Maqam de Sheykh Uzman Dan Fuduye' |
Bismillahi
Rahmani Rahim
Sheykh Uzman Dan Fuduye nació
un domingo, el último día de Safar de 1168 (15 de diciembre de 1754), en el
seno del clan fulani de los Turudbe. Su padre recibió el apodo de 'Fuduye', que
en el idioma de los fulani quiere decir 'el jurisprudente', dado su inmenso
conocimiento islámico. Por línea paterna, Sheykh Uzman descendía del Sahabi
Uqba ibn Aamir, llamado 'el Amir del occidente'. Por línea materna era
descendiente del bendito Profeta Muhammad (asws) desde su amado nieto Hassan
as-Sibt ibn Ali. La madre de su madre, llamada Ruqayya, también era
descendiente de Sayidina Muhammad.
Ya a temprana edad, Sheykh
Uzman demostró habilidades extraordinarias para el aprendizaje del Din. Sin
embargo, el Islam por aquel entonces en la zona del Bilad as-Sudan central se
había convertido en algo simplemente nominal, ya que el Sheykh pudo comprobar
entre la gente de estas tierras todo tipo de conmocionantes incredulidades,
corrupciones en la creencia, desobediencia y condiciones alarmantes que se
habían difundido por toda la tierra al punto que era difícil encontrar alguien
con una fe clara y cuya adoración fuese correcta. Entre aquello estaba: la
adoración a piedras y la invocación de los yinns en actos de magia. Quienes
hacían esto obviaban los actos fundamentales del Islam como la oración, el
ayuno y el dar caridad, diciendo cosas de Allah completamente alejadas de Su
exaltado rango; luego estaban quienes pronunciaban el tawhid con sus lenguas,
rezaban, ayunaban y daban caridad sin completar los prerrequisitos de estos
actos, en cambio llevaban a cabo solamente las formas y gestos externos del
Islam mientras que al mismo tiempo mezclaban estos actos con acciones abiertas
de incredulidad que habían heredado de sus padres y abuelos. A este grupo
pertenecían la mayor parte de gobernantes de estas tierras, sus oficiales
civiles, los curanderos y los eruditos. La mayor parte del pueblo estaba
acostumbrada a una vivencia relajada del Islam en la que se incluían innovaciones
reprensibles y actos evidentes de incredulidad. Solamente un grupo reducido
mantenía una cierta coherencia en el seguimiento del din tal cual había sido
enseñado por Sayidina Muhammad (asws).
Esta época también estuvo
signada por una inseguridad general ya que habían ingresado desde Marruecos y
Portugal elementos destructivos que se habían ensañado con el saqueo de la
ciudad sagrada de Timbuktu que por aquel entonces representaba el centro del
Califato de Songhay. El Califato de Songhay era el balance político de la
región oeste y central del Bilad as-Sudan y Timbuktu era el centro judicial de
la zona entera. Su destrucción conllevó una creciente emergencia del paganismo
sincretista, la ausencia del equilibrio de la Shari'at y lo opresión de los
gobernantes.
En los siglos 17 y 18, en las
tierras Hausa, la situación fue aun peor. Los estados Hausa, a la caída del
Califato centralizador, se vieron inmersos en guerras internas cuyos efectos
devastadores incidieron directamente tanto en la economía como en el
aprendizaje. Las creencias paganas y una creciente ignorancia fueron
debilitando la fibra ética de la sociedad. En estas circunstancias, los
gobernantes hallaron fácil el quitar las leyes de la Shari'at para imponer toda
clase de impuestos y promover un reinado del terror.
Muchos eruditos del Islam
africano son de la opinión que el mercado esclavista europeo nunca habría
alcanzado la magnitud que tuvo a no ser por la destrucción del Califato de
Songhay, resultando en la profanación de la erudición y un estancamiento de las
tradiciones intelectuales que mantenían unida la región en un todo homogéneo.
