Bismillahi Rahmani Rahim
Continuamos presentando las grandes
personalidades de nuestra historia que han contribuido a la forja del esplendor
y la gloria del Islam.
Jeireddín
Barbarroja (Lesbos, 1475 – Estambul, 1546) fue un almirante otomano que sirvió
bajo las órdenes del Sultán otomano Suleymán. Apodado Barbarossa («Barbarroja»)
por los europeos —concretamente el nombre de Barbarossa se lo otorgaron los
italianos—, así como Barbaros Hayrettin (Jayr al-Din) por los turcos, su
verdadero nombre en turco era Hızır bin Yakup, y este procedente del árabe Jidr
Ibn Ya'qub.
Jeireddín
fue uno de los más importantes corsarios del siglo XVI, y junto con su
predecesor y hermano Aruj fundó una organización que llevó a los magrebíes
(llamados entonces berberiscos por proceder de Berberia, lo que no quiere decir
que fueran bereberes) —bajo los auspicios del Imperio Otomano— a alcanzar gran
poder sobre el comercio del Mediterráneo. Muy pronto demostró una capacidad
tal, que llegó a suceder merecidamente a su hermano, e incluso logró superar
ampliamente las hazañas de éste, convirtiéndose en una verdadera pesadilla para
el Imperio español de la época y buena parte de la Europa cristiana.
Antecedentes
Hızır
tuvo dos hermanas y tres hermanos (Ishaq, Aruj e Ilias), que entre 1470 y 1480
nacieron en la isla de Lesbos (en griego Λέσβος). Su padre Yakup —según indican
algunas fuentes— era un Sipahi, es decir, un señor feudal miembro de la
caballería otomana, mientras que otros indican que prestó servicios como
jenízaro en Vardar (en la actual República de Macedonia). Su madre era una
musulmana andalusí viuda de un sacerdote.
Yakup
se convirtió en un alfarero y compró un bote para comerciar sus productos. Sus cuatro
hijos varones lo ayudaron con su negocio, pero no se sabe mucho de sus hijas.
Al principio Aruj ayudaba con el manejo del bote, mientras que Hızır ayudaba
con la elaboración de la alfarería.
Los
cuatro hermanos se convirtieron en marineros, involucrados en el comercio
internacional. El primero fue Aruj, a quien luego se sumó su hermano Ilias.
Tiempo después, cuando obtuvo su propio barco, Hızır también empezó su carrera
en el mar. Si bien los hermanos comenzaron como marinos, pronto se convirtieron
en corsarios en el Mediterráneo para contrarrestar el poderío de los Caballeros
de San Juan de la Isla de Rodas y del imperio de Carlos V del Sacro Imperio
Romano. Aruj e Ilias operaron en el Levante, entre Anatolia, Siria y Egipto.
Por su parte, Hızır actuó en el mar Egeo y basó sus operaciones especialmente
en Tesalónica. Ishaq, el mayor, se mantuvo en Mitilene y estuvo a cargo del
manejo financiero del negocio familiar.
Aruj
fue especialmente exitoso; ya sabía hablar italiano, español, francés, griego y
árabe durante los primeros años de su carrera. Mientras regresaba de una
expedición comercial en Trípoli con su hermano Ilias, fue atacado por los
Caballeros de San Juan. Ilias murió en la batalla y Aruj fue herido. El barco
de su padre fue capturado, y Aruj fue tomado prisionero y encarcelado en el
castillo que mantenían los Caballeros en Bodrum por casi tres años. Al saber la
ubicación de su hermano, Hızır viajó a Bodrum y lo ayudó a escapar.
Carrera junto a su hermano
Aruj
entonces viajó a Antalya, donde Korkud, el príncipe y gobernador de la ciudad,
le dio 18 galeras y le encargó que luchase contra los Caballeros de San Juan,
quienes afectaban seriamente el comercio marítimo otomano. Cuando Korkud se
convirtió en gobernador de Manisa, le proporcionó a Aruj una flota conformada
por 24 galeras en el puerto de Esmirna y le ordenó participar en una expedición
naval a Apulia, Italia, donde Aruj bombardeó varios castillos costeros y
capturó dos barcos. De vuelta a Lesbos, se detuvo en Eubea y capturó tres galeones
y otro barco.
