Bismillahi
Rahmani Rahim
1- Dijo el Mensajero de Allah
(asws) "Ciertamente, Allah ha
puesto la verdad en la lengua y en el corazón de Umar"-
Su nombre era Umar Ibn Al Jattab Ibn Nafil Ibn
Abdul Uzza, estaba emparentado con el Profeta de Allah (asws) a través de Kaab
Ibn Lua. Pertenecía a la tribu de Quraish llamada Bani Ada. Cuando Umar (RA)
abrazó al Islam, el Mensajero de Allah (asws) lo apodó: "Al Faruq"
(quien distingue el bien del mal, y la verdad, de la mentira) y el día de la
batalla de Badr lo apodó: Abu Hafs (padre del león)-
Nació Umar Ibn Al Jattab (ra) trece años después
del Profeta (asws) y vivió también trece años después de la muerte del
Mensajero (asws), murió (como mártir) a los sesenta y tres años, tal la edad
del Enviado de Allah (asws) y la de su compañero Abu Bakr (ra), siendo
sepultado junto a ellos.
Desde pequeño le inculcaron la valentía, la
pujanza, y la audacia. Fue un hombre fuerte que jamás temió de nadie, tal como
lo describieron:
Si habla se hace escuchar, si camina lo hace
rápidamente, y si golpea lastima.
Umar (ra) fue arrogante durante su incredulidad y hombre prominente en el
Islam.
2 - La islamización de Umar
Conocía el Mensajero de Allah (asws) la
personalidad de Umar (ra) y la magnitud de su fuerza, como también, el
prestigio y la influencia que gozaba Abu Yahl (Amru Ibn Hisham). Por esto pidió
a Allah, glorificado sea, que fortaleciera al Islam con quién más amara de
estos dos hombres: Umar Ibn Al Jattab o Amru Ibn Hisham. Y quiso Allah socorrer
al Islam con el más amado para Él: Umar Ibn Al Jattab (ra)
En una ocasión, salió Umar de su casa con su espada
(siendo hasta entonces, uno de los enemigos más acérrimos del Islam), en
dirección de Dar Al Arqam - casa, sobre la colina de Safa, en las inmediaciones
de la Kaaba- donde se encontraba el Mensajero (asws) y un grupo de sus
compañeros, entre ellos: Hamsa, Alí y Abu Bakr, recordando y adorando a su
Señor en secreto, prudentes ante el daño que pudieran causarles los incrédulos.
En su camino encontró a Naim Ibn Abdullah, quien observando la furia en su
rostro, se acercó temeroso y le preguntó:
- ¿Hacia dónde te diriges Umar?
- En busca de aquel renegado que dividió a los Quraishíes
e insultó a sus dioses, lo mataré.
-Naím: ¡Qué mísera será la obra que realizarás, Umar!
-Umar: ¿Acaso has renegado tú también? Si lo has
hecho, juro por Al-lat y Al-Uzza (dos divinidades árabes pre-islámicas) que
empezaré por ti.
-Naím: Hazlo Umar, pero debes saber que tu
hermana Fátima Bint Al Jattab y su esposo Said Ibn Zaid han abrazado al Islam,
abandonando tu religión
Acrecentó esto aún más su furia, y de inmediato
cambió de dirección. Al llegar, a casa de su hermana, ésta se encontraba con su
esposo y con Jabbab Ibn Al Arat. Tenían en sus manos un pliego con aleyas del
Corán, que recitaban y estudiaban. Al advertir su presencia, Jabbab se ocultó
temeroso, mientras Fátima y su esposo lo recibían en la puerta, ocultando ella,
los pliegos con las aleyas.
- Dijo Umar: ¿Qué es aquello que escuché?
- Nada, solo una íntima discusión.
- Umar: "escuché que habéis renegado de
nuestra religión"…
- Dijo Said: ¿Acaso no pensaste, que la verdad
puede estar fuera de tu religión?
Sin dejarlo concluir, Umar se abalanzó sobre él,
derribándolo y sentándose sobre su pecho; intentó su hermana acercarse para
defenderlo, recibiendo un golpe que hizo sangrar su rostro y sollozando gritó:
- ¡Oh, enemigo de Allah! Me golpeas por mi fe en el
Dios único; lo que no había hecho hasta ahora lo haré en este momento,
atestiguo que no hay otra divinidad salvo Allah y atestiguo que Muhammad es su
Mensajero.