El lado 'positivo' de la caída de Songhay fue que sabios islámicos enarbolaron
las banderas del yihad y del taydid (renovación) a través de las regiones del
bilad as-sudan para reformar la difusión general de la corrupción. Este fue el
período en que apareció el Sheykh Uzman Dan Fuduye.
Sheykh Uzman estudió
memorización de Qur'an y Tafsir, y tuvo un conocimiento prolífico de la ciencia
del hadiz. Se le concedieron 34 ijazas (autorización, permiso desde una
autoridad competente) en la ciencia de las tradiciones proféticas, las cuales
incluían las seis colecciones sahih completas, las colecciones sunnan completas
y los musnads completos. También recibió ijaza de al menos siete sabios
renombrados en los campos de la jurisprudencia, las ciencias del Qur'an, su
recitación, exégesis y juicios legales, las ciencias del Tawhid y la Aquida, y
en las ciencias del Tasawwuf concernientes a la transformación del carácter
(tajalluq) y la realización espiritual (tahaqquq). Se registran más de 88
eruditos de los cuales Sheykh Uzman tomó conocimiento desde tierras tan lejanas
como las actuales del norte de Malí en el oeste hasta Dar Fur en el actual
Sudán occidental en el este.
La misión de Sheykh Uzman da
comienzo a la edad de veinte años en 1774, cuando su maestro Sheykh Jibril va
en peregrinación a Mecca. A pesar de que Sheykh Uzman quizo acompañar a su
maestro en el hajj, no pudo llevarlo a cabo debido a que su padre, Fuduye
Muhammad, no le concedió el permiso. Este evento tuvo un profundo efecto sobre
el desarrollo espiritual y la dirección del Sheykh, ya que originó un fuego en
su corazón que nunca se extinguiría. Este fuego era un deseo ardiente de estar
cerca del Profeta Muhammad (asws). Ya que no podía estar cerca de él
físicamente, el Sheykh se propuso estar cerca de él espiritualmente. El Profeta
(asws) una vez dijo: "La
misericordia de Allah se encuentra con mis khalifas", le preguntaron: "Oh Mensajero de Allah, ¿cuáles son
tus khalifas?", contestó:
"Aquellos que reviven mi Sunnah y la enseñan a la gente. Todo el que
revive mi Sunnah me da vida. Todo el que me da vida estará conmigo en el
Paraíso". Esto fue lo que causó que el Sheykh compusiera su primera
obra en árabe, la cual marca el inicio de su misión de llamar a la gente a
Allah. Sus versos en alabanza al Mensajero de Allah demuestran un amor intenso
y una añoranza inagotable por alcanzar su presencia.
A partir de aquí comienza a
viajar de este hacia oeste invitando a la gente al din de Allah mediante su
prédica y sus poemas ajami, destruyendo las costumbres contrarias a la
Shari'at. Invitó a la corrección del Imam, del Islam y del Ihsan, y a abandonar
las costumbres contrarias al din. Mucha gente sintió el fuego del
arrepentimiento en sus corazones y entraron a su jama'at. Al viajar por el país
su jama'at fue creciendo y se fue difundiendo. El Sheykh no tenía el hábito de
visitar a los gobernantes y no tenía nada que hacer con ellos. Cuando la
jama'at comenzó a crecer en su entorno y sus asuntos se hicieron bien conocidos
para gobernantes y demás, entonces notó que era necesario ir a ellos a predicar
su mensaje de renovación.
El Sheykh solía dirigirse a los
lugares donde la gente común se reunía en las variadas ciudades que visitaba,
para invitarlos a la reforma y el arrepentimiento. Compuso poemas en Fulfulbe y
Hausa diseñados para despertar a la gente a sus responsabilidades con Allah y
Su Mensajero.
