan a si mismos, los Musulmanes que no se despierten a si mismos, van a mirar al dayyal y dirán: “Sí, esto tiene sentido, vamos a seguirte”, porque él les va a dar lo que ellos buscan. ¿Y qué es lo que los Musulmanes buscan en estos días? Pregúntate, piensa, siéntate. Pregúntate a ti mismo, ¿qué es lo que buscas? ¿Estás buscando al Profeta?

Si estás buscando al Profeta (asws) vas a encontrar y mirar y consultar y estar con sus herederos, estar con sus waris, estar con un waliullah, estar con un Sheykh, y vas a decir, “Este representa al Profeta. Estoy buscándolo, así que ahora me voy a aferrar con fuerza a él. Por supuesto que él va a hacer y va a decir y va a aconsejar cosas que no son buenas para mi ego. Mi ego nunca las va a aceptar. Mi ego es aliado de sheytán. Pero en ese momento mi espíritu va a ser libre. Y mi espíritu está buscando al Profeta (asws), está buscando la Shari’at, la Shari’at Allah, la Shari’at del Profeta (asws), el camino del Profeta (asws).”

¿Buscan eso los Musulmanes? ¿Los Musulmanes buscan aferrarse con fuerza a la Shari’at que trajo el Profeta (asws), la Shari’at que es justicia, que se ha perdido de este mundo, especialmente en los últimos 100 años? La Shari’at que fue mantenida con fuerza por nuestros ancestros, mantenida con fuerza, especialmente por los Otomanos, que llevaron justicia al este, al oeste, al norte y al sur. ¿Ellos tuvieron enemigos? Por supuesto que los tuvieron. Y también ellos continuarán difamándolos. Y los Musulmanes también los difaman. Los Musulmanes difaman al Califa. Masha’Allah, muy bien por ti; entonces prepárate a ti mismo, ya que el Sagrado Profeta (asws) dice: “No vayas contra vuestro Califa, no se rebelen contra él”. A los awan y a los umum, “No se rebelen en su contra, incluso si les desuella la espalda”.

La nación entera del Islam, ¿corremos hacia eso buscando la Shari’at, buscando la Shari’at ur-Rasul, buscando que retorne el Califa para vivir de acuerdo al camino que trajo el Sagrado Profeta (asws), o somos naciones que buscan lo que tienen para ofrecer las tierras donde se pone el sol (occidente)?

No tienes que ser un genio ni un santo para responderlo. ¿Ellos buscan un Califa, un representante del Profeta (asws) y vivir mediante sus palabras, vivir mediante su ley? Ya se ha demostrado.

Si lo hacemos, todos tendríamos Sheykhs, todos tendríamos Maestros y todos nos aferraríamos con fuerza a ellos, los obedeceríamos y no tendríamos ningún problema con ellos.

Así que tenemos que chequearnos a nosotros mismos, porque el preparativo para el tiempo de Mahdi (as) no es fácil. No son tiempos fáciles. Estos son tiempos de completa oscuridad. Sheykh Mevlana lo ha dicho tantas veces, nuestro Sheykh Effendi Hz lo ha dicho tantas veces, este es el tiempo de la negra oscuridad. Este es el tiempo en el que la sombra lo cubre todo, en el que nubes oscuras lo cubren todo.

La gente observa, los Musulmanes observan, “El hadiz dice nubes negras, ¿dónde están las nubes negras?”

Ellos miran con estos ojos pero no lo entienden. Sus corazones, nuestros corazones, los corazones de los Musulmanes ya han sido nublados. Ya están oscuros, porque no estamos mirando hacia Ájirat, no estamos mirando lo que el Profeta (asws) tiene para decir. No estamos mirando a los Murshids, ni a los Sheykhs, ni a los Awliya’Allah, sino que estamos mirando lo que quieren nuestros egos. Estamos mirando lo que este dunya nos ofrece para hacer de él un Paraíso.

¿No lo entiendes? ¿No entiendes que este es el Ajir Zaman? Ajir de Ajir Zaman. Estamos siguiendo al Profeta del Ajir Zaman.

Las naciones han perdido su rumbo. Los líderes de las naciones han perdido sus rumbos. Han perdido sus brújulas. Los Ulemas y Alims de las naciones han perdido completamente la brújula. Están bajo la mesa y no están viendo lo que Allah y Su Profeta tienen para decir, sino a quienes les pagan, a quienes tienen el poder de cerrarles y abrirles la boca, lo que esos tienen para decir.

“La Fitna”, ha dicho el Sagrado Profeta (asws), “en Ajir Zaman llegará desde los sabios de mi nación. Vendrá de ellos, dará la vuelta y volverá a ellos. Y una gran maldición se acerca a ellos.”