Impresionaron intensamente estas palabras, llenas
de luz y de fe, en el corazón de Umar. Cambió incluso con ella su tono de voz,
liberando súbitamente a Said de su incómoda posición y extendiendo su mano
hacia su hermana le dijo:
Acércame ese pliego para ver qué hay en él.
Esta respondió:
-¡No! ¡No pueden tocar al Corán sino los
purificados! Higienízate y purifícate.
Umar así lo hizo, regresó junto a su hermana y
comenzó a leer el pliego que decía:
En el nombre de Allah, el Clemente, el Misericordioso.
Ta, Ha. No te hemos revelado el Corán para que te entristezca. Sino como
recuerdo para quien tiene temor de Allah. Como revelación de quien ha creado la
tierra y los altos cielos. El Compasivo se ha instalado en el Trono. Suyo es lo
que está en los cielos y en la tierra, entre ellos y bajo la tierra. No es
preciso que te expreses en voz alta, pues Él conoce lo secreto y aún lo más
recóndito. ¡Allah! No hay más dios que Él. Posee los nombres más bellos. (Sura 20: Aleyas 1 a 8)
Al concluir su lectura, tomó Umar el pliego y lo
besó. Se incorporó y dijo:
Cuanta belleza hay en estas palabras y cuán sublime
es su mensaje...No es pertinente que, a quien correspondan estas aleyas, le sea
asociado en su adoración..... ¡Guiadme ante Muhammad!
Al escuchar estas palabras, Jabbab Ibn Al Arat (ra)
salió de su escondite y dirigiéndose a él, exclamó:
- Alégrate Umar, pues el ruego del Mensajero de
Allah por ti fue respondido.
Esto ocurrió en el quinto año de la revelación.
Tomó Umar (ra) el camino hacia la colina de Safa
donde se encontraba Dar Al Arqam y allí, frente al Mensajero de Allah,
atestiguó:
"No hay más divinidad que Allah y que Muhammad
es su Mensajero".
Umar, el enemigo acérrimo, se convirtió en Umar Al
Faruq, ingresando a la religión del Islam. Los allí presentes exclamaron al
unísono: Allahu Akbar (Dios es el más grande), hasta escucharse esta
invocación en toda Makka.
3 - El califato de Umar
Abu Bakr (ra), el día de Saqifa, en que asumió el
Califato, extendió su mano derecha a Umar, (ra) diciéndole:
-¡Dame tu mano Umar (ra) para jurarte fidelidad!.
Él contestó: A ti te juraremos fidelidad, pues
eres mejor que yo.
Abu Bakr (ra) respondió: Tú eres más fuerte que
yo.
Umar (ra) contestó: Por cierto que mi fortaleza
es para ayudarte.
Al contraer Abu Bakr (ra) la enfermedad que
posteriormente lo llevaría a la muerte, reunió a algunos de los Sahabas más
importantes y les consultó sobre el posible nombramiento de Umar (ra) como
Califa de los musulmanes. Todos aceptaron, razón que lo alegró enormemente.
Abu Bakr (ra) comprometió a Umar (ra) haciéndole
firmar un pacto por el que asumiría el Califato luego de su muerte.
Así, asumió Umar Ibn Al Jattab (ra) sin desearlo,
de no haber sido por su temor a Allah y ser
preguntado el Día del Juicio (por haberse rehusado a aceptar el Califato), Umar
lo hubiese rechazado y huido de él.
4 - Indicios acerca de la
grandeza de Umar (Allah se complazca de él)
Umar Ibn Al Jattab (ra), el Emir de los creyentes,
luego del Mensajero de Allah (asws) y de Abu Bakr (ra), fue un personaje
relevante por su conducta y personalidad.
Umar "Al Faruq" se educó bajo las
enseñanzas del Profeta (asws). Cuando creyó en Allah y en su Mensajero lo hizo
con la fe de los sabios piadosos. Era temido hasta por el más fuerte, mostraba
firmeza, audacia y severidad. En una ocasión, al encontrarse frente a la
muerte, pidió a su hijo:
- ¡Oh, Abdullah! Retira mi cabeza de la almohada
y apóyala sobre la tierra, quizás así Allah, El Altísimo, se digne mirarme y
tenga compasión por mí.
