miércoles, 2 de mayo de 2012

Introducción a la Medicina Natural -Maulana Sheykh Nazim-

Bismillahi Rahmani Rahim
Ésta es una corta introducción que presenta un pequeño libro sobre medicina y remedios, algo muy necesario para la gente de hoy en día, dado que las enfermedades están aumentando, y que los médicos o científicos tienen cada vez más difícil encontrar nombres, tratamientos o medicinas para curar estas enfermedades.

Las enfermedades sencillas tienen una cura sencilla, pero a lo largo de la historia de la humanidad, con cada vez mayor desobediencia, también las enfermedades han comenzado a ser desobedientes respecto a las medicinas, y ya no se pueden curar. Con permiso de Allah Todopoderoso, una gravísima enfermedad puede derrotarse con una medicina sencilla, pero cuanto más desleal y desobediente se hace la humanidad respecto a las Leyes Divinas, más enfermedades se hacen imposibles de curar, incluso las más simples.

Hoy en día, tenéis que utilizar muchísimas medicinas para curaros. ¡No creáis que estas medicinas y operaciones tengan ninguna utilidad! Si las personas fueran servidores obedientes, Allah Todopoderoso podría darles salud y quitar sus enfermedades. Mientras la gente siga pensando que las medicinas les van a quitar las enfermedades, las enfermedades no se van a ir.

La agobiante presión de las medicinas artificiales les va a dar somnolencia, o incluso les llevará a perder la conciencia. Y después, al retirar esta poderosa medicina-veneno, las bacterias y microbios se despiertan y empiezan a moverse y atacar los órganos, porque Allah Todopoderoso da la orden: “¡Destruid!”

La razón de todo ello es la desobediencia. Estas personas nunca piensan que la salud viene de Allah, piensan que la salud viene de las pastillas, las píldoras y las operaciones. Esto es un gran pecado. Una vez visité a un doctor en Karachi, Pakistán. Era una clínica sencilla. Encima de la puerta estaba escrito un Sagrado Verso del Sagrado Corán: “Si estuviere enfermo, mi Señor me dará salud” (26:80). Esta es una gran llamada de atención para cualquiera que acuda a un médico. No es correcto decir, “Este médico no sabe nada”. La curación no viene del médico ni de las medicinas, sino de Allah. Cuando las personas dejaron de creer en esto y se fueron del paraíso, miles y miles de enfermedades cayeron sobre ellos, incluso existiendo únicamente 360 órganos.

Algunas personas vienen a mí después de haber visitado muchísimos médicos. Dicen, “¡Nadie sabe cómo curar esta enfermedad!” Lo que yo veo es que cada día aparecen nuevas enfermedades, de las que ni los más sabios saben nada. En parte son enfermedades muy extrañas, relativas a: los ojos, las orejas, la lengua, el cerebro, la garganta, el corazón, el hígado, los pulmones, el estómago, el riñón, los huesos, la sangre, la nariz…

En nuestros días, tal complejidad surge de nuestros cuerpos. La gente se enferma, se siente enferma, van a un especialista, a laboratorios, se hacen rayos X, se sienten enfermos, vuelven a ir, y después de haberse hecho un chequeo completo, los doctores les dicen:

“No hay nada que esté mal”.

“Pero estoy enfermo”.

“Todo está bien”.

“Me siento enfermo”.

Ésta es otra forma de castigo, el sentirse enfermo. No hay ninguna medicina para ello, pero les darán drogas para olvidar, para hacer que algunas partes de su cerebro no funcionen. El especialista se sentirá obligado a dar drogas y entonces, aunque el paciente no esté enfermo, el médico lo va a envenenar. Millones de personas tienen este tipo de enfermedad.

Lo último es cuando los médicos dicen “Tenemos que operar en la cabeza”. Entonces tocan el cerebro. Son las operaciones con mayor dificultad, nadie debería aceptar que se las hicieran. Con las operaciones del corazón es lo mismo: es peligroso e inútil.

Utilizar un cuchillo siempre es dañino, pero hoy en día la mayor parte de médicos corren a cortar. Esto es algo muy difícil, y muy dañino. Sin utilizar un cuchillo, existen tratamientos para toda enfermedad, una medicina natural. Puede llevar más tiempo, pero no tiene efectos secundarios.

