martes, 31 de enero de 2012

Una Rosa en Respuesta a una Flor.... -Maulana Sheykh Nazim-

Bismillahi Rahmani Rahim

Ya que no somos Profetas, somos propensos a hacer errores y a hacerles mal a los demás. Nos encontraremos a nosotros tratando mal a otra gente y a la gente tratándonos mal a nosotros; y cuando la gente nos trata mal es honorable para nosotros perdonarlos. Por lo tanto, si alguien los daña no se abstengan de tratarlo de la mejor de las formas. Aunque la principal ocupación de la humanidad consiste en que individuos se dañan a sí mismos y a los otros, Dios Todopoderoso no retiene Sus favores de nosotros. Es honorable para nosotros tratar de imitar esta magnanimidad de nuestro Señor.

Magnanimidad es una característica que protege al magnánimo. En el medio de eventos terribles que pronto descenderán sobre el Mundo, ni los tesoros ni las armas serán suficientes para la protección de una sola persona. Pero si ustedes han hecho una práctica de tratar a la gente con respeto y simpatía, las catastróficas convulsiones del mundo ocurrirán, y estarán a salvo, como si estuvieran situados en el ojo calmo de un huracán.

A mí no me concierne ordenarles a todos ustedes a hacer esto o aquello. Ustedes pueden ser Alemanes, Ingleses, Rusos, pueden ser Musulmanes, Católicos, Protestantes, Judíos: pero si ustedes hacen lo mejor para todos, siempre estarán a salvo.

Una vez, un viejo turco de Chipre vino a mí buscando consejo sobre una decisión crucial que enfrentaba, un problema de vida o muerte. Él dijo: "Oh mi Sheikh, necesito operarme, pero el cirujano que me asignó el hospital es Griego(Chipriota). Debería operarme o no?" Esto fue en el tiempo de la guerra civil entre los Chipriotas griegos y turcos (Yo odio los problemas entre la gente, en cualquier lugar o momento en que ocurran), y él tenía miedo que durante la operación el cirujano griego quisiera intencionalmente cortar algo adentro de él para matarlo, diciendo después que murió en la mesa de operaciones.

Le dije a aquel hombre mayor: "Míreme y escúcheme con atención: Si usted fuese un cirujano, y una persona griega llegara a usted para una operación, cree que podría cortarlo internamente para matarlo? Usted cree que podría ser capaz de hacer tal cosa?" Él contestó: "No, nunca; Yo nunca podría hacer tal terrible cosa!" Luego yo dije: "Entonces opérese y no se preocupe, no tiene nada que temer."

Sí, si ustedes intentan hacerle algo malo a alguien, rápidamente esa maldad se refleja sobre su corazón y aparece en él como malas intenciones y como malas acciones hacia ustedes. Esto ocurre como una defensa natural en los seres humanos contra los malos propósitos de los otros. Pero si ustedes proyectan lo bueno también encontrarán lo bueno reflejado hacia ustedes. Normalmente, las serpientes, animales salvajes y hasta los perros no se lanzan sobre la gente hasta que son atacados (a menos que estén locos de hambre o rabia). Cuando ellos sienten agresión de nosotros ellos atacan. Los animales tienen una percepción muy aguda y entienden nuestras intenciones - ellos nos atacan por miedo. En caso contrario, ellos seguirán su propio camino.

Cuando los seres humanos tienen contacto unos con otros, sus corazones pueden reflejar no solo maldad y agresión, sino también bondad. Si ustedes le dan a alguien una flor pueden esperar una rosa de él. Si, en cambio, clavan una espina en su costado, deben esperar una lanza a cambio. A lo largo del curso de sus vidas ustedes experimentarán la verdad de esta ley, y de la forma que la gente los trate ustedes pueden aprender algo, sobre sus propias intenciones, que puede estar ahora escondido hasta de ustedes mismos.

Pregunta: Si miramos las vidas de los Profetas, vemos que ellos tuvieron la mejor de las intenciones hacia la gente: para guiarlos hacia la eterna felicidad. No solo los Profetas tuvieron las mejores intenciones, pero estuvieron bajo la guía y orden directa de Dios Todopoderoso. Cómo, entonces, es que la gente los dañó y maltrató? Bajo la luz de la regla de que buenas intenciones y acciones resultan en buenos sentimientos y buenas reacciones de los otros, cómo podemos entender porque los Profetas fueron tan maltratados?

Respuesta: Los Profetas fueron oro puro. Virtualmente, en todo el resto de la gente el oro no es puro, sino una aleación. Cuando un metal es mezclado con otro metal de menor valor, el otro metal comienza a verse como una impureza en relación al que es precioso, en cuyo caso uno debe calentar la pieza entera del metal con aleación para remover la impureza. Pero cuando un metal es puro, puro oro, por ejemplo, ustedes deben volverlo a calentar para ablandarlo para poder hacer un `Naqsh' (un grabado, un diseño inscripto) sobre él. Entonces ese oro puro adquiere la distinción adicional de llevar un distinguido Naqsh. Por esta razón el Todopoderoso prueba a Sus Profetas: que ellos puedan siempre perfeccionarse y ascender de un nivel espiritual a otro. Ellos se agitan como si estuvieran montando olas de Cuidado y Ayuda Divina (Inayah)- olas de positividad.

Como para nosotros, cuando experimentamos negatividad de la gente, es en nombre de nuestra purificación y para que reexaminemos nuestras intenciones. Pruebas en manos de otros nos dan la oportunidad de examinarnos a nosotros mismos en esta luz, sabiendo que esos malos sentimientos son solo un reflejo de lo que nosotros mismos ponemos en el camino del mal. Pero los Profetas son puros, y el daño que la gente dirige hacia ellos es el medio por el cual el Todopoderoso enriquece sus personalidades proféticas.
Ahora estamos llenos de tantos y tantos deseos que han invadido nuestros corazones y los han ocupado en la forma en que un ejército agresivo y cruel ocupa la tierra de su enemigo. Bajo tales circunstancias, no es extraño que siempre nos sintamos oprimidos y perturbados. Cuando sufrimos volvemos a nuestros sentidos. Pero si alcanzamos la purificación y de tal modo, volvemos totalmente a nuestros sentidos volveremos a sentir el fuego de los problemas y las tribulaciones; pero entonces sabremos que a través de ellas nuestro Señor nos destina el bien para nosotros.

No es suficiente para un cohete tener un impulsador que lo empuje desde la Tierra a la atmósfera superior y más allá, también debe tener cohetes que lo guíen después que se ha escapado de la fuerza gravitacional de la Tierra.
Ahora estamos luchando contra la gravedad, la tracción hacia abajo de nuestros egos. Cuando nos liberamos de él debemos ver donde debemos ir desde allí.

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