Los
jenízaros (en turco yeniçeri, que significa nuevas tropas/soldados) constituían
unidades de infantería adiestradas; no en vano eran la elite del ejército
otomano, y entre sus muchas misiones destacaba la de ser los encargados de la
custodia y salvaguarda del sultán otomano, así como de las dependencias de
palacio, siendo considerados su guardia pretoriana.
Origen de los jenízaros
El
sultán Orhan I, gobernante del incipiente Imperio otomano, fundó el cuerpo
militar de los jenízaros alrededor de 1330. Estuvo en un principio formado por
combatientes no musulmanes, sobre todo jóvenes cristianos y prisioneros de
guerra. Orhan quizá fue influenciado por los sultanes mamelucos para la
creación de este modelo de cuerpo militar. Los jenízaros se convirtieron en el
primer ejército otomano permanente, sustituyendo a fuerzas que estaban
conformadas principalmente por guerreros tribales, en cuya lealtad y moral no
siempre se podía confiar. Además, ningún combatiente libre (no esclavizado)
consentiría ser un soldado de infantería, considerando el arriesgado destino
que le era asignado.
Instrucción, adiestramiento y estilo de
vida de los jenízaros
Las
primeras unidades jenízaras tenían entre sus filas a cautivos de guerra y
esclavos. Después de los años 1380, el sultán Selim I incrementó sus filas como
resultado de un impuesto en forma humana denominada devshirmeh. Los hombres del
sultán reclutarían a varios niños no musulmanes, por lo común niños cristianos
—elegidos en un principio al azar y más tarde mediante una estricta selección–,
para ser adiestrados. En siglos posteriores parecen haber tenido predilección
principalmente por candidatos griegos y albaneses. Por lo general seleccionaban
a niños de entre siete y catorce años, y su número se regía por la necesidad de
soldados del momento. Más tarde las autoridades otomanas ampliarían el
devshirmeh a Hungría. Podría esperarse que residentes locales no apreciaran la
costumbre otomana cuando se procedía al reclutamiento forzoso, aunque numerosas
poblaciones veían en ello una fuente de riqueza y un próspero futuro para sus
hijos por los beneficios que derivaban de pertenecer a dicho cuerpo militar.
Los
jenízaros eran adiestrados bajo una disciplina estricta con duros
entrenamientos físicos, enseñanzas en el manejo de armas de la época y tácticas
militares, así como una impecable educación (aprendían diversos idiomas,
literatura, contabilidad, etc.) y en condiciones prácticamente monásticas en
las escuelas Acemi Oğlanı. En dichas escuelas de instrucción se esperaba que
permanecieran célibes y fueron al menos alentados a convertirse al Islam, lo
que la mayoría así hizo. En la práctica, los jenízaros pertenecieron al sultán.
A diferencia de los musulmanes libres, les estuvo expresamente prohibido
dejarse crecer la barba, permitiendo tan sólo un bigote. Se les inculcó desde
un primer momento que consideraran al cuerpo de jenízaros como su casa y
familia, y al sultán como su padre real, de facto. Sólo aquéllos que
demostraron ser lo suficientemente fuertes durante el periodo de instrucción
alcanzaron el rango de un jenízaro verdadero, normalmente a la edad de
veinticuatro a veinticinco años. El regimiento heredaba las propiedades de los
jenízaros fallecidos.
Los
jenízaros también aprendieron a seguir los dictados del santo derviche Hacı
Bektaş-ı Veli, que había bendecido las primeras tropas. De este modo, la orden
sufí Bektaşı y sus derviches se convirtieron en una especie de capellanes para
la guardia jenízara. En este aspecto, así como sus similitudes en su vida
aislada, los jenízaros se asemejan a las órdenes monásticas cristianas de
guerreros monjes, como la de los Caballeros de San Juan o la Orden del Temple.
La guardia jenízara
El
número de integrantes de las tropas jenízaras varió según la época desde 100 a
más de 200.000. La guardia jenízara estaba organizada en orta (equivalente en
turco a regimiento). Suleyman Kanuni poseía 165 ortas, pero el número con el
tiempo aumentó a 196. El sultán era el comandante supremo de los jenízaros, si
bien el cuerpo era organizado y comandado por el ağa (comandante). La guardia
jenízara se dividía en tres categorías:
Cemaat (tropas fronterizas), con 101 ortas.
Beyliks o beuluks (la guardia personal del
sultán), con 61 ortas.
Sekban o seirnen, con 34 ortas.
Además
existían 34 ortas integradas por los acemi (aprendices). En un principio, los
jenízaros podían ascender de rango tan sólo dentro de su propia orta y sólo por
criterios de antigüedad y jerarquía. Abandonaban la unidad tan sólo para asumir
el mando de otra.
La estricta
disciplina hizo de los Jenízaros auténticos Ghazis, guerreros de la Fe, que
bajo el imperio del Sultán difundieron y defendieron victoriosamente la Verdad
y la Justicia de la mano del Islam.
¡Que
Allah Todopoderoso santifique las almas de nuestros nobles antepasados!
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