Bismillahi
Rahmani Rahim
El Islam es un sistema de vida
cuya amplitud engloba dentro de sí diferentes manifestaciones culturales dadas
la diversidad de razas, pueblos y tribus que convergen bajo una misma creencia.
Sin embargo debemos aclarar
algunas cuestiones que pueden prestarse a confusión y controversia.
En primer lugar no debemos
confundir manifestación cultural con creencia. Todo pueblo, en vistas de las
posibilidades particulares que guarda en si mismo y con base en la Tradición,
puede desarrollar aspectos culturales propios y distintivos que resultan en
diferencias creativas entre pueblos y razas, diferencias que deben redundar en
un intercambio de aprendizajes y no en
la mutua exclusión. En tanto que la creencia (y dentro de ella incluimos los
principios del Islam y del Iman), como fundamento de la Tradición que servirá
de plataforma para todo desarrollo cultural, es una, única e inmodificable ya
que no depende del aspecto particular de un pueblo determinado, sino que corresponde
al ámbito de la Divina revelación.
La
cultura es un rasgo distintivo de un pueblo determinado, en tanto que la
creencia es el fundamento único que hermana y universaliza a los pueblos.
Sobre la base de la correcta
observancia y respeto a la Traición, es decir, a la creencia, un pueblo puede
desarrollar positiva y libremente sus posibilidades particulares y generar
culturas enriquecedoras para los pasos de la humanidad en este mundo. Así encontramos
hermosos e ilustrativos ejemplos en el mundo del Islam por parte de los
Imperios Otomano y Manden de Sundiata
Keita, quienes en base a la Tradición supieron amalgamar diversas culturas y
permitir el crecimiento de pueblos diferentes bajo la bandera del Islam. También
es apropiado recordar que si bien fueron grandes propulsores del dinamismo
cultural de los pueblos, ambos imperios defendieron la creencia contra toda
insurgencia tanto desde el exterior como del interior, como fue el caso de los
otomanos contra el fermento de la desviación Shiíta y la victoria de Sundiata
sobre el hechicero animista Soumaro.
En Jurisprudencia Islámica se
emplea el término al-‘Urf para designar las costumbres culturales autóctonas
que sin suponer una contradicción evidente a la creencia, constituyen una
fuente de enriquecimiento que de acuerdo con la Tradición colabora en el
crecimiento de los pueblos.
En el ámbito Islámico esto se
ha patentizado a través del arte, la arquitectura, la literatura, la música,
las ciencias, etc… Sin embargo, debemos ser cuidadosos al momento de considerar
nuestras lecturas de los diversos grupos que han surgido como alternativas de
una misma forma religiosa, ya que la mayor parte de las veces estas
alternativas suponen un peligro contra la claridad indudable de la creencia. Los
sabios de Ahl as-Sunnah wal-Yama’ah son quienes se han encargado de establecer
los lineamientos fundamentales sobre los que se erige la experiencia
tradicional del Islam. Alternativas como el salafismo, el wahabismo, el
shiísmo, el ismailísmo , y demás tendencias innovadoras suponen una subversión de
la creencia (‘aquida) original.
En Raíces y Sabiduría nos hemos
propuesto por un lado difundir las manifestaciones culturales generadas desde
el mundo Islámico tanto en el pasado como en la actualidad y brindar
información acerca de la Sabiduría Tradicional de Ahl as-Sunnah wal-Yama’ah.
Islam es un sistema de vida
completo, vasto y enriquecedor. Los modelos de conducta que guían nuestros
pasos tanto en el interior como en el exterior son nuestro Sagrado Profeta
Muhammad (asws) y sus nobles Sahaba. Por esto decimos que no somos ni salafis,
ni wahhabis, ni shiítas; somos Musulmanes Sunnis, es decir, aferrados a la
Sunnah (Tradición) de nuestro amado Profeta (asws), cosa que por un lado no
excluye para nada los colores culturales de los pueblos sino que los integra
(ya que no podemos exigir una homogenización cultural cuando en el mismo Qur’an
se niega), pero que sin embargo denuncia y expone las mutaciones innecesarias
que se operan sobre la creencia.
Conocer nuestra historia,
construir y mantener una identidad tradicional, enriquecernos de las
manifestaciones propias de la cultura, allanarán nuestro camino “consciente”
hacia la Divina Presencia.
Vínculo
relacionado: Notas sobre la Cultura y la Tradición
No hay comentarios:
Publicar un comentario