Bismillahi
Rahmani Rahim
El racismo es uno de los
problemas más graves de nuestra época. Todo el mundo ha escuchado cómo los
esclavos africanos fueron transportados a través del Océano Atlántico en barcos
especialmente diseñados, siendo tratados como si fuesen ganado. Fueron
esclavizados, forzados a cambiar sus nombres, religión y lenguas. Se les negó
la posibilidad de esperar alguna vez la libertad verdadera, negándoseles todos
los derechos humanos. La actitud de Occidente respecto a los no occidentales ha
sido la misma hasta tiempos muy recientes. Como resultado, la condición social
y política de los africanos, incluso en el caso de sus descendientes que viven en
Occidente entre los americanos o europeos cono ciudadanos teóricamente iguales,
continúa siendo la de ciudadanos de segunda clase.
Cuando el Mensajero de Allah
(asws) fue hecho Profeta, dicho racismo era corriente en La Meca en forma de
tribalismo. Los qurayshíes se consideraban a sí mismos (en particular) y los
árabes (en general) superiores al resto de la gente. El Mensajero vino con Mensaje Divino y proclamó: "Ningún árabe
es superior a un no-árabe y ningún blanco es superior a un negro" (Ibn
Hanbal, 5:441). La superioridad depende de la rectitud y la devoción únicamente
a Dios (Qur'an 49:13). Y dijo: "Incluso
si fuese un negro abisinio el que gobernase a los musulmanes, éste debería ser
obedecido" (Muslim, Imara, 37).
El Mensajero de Allah (asws)
erradicó el racismo y la discriminación basada en el color con tanto éxito que,
por ejemplo, Umar (ra) dijo una vez de Bilal (ra), que era negro: "Bilal es nuestro amo y fue
emancipado por nuestro amo Abu Bakr" (Ibn Hayar, Al-Isaba, 1:165).
Zayd ibn Hariza, un esclavo negro liberado por el Mensajero, era el hijo
adoptivo de éste antes que la Revelación prohibiese dicha adopción. El Profeta
(asws) le casó con Zaynab bint Yash, una de las más nobles musulmanas árabes.
Además de eso, nombró a Zayd (ra) comandante del ejército que el Profeta envió
contra el imperio bizantino, aun figurando en el mismo Compañeros tan
destacados como Abu Bakr, Umar, Yafar ibn Abu Talib (primo del Mensajero) y
Jalid ibn Walid (el general invencible de la época) (Muslim, Fadail as-Sahaba,
63).
Nombró al hijo de Zayd, Usama
(ra), para dirigir el ejército que formó justo antes de morir. Figurando en el
mismo Compañeros tan destacados como Abu Bakr, Umar, Jalid, Abu Ubayda, Talha y
Zubayr. Esto estableció en los corazones y mentes de los musulmanes que la
superioridad no era por el color o la sangre, sino por la rectitud y la
devoción a Dios.
Durante su califato, Umar pagó
a Usama un salario más elevado que el de su propio hijo, Abdullah (ra). Cuando
su hijo preguntó el por qué, Umar respondió: "Lo hago porque sé que el Mensajero de Allah amaba a su padre más
que a mí y porque amaba a Usama más que a ti" (Ibn Sad, Tabaqat, 4:70;
Ibn Hayar, 1:564).
Desde sus comienzos, el Islam
abolió conflictos tribales y condenó la discriminación racial y étnica. Entre
pueblos conquistados aparecieron innumerables eruditos y científicos,
comandantes y santos. Entre ellos estaba Taríq ibn Ziyad, un esclavo emancipado
bereber que conquistó España con noventa mil valientes guerreros y estableció
la base de una de las civilizaciones más espléndidas de la historia mundial
(al-Andalus). Después de esa victoria, fue al lugar donde el tesoro del rey
derrotado fue guardado. Y se dijo a sí mismo:
Ten
cuidado, Tariq. Ayer eras un esclavo con una cadena alrededor de tu cuello.
Dios te emancipó y hoy eres un victorioso comandante. Sin embargo, mañana te
convertirás en la carne que se descompone bajo la tierra. Finalmente, vendrá un
día en el que entrarás a la Presencia de Allah.
El mundo y su pompa no pudieron
atraerlo y él siguió viviendo una vida muy sencilla. ¿Qué tipo de educación
podría transformar a un esclavo en una persona tan digna y honorable?
Sin embargo, su conquista del
reino visigodo en España no fue su verdadera victoria. Esta vino cuando él
estuvo de pie ante el tesoro del rey visigodo y recordó que un día moriría y
entraría en la presencia de Dios. A consecuencia de este auto consejo, no tomó
nada del tesoro para sí mismo.
El Islam nos da la auténtica
libertad: la libertad espiritual.
Fuente:
"Muhammad, el Mensajero de Dios. Un Análisis de la Vida del Profeta".
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