Bismillahi
Rahmani Rahim
Yihad significa,
literalmente, hacer todo lo posible para lograr algo. No equivale a la guerra,
cuyo término coránico y árabe es la palabra
qital. Yihad tampoco significa
Guerra Santa. De hecho, ese término fue acuñado durante las cruzadas y
significaba guerra contra los musulmanes. La Guerra Santa no tiene equivalente
alguno en el Islam y yihad, sin duda, no es su traducción. Aunque el concepto
de guerra se halla contenido dentro de la palabra yihad, el significado de su raíz es llevar a cabo el máximo esfuerzo
para lograr algo.
El vocablo yihad posee una connotación más amplia e incluye todo tipo de
esfuerzo por la causa de Allah. Los muyahids
(aquellos que llevan a cabo el yihad)
se consagran sinceramente a la causa del Islam, utilizan al máximo su intelecto
y espíritu en su servicio, despliegan toda la fuerza que son capaces de emplear
para defender el Islam contra las agresiones y, cuando es necesario, no dudan
en poner en riesgo sus propias vidas por el Islam. Todo esto es yihad. Yihad por la causa de Allah es el esfuerzo que una persona lleva a
cabo para ganarse la complacencia de Allah y hacer que Su palabra también sea
superior a las demás.
Existen dos aspectos del yihad. Uno es la lucha contra las supersticiones y las falsas
convenciones y también contra los apetitos del ego y las inclinaciones
malvadas, buscando, por consiguiente, la iluminación tanto intelectual como
espiritual. Este es denominado yihad
mayor. El otro aspecto, basado en animar a los demás a buscar y lograr el
mismo objetivo es denominado yihad menor.
El yihad
menor, que generalmente viene a significar lucha por la causa de Allah, no
se refiere únicamente a la forma de lucha que se lleva a cabo en los campos de
batalla. El término es mucho más amplio. Incluye toda acción, desde denunciar
la injusticia cuando sea necesario (por ejemplo, desafiando una tiranía) hasta
presentarse en el campo de batalla, siempre y cuando dicho esfuerzo se haga
única y exclusivamente por amor a Allah. Hablar, quedarse en silencio, sonreír,
fruncir el ceño, unirse a una reunión o abandonarla, toda acción llevada a cabo
para mejorar la humanidad, ya sea llevada a cabo por individuos o comunidades,
también se incluye en el yihad menor.
Mientras que el yihad menor depende de la movilización de elementos externos o
materiales y es ejecutado en el mundo exterior, el yihad mayor es una lucha interior contra las inclinaciones del ego;
no pudiéndose separar ambas formas de yihad.
Sólo aquellos que son sinceros en la lucha contra sus inclinaciones egoístas
pueden iniciar y sostener un yihad menor
correctamente, el cual a su vez ayuda en el éxito del yihad mayor.
El profeta Muhammad (asws) combinaba estos
dos aspectos del yihad del modo más
perfecto en su persona. Hizo gala de una valentía colosal en la comunicación del
Mensaje de Allah, y era el más devoto en la adoración del Mismo. Estaba
consumido por el amor y el temor de Allah en su oración, y aquellos que le
veían sentían una gran ternura hacia él. Muy frecuentemente ayunaba día por
medio o en días sucesivos. A veces pasaba la noche entera rezando, hasta tal
punto que sus pies se inflamaban como resultado de permanecer durante largos
períodos de pie en oración. Como es relatado por Bujari, A'isha, pensando que
su persistencia en la oración era excesiva, le preguntó la razón por la cual se
dejaba llevar hasta la extenuación de esa manera al rezar, en vista de que
todas sus faltas ya habían sido perdonadas. El respondió: "¿Acaso no voy a ser un siervo agradecido de
Dios?".
Según lo explicado anteriormente, esforzarse
por la causa de Allah conlleva, además de transmitir el Mensaje a los demás, la
lucha del creyente contra sus inclinaciones egoístas con el fin de erigir un
carácter espiritual genuino que rezuma fe y ardor en el amor a Allah. La lucha
del creyente por la causa de Allah en esas dos dimensiones continúa hasta su
muerte a nivel individual y hasta el Día del Juicio Final a nivel colectivo.
El Islam no ha venido a provocar la disensión
en la humanidad, sino que ha aparecido para establecer la satisfacción espiritual
en los mundos internos de los seres humanos y hacerles estar en paz con Allah,
entre sí, con la naturaleza y con la existencia como un todo en su conjunto.
Surgió para erradicar la injusticia y la corrupción sobre la tierra y
"unir" la Tierra con el Cielo en paz y armonía. El Islam efectúa un
llamamiento a la fe dirigido a la gente con sabiduría y una exhortación justa,
y no recurre a la fuerza hasta que aquellos que desean mantener el orden
corrupto que han construido sobre la injusticia, la opresión el interés propio,
la explotación de los demás y la usurpación de los derechos, ofrecen
resistencia con fuerza y determinación para que el Islam sea difundido.
(Extraído de
El Sagrado Corán y Su Interpretación Comentada por Ali Ünal, Sura 2 ayat 218, y
adaptado por Raíces y Sabiduría)
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