Alrededor
de 1503, Aruj consiguió como botín tres nuevos barcos e hizo de la isla de
Djerba, en la costa de Túnez, su base principal, trasladando el marco de sus
operaciones marítimas al Mediterráneo Occidental. Ahí se le unieron sus otros
dos hermanos: Ishaq y Hızır. Su fama aumentó cuando entre 1504 y 1510
transportó a los musulmanes mudéjares desde la España cristiana al Norte de
África. Por este motivo obtuvo el nombre honorífico "Baba Oruç"
(Padre Aruj), que a la larga (por similitudes fonéticas) se transformó en
España, Francia e Italia en "Barbarossa" (Barba roja en italiano). A
partir de entonces consiguió una serie de victorias, a tal punto que en 1515
envió regalos preciosos al sultán otomano Selim I, quien a su vez le mandó dos
galeras y dos espadas con diamantes incrustados.
En
1516 se apoderó de Argel y más tarde de Tlemecén, haciendo que su gobernante
Abu Hamo Musa III huyera de sus posesiones. Los españoles en Argel buscaron
refugio en la isla de Peñón cerca de la costa de Marruecos y pidieron al rey
Carlos I que interviniera, pero la flota española fracasó en su intento de
expulsar a los hermanos de Argel.
La muerte de sus hermanos
Después
de consolidar su poder y declararse sultán de Argel, Aruj buscó ampliar sus
territorios y tomó Miliana, Ténès y Médéa. Se hizo conocido por agregar velas a
sus cañones para facilitar su transporte a través de los desiertos del norte de
África. Para Aruj la mejor protección contra España era unirse al Imperio
Otomano, su patria y rival de los españoles. Para lograrlo, debía renunciar a
su título de sultán de Argel ante los otomanos. Lo hizo en 1517 y ofreció Argel
al sultán otomano. El sultán aceptó a Argel como una provincia otomana y
designó a Aruj como gobernador, a más de prometerle su asistencia por medio de
jenízaros, galeras y cañones.
Los
españoles ordenaron a Abu Zayan, a quien habían nombrado nuevo gobernante de
Tlemecén y Orán, que atacara a Aruj desde tierra, pero este último se enteró
del plan y de sorpresa atacó Tlemecén, capturando la ciudad y ejecutando a su
gobernante. El único sobreviviente de la dinastía de Abu Zayan fue Sheikh
Buhammud, quien escapó a Orán y pidió la ayuda de España.
En
mayo de 1518, Carlos I llegó a Orán y fue recibido en el puerto por Sheykh
Buhammud y el gobernador español de la ciudad, Diego de Córdoba, marqués de
Comares, al mando de una fuerza de 10.000 soldados españoles. Con el apoyo de
miles de beduinos locales, los españoles marcharon hacia Tlemecén. Aruj y su
hermano Ishaq los esperaban con 1.500 soldados turcos y 5.000 soldados moros.
Defendieron Tlemecén por 20 días, pero al final fueron muertos en combate por
las fuerzas de García de Tineo.
Hızır
bin Yakup, ahora con el título de Baylar Bey otorgado por el sultán Selim I, y
con la tenencia de jenízaros, galeras y cañones, heredó el lugar de su hermano
Aruj, su nombre (Barbarroja) y su misión.
Operaciones en el Mediterráneo
Al
mando de un ejército turco enviado por el sultán otomano, Barbarroja
reconquistó Tlemecén en diciembre de 1518. Continuó con la política de
transportar musulmanes mudéjares desde España al Norte de África, logrando
asegurar para sí un gran número de seguidores musulmanes agradecidos y leales,
quienes tenían un inmenso odio hacia España. Capturó Bône y en 1519 derrotó una
flota hispano-italiana que intentaba recuperar Argel. El mismo año también
atacó Provenza, Tolón y las islas de Hyères, en el sur de Francia. En 1521
atacó las islas Baleares y luego capturó varias naves españolas que regresaban
del Nuevo Mundo a Cádiz. En 1522 envió a un delegado suyo a participar en la
conquista de Rodas organizada por el Imperio Otomano, que tuvo como resultado
la expulsión de los Caballeros de San Juan de la isla el 1 de enero de 1523. A
partir de entonces, hasta 1530, realizó numerosísimas incursiones en
territorios europeos en el Mediterráneo, tales como Crotone, Mesina, Toscana,
Campania, Andalucía, las islas Baleares y Marsella.
