Califa Abdulmecid II |
Bismillahi Rahmani Rahim
3 de marzo de 1924 (92 años
atrás):
El 3 de marzo en la Historia
Otomana señala el aniversario 92 de un evento que aún hoy más que nunca hace
sentir sus serias consecuencias para el mundo Islámico: la abolición del Cargo
de Califa. Este evento señala un punto de inflexión en la historia, del que
mucha gente es inconsciente. Para apreciar completamente el significado de este
aniversario, debemos retrotraernos a Estambul. El año es 1924. Ha pasado algo
de tiempo luego de la medianoche. Una única luz está encendida en la biblioteca
del palacio Dolmabahçe. Allí, un hombre anciano está sentado tranquilamente y
lee el Qur’an, meditando en el estado de su Ummah. Su nombre es Abdulmecid II y
es el Califa 101 del Islam. Dos años antes, su primo Sultán Muhammad Vahdeddin
VI ha sido exiliado en Italia (donde más tarde moriría de hambre) y el
Sultanato Otomano ha sido abolido por la Asamblea General Nacional de Turquía
bajo el liderazgo de Mustafa Kemal. Las fuerzas nacionalistas turcas finalmente
han traído cerca del final al Imperio Otomano, pero aún sentían que no podían
abolir de inmediato el Califato debido a la reacción masiva que eso produciría.
Empezaron a llevar a cabo una campaña de violencia e intimidación que asegurara
de quitar a todos los que apoyaban al Califa. Finalmente, en la noche del 3 de
marzo ellos hicieron su movimiento. Un joven mensajero del ejército abrió la
puerta de la biblioteca. El Califa siguió leyendo el Qur’an. En un primer
momento el mensajero quedó sorprendido ante la apariencia del Califa, mas se
forzó a sí mismo y leyó la proclama de la Asamblea General nacional de Turquía.
El Califa se negó a dejar Estambul, pero a sus empleados les preocupaba ser
asesinados por el ejército que había rodeado el palacio y los tenía a punta de
pistola a él y a su familia, incluidos mujeres y niños. Luego de sopesar las
pocas opciones que tenía, de mala gana empacó algunas de sus vestimentas y se
marchó al exilio. Antes de la oración de la mañana (Fajr), fue llevado a punta
de pistola hacia la estación de tren donde él y su familia fueron puestos en el
Expreso de Oriente con destino a Suiza.
A continuación compartimos
una anécdota sucedida en la estación de tren, contada por Sheykh Lokman Effendi
Hz:
“Sí, él estaba allí, en la
estación de tren, y estaba lloviendo. Allí estaba un jefe de la estación. El
jefe de la estación dijo: ‘Oh Califa, por favor, venga al amparo’, porque
aquellos ‘animales’ lo dejaron allí con todos sus hijos y lo demás, solamente
fueron con una maleta, le dieron dos mil libras, como hicieron lo mismo con
Sultán Wahid ad-Din: él murió de inanición. Como también hicieron con Sultán
Abdul Hamid Khan, poniéndolo en el tren que era para animales, animales sucios,
para cerdos. Y ese jefe de estación le dijo al último Califa: ‘Su Alteza, por
favor, venga a mi oficina, salga del tren’. Le ofreció algo de té. El Califa
dijo: ‘Gracias’. El jefe de estación empezó a llorar. Dijo: ‘¿Usted me está
agradeciendo? Yo le agradezco a usted, ya que por todos estos años, usted nos
ha dado amparo y nos ha protegido’. ¿Quién era este jefe de estación? ¿Lo
sabes? Era judío. ‘Los Otomanos siempre nos han protegido’, dijo, ‘al menos
ahora tengo una oportunidad de servir al Califa’. En ese entonces ellos tenían
fe. Ahle Kitab. ¿Dónde está la fe de los musulmanes hoy en día? Todos se
sientan juntos para tocar y cantar canciones sobre el nacimiento de su nación,
Día Nacional, de cada país musulmán. Entiendan que están celebrando el nacimiento
de sus naciones porque colectivamente hemos traicionado y enviado al exilio a
nuestro Califa. La muerte del Califato es el nacimiento de las naciones
Islámicas modernas y el renacimiento del estado de jahiliyat (ignorancia) para este mundo
entero.”
Como apasionados del Imperio
Otomano añoramos el día en que el mundo Islámico nuevamente tenga gobernantes
sinceros y humildes que realmente tengan en cuenta la protección de todos los
ciudadanos, sin importar cuál pueda ser su raza, religión o creencia.
¡Biz Osmanliyiz, Pek
Sanliyiz!
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