miércoles, 6 de marzo de 2013

Refranero andalusí de Ibn Sharaf

Bismillahi Rahmani Rahim
Abu Abdullah Muhammad ibn Sa'id ibn Sharaf al-Yudámi nació en Qayrawán (Túnez) hacia el año 1000 de la era cristiana. Recibió una buena formación intelectual y fue admitido en la corte del soberano zirí al-Mu'izz ibn Bádi. Ante la invasión de los Banu Hilal, Ibn Sharaf, ya maduro, huyó con su soberano a Mahdiyya, y, al poco tiempo, a Sicilia, desde donde paso a al-Andalus. Recorrió varias cortes de los Reyes de Taifas instalándose en la de al-Ma'mun de Toledo. Falleció en Sevilla hacia el final del reinado de al-Mu'tadid en 1067. Compartimos a continuación algunas sentencias de su célebre refranero.

***
-No reprendas a un amigo por un simple fallo de carácter,
pues la luna que brilla en la noche también mengua.

-Quien hace del beneficio (a los demás) una protección de su honor,
aumenta éste, y quien no teme el qué dirán, dirán de él.

-Si el hombre no defiende su alberca con mano disuasiva,
acaba en carne comida de gusanos.

-Quien no defiende su alberca con las armas,
la ve derruida: el que no es injusto es víctima de injusticia.

-Si alguien visita demasiado a su amigo,
siente tedio el amigo, y él se aburre.

-Quien no cesa de imponer a los demás su presencia
y no la administra, se verá un día objeto de disgusto.

-Quien se arroja a hablar mal de otro,
arrastra opiniones, aunque se trate de mentiras.

-Debe guiarnos lo que le pasa al que es amigo del mundo:
este no cesa de serle enemigo, aunque mantenga ocultas sus tretas.

-Cuando un discreto escruta el mundo,
éste le descubre enemigos disfrazados de amigos.

-Nos engañan las trampas del mundo, una tras otra,
pues la primera no nos evita la segunda.

-Si no haces daño ni provecho, eres como piedra
o como muerto, alejado de los asuntos de la vida.

-Si nadie espera de ti nada, ni te teme,
eres como un muerto en su fosa.

-No recibe bien la gente en tierra de sus mayores
más que a aquél a quien temen o de quien algo esperan.

-Fiarse del mundo es tener en la mano un collar suelto,
cuyas cuentas se desgranan.

-No te haga desesperar lo arduo de un asunto;
que Allah tras dificultar las cosas, las allana.

-Confía en Allah, si es arduo lo que deseas, y di:
Cuando Allah allana el arreglo de algo, todo sale bien.

-El alma es una perla metida en su concha,
y la espada corta la mala vaina que la aprisiona.
Pero a veces ves una espada mellada, que no corta,
bien acicalada y en vaina con adornos.

-La espada corta, aunque esté herrumbrosa,
y su filo es el que taja cabezas, no la vaina.

-Por tanto, ¿sirven de algo a la espada sus adornos,
el día de la lid, si está mellado el filo?

-Todo el que goza de ventura, mientras la disfruta
no sabe qué es, hasta que ve cambiar su estado.

-Las gentes se esfuman como pesadillas,
y, mientras viven, son enfermos que se quejan de achaques.

-Las desgracias, aunque te afecten con el mal que hacen,
son las que te enseñan cómo era la felicidad perdida.

-Sosiega tus entrañas, que sobre ti caerán sin remedio
tanto las cosas que quieres como las que detestas,
y, cuando al temer cosa que te está predestinada
crees huir de ella, hacia ella te encaminas.

-Haz de toda la tierra una sola casa y de toda la humanidad un solo hombre, hasta ver que entre las gentes viene alguien aceptable.

-Fuerza es que el bien sea premiado en este mundo,
aunque a veces sea pronto o tarde.

-Vayas a saliente o poniente, siempre hallarás sustituto a un traidor;
que toda la tierra es del mismo polvo y todas las gentes son el mismo hombre.

-La igualdad pierde a los hombres; su conservación entraña
que haya entre ellos quien haga favores y quien los reciba.

-¡Ay! No es el mundo más que la savia en una mota de árboles:
cuando verdea una parte, otra se seca.

-Nunca encontré uno de los que sacan defectos al prójimo que no se gloríe precisamente de sus propios defectos:¡la desvergüenza es congénita!

-El que ves más audaz en poner de resalto
defecto tras defecto del prójimo, es quien está lleno de defectos.

-Uno de los desafueros del mundo para con el hombre noble, es que éste vea quién es su enemigo y tenga que tratarlo como amigo.

-Sentimos contra el destino una cólera que no nos sirve:
la cólera del cautivo agarrotado por correas.

-Soportar que se haga el mal, viéndolo además con los propios ojos, cosa es que deja extenuado al cuerpo más lleno.

-El que mal obra, piensa mal de los demás,
y el que asaetea teme que le asaeteen y atraviesen.

-Dulce es el agua; pero a veces la tacha de amarga
el enfermo que no encuentra modo de curar.

-A quien tiene boca amarga y doliente,
le amarga en ella hasta el agua clara.

-La injusticia es innata en el hombre, salvo que la refrene
el temor de que el castigo vendrá más pronto o más tarde.

-Cuando vas a irte de su lado, y lo ves contento de que lo hagas,
él es quien quiere separarse de ti.

-No te engañe que la gente enseñe los dientes:
el león los enseña para amenazar y dominar.

-Aquel cuyas solas armas contra la adversidad son el llanto,
se verá incapaz de hacerle frente, abandonado de la mano de Allah.

-Si no esgrimes otra arma más que el llanto,
no haces más que desasosegar tus entrañas y golpear tu mejilla.

-La fuerza del débil es la calumnia:el débil usa de la mala lengua al verse maniatado.

-Puesto que no hay escape de la muerte,
no tiene sentido que seas cobarde.

-Soy asaz grande para responder a mis enemigos ausentes,
pues toda maledicencia es la fuerza del que no tiene fuerza.

-Me maravillo de quien, teniendo espada aguda
y cortante, no la desenvaina en la calamidad,
y de quien, viendo ante sí abierto el camino de la gloria,
se desentiende de los camellos y corceles de buen paso.

-El peor defecto está para mí en quienes, pudiendo hacer bien lo que hacen, creen que la mengua es perfección.

-Entre las tachas de la gente no vi otra mayor que la de que no lleguen a la perfección los capaces.

-Mejor es la pobreza para los pobres que una fortuna que exponga sus honras al vituperio.

-No trates de conseguir pidiéndolo lo que por la fuerza puedas tener: para mí es lo mejor que se alcanza.

-Si el cobarde está sólo, tiene pretensiones;
pero, cuando ve al enemigo, huye de él temeroso.

-Si los viles tuvieran seso, verían que la riqueza les trae censuras que no les procuraría la pobreza.

-Mátanse los hombres unos a otros, y sin sacar tajada, se igualan en la tierra que les cae encima.

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