sábado, 10 de marzo de 2012

La Paz llega con los Otomanos

Sheykh Abdul Kerim Effendi
Bismillahi Rahmani Rahim

Imperio Otomano. ¡Imperio! ¿Cuántos imperios ha visto el mundo? ¿Cuántos? Se ha retirado. Observa que les ha sucedido a los Musulmanes. ¿Qué país musulmán se encuentra ahora en el gobierno y puede decir “Esto es lo que va a suceder” y todos se disponen a escucharlo? Ninguno. Los turcos. Los turcos se han vueltos los más rápidos en maldecir a sus propios abuelos. Ninguna nación en la historia jamás se ha vuelto para maldecir a sus abuelos. Sin embargo los turcos se han vuelto los número uno. Maldiciendo a los Sultanes. Porque eso es lo que los occidentales querían que ellos hicieran. Los Musulmanes también se volvieron y empezaron a maldecirlos diciendo: “Ellos nos mantuvieron bajo su gobierno y por eso hemos quedado atrasados”.

 Estuve en Siria hablando con una persona. Él empezó a alabar a los Otomanos cuando estaban en esa zona, y un momento después dijo:

“Pero tuvieron algunos errores”

Le pregunté: “¿Cuáles fueron sus errores?”

Dijo: “Nos dejaron atrás en cuanto a la tecnología”

Le pregunté: “¿Hace cuánto ya que los Otomanos estuvieron gobernando esta zona?”

Dijo: “Ya hace casi 100 años”

Le dije: “Hace 100 años América no tenía nada. Ve y observa ahora a América. Mira a Siria hoy en día. ¿Qué tienes? Tú tienes tu libertad. ¿Qué has hecho con esa libertad, has avanzado o retrocedido?” *

Los turcos están maldiciendo a sus abuelos diciendo: “Nos han dejado atrás. Ellos sólo supieron como subir y bajar (alusión a los movimientos del salat)”. Pero ahora le están rogando a los Europeos: “Por favor, déjanos ingresar a Europa”. Ellos (los Otomanos) no rogaron. Llegaron a Europa y dijeron: “Cambien sus leyes. No nos agradan. No se ajustan al Islam”. Así fue que los franceses, que hoy están en tu contra, se estremecieron diciendo: “Los Otomanos dijeron que cambiemos las reglas. Por lo tanto, debemos cambiarlas”.

Los turcos me dicen: “¿Andas por Europa con turbante, barba y bigote?”
Les digo: “Claro que sí. Entramos de esta forma a Europa. Ustedes cambiaron todo. Ahora se han puesto traje y corbata. Aun así, ni con traje y corbata, los están aceptando en Europa. Y con esas corbatas las generaciones jóvenes se están ahorcando. ¿Para qué? Revisa la historia. Observa, en 700 años de gobierno (Otomano), cuantos vas a encontrar que han cometido suicidio. Ninguno. Las cifras y los números hablan por sí mismos”.

Para todo el que corra por Paz, la Paz llega con los Otomanos. No hay otra Paz. La Paz solamente llega con ese gobierno. Los líderes rectamente guiados del Islam pueden traer Paz a los Musulmanes, a los Cristianos y a los Judíos, ya que la Historia nos demuestra que cuando ellos estuvieron en los Balcanes durante 500 años, la Paz estuvo allí. En cuanto ellos se retiraron, no más Paz. Ellos estuvieron en el Medio Oriente, y allí había Paz. En cuanto se retiraron, no más Paz. Estuvieron en el Cáucaso y allí había Paz. En cuanto se retiraron, no más Paz. No hay Paz en Irán, no hay Paz en Afganistán, y no hay Paz en ningún lado. Cuando esos incrédulos se nos acerquen con esa clase de habladurías sin sentido, no les creas (Sheykh Effendi alude a la historia que se escribe desde la perspectiva sheytánica que busca difamar los gobiernos rectamente guiados que fueron luz para la humanidad). Observa tu Historia. Los Musulmanes primero deben conocer su Historia para ser capaces de entender los hadices y las ayats (del Qur’an). Si no conoces la Historia del Islam, entonces no puedes entender los hadices del Sagrado Profeta (asws).
                                                                                              
 (*Lamentablemente esta manera de ver las cosas -el supuesto "retraso"- se ha difundido como una virulenta pandemia en el Mundo Islámico desde la intromisión de los poderes colonialistas del Occidente y sus intenciones disolventes contra el Islam y su gobierno, representado por el Imperio Otomano, hasta nuestra dolorosa y negligente actualidad. Se puede decir que hubo dos movimientos disolventes respondiendo a una misma finalidad sheytánica: un movimiento interior y otro exterior, ambos imbuidos por la misma voluntad de perjuicio contra el Islam y su vivencia en los Musulmanes. El movimiento interior fue representado por los seudo movimientos de reforma cuya consecuencia lógica fue la politización del Islam convirtiéndolo en una ideología vacía de contenido transformador: grupos como los Hermanos Musulmanes y teóricos como Sayyid Qutb y Maududi fueron los herederos directos de la Salafiya y sus tergiversaciones. Decimos ‘interior’ porque sus propulsores surgieron de entre los mismos Musulmanes. El movimiento exterior viene representado ya de forma directa por la irrupción militar y misionera del Occidente con su carga de secularismo, racionalismo y supuesto desarrollo, presentados por imposición como “progreso” y “civilización” –la imposición tiene dos caras igualmente violentas: una coactiva, por la fuerza; la otra más sutil, indirecta, por la sugestión y el engaño. Esta última de efectos más devastadores ya que su influencia dañina para muchos llega hasta ser imperceptible-. Los dos movimientos se sirvieron de estas ideas apócrifas para desvincular a los Musulmanes de su Tradición haciéndoles perder progresivamente su auténtica identidad, hundiéndolos en ideologías impropias que en su contradicción habrían de llevarlos a la autodestrucción tanto como nación como individualmente, tanto ética como espiritualmente. El representante y custodio de la Tradición en ese momento, gran enemigo del Occidente incrédulo y materialista, era el Imperio Otomano. La carga demoníaca del “progreso” y la “civilización” inoculó la enfermedad del “retraso” sobre el Imperio Otomano. Lo peor fue, y es, que los Musulmanes lo creyeron, sublevándose no sólo contra sus líderes rectamente guiados sino que, sin saberlo, contra sí mismos y su Creador.)

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