Bismillahi
Rahmani Rahim
La ciencia ética del Islam
establece que en el origen de los hábitos, conductas y disposiciones del
corazón (Ajlaq) existen una serie de
potencias inherentes al ser humano que deben estar templadas para que se
manifiesten las virtudes que ennoblecen al hombre y le confieren bellas
características de rectitud y honradez.
Una de esas potencias es la Ira
(ghádab), que es el aspecto animal
del fuero interno de las personas. Cuando esta fuerza es controlada hasta
ciertos límites por y en el nafs (ego,
individualidad), se convierte en Shaya'a,
valentía, la cual impele al hombre a emprender actividades útiles y prácticas.
Como ejemplo podemos tomar los combates que libraron los Musulmanes contra los
enemigos del Islam cuando estos últimos les doblaban en número y las luchas de
los Musulmanes a favor de los oprimidos contra los opresores y tiranos.
Al exceso de esta fuerza se le
llama Tahawwur, agresividad. La
persona que adolece este temperamento se enojara rápidamente y con frecuencia.
Si esta potencia existe en
mengua se le llama Yubn, cobardía. La
persona con esta característica es incapaz de emprender aquello que debe hacer.
Esta fuerza templada, la Shaya'a -valentía-, junto a la Sabiduría
(hikma), la Justicia ('adala) y la contención (iffa), es el origen de todas las
virtudes éticas. Por esto que todo auténtico guerrero del Islam debe ser
valiente, sabio, justo y prudente en la consecución de su destino.
***
Cada
golpe que asesta al enemigo está respaldado por siglos de sabiduría y
reflexión. Cada golpe debe contener el poder y la ligereza de los Guerreros del
pasado, quienes continúan hasta hoy bendiciendo el campo de batalla. Cada
movimiento que realiza honra los movimientos que las generaciones precedentes
legaron hasta las presentes a través de la Tradición.
(Abdullah Shamil Abu Idris, El Libro del
Guerrero)
El Arte Marcial (o Arte de la Guerra) ha estado
indisolublemente ligado a la historia sagrada del Islam, y el Yihad (esfuerzo por la Causa de Allah, Combate)
ha sido considerado uno de los sostenes fundamentales de la vivencia islámica
tanto a nivel individual como comunitario, representando en ambos niveles el
expansionismo natural de la Voluntad Divina en acción sobre el hombre y el
mundo. Esto convierte al Arte Marcial en una Ciencia Sagrada, siendo también
que sus cultores, los Guerreros, logran mediante ella los estados más sublimes
y elevados en la Presencia de Allah Todopoderoso. Dice en el Sagrado Qur'an: "No deis por muertos a quienes han
entregado sus vidas en el camino de Allah; ellos están vivos y reciben
provisión junto a su Señor" (3:169). También es un deber para todo
Musulmán el ser su cultor: "¿Contáis
acaso con entrar en el Jardín sin que Allah sepa quiénes de vosotros se han
esforzado (practicado el Yihad) y quiénes son los perseverantes?" (3:142).
En el Arte Marcial el Guerrero
sublimiza su acción, la consagra, lo que lo convierte en Santo, estandarte de
la Nobleza espiritual, que es decir: aquel que goza de proximidad en la
Presencia Divina.
***
El Gran Maestro Wang Zi-ping es
uno de esos estandartes de la Corte Divina que continúan bendiciendo con su
luminoso ejemplo nuestros campos de batalla.
Wang Zi-ping nació hacia el año
1881 en la provincia china de Hebei, en una población llamada Cangzhou. Esta
población estaba compuesta predominantemente por personas de la etnia Hui. En
su mayoría los Hui profesan la fe del Islam; aún más, es el único grupo étnico
reconocido oficialmente por el gobierno de China cuya identidad tiene una base
religiosa y no etno-lingüística.
En aquel entonces se
acostumbraba enviar a los niños a estudiar a las mezquitas, ya que la educación
privada era demasiado costosa. Fue así que Wang Zi-ping fue iniciado desde muy
pequeño en el conocimiento del árabe y de las ciencias islámicas, creciendo en
un hogar de estricta observancia islámica y de estricto entorno marcial.