Así que no es para nosotros en estos tiempos el correr para volvernos eruditos, para saber mucho. Toma el poco conocimiento que tengas y practícalo con sinceridad. Y prepárate para la tumba. Prepárate para el Más allá. Prepárate para eso, no para este dunya.

¿Los Musulmanes se preparan para eso? Definitivamente no.

Ellos se preparan, deseando que esta “primavera” (la llamada “primavera árabe” que sacudió a muchos países islámicos con insurgencias y levantamientos contra los gobiernos) se convierta en un verano. ¿Qué primavera? Ellos dicen “primavera árabe”, ya hace un año y medio. ¿Nunca termina la primavera? Masha’Allah. ¿Ha brotado? No, ha caído. No ha brotado. Ha fracasado.

Júntense, permanezcan juntos y pidan que venga el Sahib uz-Zaman, ya que solamente él vendrá con ese poder divino para quebrar este sistema de dayyaliyat, para quebrar este sistema de sheytán, para quebrar este sistema donde el ego corre libre y todos se declaran señores a sí mismos.

-Khoja Lukman Effendi-

martes, 16 de octubre de 2012

Los méritos de los 10 primeros días de Dhul-Hijja

Bismillahi Rahmani Rahim

Insha’Allah hoy al momento de la oración del magrib (16 de octubre) entramos en el sagrado mes de Dhul-Hijja.

El mes sagrado (Harâm) de Dhul-Hijja es el último mes del calendario lunar Islámico. Es el último mes sagrado en el que se lleva a cabo la peregrinación (Hajj) a la Meca.

El mes de Dhul-Hijja se distingue por sus diez primeros días, que forman parte de los mejores del año, y durante los cuales las retribuciones de las buenas acciones son multiplicadas:

Allah dice en el Sagrado Qur’an: «¡Por la Aurora!, ¡Por las diez noches!»  Surah Al-fajr, versículo 1; quienes comentaron esté versículo dijeron: «Se refiere a los 10 (primeros) días de Dhul-Hijja. »

Los exegetas relatan que cuando Allâh jura por algo en el Qur’an, esta cosa tiene ciertamente una gran importancia.

Allah dice también: « Para que den testimonio de los beneficios que han recibido y mencionen el nombre de Allah en días determinados… » Surah Al-Hadj versículo: 28.

Ibn ‘Abbâs (que Allâh esté complacido con él) dijo acerca de la explicación de este versículo: «Son los diez días [de Dhul-Hijja].»

Ibn ‘Abbâs dijo también, en el sentido: «El Profeta –Paz y Bendición con él- dijo: «No existen mejores obras que las que se hacen en estos 10 días. »
Los Compañeros dijeron: «¿Incluido el Yihâd?» Dijo: «Incluido el Yihâd, excepto un hombre que saldría, arriesgaría su vida y sus bienes y no volvería con nada (o sea que habría perdido su vida y su fortuna).» Relatado por Al-Bujârî.

El día 9 del mes sagrado de Dhul-Hijja: es el día de la estación de ‘Arafât: el pilar más importante de la peregrinación: es muy aconsejado ayunar este día (para los que no realizan la peregrinación):


El Profeta (Paz y Bendición con él) dijo, en el sentido: «Cuento con Allâh para que el ayuno realizado en el día de ‘Arafa expíe los pecados cometidos durante el año anterior y el año siguiente, y para que el ayuno del día de Ashura expíe los pecados cometidos durante el año anterior. » (relatado por Muslim)

Anotad bien: no es aconsejable ayunar el día 10 de Dhul-Hijja: día del Îd al-Ad-hâ/la fiesta del sacrificio, así como los dos días que siguen a este día. Es detestable (makrûh) ayunar el tercer día después de la fiesta del sacrificio. Son días de fiestas, de buena comida, de reparto y de invocación abundante de Allâh (Takbîr, Tahlîl, Tahmîd...).

 