En
1531 se encontró con Andrea Doria, contratado por Carlos I para recapturar
Jijel y Peñón, derrotándolo. El mismo año se enfrentó en la Isla Favignana con
una flota de la Orden de Malta, a la que venció. Luego navegó hacia oriente y
desembarcó en Calabria y Apulia. De vuelta a Argel asaltó Trípoli, entregada a
los Caballeros de San Juan por Carlos I en 1530. En octubre de 1531 atacó de
nuevo las costas de España.
En
1532, durante la expedición de Suleymán I al Imperio Austríaco, Andrea Doria
conquistó Koroni, Patras y Lepanto en las costas de Morea, y aunque recapturó
las ciudades, Solimán se dio cuenta de la importancia de tener un poderoso
almirante de su lado. Llamó entonces a Barbarroja a Estambul, y éste llegó en
agosto del mismo año.
A
partir de entonces Barbarroja atacó Cerdeña, Bonifacio, Montecristo, Elba y
Lampedusa; luego capturó 18 galeras cerca de Mesina y supo por los prisioneros
que había capturado que Doria se dirigía a Préveza. Barbarroja procedió a
atacar las costas cercanas de Calabria y luego se dirigió a Préveza, donde la
flota de Doria huyó tras una corta batalla, pero sólo cuando el corsario otomano
capturó 7 de sus galeras. De su flota de 44 galeras, Barbarroja envió 25 de
ellas de vuelta a Argel y se dirigió con las 19 restantes a Estambul, donde
llegó en 1533. Allí fue recibido por el sultán Suleymán, quien lo nombró
Kaptan-ı Derya (Almirante de flota) de la armada otomana y Baylar Bey (Jefe
gobernador) del Norte de África. También se le dio el gobierno de las Sanjak
provincias de Rodas, Eubea y Quíos en el mar Egeo.
Trayectoria como Almirante en jefe del
Imperio Otomano
El
castillo Barbarroja en Capri aún lleva el nombre del almirante otomano que
conquistó la isla en 1535. Los turcos abandonaron Capricon el tiempo, pero otro
famoso almirante otomano, Turgut Reis, recapturó tanto la isla como el castillo
en 1553.
En
1534 Barbarroja partió de Estambul con 80 galeras y en abril conquistó Koroni,
Patras y Lepanto, que estaban bajo dominio español. En julio de 1534 cruzó el
estrecho de Mesina e incursionó en las costas de Calabria, capturando una gran
cantidad de naves enemigas. Luego destruyó el puerto de Cetraro y todas las
naves allí ancladas. El mismo mes apareció en Campania y saqueó las islas de
Capri y Procida, antes de bombardear los puertos del golfo de Nápoles. Continuó
incursionando en varios puertos italianos hasta llegar a Ostia cerca del río
Tíber, causando que las iglesias en Roma tocaran sus campanas en señal de
alarma. Luego zarpó al sur, apareciendo en Ponza, Sicilia y Cerdeña, antes de
tomar Túnez en agosto de 1534, causando la huida de su gobernante, el sultán
Mulay Hassan.
Mulay
Hassan pidió a Carlos I ayuda para recuperar su reino, y como resultado una
fuerza hispano-italiana de 300 galeras y 24.000 soldados recuperaron Túnez, así
como Bône (Annaba) y Mahdia en 1535. Reconociendo la inutilidad de la
resistencia armada, Barbarroja abandonó Túnez tiempo antes de la llegada de los
invasores, navegando hacia el mar Tirreno, donde bombardeó puertos, desembarcó
de nuevo en Capri y reconstruyó ahí un fuerte luego de destruirlo durante el
asedio a la isla. Navegó entonces hacia Argel y desde allí hizo incursiones por
los pueblos costeros de España, destruyendo los puertos de Mallorca y Menorca;
además, capturó varias galeras españolas y genovesas, liberando a sus remeros
esclavos musulmanes. En septiembre de 1535 logró repeler otro ataque español a
Tlemecén.
