viernes, 23 de agosto de 2013

Musulmanes Otomanos Argentinos

Bismillahi Rahmani Rahim

Como Musulmanes Otomanos modestamente intentamos colaborar (cultural y espiritualmente) en la restauración de un vasto, justo y prolífico Imperio Islámico, heredero de la gloria Osmanlí, que englobe en sí mismo las diversas manifestaciones culturales, religiosas y tradicionales de los distintos pueblos y etnias que conformen la extensión del territorio imperial, siendo respetuosos y tolerantes con cada uno de aquellos aspectos inherentes, creyendo en la convivencia pacífica y ordenada y en el mutuo intercambio para el desarrollo colectivo, siempre y cuando se observen los límites y mandatos que han sido revelados como guía para la humanidad mediante la Ley Sagrada de nuestro Señor Todopoderoso, Allah-jwa-. Por esto, nuestro sistema de gobierno -el sistema de gobierno que anhelamos y esperamos sea restaurado, Dios mediante, con el retorno de nuestro Sultán, de nuestro Emperador- es el Califato, esto es, la Teocracia Imperial.

Como Musulmanes Argentinos creemos que el Islam Tradicional, tanto en su aspecto práctico como doctrinario, es el sistema de vida elegido por Allah Todopoderoso para que los seres humanos puedan desarrollar sus posibilidades llevando una vida correcta y sana en vistas de lograr un tránsito apropiado a la humana condición hacia la Próxima Vida, existencia cuyo atributo específico es la eternidad. Por esto consideramos que nuestra creencia es inmodificable, que no está circunscrita a consideración alguna de espacio-tiempo, y que es igualmente válida para todo hombre de todo tiempo en cualquier parte del mundo.

Nuestra creencia no se opone en nada al desarrollo cultural correspondiente al pueblo o a la etnia en particular que acepta el Islam como modo de vida o que se encuentra habitando dentro de los límites del poder imperial manteniendo su creencia de origen. Todo lo contrario. El Islam estimula el desarrollo cultural autóctono mejorando todo aquello que pueda y deba ser mejorado, y quitando todo aquello que pueda ser perjudicial y nocivo para el progreso humano (cultural, ético y espiritual).

Sin embargo, como vivimos en tiempos de desmedida confusión en los que la incultura y la falta de espiritualidad (desde su negación a su subversión) han sumido al hombre en una experiencia fantasmal de sí mismo, debemos ser sumamente cuidadosos al contemplar la realidad de las cosas, debemos aprender a discernir con claridad todo aquello que pueda ser positivo para nuestro desarrollo como seres humanos, y deshacernos de lo que no conlleva más que daño y esclavitud para nuestro crecimiento interior.

Si bien nuestro estilo de vida es Islam, hemos puesto un énfasis particular en las raíces de nuestro suelo argentino (mediante su resultado inmediato, el Gaucho), ya que consideramos que son el resultado de una Sabiduría Tradicional cuyos resortes son los mismos que movilizan el crecimiento cultural de todo pueblo y etnia, y que en nada contradicen nuestra creencia fundamental, todo lo contrario. Hemos encontrado que nuestras raíces autóctonas beben y se nutren en gran medida del acervo tradicional Islámico, por lo que consideramos apropiado difundir, compartir e intentar desarrollar nuestras posibilidades culturales a partir del mutuo intercambio, que en realidad no es más que complementarismo, de raíces y sabiduría, raíces de tradición.

Tomando la Tradición Gauchesca como punto de partida de nuestra cultura autóctona, sentimos necesario el reconocimiento, desde el Islam, de una identidad Musulmana Argentina que nos defina distintivamente entre las demás, y colaborar así con el crecimiento de nuestra Comunidad y de nuestro Imperio en el servicio a Allah. Como Otomanos nos corresponde ahondar en nuestras raíces y nutrirlas con el agua refrescante del Islam.


Sólo a Allah Todopoderoso le corresponde el éxito y a Él encomendamos nuestros esfuerzos.

Nuestros estudios pueden leerse en:
La Herencia Hispanomusulmana en el Gaucho Argentino


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