domingo, 14 de octubre de 2012

Tabala Wolof: Percusión Sufí de Senegal

Bismillahi Rahmani Rahim
Tabala wolof es música de percusión ritual de la orden sufí en África Occidental: la Tariqa Qadiriya de Senegal.
Liderados por un tambor bajo durante la adoración nocturna, la Qadiriya toca ritmos entrelazados con tambores afinados para inspirar cantos extáticos.
La Tabala Wolof evolucionó hacia finales de 1700, cuando la Qadiriya llegó a Senegal. Fundada en Bagdad en el 1100, la Qadiriya es una de las más antiguas tariqas sufís en el mundo. Desde comienzos de la orden, los discípulos han tocado los tambores y han realizado oraciones cantadas para experimentar la presencia de Dios. En Senegal, los conversos del pueblo Wolof incorporan ritmos tradicionales en la adoración de la Qadiriya, para satisfacer su propio gusto y comunicar el mensaje espiritual de la Qadiriya en idioma wolof.
Fundada en Mesopotamia en el siglo XII por Abd al Qader al Jilani, la orden sufí Qadiriya se extendió por África en el siglo XV. Como todas las cofradías, la Qadiriya incluye no sólo algunos elementos místicos emocionales, sino que también hace hincapié en el aprendizaje y la educación Islámica como camino para encontrar a Dios. Todos los miembros de la Qadiriya están dirigidos a seguir preceptos de humildad, generosidad y respeto a sus vecinos, independientemente de las creencias religiosas o posición social.
Grabado en las afueras de Dakar durante una celebración especial del espíritu que se extiende desde medianoche hasta el amanecer, el disco “Tabala: Percusión Sufi de Senegal” presenta el grupo dirigido por el percusionista sufí de séptima generación Boubacar Diagne. Boubacar desciende de los bereberes de Mauritania que ayudaron a introducir la Qadiriya en Senegal.
A continuación compartimos uno de los ritmos sufis que integran este disco:

sábado, 13 de octubre de 2012

Sabiduría de los Sahaba: Una Admonición de Abdullah ibn Abbas

 Bismillahi Rahmani Rahim
 
Wahb ibn Munabbah cuenta:
En su ancianidad, Abdullah ibn Abbas perdió su vista. Una vez lo acompañé hacia la Mezquita Sagrada en Mecca, en donde él escuchó a un grupo de gente intercambiando entre sí palabras fuertes (discutiendo). Me pidió que lo llevara hasta ellos. Los saludó con As Salamu aleykum. Ellos le pidieron que se siente, pero se negó diciendo:
“¿Puedo hablarles de la gente que Allah tiene en elevada estima? Son aquellos que Su temor (Taqwa) los ha conducido al silencio absoluto, aún sin estar mudos ni incapacitados, antes bien, son poseedores de elocuencia, tienen el poder del habla y el sentido del entendimiento. Sin embargo, la constante glorificación del nombre de Allah ha superado tanto sus juicios que sus corazones están aterrados y sus labios sellados. Cuando obtuvieron este estado, se apresuraron a la rectitud. ¿Cómo os habéis desviado de este rumbo?”
Luego de esta admonición, nunca más vi una reunión de ni siquiera dos personas en el Haram.
En esta historia, Abdullah ibn Abbas (ra) ha prescripto un camino muy fácil hacia la virtud. Esto es: meditar acerca de la grandeza de Allah. Si se hace esto, será muy sencillo realizar todos los demás actos virtuosos con total sinceridad, de los cuales el silencio y el evitar las disputas son más que importantes. ¿Es tan difícil dedicar unos pocos minutos, de las 24 hs. del día a nuestra disposición, a esta meditación espiritual?

viernes, 12 de octubre de 2012

El amor incondicional de Hz. Abu Bakr (ra) por el Profeta (asws)

Bismillahi Rahmani Rahim
En el comienzo, aquellos que abrazaron el Islam, debieron mantener su fe en secreto tanto como les fuera posible. Como los Musulmanes eran constantemente perseguidos por los Qurayshíes, el Profeta mismo (saaws) aconsejó a los nuevos conversos que practicaran secretamente el Islam para evitar sufrir a manos de la gente de Quraysh. No obstante, cuando el número de Musulmanes alcanzó a treinta y nueve, Hazrat Abu Bakr(ra) sugirió predicar y practicar abiertamente el Islam. En un principio el Profeta (bendiciones y paz de Allah sean sobre él - saaws) no estuvo de acuerdo, pero, ante la insistencia de Hz. Abu Bakr (ra), dio su consentimiento y todos ellos se dirigieron hacia el Haram (el templo Sagrado en Meca) para la prédica.

Hz. Abu Bakr (ra) comenzó a hablar, y la jutbah dada por él fue la primera que se registra en los anales del Islam. Hz. Hamza (ra), tío del Profeta y líder de los Mártires, abrazó el Islam ese día, mientras que Hz.‘Umar(ra) llegó a las filas de los Musulmanes al tercer día de esta arenga.

Tan pronto Hz. Abu Bakr(ra) empezó a hablar, los idólatras e incrédulos de entre los Qurayshíes cayeron sobre los Musulmanes desde todos lados. A pesar del hecho de que era considerado el más noble y respetable de toda la gente de Meca, Hz. Abu Bakr (ra) fue tan golpeado que su naríz, ojos y el rostro entero fueron cubiertos de sangre.

Fue pateado, pisoteado, atropellado y golpeado con brusquedad y salvajismo. Quedó inconsciente y medio muerto; nadie tenía la esperanza de que sobreviviera a tan brutal ataque. Los BanuTaim, gente de su clan, llegaron y lo cargaron hasta su hogar.

