viernes, 6 de julio de 2012

El Honor de ser Otomanos


 “Ciertamente Constantinopla será conquistada por los Musulmanes. El líder que va a tomarla es el mejor de los líderes. El ejército que va a conquistarla es el mejor de los ejércitos”

(Hadiz del Sagrado Profeta –asws- en el que alude a la conquista de Estambul por el Sultán Otomano Mehmet Fatih en el año 1453, citado por Sheykh Maulana Nazim en Saltanat Vol. 1 cap. 3)

Bismillahi Rahmani Rahim
Los Otomanos se demostraron a sí mismos gobernando durante 700 años de manera justa. Si la gente no sabe cómo gobernaron, sólo tienen que observar desde el final (del Califato), desde 1923, hasta hoy en día, todo lo que ha ocurrido entre esas fechas. Entonces comprenderán cuantas cosas erróneas le ocurrieron a este mundo desde entonces hasta hoy en día. En aquel momento había una sola nación. Los occidentales entraron, la destruyeron e hicieron de ella 45 naciones diferentes. Eso por sí mismo debería ser suficiente para entender cómo nos destruyeron.

Cuando el Imperio Otomano estaba de pie era imposible para ellos ingresar y dividirnos. La historia está allí, sea que nos guste o no. Ellos no vivieron para sus propios egos; vivieron para la Nación de Muhammad, para hacer que sus miembros se vuelvan mejores siervos de Allah, y vivieron para complacer a Allah y a Su Profeta (asws).

De modo que está mal que la gente ataque a los Otomanos, en especial a los Sultanes Otomanos, los cuales todos estaban en diferentes niveles de Santidad (Wilayat). No llegó ni un solo Sultán Otomano que no fuera un Wali (un íntimo de Allah). Todos fueron Amados de Allah, e intentaron hacer lo que Allah y Su Profeta (asws) quisieron que hicieran.

Creemos que ellos hicieron lo que les correspondía, pero que nosotros no hemos hecho lo que nos corresponde, y encontramos muy fácil hoy en día atacar a aquellos que se erigieron firmemente contra los incrédulos. El Islam nos ha podido llegar hoy en día gracias a ellos, porque se levantaron con firmeza. De otro modo, hoy ni siquiera seríamos Musulmanes. Además, la gente debe entender que atacar o decir cualquier otra cosa negativa contra aquellos que hicieron su mejor esfuerzo por la seguridad del Islam, por la seguridad de los demás, no les va a dar nada. Sólo los va a llevar a estaciones más bajas, no va a hacer que nadie adquiera títulos elevados y honrosos.

Esta clase de cosas no deberían ocurrir entre creyentes, especialmente entre Osmanlí Naksibendis. Nosotros somos aquellos a quienes Gransheykh (Maulana Nazim) ha ordenado intentar despertar nuevamente el modo de vida Otomano. Hay muchos que no entienden que cuando dices “Otomano”, no significa turco o árabe. Si eres árabe, eres Otomano. Si eres pakistaní, eres Otomano. Si eres turco, eres Otomano. Si eres bosnio, eres Otomano. Si eres inglés, eres Otomano. Si eres norteamericano, eres Otomano. Si eres de cualquier otra nación y estás aceptando el Islam (el Islam de Ahl as-Sunna wal-Yama’a, del que los Otomanos fueron celosos custodios), entonces debes venir a estar bajo una sola bandera, la bandera Otomana. ¿Qué es lo difícil de esto? Todos aceptan ser americanos, pero no aceptan ser Otomanos. Cuando vas a Grecia, esa persona dice: “Soy greco-americano”; los turcos: “soy turco-americano”; italianos: “ítalo-americano”. Pero nadie está diciendo: “soy árabe-Otomano” o “turco-Otomano”, o “soy tal cosa-Otomano”.

La gente me demuestra que no ha entendido cómo gobernaron los Otomanos. La Dinastía Otomana fue conducida por personas de origen turco; al igual que los Abasidas y los Omeyas fueron árabes, el sistema de gobierno de los Otomanos estaba liderado por turcos. Gobernaron con justicia. Y no se equivoquen. A cualquiera que los esté atacando, ciertamente podemos decirle: “no lo hagas”, pero si insisten en atacar, se harán daño a sí mismos. Y existe la posibilidad incluso de que pierdan su fe, ya que están atacando a Amados de Allah.

Los miembros de esa familia han sido elogiados y protegidos por el Sagrado Profeta (asws), cuando él dijo: “Aquél que va a conquistar Estambul es el más grande de los generales y su ejército es el mejor de los ejércitos” (alusión a Sultán Mehmet Fatih, de quien  Sheykh Abdul Kerim desciende por línea paterna).

Fue un error atacarlos en ese entonces y lo sigue siendo hoy en día. Pero no hemos aprendido de los errores que cometieron nuestros antepasados, quienes se levantaron contra los gobernantes del Islam y auxiliaron a los incrédulos para hacer caer al Islam. Hoy sus descendientes intentan continuamente repetir el mismo error. Nosotros no. Nosotros deberíamos comprender lo que esa gente hizo, cómo se levantaron contra el sultán, contra el Califa, y cómo entonces todo se vino abajo y en qué situación se encuentra el mundo hoy en día*.

No necesitas preguntarle a nadie, puedes verlo por ti mismo. Todos lo estamos viendo. A donde quiera que vayas puedes ver la clase de situación en la que el mundo se encuentra hoy en día. Lo han convertido en un infierno.

Insha’Allah esto es suficiente para quienes quieren aprender algo. De otro modo, la gente siempre encuentra algo por lo cual discutir unos con otros. Pero yo no permito que esas personas que aceptan a Sheykh Maulana como Grandsheykh y a nosotros como su representante para ellos, no permito que discutan. No hay discusión en nuestro Camino. No es aceptable y somos muy estrictos con la disciplina y la conducta.

(Fragmentos del sohbet dado por Sheykh Abdul Kerim Effendi el 1/07/2005. Original en inglés bajo el título “We Are Ottomans”.)

*Entre los factores que favorecieron el levantamiento contra la autoridad del Califato se encuentra la irrupción del colonialismo occidental y la historia que los orientalistas presentaron a los Musulmanes en la que estos eran las “víctimas de un atraso que los sumía en las tinieblas de la ignorancia” frente a los apabullantes “avances tecnológicos y culturales” del occidente moderno. Se culpó del atraso a la autoridad, y comenzaron a proliferar, en el ámbito de la intelectualidad musulmana, movimientos inspirados directamente por la educación occidental, entre ellos el Islah y la Nahda, que bogaban por una completa reforma institucional, cultural y religiosa, programada desde la perspectiva del “desarrollo” occidental. Estos movimientos se levantaron contra lo establecido durante cerca de 14 siglos en el mundo Islámico, pretendiendo una visión “renovada” del Islam, de acuerdo a las premisas que las fuerzas colonialistas necesitaban para imponer su diabólica hegemonía. Autores como Muhammad ‘Abdu y Yamaluddin Afghani, propulsores de la Salafiyya, fueron los encargados de sentar las bases de las ideologías corruptas cuyo objetivo sería  acabar con la vivencia del Islam Tradicional. Estos movimientos favorecieron la apertura para los sentimientos nacionalistas que llevarían a la ruina del Imperio Otomano. La historia es mucho más profunda. Sólo hemos querido dar una mínima aproximación a lo sucedido; queda en lo personal la voluntad de investigar y conocer nuestra historia como Musulmanes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario