sábado, 18 de mayo de 2013

Pueblos del África Musulmana: Los Malinké

Los mandinga, mandinka, malinké, mandé o manden conforman un grupo étnico de África occidental. En la actualidad existen cerca de trece millones de mandingas residiendo en diferentes países del oeste de África, en Gambia, Guinea, Guinea-Bissau, Senegal, Malí, Sierra Leona, Liberia, Burkina Faso, y Costa de Marfil. Las lenguas mandé pertenecen a un rama divergente de la familia lingüística de Níger-Congo.
Las lenguas mandé más comunes son el mandinka en Gambia y Senegal, el malinké en Guinea y Malí, y el soninké en los estados meridionales de África occidental, y que como los otros idiomas africanos del oeste terminan en -ke o -ka (que significa 'charla' o 'gente'). También hablan kriol y portugués en Guinea-Bissau, francés en Senegal, Malí, Costa de Marfil, y Burkina Faso, e inglés en Liberia, Sierra Leona, y Gambia.

Historia
El pueblo manden tiene en su haber la fundación del mayor de los antiguos imperios del oeste africano. Desde los puntos de vista étnico y cultural, los mandingas se relacionan de cerca con los fulani y wólof de la costa atlántica y los songhai del Sahara. Algunas fuentes dicen que el pueblo manden se define más por la cultura y la lengua que por la pertenencia étnica, puesto que son muchos y diversos los grupos étnicos que han adoptado la lengua, los nombres y las tradiciones manden.

Pre imperio de Malí
El reino mandinka de malí o de manden existía ya varios siglos antes de la unificación de Sundiata Keita, como pequeño estado al sur del imperio Soninké de Wagadu, mejor conocido como Imperio de Ghana. Ésta es una zona de montañas, sabana y bosques que proporcionan la protección y los recursos ideales para una población de cazadores. Los que no vivían en las montañas formaron pequeñas ciudades-estados, tales como Toron, Ka-Ba y Niani. La leyenda cuenta que la dinastía Keita, de la cual descienden los emperadores de Malí, tuvo su origen en Bilal (ra), un compañero fiel del profeta Muhammad (asws), originario de Keita.
Imperio de Malí
El Imperio de Malí (1235-1546) fue un estado medieval cuyo núcleo fue la región de Bamako, en el actual Malí. El imperio fue fundado por Sundiata Keita. Era conocido por su generosidad y la riqueza de sus gobernantes, en especial Mansa Kankan Musa I. El Imperio de Malí tuvo una profunda influencia en la cultura de África Occidental permitiendo la difusión de su lengua, leyes y costumbres a lo largo del río Níger.

Historia post imperial
Tras la caída de los grandes reinos de las vieja patria de Manden, muchos emigraron hacia la costa atlántica. Entre éstos estaban los Manneh, soldados del anterior imperio de Malí que invadieron la costa occidental de África durante la primera mitad del siglo XVI. No hay duda en cuanto a su origen, por la evidencia de sus vestidos y armas (que fueron observados en aquel entonces por viajeros europeos), su lengua, así como de la evidencia de la tradición manneh, registrada por escrito circa 1625. Los manneh avanzaron en paralelo a la línea de la costa de la Liberia moderna, luchando con cada grupo tribal que encontraron. Tuvieron éxito todas las veces, y sólo fueron detenidos cuando, en el noroeste de lo que ahora es Sierra Leona, encontraron a los sosso, gente mandinga como ellos, con armas, organización militar y tácticas similares a las suyas.
La colonización francesa afectó en gran manera la vida de Manden. Las guerras constantes con los europeos costaron las vidas de millares de sus soldados, crearon un creciente comercio en el Atlántico, y crearon fronteras coloniales artificiales que dividieron a la población. Sin embargo, la gente de Manden sigue siendo políticamente activa en la zona y ha elegido a sus propios presidentes en varios estados.
Desafortunadamente, su conflicto de muchos años con otras tribus africanas se ha exacerbado en el siglo XX, pues la desertificación las ha forzado constantemente a emigrar al sur en busca de trabajo y de otros recursos. Con frecuencia, esto ha dado lugar a brotes de guerra con las poblaciones aborígenes asentadas a lo largo de la costa.

Aspectos sociales y culturales
La cultura de los mandingas, a diferencia de la mayoría de los africanos, es patrilineal y patriarcal. Son predominantemente musulmanes. Las prácticas más famosas de Manden son sus hermandades de varones o mujeres, conocidas como Poro y Sande o Bundu, respectivamente.
Tradicionalmente, la sociedad mandinka es aristocrática, basada en un sistema de castas con nobles y vasallos. Antes, como la mayoría de los africanos, también tuvieron sirvientes, a menudo prisioneros de guerra y generalmente de las tierras que rodeaban su territorio. Los descendientes de reyes y de generales anteriores mantenían un estado social más alto que sus compatriotas nómadas o asentados. Con el tiempo las diferencias se han igualado, correspondiendo con la mayor o menor fortunas de cada grupo. Aunque el mandinga llegó a muchas de sus actuales localizaciones como invasor o comerciante, la mayoría son hoy agricultores o pescadores; todavía hay también herreros, pastores de ganado, y son muy estimados los djelis o bardos, que han mantenido viva la historia de su pueblo, mantenida en forma de cantos épicos.

Religión
El pueblo manden ha sido predominantemente musulmán desde el siglo XIII. En áreas rurales, muchos combinan la creencia islámica con ciertas creencias animistas pre-islámicas, tal como la creencia en espíritus y el uso de amuletos.

Arte
Su mejor arte está en la joyería y las tallas. Las máscaras hechas a mano asociadas a las fraternidades y a la hermandad de mujeres del Marka y del Mendé son probablemente las más conocidas. Manden también produce telas maravillosamente tejidas que son populares en todo el África occidental, así como los collares del oro y de plata, pulseras, brazaletes, y pendientes. Las campanillas en los collares forman parte de una creencia en que pueden ser oídas por los espíritus al sonar en ambos mundos, el de los antepasados y el de la vida. Los cazadores de Mandé usan a menudo una sola campana que puede ser callada fácilmente cuando el silencio es necesario. Las mujeres, por otra parte, suelen usar muchas campanas, produciendo un canto armonioso en los poblados.

Música tradicional
La más conocida se toca con el kora, un instrumento con 21 o más cuerdas, realizada por las familias de los músicos los djelis (en francés griots). El kora es una especie de arpa, con un puente con muescas similar al de un laúd o una guitarra. Es posible que sea el aparato de cuerda más complejo de África. En cuanto a los djelis, son bardos profesionales, encargados de mantener sus grandes tradiciones e historias épicas orales, actuando también como consejeros de los líderes de Manden. Entre los más celebrados en la actualidad están Salif Keïta, Kandia Kouyaté y Jaliba Kouyaté.

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