En el Haram, ellos anunciaron que si Abu Bakr sucumbía a las injurias, en represalia tomarían la vida de Utbah bin Rabiah, quien había tomado la parte más activa en el ataque.

Abu Bakr (ra) permaneció inconsciente durante todo el día. La gente a su alrededor gritaba su nombre una y otra vez para hacerlo recuperar sus sentidos, pero no pronunciaba palabra alguna. Tarde, al anochecer, pudo abrir sus ojos y demostró algunos signos de consciencia.

En cuanto pudo hablar, preguntó: “¿Cómo se encuentra el Mensajero de Allah (saaws)?”

La gente se sintió muy decepcionada con él; dijeron: “¿Cómo es esto? ¡A pesar de toda esta calamidad, y luego de haber permanecido virtualmente en las garras de la muerte todo el día por causa del Profeta, tan pronto como vuelve a estar consciente no tiene otra cosa de la cual hablar más que del mismo Profeta!”

Disgustados por su devoción al Mensajero de Allah (saaws), aunque satisfechos de que ya estaba fuera de peligro, dejaron a Abu Bakr. Aconsejaron a Umm Jair, su madre, que le diera algo de comer. Mas sin considerar su alimento, Abu Bakr (ra) hacía incesante e impacientemente a su madre la misma pregunta una y otra vez: “¿Cómo se encuentra el Mensajero de Allah (saaws)?”

Al mostrar ignorancia acerca del bienestar del Profeta, Abu Bakr (ra) encargó a su madre que fuera donde UmmYamil (la hermana de ‘Umar) y escuchara de ella las últimas noticias concernientes al Mensajero de Allah (saaws). La madre no pudo negarse al pedido de su hijo en tan lamentable condición, y se apresuró hacia el hogar de UmmYamil para interrogarla acerca del bienestar de Seyyidina Muhammad (saaws).

Como otros Musulmanes de aquel momento, Umm Yamil también mantenía su fe en secreto. Por esto, ella negó su conocimiento acerca del Profeta, diciendo: “¿Quién es Muhammad y quien es Abu Bakr? ¿Porqué debería saber algo sobre ellos? No obstante, siento pena por conocer la condición de tu hijo; si lo deseas, puedo ir contigo a visitarlo”.

Umm Jair aceptó, y ambas fueron hacia Abu Bakr. Al ver a Abu Bakr (ra) en esa condición lamentable, Umm Yamil no pudo controlar sus sentimientos y comenzó a llorar diciendo: “¡Maldición para los rufianes por lo que han hecho a un hombre como Abu Bakr! ¡Quiera Allah castigarlos por sus maltratos!”

Obviando lo dicho por Umm Yamil, Abu Bakr (ra) puso las mismas palabras en sus labios:

“¿Cómo se encuentra el Mensajero de Allah (saaws)?”

Señalando hacia Umm Jair, Umm Yamil preguntó: “¿Es seguro decir algo en su presencia?”

Dijo Abu Bakr (ra): “No te preocupes por ella. Dime rápidamente cómo se encuentra el Profeta (saaws)?”

Umm Yamil: “Se encuentra bien”

Abu Bakr: “¿Dónde está en este momento?”

Umm Yamil: “Está en Arqam (lugar donde se reunían secretamente los Musulmanes)”

Abu Bakr (ra): “¡Por Allah! No comeré nada hasta haberlo visto”

En aquel momento, su madre estaba muy ansiosa por alimentarlo. Ella sabía que cuando su hijo juraba por Allah nada podía quebrar su juramento, y que bajo ninguna circunstancia se alimentaría. Por esto, consintió en llevarlo hasta Arqam. Tuvo que esperar que disminuyera la frecuencia de gente en la calle para poder llevarlo hacia aquel sitio sin que fuesen detectados por la gente de Quraysh.

Cuando llegaron a Arqam, Abu Bakr (ra) vio al Mensajero de Allah, sallallahu 'alayhi wa sallam, y lo abrazó llorando profusamente. El Sagrado Profeta fue recíproco con él, y todos los Musulmanes presentes lloraron amargamente por la condición de Abu Bakr (ra).

Luego, Abu Bakr (ra) presentó su madre Umm Jair al Sagrado Profeta (saaws) diciendo: “¡Oh Mensajero de Allah! Ella es mi madre. Reza por ella y haz que acepte el Islam”

El Sagrado Profeta rezó por ella y luego le predicó. Allí mismo, ella aceptó el Islam.

Mucha gente puede pretender ser amantes mientras están cómodos y disfrutando la facilidad. Pero el amante real lo es cuando es capaz de probar su amor aún en la tribulación y la adversidad.