En 1790 experimentó lo que fue
la primera de una serie de experiencias espirituales que afirmarían su estación
como heredero de la Haqiqat ul-Muhammadiyya. Describe su experiencia en su obra
Lama Balagtu:
"Cuando llegué a la edad de treinta y seis Allah removió el velo de mis ojos, la carga de mi escucha y de mi olfato, la opacidad de mi gusto, la capa de mis manos y la pesadez de mis pies. Pude ver lo distante como cercano y escuchar lo lejano como si estuviese a mi lado. Pude sentir el aroma de quienes adoran a Allah con la dulzura de sus esencias y la repugnancia de los desobedientes con la asquerosidad de su olor. Pude reconocer lo halal mediante el gusto antes de que llegara a mi boca y pude reconocer lo haram de la misma manera. Pude entonces tomar con mis dos manos lo que estaba alejado de mí mientras permanecía en mi lugar. Pude caminar con mis dos pies la distancia que un caballo volador no puede viajar en años. Esto era un favor de Allah que El da a quien quiere. Luego se me hizo familiar mi fisonomía completa; todo órgano, hueso, nervio, músculo y cabello. Se me hizo comprender cada uno en su grado distintivo y función". Esta fue una reflexión de la experiencia que todo auténtico y protegido wali vive cuando consigue ser amado por Allah-swt-.
"Cuando llegué a la edad de treinta y seis Allah removió el velo de mis ojos, la carga de mi escucha y de mi olfato, la opacidad de mi gusto, la capa de mis manos y la pesadez de mis pies. Pude ver lo distante como cercano y escuchar lo lejano como si estuviese a mi lado. Pude sentir el aroma de quienes adoran a Allah con la dulzura de sus esencias y la repugnancia de los desobedientes con la asquerosidad de su olor. Pude reconocer lo halal mediante el gusto antes de que llegara a mi boca y pude reconocer lo haram de la misma manera. Pude entonces tomar con mis dos manos lo que estaba alejado de mí mientras permanecía en mi lugar. Pude caminar con mis dos pies la distancia que un caballo volador no puede viajar en años. Esto era un favor de Allah que El da a quien quiere. Luego se me hizo familiar mi fisonomía completa; todo órgano, hueso, nervio, músculo y cabello. Se me hizo comprender cada uno en su grado distintivo y función". Esta fue una reflexión de la experiencia que todo auténtico y protegido wali vive cuando consigue ser amado por Allah-swt-.
Durante muchos años el Sheykh
continuó bajo ejercicios espirituales intensos y disciplinando el ego hasta que
en 1794 experimentó su segunda visión mayor. Intentando conseguir estar en la
presencia del Profeta (asws) hizo un voto de silencio durante un año entero.
Durante ese año haría una adhesión constante al salawat para el Profeta,
comenzando un Rabi ul-Awwal hasta el inicio del Rabi ul-Awwal siguiente. Al
completar su voto, fue milagrosamente arrastrado a la presencia del maestro de
la existencia (asws), quien le dijo: "¡Oh
Uzman! Yo soy tu Imam y tú nunca te desviarás..." Luego el Mensajero
de Allah (asws) le dijo: "Te pondré
en el retiro espiritual (khalwa) de al-Ash'ari, que son quince días, no en el
retiro de al-Junaid, que son cuarenta". Luego le dió un dhikr
específico y le dijo: "Durante este
período no comas nada excepto para calmar tu hambre". El Sheykh lo
hizo hasta completar el tiempo designado. En ese momento el maestro de la
creación (asws) lo presentó en la Presencia Divina del Señor de los mundos.
Luego se manifestó espiritualmente el Qutub al-Islam, Sheykh Abdul Qadir
al-Jaylani, quien lo tomó de la mano, lo sentó frente a él y dijo: "¡Este hombre me pertenece!".
Luego, desde las sublimes presencias de Sayidina Muhammad (asws) y de Sheykh
Abdul Qadir Jaylani, se le concedió autorización y poder en tres asuntos: en la
habilidad de convocar a la gente a Allah; la representación en el gobierno
(khilafat); y el yihad. Entonces un Angel se levantó y miró hacia el este, el
oeste, el norte y el sur, diciendo: "¡Contestad
al llamador de Allah!"... Luego se le dijo al Sheykh: "Has sido asignado sobre la mejor de
las tierras de tres clases: los Fulani; los Negros; y los Tuaregs".