En
1536 Barbarroja fue llamado de vuelta a Estambul para tomar el mando del ataque
naval otomano contra el Reino de Nápoles de los Habsburgo. En julio de 1537
desembarcó en Otranto y capturó la ciudad, así como la fortaleza de Castro y la
ciudad de Ugento en Apulia. En agosto de 1537, junto con Lütfi Pasha lideró una
gran armada otomana que conquistó las islas egeas y jónicas de la República de
Venecia. El mismo año Barbarroja arrebató Corfú a los venecianos y de nuevo
incursionó en Calabria. Estas pérdidas provocaron que la República de Venecia
pidiera al papa Pablo III que organizara una "Liga Santa" en contra
de los otomanos.
En
febrero de 1538, el papa Pablo III logró formar la Liga Santa (constituida por
los Estados Pontificios, España, el Sacro Imperio Romano Germánico, la
República de Venecia y la Orden de Malta) contra los otomanos, pero Barbarroja
venció a esta flota combinada al mando de Andrea Doria, en la Batalla de
Préveza en septiembre de 1538. Esta victoria aseguró el dominio turco sobre el
Mediterráneo por los próximos 33 años, hasta la Batalla de Lepanto en 1571.
En
el verano de 1539 Barbarroja capturó las islas de Scíathos, Esciro, Ándros y
Serifos y recuperó Castelnuovo, tomada por los venecianos tras la batalla de
Préveza. También se hizo con el cercano castillo de Risan y luego asaltó la
fortaleza veneciana de Cattaro y la fortaleza española de Santa Veneranda cerca
de Pésaro. Luego tomó los restantes puestos avanzados cristianos en los mares
Jónico y Egeo. Venecia firmó finalmente un tratado de paz con el sultán Solimán
I en octubre de 1540, reconociendo las conquistas territoriales turcas y
pagando 300.000 ducados de oro.
En
septiembre de 1540 Carlos I contactó a Barbarroja y le ofreció nombrarlo su
Almirante en jefe y hacerlo gobernador de los territorios españoles en el Norte
de África, pero su oferta fue rechazada. Frustrado al no convencer a Barbarroja
que cambiase de bando, en octubre de 1541, Carlos I en persona asedió Argel,
con la intención de terminar con la amenaza que representaba el corsario a los
dominios españoles y la navegación de los cristianos en el Mediterráneo.
La
temporada no era la más adecuada para tal campaña, y tanto Andrea Doria,
comandante de la flota, como el ya mayor Hernán Cortés, a quien Carlos I había
solicitado que participara en la campaña, intentaron disuadirlo, pero
fracasaron. Al final, una violenta tormenta golpeó a la flota española; Andrea
Doria dirigió a su flota mar adentro para evitar colisionar contra la costa,
pero gran parte de ella naufragó. Luego de luchar en tierra sin mucho éxito,
Carlos I decidió retirarse con sus tropas, gravemente afectadas.
Por
último, Suleymán I y Carlos I firmaron una tregua en 1544.
No
obstante, Barbarroja continuó ese mismo año haciendo incursiones en diversos
puertos europeos en el Mediterráneo hasta que regresó a Estambul. En 1545 dejó
la ciudad para realizar sus últimas expediciones navales, durante las cuales
bombardeó varios puertos de la Península Ibérica y desembarcó en Mallorca y
Menorca por última vez. Luego zarpó de vuelta a Estambul y construyó un palacio
en el Bósforo, en el actual distrito de Büyükdere.
Últimos años, muerte y legado
Barbarroja
se retiró en Estambul en 1545, dejando a su hijo Hassan Pasha como su sucesor
en Argel. Luego dictó sus memorias a Muradi Sinan Reis. Éstas consisten en
cinco volúmenes manuscritos conocidos como "Gazavat-ı Hayreddin Paşa"
(Memorias de Jeireddín Pachá), que en la actualidad se exhiben en el Palacio de
Topkapı y en la Biblioteca de la Universidad de Estambul.
Jeireddín
Barbarroja murió en 1546 en su palacio en el barrio Büyükdere de Estambul, en
las costas noroccidentales del Bósforo. Está enterrado en un alto mausoleo
(türbe) en el distrito de Beşiktaş, en el lado europeo de Estambul. Este
mausoleo fue construido en 1541 por el famoso arquitecto Sinan en el lugar
donde su flota solía reunirse. Un monumento en su honor se construyó en 1944,
junto a su mausoleo.
Como
legado, se puede asegurar que Barbarroja estableció la supremacía otomana en el
Mediterráneo, que duró hasta la batalla de Lepanto en 1571.
No hay comentarios:
Publicar un comentario