Creemos que existen muchas razones por las que las personas se ponen enfermas. Algunas son razones físicas, otras espirituales. Y así, como creyentes, no aceptamos que todas las dolencias provengan solamente de desórdenes relacionados con esta vida. También hay una reacción celestial que influye sobre las personas y las enferma.

Todos los profetas aconsejaron a sus naciones, a sus creyentes, a sus seguidores, que utilizaran la caridad como una protección contra las enfermedades. No es únicamente en el Islam que decimos que la caridad os protege contra las enfermedades. Todas las religiones han manifestado a través de sus profetas la importancia de dar o realizar caridad.

Esta es la razón por la que estemos repitiendo las mismas órdenes que dieron todos los profetas, incluyendo el último profeta, la paz sea sobre él, y sobre ellos. Primero tiene que hacerse o darse caridad. Antes de utilizar ninguna medicina, la gente tiene que intentar curarse a sí misma mediante la caridad. Es por eso que la caridad es tan importante.

Cuando comprendemos esto, el tratamiento para los creyentes es sencillo. Para los no creyentes, la cura es muy difícil. Sus propias almas ayudan a los creyentes a curarse, pero los no creyentes tienen almas que están en contra de ellos, y que nunca los van a apoyar. Por ello, la cura de los no creyentes será más y más larga, o incluso puede que sigan igual hasta el último momento de sus vidas.

Los creyentes, en cambio, debido a que sus almas les apoyan y les ayudan, pueden ser rápidamente tratados y curados.

Así que, el factor más importante para el tratamiento y cura de una enfermedad es dar caridad – “SADAQA”.

Éste es el momento de la historia más terrible y peligroso para las personas, también para mantenerse a salvo frente a todas las enfermedades desconocidas. Cuanto más busquen los médicos y los investigadores, más enfermedades encontrarán, así como más medicinas y tratamientos contra las mismas. Será imposible llegar a un límite. El número de enfermedades y el número de tratamientos existentes en nuestros días ha alcanzado un punto culminante. Esto es extenuante para médicos y científicos, quienes están llegando a un punto en que pierden la esperanza de poder impedir la difusión de las enfermedades, o poder controlarlas. Por ello, estamos buscando una medicina que sea la clave para poder tratar a la humanidad. El primer tratamiento de todos, para cualquier persona enferma, es: deben creer.

La no creencia conlleva un número interminable de motivos para la enfermedad. Y por ello, el tratamiento previo para la humanidad es: lo más importante es creer en la existencia del Señor de los Universos. En segundo lugar, la humanidad necesita aceptar los consejos. Primero, del Señor de los Cielos; segundo, de Sus Profetas, y tercero, de los Amigos del Señor. Si no oyen y escuchan las Advertencias Celestiales del Señor Todopoderoso Allah, de Su bienamado Profeta Sayidina Muhammad, de todos los profetas; y tampoco están aceptando los consejos de los demás herederos de los profetas, los santos, los amigos de Allah, entonces sufrirán, y ya no habrá cura para ellos.

Quizá incluso el mismo tratamiento sea un castigo para ellos. En nuestros días, casi todos los tratamientos implican cirugía, y la cirugía no es un verdadero tratamiento. No fue hasta en este siglo que empezó a utilizarse la cirugía de esta forma exagerada. Hoy en día, la cirugía es el principal tratamiento para las enfermedades. Es posible que hasta un 99 % de los médicos prefieran utilizar únicamente el cuchillo quirúrgico. Quieren cortar, coser, añadir, destruir, ¡y nada más! Esto no es un tratamiento, es un castigo.

Es por ello que decimos: todo el mundo debe creer en la existencia del Señor de los Cielos, tienen que creer en la existencia del Creador de todo el universo, y tienen que creer en Su Voluntad. También han de creer que el tratamiento de Sus sirvientes puede provenir únicamente de Su Voluntad. Únicamente si Él quiere, el tratamiento puede llegar a las personas, a las personas enfermas. Si Él no quiere, sólo va a llegar más castigo, no tratamiento.

