sábado, 14 de julio de 2012

La Felicidad en lo Halal: Hazrat ‘Umar y la hija virtuosa

Bismillahi Rahmani Rahim

La opinión común que se tiene de la religión en nuestra sociedad mantiene que es un sistema de creencias cuyo único fin es conseguir la felicidad en el Más Allá. Sin embargo no es así. La religión ordena la vida social y de este modo trae la tranquilidad y la seguridad a los seres humanos.

Una noche, durante su Califato, ‘Umar, que Allah este satisfecho con él, estaba como de costumbre inspeccionando las calles de Medina. Se detuvo de repente al oír una conversación entre una madre y su hija.

“Echa un poco de agua en la leche que vamos a llevar mañana al mercado.”

La hija contesto:

“¡Madre! ¿No has oído que el Califa ha prohibido hacerlo?”

La madre se enfadó y subió de tono:

“¡Hija! ¿Cómo se va a enterar el Califa, a estas horas de la noche, de que echamos agua en la leche?”

La hija, con el corazón lleno de respeto por Allah, no podía aceptar fácilmente el engaño que proponía su madre.

Siguió protestando:

“¡Madre! Supongamos que el Califa no se entera, pero ¿y Allah? ¿Piensas que Él tampoco lo ve? Es fácil engañar a la gente, pero es imposible esconder nuestras acciones de Allah, quien ve y oye todo.”

Las respuestas de la joven, en cuyo corazón había el conocimiento Divino, y un tremendo temor de Allah, conmovieron a ‘Umar, que Allah esté satisfecho con él. Amir al-Mu’minin, el Líder de los Creyentes, se dio cuenta de que aunque era una mujer común, poseía una excepcional conciencia. Quiso tenerla por nuera y casó a su hijo con ella. De esta cadena tan pura procede ‘Umar ibn Abdulaziz, considerado el quinto Califa guiado rectamente.

Este incidente muestra el hecho de que respetar los límites de lo halal es suficiente para alcanzar la felicidad y elevar a los seres humanos al nivel de la perfección. Por el contrario, el conflicto con estos límites, que son amplios, y el mezclarse con lo que es haram y dudoso, son actos dañinos para el siervo de Allah. El Profeta Muhammad, que Allah le bendiga y le conceda la paz, dijo de lo dudoso, que a veces puede ser difícilmente separado de lo haram:

“Abandonad lo que trae la duda a vuestros corazones, adoptad lo que es inequívoco.”

No obstante, sería un grave error caer en el otro extremo de no aceptar nada, incluso lo halal, creando confusión al respecto.

Islam insiste en mantener el equilibrio y seguir el camino medio en toda circunstancia. El objetivo del Islam no es imponer límites a los seres humanos. Al contrario, su objetivo es hacer que vivan sin ansiedad, felices y en paz. Este sosiego se alcanza devolviendo al corazón su lugar, de donde brota toda belleza. Para lograrlo, basta con oír, sentir y aplicar los profundos y refinados atributos del corazón del Profeta, que Allah le bendiga y le conceda la paz.

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