Y le encomendó:
Dirígete a Aisha (ra), madre de los creyentes, y
preséntale los saludos en nombre de Umar (ra), no menciones "El emir de
los creyentes", pues a partir de hoy ya no lo soy. Dile que Umar Ibn Al
Jattab pide su permiso para ser sepultado junto a sus dos compañeros, el
Profeta Muhammmad (asws) y Abu Bakr (ra).
Transmitió Abdullah (ra) el pedido de su padre a
Aisha (ra), ella contestó:
Había reservado este lugar para mí, pero hoy
prefiero que Umar (ra) lo ocupe.
Al regresar ante su padre, Abdullah(ra) manifestó
lo dicho por Aisha(ra)
diciéndole:
-¡Oh Emir de los creyentes!, será como tú lo
deseas, ella otorga su permiso
Exclamó Umar(ra):
-¡Glorificado sea Allah! No deseaba nada más que
esto.
Luego, indicó a su hijo que tras su muerte,
volviera a asegurarse del consentimiento de Aisha (ra). Abdullah (ra) así lo
hizo, y el Califa Umar Ibn Al Jattab(ra) fue sepultado junto a ellos dos.
Al encontrarse con algún niño en las calles de
Medina, tomando sus manos les decía:
- Ruega a Allah por mí, pues tú, todavía no tienes
pecados.
Decía esto, pues según la fe islámica, todos los
niños nacen en estado de pureza (Fitra), y no tienen pecados heredados de sus
antepasados. Por todo esto Umar (ra), quien se consideraba una persona con gran
cantidad de faltas, debido a su responsabilidad por conducir la nación
islámica, pedía de los niños, que rogasen a Allah por él. Tal era su conducta
piadosa.
5 – “No poseo más que esta camisa”
Se retrasó Umar Ibn Al Jattab (ra) un día viernes
al sermón (jutba) que debía pronunciar ante los fieles. Al llegar, lo
hizo apresurado vistiendo una capa con muchos remiendos, llevando debajo, una
túnica todavía húmeda. Al subir al mimbar, se disculpó ante los fieles
diciendo:
- Me retuvo esta camisa, pues debí aguardar que
se secara, ya que otra no poseo.
6 -Umar cuida de los huéspedes de
Medina y se conmueve por el llanto de un niño
Arribaron a Medina comerciantes que acamparon en
las inmediaciones de la ciudad. Al saber de su presencia, salió Umar Ibn Al
Jattab y Abdur Rahman Ibn Auf (ra) a recibirlos. Al llegar muy tarde,
observaron a sus integrantes dormidos, por lo que escogieron un lugar para
descansar.
Dijo Umar (ra):
- Pasaremos el resto de la noche aquí, velando por
nuestros huéspedes.
Al escuchar el llanto de un niño, Umar (ra) se
dirigió presuroso, temeroso que su llanto despertase a los huéspedes. Al
acercarse le dijo a su madre:
- Teme a Allah, y amamanta a tu niño
Regresó a su lugar, pero nuevamente el pequeño
comenzó a llorar, retornó y dijo otra vez a su madre:
- Te dije que temas a Allah y amamantes a tu niño
Una vez más retornó a su sitio y, sin siquiera
acomodarse, el llanto del niño volvió a estremecerlo. Se dirigió Umar (ra)
entonces hacia la madre y le dijo:
-¡Ay de ti! No veo, sino una pésima madre. ¿Qué
tiene tu hijo?
Dijo ella, sin saber que hablaba con el Califa:
-¡Oh siervo de Allah! Me has ofendido. Yo trato de
destetar a mi hijo, pero él se niega.
Umar: - ¿Y por qué lo destetas?
Ella contestó: -El Califa no subvenciona sino a
niños destetados.
(En aquella época los Califas asignaban una
cantidad de alimentos en forma mensual o semanal a cada familia humilde, según
el número de niños destetados que tuviesen). Estos bienes eran tomados del
Tesoro Común de los musulmanes (Baitul Mal) originados por la
contribución social -el zakat- y de donaciones voluntarias.