Por esta razón, sólo una pequeña parte del total de personas se ha librado de que un cuchillo corte su cuerpo. Esta es una de las formas en que este castigo llega a todo el mundo, de Este a Oeste. La enfermedad es un castigo para las personas que viven en nuestros días. Después de recibir tal castigo, el tratamiento que pidan será su siguiente castigo, y el resultado de esto es que van a quedar lisiados. En nuestros días, todas las partes del cuerpo han sido tocadas por cuchillos. Todo ello es otra forma castigo, ¡no van a dejar descansar nunca al paciente! No es un tratamiento.

Con la autoridad que se me ha dado, estoy aconsejando a toda la humanidad para que oigan y escuchen las palabras del Señor. Si no están escuchando y obedeciendo, el castigo simplemente lloverá sobre ellos todos los días, y no habrá tratamiento o medicina para ellos. No habrá felicidad ni descanso para sus cuerpos o mentes, ni para sus corazones.

Esto incluye escuchar a Su bienamado mensajero Sayidina Mohammed, que la paz sea sobre él. Allah Todopoderoso le mostró todos los tipos de tratamiento. Todas las enfermedades son bien conocidas por el Sello de los Profetas, y se le han dado conocimientos celestiales referentes a las medicinas y los tratamientos para cada tipo de enfermedad.

Estamos aconsejando utilizar algunos de estos tratamientos divinos, medicinas simples, medicinas naturales. Ya que nuestros cuerpos pertenecen a la naturaleza, su cura puede provenir únicamente de medicinas naturales. Todas las cosas artificiales que crecen en nuestros días, van en contra de la naturaleza de la humanidad. Por ello, ¡hay que pararlo! Toda medicina artificial, sintética, está en contra de la naturaleza de nuestra estructura, por lo que debe ser frenada. Daña y perjudica la estructura de nuestros cuerpos. La gente del siglo XX ha perdido la capacidad de tener paciencia. La humanidad no tiene más paciencia. Están pidiendo tratamientos rápidos, y el tratamiento con medicina natural lleva tiempo, pero la humanidad no tiene paciencia, y piden que su dolor y sufrimiento se terminen rápidamente. Por ello, quieren nuevas medicinas artificiales fuertes, y no les importa si están dañando sus cuerpos. Su único interés es parar rápidamente su dolor y sufrimiento.

Un consejo importante para las personas enfermas: sed lo bastante pacientes para utilizar medicinas naturales. Estas medicinas naturales se han utilizado a través de los siglos, desde el inicio de la vida en la tierra. En su mayor parte, se han enseñado a las personas a través de conocimientos celestiales, mediante los profetas y mensajeros. Y se han completado mediante el Sello de los Profetas, Seyidina Muhammad, la paz sea sobre él.

La humanidad también debe intentar mantener sus cuerpos a salvo. La forma de hacer esto es alejarnos de todo lo que daña nuestro cuerpo. Todo lo que daña nuestro cuerpo físico viene mencionado en los mensajes celestiales, conocimientos celestiales, advertencias celestiales y tratamientos celestiales. Tenéis que ateneros a estas normas, y apartaros de toda cosa dañina y perjudicial que esté escrita en los Libros Sagrados, habiendo sido prohibida por el Señor Allah Todopoderoso. En la medida en que vayáis en contra de los mismos, seréis castigados y no tendréis tratamiento.

Las enfermedades nunca vienen sin una razón: o es un castigo para hacer que esa persona obedezca, o es para mostrar el tratamiento a otros. Así, el que bebe alcohol ha de ser castigado. Todas las bebidas que dañan el cuerpo están prohibidas, y no deberían beberse. Cualquiera que vaya en contra de esto, y diga, “Oh, sólo un poquito…” será castigado sólo un poquito. Si una persona bebe un poquito de veneno sufrirá un poquito. Si toma más, sufrirá más. Esto es porque las cosas prohibidas son veneno, a nivel espiritual y físico.

Si alguien fuma, tiene que ser castigado. Si es sólo un poco, tiene que ser castigado sólo un poco. Si es mucho, el castigo será muy grande.

Si una persona come cerdo y lo que está prohibido en relación a los animales muertos, dañará su cuerpo, y tiene que ser castigada.

Si un hombre y una mujer cometen actos ilegales: una dos, tres veces, algo va a atacarlos a ella y a él, y serán castigados. Hasta que la gente se aparte de estas cosas que estoy mencionando, van a ser castigados más tarde o más temprano.

