Bismillahi
Rahmani Rahim
Todo lo que estamos haciendo,
cuando encontramos un Murshid, es prepararnos para la muerte.
Estamos llevando un turbante en
la parte superior de nuestra cabeza, que es nuestra mortaja, para recordarnos a
nosotros mismos la muerte. Estamos pisando nuestros deseos y nuestros egos, en
preparación para la muerte. Ya que el ego no vive y no tiene poder una vez que
llegamos a esa etapa en la tumba.
La muerte es el principio. No
es el final. Es una puerta. Aquellos que toda su vida se están preparando para
la muerte, que al igual que los turcos dicen: “Cuando
te vas a dormir, debes saber que la muerte está bajo tu almohada. Cuando te
despiertes, debes saber que la muerte está de pie justo en frente a ti”, que
están despertando y que están rezando con esa intención sincera, como si la
oración fuese la última oración. Preparándose a sí mismos para la muerte, que
cuando se van a dormir están dando su Shahadat diciendo: "Ya Rabbi, si es bueno para mí, toma mi vida. Si es bueno para mí,
dame un día más para ser un siervo sincero".
Quien ama encontrarse con su
Señor, el Señor ama encontrarse con él. Quien ama encontrarse con su Profeta,
el Profeta ama encontrarse con él.
Vas a estar con la persona que
amas. Pero aquellos que están ocupados todos los días sólo pensando en el
dinero, dinero, dinero, dinero, dunya, dunya, deseos, anhelos, todo a excepción
de Allah, ¿crees que en el momento en que la vida se les esté quitando van a
pensar en Dios?
¿Piensas que quien está ocupado
pensando las 24 horas en Dunya, en ese momento va a pensar en Dios?
No. Él va a pensar dunya. Él va
a pensar: ‘Oh, mis míos, ¿quién va a cuidar de mí? Oh mi negocio, vas a perder
un montón de dinero. Oh mi esposa. Oh mi marido. Oh mi poder. Oh mi aspecto. Oh
esto. Oh eso...’, a excepción de Allah.
Si, en ese momento, la muerte
va a ser muy, muy dolorosa para él… ¡porque no se preparó para la muerte!
Khoja
Luqman Effendi, Califa de Sahib us Sayf Sheykh Abdul Kerim al-Hakkani (ra)
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