Umar respondió - ¿Y cuál es su edad?
- Solo tiene algunos meses.
-¡No lo hagas!, clamó Umar
Relató Abdur Rahman Ibn Auf (ra) que Umar dirigió
la oración del alba, no pudiendo, quienes orábamos detrás de él, entender que
recitaba debido a su llanto. Al culminar les dijo:
- ¡Que desgracia la mía! Cuántos niños musulmanes
habrán muerto
Inmediatamente ordenó que se informase por las
calles de Medina:
- "No destetéis a vuestros niños, pues subvencionaremos
con los bienes del Tesoro Común a todo hijo de musulmán"
Y ordenó la misma proclama, para todas las
provincias de la nación Islámica
7 - Ejemplo de respeto por la
libre expresión
En una ocasión el Califa, subió al mimbar para
dirigirse a los musulmanes, e informarles sobre un asunto de suma importancia.
Comenzó su sermón (jutba) diciendo:
- Alabado sea Allah, la paz y las bendiciones de Allah
sean con su siervo y Mensajero. ¡Escuchad!, Allah sea misericordioso con
vosotros.
Uno de los musulmanes presentes interrumpió sus
palabras diciendo:
¡Por Allah que no escucharemos nada de ti!
Entonces Umar (ra) preguntó: -¿Por qué no me
escucharán?
Respondió el hombre:
- Porque te has otorgado privilegios por sobre
nosotros en esta vida. Nos diste a cada uno una capa, y en cambio tú tomaste
dos.
Mirando Umar (ra) a los musulmanes, dijo:
¿Dónde se encuentra mi hijo Abdullah?
Este, se puso de pie y respondió: -¡Aquí estoy!
Emir de los creyentes.
Umar: - ¿Quién ha tomado la segunda capa?
Abdullah: - ¡Yo! Oh, Emir de los creyentes
Dirigiéndose Umar (ra) al hombre disconforme y a
los musulmanes, les dijo:
- Saben ustedes que soy un hombre alto y de talla
grande, sin embargo me ha tocado una capa corta, por lo que mi hijo Abdullah,
me ha dado la suya y con ella, alargué la mía.
Entonces el hombre dijo:
- ¡Alabado sea Allah, ahora te escuchamos oh, Emir
de los creyentes!.
8 - Un ejemplo de verdad y
justicia
Cierta vez, Umar dijo a Al Abbas (ra), tío del
Profeta (asws):
Escuché decir al Mensajero de Allah (asws) antes de
su muerte, que deseaba ampliar la mezquita, y por cierto que tu casa está muy
próxima a ella. Entréganos tu casa y con ella ampliaremos la mezquita; te
daremos a cambio, otra más amplia.
Al Abbas (ra) contestó: - No lo haré.
- Entonces la expropiaré, dijo Umar.
Al Abbas (ra): - No tienes ese derecho, nombra a
alguien que arbitre entre nosotros con la verdad
- Umar: - ¿A quién eliges?
Respondió Al Abbas: - A Hudaifa Ibn Al Iamán (ra)
(conocido sabio entre los Sahabas).
Ambos se dirigieron hacia Hudaifa (ra), y relataron la discrepancia que existía
entre ambos. Luego de escuchar atentamente sus alegatos dijo:
Escuché que el Profeta de Allah, David (as), quiso
ampliar la mezquita de Jerusalén (Baitul Maqdis), encontrando cerca de ella una
casa que pertenecía a un huérfano. Al solicitársela, éste se negó, por lo que
David(as) decidió tomarla por la fuerza, entonces Allah El Altísimo, le reveló:
Por cierto que la casa más distanciada de la injusticia, debe ser la casa de Allah"...
David (as) devolvió la casa a su dueño.
Dirigió Al Abbas(ra) su mirada hacia Umar (ra) y
dijo:
- ¿Todavía quieres tomar mi casa por la fuerza?
Dijo Umar: - ¡No! -
Contestó Al Abbas: - Entonces, te daré mi casa
para que amplíes la mezquita del Mensajero de Allah (asws) -
Con este ejemplo y con su actitud, quiso Al Abbas (ra)
demostrar al Califa Umar (ra) sus límites como gobernante.
9 – “¿Desde cuándo esclavizáis a
los hombres, puesto que sus madres los trajeron libres a este mundo?”
