“Ciertamente Constantinopla será conquistada
por los Musulmanes. El líder que va a tomarla es el mejor de los líderes. El
ejército que va a conquistarla es el mejor de los ejércitos”
(Hadiz del Sagrado Profeta
–asws- en el que alude a la conquista de Estambul por el Sultán Otomano Mehmet
Fatih en el año 1453, citado por Sheykh Maulana Nazim en Saltanat Vol. 1 cap. 3)
Bismillahi
Rahmani Rahim
Los Otomanos se demostraron a
sí mismos gobernando durante 700 años de manera justa. Si la gente no sabe cómo
gobernaron, sólo tienen que observar desde el final (del Califato), desde 1923,
hasta hoy en día, todo lo que ha ocurrido entre esas fechas. Entonces
comprenderán cuantas cosas erróneas le ocurrieron a este mundo desde entonces
hasta hoy en día. En aquel momento había una sola nación. Los occidentales
entraron, la destruyeron e hicieron de ella 45 naciones diferentes. Eso por sí
mismo debería ser suficiente para entender cómo nos destruyeron.
Cuando el Imperio Otomano estaba
de pie era imposible para ellos ingresar y dividirnos. La historia está allí,
sea que nos guste o no. Ellos no
vivieron para sus propios egos; vivieron para la Nación de Muhammad, para hacer
que sus miembros se vuelvan mejores siervos de Allah, y vivieron para complacer
a Allah y a Su Profeta (asws).
De modo que está mal que la
gente ataque a los Otomanos, en especial a los Sultanes Otomanos, los cuales
todos estaban en diferentes niveles de Santidad (Wilayat). No llegó ni un solo Sultán Otomano que no fuera un Wali (un
íntimo de Allah). Todos fueron Amados de
Allah, e intentaron hacer lo que Allah y Su Profeta (asws) quisieron que
hicieran.
Creemos que ellos hicieron lo
que les correspondía, pero que nosotros no hemos hecho lo que nos corresponde,
y encontramos muy fácil hoy en día atacar a aquellos que se erigieron
firmemente contra los incrédulos. El Islam nos ha podido llegar hoy en día
gracias a ellos, porque se levantaron con firmeza. De otro modo, hoy ni siquiera
seríamos Musulmanes. Además, la gente debe entender que atacar o decir
cualquier otra cosa negativa contra aquellos que hicieron su mejor esfuerzo por
la seguridad del Islam, por la seguridad de los demás, no les va a dar nada.
Sólo los va a llevar a estaciones más bajas, no va a hacer que nadie adquiera
títulos elevados y honrosos.
Esta clase de cosas no deberían
ocurrir entre creyentes, especialmente entre Osmanlí Naksibendis. Nosotros
somos aquellos a quienes Gransheykh (Maulana Nazim) ha ordenado intentar
despertar nuevamente el modo de vida Otomano. Hay muchos que no entienden que
cuando dices “Otomano”, no significa turco o árabe. Si eres árabe, eres
Otomano. Si eres pakistaní, eres Otomano. Si eres turco, eres Otomano. Si eres
bosnio, eres Otomano. Si eres inglés, eres Otomano. Si eres norteamericano,
eres Otomano. Si eres de cualquier otra nación y estás aceptando el Islam (el Islam de Ahl as-Sunna wal-Yama’a, del que
los Otomanos fueron celosos custodios), entonces debes venir a estar bajo
una sola bandera, la bandera Otomana. ¿Qué es lo difícil de esto? Todos aceptan
ser americanos, pero no aceptan ser Otomanos. Cuando vas a Grecia, esa persona
dice: “Soy greco-americano”; los turcos: “soy turco-americano”; italianos:
“ítalo-americano”. Pero nadie está diciendo: “soy árabe-Otomano” o
“turco-Otomano”, o “soy tal cosa-Otomano”.
La gente me demuestra que no ha
entendido cómo gobernaron los Otomanos. La Dinastía Otomana fue conducida por
personas de origen turco; al igual que los Abasidas y los Omeyas fueron árabes,
el sistema de gobierno de los Otomanos estaba liderado por turcos. Gobernaron
con justicia. Y no se equivoquen. A cualquiera que los esté atacando,
ciertamente podemos decirle: “no lo hagas”, pero si insisten en atacar, se
harán daño a sí mismos. Y existe la posibilidad incluso de que pierdan su fe,
ya que están atacando a Amados de Allah.
Los miembros de esa familia han
sido elogiados y protegidos por el Sagrado Profeta (asws), cuando él dijo:
“Aquél que va a conquistar Estambul es el más grande de los generales y su
ejército es el mejor de los ejércitos” (alusión a Sultán Mehmet Fatih, de quien
Sheykh Abdul Kerim desciende por línea
paterna).
Fue un error atacarlos en ese
entonces y lo sigue siendo hoy en día. Pero no hemos aprendido de los errores
que cometieron nuestros antepasados, quienes se levantaron contra los
gobernantes del Islam y auxiliaron a los incrédulos para hacer caer al Islam.
Hoy sus descendientes intentan continuamente repetir el mismo error. Nosotros
no. Nosotros deberíamos comprender lo que esa gente hizo, cómo se levantaron
contra el sultán, contra el Califa, y cómo entonces todo se vino abajo y en qué
situación se encuentra el mundo hoy en día*.
No necesitas preguntarle a
nadie, puedes verlo por ti mismo. Todos lo estamos viendo. A donde quiera que
vayas puedes ver la clase de situación en la que el mundo se encuentra hoy en
día. Lo han convertido en un infierno.
Insha’Allah esto es suficiente
para quienes quieren aprender algo. De otro modo, la gente siempre encuentra
algo por lo cual discutir unos con otros. Pero yo no permito que esas personas
que aceptan a Sheykh Maulana como Grandsheykh y a nosotros como su
representante para ellos, no permito que discutan. No hay discusión en nuestro
Camino. No es aceptable y somos muy estrictos con la disciplina y la conducta.
(Fragmentos del sohbet dado por
Sheykh Abdul Kerim Effendi el 1/07/2005. Original en inglés bajo el título “We
Are Ottomans”.)
*Entre los factores que favorecieron el levantamiento contra la
autoridad del Califato se encuentra la irrupción del colonialismo occidental y
la historia que los orientalistas presentaron a los Musulmanes en la que estos
eran las “víctimas de un atraso que los sumía en las tinieblas de la
ignorancia” frente a los apabullantes “avances tecnológicos y culturales” del
occidente moderno. Se culpó del atraso a la autoridad, y comenzaron a
proliferar, en el ámbito de la intelectualidad musulmana, movimientos
inspirados directamente por la educación occidental, entre ellos el Islah y la
Nahda, que bogaban por una completa reforma institucional, cultural y
religiosa, programada desde la perspectiva del “desarrollo” occidental. Estos
movimientos se levantaron contra lo establecido durante cerca de 14 siglos en
el mundo Islámico, pretendiendo una visión “renovada” del Islam, de acuerdo a
las premisas que las fuerzas colonialistas necesitaban para imponer su
diabólica hegemonía. Autores como Muhammad ‘Abdu y Yamaluddin Afghani,
propulsores de la Salafiyya, fueron los encargados de sentar las bases de las
ideologías corruptas cuyo objetivo sería acabar con la vivencia del Islam Tradicional.
Estos movimientos favorecieron la apertura para los sentimientos nacionalistas
que llevarían a la ruina del Imperio Otomano. La historia es mucho más
profunda. Sólo hemos querido dar una mínima aproximación a lo sucedido; queda
en lo personal la voluntad de investigar y conocer nuestra historia como
Musulmanes.
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