Bismillahi
Rahmani Rahim
"La ignorancia es material
para hacer esclavos baratos", ha dicho el trovador gaucho don José
Larralde, y no cabe mejor frase para definir al movimiento apócrifo que ha dado
en generar el no menos apócrifo "Estado Islámico" en Siria e Irak.
A continuación compartiremos
unas pocas y breves aleyas del Sagrado Qur'an y un par de hadices del Mensajero
de Allah (asws) que desmienten el bárbaro accionar pretendidamente islámico de
esta secta en todo ajena al espíritu del Islam Tradicional. Dice Allah
Todopoderoso:
"Esos que dan en los
momentos de desahogo y en los de estrechez, refrenan la ira y perdonan a los
hombres. Allah ama a los que hacen el bien" (3: 134). La aleya habla de
los temerosos de Allah, quienes serán recompensados con el Jardín del Paraíso y
el perdón divino debido a su bondad. Los amados de Allah son aquellos que obran
el bien y son agentes de bondad, definidos como caritativos cuando se tiene
como cuando no se tiene (cuando se tiene mediante los recursos materiales,
cuando no se tiene mediante las buenas actitudes hacia los demás), que reprimen
el enojo y lo trocan en paciencia y aceptación, y perdonan a quienes los
ofenden. ¿Podemos acaso encontrar estas virtudes islámicas elementales en los
representantes del Estado Islámico?
Dice Allah Todopoderoso:
"¡Adopta la indulgencia
como conducta, ordena lo reconocido como virtud y apártate de los
ignorantes!" (7: 199). Esta aleya dirigida al Profeta Muhammad (asws) es
un mensaje para los musulmanes en general. Los sabios de la jurisprudencia del
Islam han tomado esta aleya como base en las relaciones con las culturas
foráneas con que el Islam ha entrado en contacto al momento de su expansión.
¿Qué ordena? Poseer una conducta de indulgencia y tolerancia hacia las demás
culturas y creencias, ordenar lo bueno y virtuoso de acuerdo a la sana
consciencia, y apartarse (no matar ni oprimir ni exiliar) de los ignorantes. Se
debe ser un buen ejemplo para quienes no saben, y toda matanza, opresión y persecución
jamás entrarán en la categoría del buen ejemplo; sí la indulgencia, la
tolerancia y la comprensión. ¿Vemos estas virtudes del buen musulmán en los
representantes del Estado Islámico?
Dice Allah Todopoderoso:
"No son iguales la bondad
y la maldad; responde con la mejor actitud y aquel con el que tenías enemistad
será un amigo ardiente" (41: 33). El musulmán debe distinguir claramente
la bondad de la maldad para así obrar en consecuencia. Esta aleya nos cita tal
vez una de los niveles más altos de bondad: responder con la mejor actitud de
bien a quien piensas que es tu enemigo, así se evitará un mal mayor, y él, al
ver tu actitud de bien, recapacitará en su propia actitud y se convertirá en tu
fervoroso amigo. El musulmán es un agente de sulh (paz, bien, reconciliación),
de acuerdo a la palabra de Allah Todopoderoso: "As sulhu jayrun (la
reconciliación es mejor)" (4: 127). ¿Qué es entonces lo que se puede
reconciliar mediante el asedio, la persecución y la matanza, señores del Estado
Islámico? ¿Acaso no han leído que "No hay coacción en la religión"
(2: 255), aleya que ha vuestro pesar de yihadistas mal intencionados fue revelada
luego de las aleyas del combate? ¿En qué queda vuestra actitud?
"Pero quien tenga
paciencia y perdone, eso es parte de los asuntos que hay que asumir con
resolución" (42: 40).
En un hadiz qudsi recopilado
por el Imam Nawawi dentro de los 40 hadices fundamentales para la Aquida del
Islam Tradicional, se narra por la boca del Profeta Muhammad (asws), que Allah
Todopoderoso dijo: "Oh mis siervos, ciertamente me He prohibido a Mi mismo
la tiranía y la He prohibido entre ustedes. Por lo tanto no se opriman
mutuamente".
Estas pocas actitudes
fundamentales que hacen al musulmán lo que realmente debería ser, demuestran la
evidente apostasía en la que incurren los miembros subversivos del Estado
Islámico de Siria e Irak. Ni hablar de las falaces pretensiones califales. En
un hadiz bien conocido transmitido por el Imam Bayhaqí, el Imam Suyuti y otros,
el Mensajero de Allah (asws) habla de las diferentes fases por la que
atravesará el gobierno de su Ummah hasta el final de los tiempos: el gobierno
de los Califas rectamente guiados (Hz Abu Bakr, Hz Umar, Hz Uzman, Hz Ali), el
gobierno de los Umara (los amires Omeyyas y Abássidas), el gobierno de los
Maliks (los Sultanes Otomanos) y el período de la Jabbabira (la tiranía, o
gobiernos no-islámicos de la actualidad). Para acabar con la jabbabira será
necesaria la acción de un descendiente de la casa del Profeta (asws), el Imam
Mahdi, quien con sus poderes milagrosos restaurará el Califato junto a la
segunda venida de Sayidina Isa (Jesús -as-). Este hadiz por sí sólo echa por
tierra las falsas pretensiones del tal Abu Bakr al-Baghdadi y sus secuaces
(esclavos baratos).
¡Despierten, musulmanes!, decía
a menudo nuestro maestro Hz Sheykh Abdul Kerim al-Kibrisi (qs), ¡no sean los
burros de Sheytán!. Y ante la situación actual de la Ummah del Islam no nos
queda más que hacernos eco de sus palabras: ¡Despierten, musulmanes, ya es
tiempo de despertar!
Wa min Allahu Tawfiq.
Raíces
y Sabiduría
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