Preguntó un joven egipcio a Umar (ra):
¡Oh, Emir de los creyentes! ¿Es este un buen
sitio para buscar tu amparo?
De inmediato Umar (ra) lo interrogó acerca de su
inquietud. Supo que Muhammad Ibn Amr Ibn Al As (hijo del libertador y
gobernador de Egipto) después de haber perdido una competencia frente a él, al
castigarlo le dijo:
¡Toma! Pues soy el hijo del hombre más respetado
Al oír esto, Umar (ra) ordenó a un emisario llamar
a Amr Ibn Al As y a su hijo Muhammad. Frente a ellos exclamó:
-¿Dónde está el joven egipcio?
- ¡Estoy aquí! Emir de los creyentes, respondió.
Dijo Umar: - Toma esta vara y golpea al hijo del
hombre más respetado
- Golpeó el egipcio a Muhammad, hasta hacerlo
sangrar.
- Repitió Umar (ra):
- Pégale al hijo del hombre más respetado, y agregó:
- ¡Golpea también la cabeza calva de Amr, pues, por
Allah! Te golpeó valiéndose de la autoridad de él.
Contestó el joven:
- ¡Por Allah! Emir de los creyentes, ya obtuve mi
derecho, golpeé a quien me había golpeado
- Dijo Umar: Si le golpearas más, nadie te lo
impediría, hasta que fueras tú el que dejara de hacerlo
Dirigiéndose a Amr Ibn Al As, le dijo:
- ¿Desde cuándo esclavizáis a los hombres, puesto
que sus madres los trajeron libres a este mundo?.
10 – “Los pecados del ejército
son más peligrosos que vuestros enemigos”
Escribió Umar (ra) a su Compañero, Saad Ibn Abi
Uaqqas (ra) y a quienes se encontraban con él formando parte del ejército que
luchaba en Irak:
Por cierto que ordeno a tus soldados y a ti ser
temerosos de Allah, por encima de cualquier situación, pues el temor a Allah es
la mejor arma contra los enemigos y la estrategia más poderosa. Les ordeno, el
cuidado extremo de no cometer pecados, y de estar prevenidos de vuestros
enemigos. Por cierto que los pecados del ejército son más peligrosos para
vosotros que el enemigo (pues estos pecados los llevan a perder el favor y
protección de Allah Todopoderoso).
Ciertamente los musulmanes vencen por la
desobediencia a Allah que cometen sus enemigos, de no ser por esto, no seríamos
superiores a ellos, pues nuestras fuerzas son menores.
Y si nos igualamos en la desobediencia a Allah,
ellos nos superan en número de combatientes y variedad de armamentos. Si no
vencemos por la ayuda y protección divina, no lograremos vencerlos con nuestro
poderío.
Sabed que junto a vosotros se encuentran los
ángeles de Allah que registran cuánto hagáis, tened vergüenza de ellos y no
desobedezcáis a Allah, pues estáis en Su causa.
Compartió con el Mensajero de Allah muchas batallas,
como las de Badr, Uhud y Hunain. En Badr, tras una victoria contundente; el
Profeta le consultó que hacer con los prisioneros, Umar (ra) contestó:
- Te han combatido y te han expulsado, debes
deshacerte de ellos.
Contestó el Mensajero: tú eres como el Profeta Noé
(as) quién dijo:
"Señor mío, no dejes sobre la tierra rastros
de los incrédulos. Si tú los dejas confundirán a tu pueblo y no engendrarán más
que libertinos e incrédulos" (Sura
71, aleya 26-27)
Combatió Umar (ra) hombro con hombro en la batalla
de Uhud junto al Mensajero (asws), protegiéndolo en una ocasión con su cuerpo y
escudo ante un ataque enemigo.
Estableció la "era de la Hégira" (calendario
Islámico considerado uno de los mayores acontecimientos de la historia del
Islam, pues indica el comienzo de la emigración del Mensajero de Allah a
Medina)
Fueron muchas las concordancias entre las
revelaciones del Sagrado Corán y las inquietudes de Umar (ra), por ejemplo: La
prohibición de bebidas alcohólicas, la de los prisioneros de guerra, etc.
Que la misericordia de Allah sea con Umar.