viernes, 11 de abril de 2014

Musulmanes Africanos y Blues Americano

Hemos tenido ya la oportunidad de hablar sobre el género musical llamado 'Blues del Desierto', interpretado por músicos del África Musulmana, sobre todo de la zona que comprende a Mali, Senegal, Mauritania, etc. A continuación compartimos un artículo breve que remite a los orígenes africanos del Blues, como tal se conoce este estilo desde América del Norte.

"Yo soy la raíz y el tronco; todo lo que ellos poseen son las ramas y las hojas", dijo en cierta ocasión el guitarrista y cantante Ali Farka Touré. La raíz y el tronco crecieron en su Mali natal; las ramas y las hojas en los Estados Unidos. A lo que hacía referencia era la música: la música del Sahel, vasta zona del África que se extiende desde Senegal en el oeste hasta Sudán en el este, hacia el sur del Sahara; y la música que es la esencia de la cultura afro-americana, el blues. Una con otra se vieron vinculadas por la gente principalmente de Senegal, Gambia, Guinea y Mali que fue deportada por el comercio esclavista transatlántico hacia los Estados Unidos.

Cerca del 25% de los 400.000 africanos que llegaron a este país provenían de la zona del África occidental conocida como Senegambia. Entre ellos había un numeroso porcentaje de musulmanes. Las gentes del Sahel occidental han estado en contacto con el mundo islámico arabo-bereber desde el siglo ocho, y el Islam se ha difundido de una forma consistente desde las primeras décadas del siglo once.

Entre los intercambios culturales que tuvieron lugar entre el Norte de África y el Medio Oriente por un lado y el Sahel por el otro -mediante el comercio, las migraciones y los peregrinajes- estuvo la música. El estilo musical árabe-islámico fue asimilado y transformado por los africanos occidentales en algo enteramente propio que al mismo tiempo era muy cercano pero diferente. De modo similar, los africanos occidentales deportados por el comercio trans-sahariano llevaron su música y ritmos hacia el norte en el Magreb. Hubo mucha compenetración en ambos lados del desierto y es ésta herencia compleja la que los cautivos musulmanes del África occidental llevaron a los Estados Unidos donde encontró un suelo fértil para crecer y desarrollarse.

En el Sur de Estados Unidos los musulmanes sahelianos tuvieron una mejor oportunidad de preservar su estilo musical que el que tuvieron numerosos no-musulmanes del litoral y el centro de África que se dedicaban a la percusión y a la vocalización grupal. La razón fue que las percusiones estaban mal consideradas en el Sur, ya que se temía que mediante ellas se originaran llamamientos a la revuelta; así fue que los músicos sahelianos, quienes tradicionalmente usaban instrumentos de cuerda y viento, pudieron continuar tocando su música, mientras que otros fueron censurados en hacerlo.

Más aún, los sahelianos rápidamente adaptaron sus habilidades a instrumentos europeos como el violín y la guitarra. Desde su laúd tradicional crearon el banjo, luego adoptado por músicos blancos. Con el comercio doméstico de esclavos que afectó a más de un millón de africanos y afro-americanos del Sur superior entre 1790 y 1865, el estilo musical saheliano emigró hacia el Sur profundo, incluyendo Mississippi.

Dos particularidades americanas pueden explicar la emergencia del blues. De todos los países del hemisferio occidental, Estados Unidos recibió la proporción más elevada de hombres y mujeres provenientes de Senegal, Gambia, Mali y Guinea, y también fue el único lugar donde se prohibieron las percusiones. Por lo tanto, no es casual que el blues se haya desarrollado solamente allí. Lo que diferencia netamente este estilo musical de la música caribeña y afro-sudamericana es específicamente la presencia de elementos estilísticos sahel-islámicos. Estos se pueden encontrar tanto en las técnicas para tocar los instrumentos como en las melodías y el estilo de canto.

Las técnicas utilizadas por los guitarristas de blues son similares a las desarrolladas en el Sahel. La kora, harpa mandinka de 21 cuerdas, es 'ejecutada en un estilo rítmico-melódico que utiliza constantemente los cambios de ritmo, a menudo proporciona una superficie de bajo repleta de complejos patrones triplicados, en tanto que la vocalización provee una tercera capa rítmica', anota el musicólogo John S. Roberts, quien concluye que 'técnicas similares pueden ser encontradas en cientos de grabaciones de blues'.

Inclusive un oído no entrenado puede reconocer las similitudes entre el blues y la música de influencia islámica del África occidental; sin embargo, los paralelismos también son marcados entre el blues y la recitación del Qur'an. Melisma -cambiar la nota de una sílaba mientras es cantada- y la entonación ondulante son las bases de este estilo islámico y ellas se han vuelto las técnicas tradicionales de los cantores de blues.

Como afirma el musicólogo Gerhard Kubik: 'la mayor parte de la tradición blues en las zonas rurales de Mississippi ha prevalecido como una extensión reconocible del estilo musical de los sahelianos'. Es una de las contribuciones más perdurables que los musulmanes del África occidental le han hecho a la cultura Americana.

Fuente: Sylviane A. Diouf, Schomburg Center for Research in Black Culture.

Traducción y corrección: Raíces y Sabiduría.

Compartimos algunos exponentes de blues africano:




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