En tiempos del Profeta, la mayor parte de personas eran ignorantes, y hacían de todo. Entonces vino el Islam, lo aceptaron, y se les limpió mediante el seguimiento de las órdenes del Señor. Igualmente, si alguien hoy en día hace algo mal por ignorancia, y después dice, “Quiero cortar con esto, y ahora, mi Señor, escucho y obedezco…”, entonces pueden apartarse las enfermedades por la Voluntad Divina, sin usar ningún tipo de medicina. Por ello, éste es el tratamiento para ellos y para ellas, y está bien. Cuando se apartan de la increencia, “Kufr”, apartan al mismo tiempo todo lo malo.

Pero debe saberse que todas las cosas prohibidas traen enfermedades, enfermedades desconocidas. Igual que ocurre en nuestros días, en que enfermedades desconocidas llegan a nosotros a través de las personas homosexuales, y no hay medicina, ni tratamiento, porque va en contra de la Orden Sagrada del Señor de los Cielos. Si encuentran alguna cura, vendrá otra enfermedad incurable, porque el Creador puede crear muchas bacterias y virus. No tiene fin…

Por ello, la primera protección es no colocar el cuerpo frente al peligro. Es lo mismo que poner la mano en un alambre electrificado: la persona que lo hace, siente la reacción de dolor. En el caso de los niños nacidos con enfermedades, son los padres los que están siendo castigados, no los niños. Si la gente tiene cuidado, entonces están protegidos. Para estas personas es fácil ser tratados. ¡Sencillo! Incluso el agua, la fuente de vida, les servirá de tratamiento, y puede ser su medicina.

Allah creó el agua fría y el agua caliente. Podéis echaros en agua fría o en agua caliente, o en barro, y vuestro cuerpo puede salir renovado. Podéis beber algo de agua y limpiar vuestro interior. Podéis comer uvas y será una medicina. Podéis comer melón y os dará fuerza. Podéis comer trigo y os va a dar poder. Todo lo que utilicemos como una gracia o como un favor de Allah Todopoderoso, será al mismo tiempo poder y medicina para nosotros. De este modo, no hay necesidad de buscar otras medicinas, porque el Señor de los Cielos, el Señor de los niños de Adán, lo creó todo, y dio un tratamiento para todo. El poder de la vida está en todos los alimentos, por lo que toda comida es también medicina. La única condición es decir, “En el nombre de Allah, Quien creó esto para la abundancia y salud de sus sirvientes”, en el momento de comer o beber. Utilizadlo todo en Su Nombre, y será medicina y tratamiento para vosotros.

Este es el único propósito para el cual lo creó el Señor, no para ser esquivado por Sus sirvientes. Acudís a renombrados médicos o especialistas, quienes os dicen, “No comáis esto, no toquéis aquello, no uséis lo otro…”. Esto no es un tratamiento: es un castigo por no usarlo en nombre del Señor que lo creó. Así, Allah os lo quita y, como castigo, los médicos os van a decir: “No comáis azúcar, no comáis fruta, no comáis carne, no toquéis la mantequilla, y no toquéis la miel…”.

La humanidad tiene que aprender, y empezar a mostrar su humildad respecto al Señor de los Cielos. En la medida en que no lo hagan, en la medida en que no acepten su servidumbre, serán castigados, y nada les proporcionará tratamiento ni salud, ni siquiera matando al mundo entero a base de medicinas. El mundo entero puede llenarse de doctores, y medicinas, y especialistas, y seguirá siendo imposible dar a la humanidad salud, descanso, o satisfacción, o quitar sus sufrimientos y miserias. Esto tiene que ser bien sabido.

Estoy hablando a toda la humanidad, de forma que sean advertidos por las Advertencias Celestiales. Todo lo que viene expuesto en este pequeño cuaderno se dice bajo esta condición. Confío en que las bendiciones infinitas del Señor de los Cielos hagan que sea útil a la humanidad. Que Allah nos bendiga y acepte nuestro arrepentimiento, y nos conceda de Sus infinitas bendiciones, de manera que seamos buenos creyentes y buenos sirvientes.

Sheykh Nazim Al-Haqqani An-Naqshbandi – 1410/1989

-Insha'Allah en próximas entradas publicaremos las curas naturales que Maulana Sheykh ofrece para paliar enfermedades habituales.-

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