Tanto el padre como el abuelo
de Wang Zi-ping fueron reconocidos expertos de las artes marciales. De
generación en generación, su familia siempre fue practicante del Wushu, término
con que se describen las artes marciales en China. Wang Zi-ping comenzó su entrenamiento
de Wushu a los siete años de edad y con el tiempo fue convirtiéndose en un
experto en diversas disciplinas como el Chaquan, Huaquan, Pao Chuan, Bajiquan y
el Tai Chi Chuan. Desde temprana edad fue sobresaliente su característica de
notable fuerza física y espíritu indomable. También estudió la medicina
tradicional, arte que ejerció junto a la espiritualidad islámica y la maestría
marcial.
***
Hacia fines del siglo XIX,
entre los años 1898 y 1900, en los últimos tiempos de la dinastía Qing, emerge
en la historia del mundo un movimiento guerrero llamado Yi He Quan, cuya participación en sucesos acontecidos por entonces
en China se ha dado en conocer en Occidente como el Levantamiento de los Boxers. Este fue un movimiento marcial de
corte tradicionalista y anti-imperialista contra la influencia comercial,
política, religiosa y tecnológica de potencias foráneas que buscaban reducir a la
China de los Qing a sus intereses de poder.
La dinastía Qing había
alimentado durante décadas la idea de la «superioridad» del Imperio Chino
frente a los foráneos, calificados despectivamente como «bárbaros», pero las
graves derrotas de 1840 frente al Reino Unido y de 1895 contra Japón, junto con
la intervención militar de Francia y Reino Unido en 1854 (que llegó a invadir y
saquear la propia Pekín) mostraban a muchos funcionarios que la ideología de la
corte imperial estaba muy alejada de la realidad, y que el atraso tecnológico y
económico de China la convertía en presa fácil de las ambiciones extranjeras.
No obstante, esta situación también generó un silencioso pero firme rechazo de
algunos intelectuales a toda la cultura foránea y a la propia presencia de
extranjeros en China, acusando a la corte imperial de debilidad ante esta
situación; pronto comenzaron a cundir los rumores sobre crímenes realizados
impunemente por los extranjeros, ante los que el sumiso emperador prefería
ignorar.
La masiva llegada de misioneros
cristianos occidentales tras la derrota china también causó fricciones con la
Iglesia católica y con el protestantismo, en tanto los sectores más
tradicionalistas los acusaban de trastornar la cultura china y de atentar
contra el carácter nacional del país, mientras los chinos que aceptaban tales
influencias eran condenados como traidores. En Guizhou, las autoridades locales
manifestaron su desconcierto ante la visión de un cardenal católico que era
transportado en una litera con la decoración propia de un gobernador regional.
Todas estas desconfianzas desembocaron en numerosos brotes de desobediencia
civil en gran parte del país a finales del siglo XIX, registrándose agresiones
contra extranjeros y contra chinos convertidos al cristianismo.
El levantamiento popular fue
impulsado por los Guerreros Yi He Quan, "Los
Puños Rectos y Armoniosos".
Los Yi He Quan se atenían a una
estricta disciplina que incluía entrenamiento en artes marciales, dieta
rigurosa y oración, la cual los convertía en una especie de combatientes
místicos inexorables. En "Los
orígenes de la Guerra de los Boxers: Un estudio multinacional", Lanxiu
Xiang nos cuenta que los Yi He Quan tenían la firme convicción de que los
espíritus de miles de mártires caídos en batalla descenderían de los Cielos y
los asistirían en la tarea de purificar China de las influencias disolventes
extranjeras.
Para poder derribar el
levantamiento de los Yi He Quan y derrotarlos fue necesaria la confluencia de
las ocho naciones que por aquel entonces tenían sus intereses fijados sobre la
China de la dinastía Qing: Reino Unido, Rusia, Japón, Francia, Estados Unidos,
Alemania, Italia y el Imperio Astro-húngaro.
A temprana edad Wang Zi-ping
formó parte de los Puños Rectos y Armoniosos, brindando su increíble energía
física y espiritual al servicio de la causa tradicional anti-imperialista.
***
Hacia el año 1928 Wang Zi-ping
será el líder de la división de Kung Fu Shaolin del Instituto de Artes
Marciales, como también será luego vicepresidente de la Asociación China de
Wushu.
El Gran Maestro abandonó
físicamente este mundo en al año 1973 a la edad de 92 años.
Que Allah Todopoderoso le
conceda estaciones elevadas junto a Su Presencia y nos permita seguir
nutriéndonos de su ejemplo marcial.
Guerreros Yi He Quan |
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