(La experiencia de Sheykh Uzman Dan Fuduye la hemos tomado del relato que hace
de ella uno de sus wazirs, Gidadu ibn Laima, en el libro 'Rawd al-Jinaan')
El Sheykh nos da el siguiente
relato:
"Cuando
llegué a la edad de cuarenta y uno, cinco meses y unos días, Allah me atrajo a
Su Presencia. Allí encontré al maestro de hombres y Yinns, nuestro maestro
Muhammad (asws), y con él estaban los Sahaba, los Profetas y Awliyya'. Ellos me
dieron la bienvenida y me sentaron en el medio de su reunión. Luego el salvador
de hombres y yinns, mi maestro Abdul Qadir al-Jaylani llegó con un manto verde
bordado con la frase 'la ilaha illa Allah Muhammadur Rasulullah', y un turbante
blanco diseñado con el ayat "Qul Huwa Allahu Ahad". El dió esto al
Mensajero de Allah (asws), quien lo puso sobre su pecho por un instante. Luego
se los dio a Abu Bakr Siddiq, luego a Umar al-Faruq, luego a Uzman Dhun Narayn,
luego a Ali (qaw) y luego al Profeta Yusuf (as). Yusuf los devolvió a mi
maestro Abdul Qadir al-Jaylani, quien me vistió con ellos con sus permisos. Le
dijeron: "Vístelo y enrrollale el turbante y nómbralo con el nombre
especial para él". Me sentó, me vistió, me enrrolló el turbante y me llamó
por el nombre Imam ul-Awliyya. Luego me ordenó hacer el bien y me prohibió la
indecencia. Luego me concedió la Espada de la Verdad y me ordenó que la
blandiera contra los enemigos de Allah".
Fue durante este período de
fecundidad espiritual que el Sheykh compuso su gran obra 'Ihya as-Sunnah wa
Ijmad al-Bida'at' (La Revivificación de la Sunnah y la Destrucción de la
Innovación). En este libro clarifica para la humanidad la realidad de la Sunnah
y marca los límites exactos de la innovación reprensible. La composición de
este gran texto fue la culminación de años de ejercicio espiritual y erudición
con el único deseo de aniquilarse a sí mismo en el carácter y comportamiento
externo y los estados internos del Mensajero de Allah (asws). Los eruditos de
su tiempo fueron unánimes al considerar que el Ihya as-Sunnah distingue a
Sheykh Uzman como el muyaddid (renovador) del siglo 12 de la hiyra. Se ha
relatado por al-Bayhaqi que el Profeta (asws) dijo: "Ciertamente al comienzo de cada siglo Allah levantará para esta
Ummah uno que renovará los asuntos del Din para ella". De acuerdo al
Imam Suyuti: "El significado de renovador (taydid) es revivir mediante el
Libro y la Sunnah lo que ha sido destruido por la falta de conocimiento y
ordenando ser establecido". El Ihya se convirtió en el manual para la
mayoría de los revolucionarios del Bilad as-Sudan, y fue el mayor trabajo del
Sheykh, cubriendo todos los aspectos de teología y ley.
Sheykh Uzman continuó
difundiendo el conocimiento de las obligaciones individuales a la gente común y
propagando la variedad de ciencias a la elite espiritual. Instruyó a murids y a
salikins y los guió en la cortesía de ser ante la Presencia de Allah. Los
estudiantes de su tiempo se convirtieron en eruditos rectamente guiados por
medio de él y tanto murids como salikins alcanzaron sus objetivos espirituales.
