Hemos tenido ya la oportunidad
de hablar sobre el género musical llamado 'Blues del Desierto', interpretado
por músicos del África Musulmana, sobre todo de la zona que comprende a Mali,
Senegal, Mauritania, etc. A continuación compartimos un artículo breve que
remite a los orígenes africanos del Blues, como tal se conoce este estilo desde
América del Norte.
"Yo soy la raíz y el
tronco; todo lo que ellos poseen son las ramas y las hojas", dijo en
cierta ocasión el guitarrista y cantante Ali Farka Touré. La raíz y el tronco
crecieron en su Mali natal; las ramas y las hojas en los Estados Unidos. A lo
que hacía referencia era la música: la música del Sahel, vasta zona del África
que se extiende desde Senegal en el oeste hasta Sudán en el este, hacia el sur
del Sahara; y la música que es la esencia de la cultura afro-americana, el
blues. Una con otra se vieron vinculadas por la gente principalmente de
Senegal, Gambia, Guinea y Mali que fue deportada por el comercio esclavista transatlántico
hacia los Estados Unidos.
Cerca del 25% de los 400.000
africanos que llegaron a este país provenían de la zona del África occidental
conocida como Senegambia. Entre ellos había un numeroso porcentaje de
musulmanes. Las gentes del Sahel occidental han estado en contacto con el mundo
islámico arabo-bereber desde el siglo ocho, y el Islam se ha difundido de una
forma consistente desde las primeras décadas del siglo once.
Entre los intercambios
culturales que tuvieron lugar entre el Norte de África y el Medio Oriente por
un lado y el Sahel por el otro -mediante el comercio, las migraciones y los
peregrinajes- estuvo la música. El estilo musical árabe-islámico fue asimilado
y transformado por los africanos occidentales en algo enteramente propio que al
mismo tiempo era muy cercano pero diferente. De modo similar, los africanos
occidentales deportados por el comercio trans-sahariano llevaron su música y
ritmos hacia el norte en el Magreb. Hubo mucha compenetración en ambos lados
del desierto y es ésta herencia compleja la que los cautivos musulmanes del
África occidental llevaron a los Estados Unidos donde encontró un suelo fértil
para crecer y desarrollarse.
En el Sur de Estados Unidos los
musulmanes sahelianos tuvieron una mejor oportunidad de preservar su estilo
musical que el que tuvieron numerosos no-musulmanes del litoral y el centro de
África que se dedicaban a la percusión y a la vocalización grupal. La razón fue
que las percusiones estaban mal consideradas en el Sur, ya que se temía que mediante
ellas se originaran llamamientos a la revuelta; así fue que los músicos
sahelianos, quienes tradicionalmente usaban instrumentos de cuerda y viento,
pudieron continuar tocando su música, mientras que otros fueron censurados en
hacerlo.
Más aún, los sahelianos
rápidamente adaptaron sus habilidades a instrumentos europeos como el violín y
la guitarra. Desde su laúd tradicional crearon el banjo, luego adoptado por
músicos blancos. Con el comercio doméstico de esclavos que afectó a más de un
millón de africanos y afro-americanos del Sur superior entre 1790 y 1865, el
estilo musical saheliano emigró hacia el Sur profundo, incluyendo Mississippi.
Dos particularidades americanas
pueden explicar la emergencia del blues. De todos los países del hemisferio
occidental, Estados Unidos recibió la proporción más elevada de hombres y
mujeres provenientes de Senegal, Gambia, Mali y Guinea, y también fue el único
lugar donde se prohibieron las percusiones. Por lo tanto, no es casual que el
blues se haya desarrollado solamente allí. Lo que diferencia netamente este
estilo musical de la música caribeña y afro-sudamericana es específicamente la
presencia de elementos estilísticos sahel-islámicos. Estos se pueden encontrar
tanto en las técnicas para tocar los instrumentos como en las melodías y el
estilo de canto.
Las técnicas utilizadas por los
guitarristas de blues son similares a las desarrolladas en el Sahel. La kora,
harpa mandinka de 21 cuerdas, es 'ejecutada en un estilo rítmico-melódico que
utiliza constantemente los cambios de ritmo, a menudo proporciona una
superficie de bajo repleta de complejos patrones triplicados, en tanto que la
vocalización provee una tercera capa rítmica', anota el musicólogo John S.
Roberts, quien concluye que 'técnicas similares pueden ser encontradas en
cientos de grabaciones de blues'.
Inclusive un oído no entrenado
puede reconocer las similitudes entre el blues y la música de influencia
islámica del África occidental; sin embargo, los paralelismos también son
marcados entre el blues y la recitación del Qur'an. Melisma -cambiar la nota de
una sílaba mientras es cantada- y la entonación ondulante son las bases de este
estilo islámico y ellas se han vuelto las técnicas tradicionales de los
cantores de blues.
Como afirma el musicólogo
Gerhard Kubik: 'la mayor parte de la tradición blues en las zonas rurales de
Mississippi ha prevalecido como una extensión reconocible del estilo musical de
los sahelianos'. Es una de las contribuciones más perdurables que los
musulmanes del África occidental le han hecho a la cultura Americana.
Fuente: Sylviane A. Diouf, Schomburg
Center for Research in Black Culture.
Traducción
y corrección: Raíces y Sabiduría.
Compartimos algunos exponentes de blues africano:
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