Sultán del Imperio Songhay, Askia Muhammad Touré |
Bismillahi Rahmani Rahim
El Islam comenzó a difundirse
en el Imperio de Songhay en algún momento del siglo XI, cuando la dinastía
gobernante Za o Dia primero lo aceptó. Fue una región próspera debido a su
comercio floreciente con Gao. Para el siglo XIII había caído bajo el dominio
del Imperio Malí, pero se había liberado a finales del siglo XIV cuando la
dinastía fue renombrada Sunni. La frontera de Songhay se expandió entonces y en
el siglo XV, bajo el liderazgo de Sunni ‘Ali, quien gobernó entre 1464 y 1492,
las ciudades más importantes de Sudán Occidental cayeron bajo el Imperio
Songhay. Las grandes ciudades de aprendizaje islámico como Tombuctú y Yenné
entraron bajo su poder entre 1471-1476.
Sunni ‘Ali fue un musulmán
nominal que usó al Islam para sus fines. Incluso persiguió a los eruditos y
practicó cultos locales y magia. Cuando el famoso erudito Al-Maghilli lo llamó
pagano, lo castigó también. La creencia en cultos y magia no fue, sin embargo,
nada nuevo en Songhay. Existió en otros lugares de África Occidental hasta el
tiempo en que los movimientos renovadores cobraron impulso en el siglo XVIII.
Se dice de Sunni ‘Ali que trató de negociar entre el paganismo y el Islam
aunque oró y ayunó. Los eruditos lo consideraron simplemente alguien
insignificante y fútil.
El sincretismo de Sunni ‘Ali
fue pronto cuestionado por las élites y los eruditos musulmanes en Tombuctú,
que era entonces un centro de enseñanza y civilización islámicas. La famosa
familia de Agit, de los eruditos bereberes, tuvo el cargo de Presidente de la
Corte y fue conocida por su oposición temeraria a los gobernantes. Durante su
vida, Sunni ‘Ali tomó medidas contra los eruditos de Tombuctú (en 1469 y en
1486). Pero a su muerte, la situación cambió completamente: El Islam y los
eruditos musulmanes triunfaron. Muhammad Toure (Towri), un comandante militar,
le pidió al sucesor de Sunni ‘Ali, Sunni Barou, que apareciera ante el público
e hiciera una confesión abierta de su fe en el Islam. Cuando Barou se rehusó a
hacerlo, Muhammad Toure lo derrocó y se estableció una nueva dinastía llamada
Askiya.
A su llegada al poder
estableció la ley islámica e hizo los arreglos para que un gran número de
musulmanes fueran entrenados como jueces. Dio su patrocinio generoso a los
eruditos y les entregó grandes extensiones de tierra y regalos. Se hizo gran
amigo del famoso erudito Muhammad Al-Maghilli. Fue gracias a su patrocinio que
eminentes eruditos musulmanes fueron atraídos a Tombuctú, que se convirtió en
una gran sede del aprendizaje en el siglo XVI. Tombuctú tiene el crédito de
haber establecido la primera Universidad Musulmana, llamada Universidad
Sankore, en África Occidental; su nombre aún se conmemora hoy en la Universidad
Ibadán, donde un área residencial del personal ha sido llamada Avenida Sankore.
Al igual que Mansa Musa de
Mali, Askia Muhammad Toure realizó el peregrinaje y así entró en contacto con
eruditos y gobernantes musulmanes de los países árabes. En La Meca, el Sultán
lo recibió usando turbante como muestra de gran respeto. El Sultán le dio una
espada y el título de Califa del Sudán Occidental. A su regreso de La Meca en
el año 1497, utilizó con orgullo el título de Al-Hayy.
Askia tuvo tanto interés en el
sistema legal islámico, que le hizo numerosas preguntas sobre teología islámica
a su amigo Muhammad Al-Maghilli, quien respondió sus preguntas con un detalle
que Askia distribuyó en el imperio Songhay. Algunas de estas preguntas eran
sobre la estructura fundamental de la fe, como: ¿quién es un verdadero
musulmán?, y ¿quién es un pagano? Cuando leemos las obras de Shehu ‘Uzman Dan Fuduye,
podemos ver algunos de sus argumentos citados sobre la autoridad de
Al-Maghilli. En otras palabras, las discusiones detalladas de Al-Maghilli sobre
los temas planteados por Askiya Muhammad jugaron un gran papel como influencia
de Shehu. Insha’Allah en próximas entradas publicaremos una biografía de este
gran renovador del Islam africano.
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