Cuando sus logros pasaron a tener un renombre considerable, gente mundana y los
gobernadores de las tierras comenzaron a mostrarle enemistad y recelo. Esto ocurrió
luego de que le demostraran honor y estima y de que hayan obtenido baraka por
medio de sus súplicas. Sin embargo, la prédica transformadora del Sheykh no se
ajustaba en nada a los intereses políticos de los poderosos que no hacían caso
a las leyes de la Shari'at sino todo lo contrario. Por esto, cuando el Sheykh
clarificó la vía y purificó el camino para los viajeros, la gente mundana entre
los eruditos malvados y los cegados gobernantes, mostraron el lado más
represivo del poder. Ellos temían la caída de su sistema, la pérdida de sus
negociados y su mala fama ante los ojos de aquellos que estaban guiados.
Consecuentemente, estos eruditos y gobernantes empezaron a dañar a la Jama'at
del Sheykh al confiscar sus riquezas. Comenzaron a poner en peligro la vida de
los musulmanes poniendo obstáculos en sus formas de ganarse la vida. Solían
perseguir a quienes tenían algún tipo de relación con el Sheykh. Conspiraron
contra el Sheykh y su jama'at, intentando acabar con su vida. Reprimieron la
prédica prohibiendo dar sermones en público, les ordenaron volver a las
religiones paganas de sus padres y abuelos, se censuró la vestimenta islámica
como el turbante para los hombres y el hijab en la mujer.
En este ambiente de creciente
opresión, el Sheykh comenzó a motivar a su jama'at a recolectar armas para la
auto-defensa. Sin embargo, por revelaciones de su Murshid, Abdul Qadir
al-Jaylani, desde el ámbito del barzaj, Sheykh Uzman recibiría la órden de
emigrar hacia tierras más tranquilas. Allah-swt- bendijo al Sheykh al
concederle hacer su hijra a la misma edad que el Mensajero de Allah (asws) hizo
la suya. El Mensajero de Allah (asws) hizo su hijra en el año 622 cuando tenía
52 años. Esta era la misma edad en que el Sheykh fue bendecido con su hijra.
Así fue que llegaron al país de Gudu. Una vez asentados allí recibirían los
ataques de los gobernantes de Gobi que habían dejado atrás. Se libró entonces
la batalla de Tabkin Kwotto, con un resultado sumamente favorable para el
ejército del Sheykh.
El Califato de Sokoto
Entre 1804 y 1808, Sheykh Uzman
fue capaz de juntar bajo su jurisdicción todas las regiones del central Bilad
as-Sudan, creando un justo Califato Islámico. Por primera vez en la historia
del Bilad as-Sudan central se juntaban en un imperio cohesivo las siete ciudades-estado
Hausa: Zazak, Bornu, Kano, Daura, Katsina, Birmi y Gobir. En adición a estas,
las siete Banza ciudades-estados: Zanfara, Kebbi, Yauri, Nupe, Yoruba, Bargu y
Gurma fueron también puestas bajo la unidad centralizada del creciente Califato
de Sokoto. Sheykh Dan Tafa, en su Rawdat al-Afkaar, dice: "Allah auxilió a los musulmanes para la victoria, el triunfo y los
estableció sobre toda autoridad de los incrédulos en las tierras de Hausa.
Allah hizo que muchos de sus gobernantes se arrepintieran y que otros se
volvieran fervientes apoyos. El Sheykh estableció el Islam en las tierras y
llevó tranquilidad y paz a todas las regiones. Por esto, a Allah pertenecen las
alabanzas y las gracias".
El Califato fue un centro de
difusión islámica con el que el Sheykh Uzman conectó con el modelo primario del
Profeta Muhammad (asws) y su temprano Califato en Medina, constituyendo el
escudo más poderoso para la seguridad cultural y espiritual contra la agresión
cultural foránea y la desintegración interna.
Que Allah-swt- mantenga siempre
vivo en nuestros corazones el ejemplo de nuestro amado Sayidina Muhammad (asws)
y sus santos herederos en la Causa del Islam.
Material
recopilado y traducido de la introducción a la obra "Ihya as-Sunnah wa
Ijmad al-Bida'at" de Sheykh Uzman Dan Fuduye, editada por Sankore'
Instituto de Estudios Islámico-Africanos.
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