domingo, 5 de octubre de 2014

"Ndiangue": Pelo Fuerte, atributo del León

Aunque preferimos el nombre de ndiangue, que en dialecto wolof quiere decir “Pelo Fuerte” o “Pelo de Poder”, se les conoce comúnmente como «rastas», ya que se ha popularizado a modo masivo a través de los cultores del “Rastafarismo”, aunque no debe asociarse directamente el tipo de cabello con la cultura rastafari, ya que gente de muchas grupos étnicos han usado Pelo Fuerte a lo largo de la historia, incluyendo muchos grupos ancestrales como los pueblos Semitas e Indo-Arios del Oriente Próximo y Asia Menor, los primeros clanes Escoceses, los Sadhus y Sufis Rafaees de India, los Maorí de Nueva Zelanda, los Masái de África del Este, y los Faquir-Qalandar de Pakistán. Tanto el Pelo Fuerte, como la barba para el hombre, se corresponden con la simbología del león y su función de soberano espiritual, potencia espiritual en acción sobre el mundo, como en el judaísmo lo grafica la historia representativa de Sansón.

Historia

Los primeros ejemplos conocidos de Pelo Fuerte se remontan a África Oriental y algunas partes del Norte de África. Los hombres Masai, que se encuentran en las regiones del norte de Tanzania y el sur de Kenia, han estado llevando rastas durante todo el tiempo que han sobrevivido. No ha habido fecha oficial de los "inicios" de las rastas Masái, pero es una tradición que ha estado ocurriendo durante miles de años. Incluso hoy día, puede verse a los hombres Masái ponerse sus rastas con un tinte de color rojo extraído de la tierra.

En el Antiguo Egipto existieron ejemplos de egipcios usando peinados y pelucas del estilo Rasta que han aparecido en bajo relieves, estatuas y otros artefactos. Restos momificados de los antiguos egipcios con su pelo torsado, así como pelucas con rastas han sido recuperados de diversos sitios arqueológicos.

El aspecto de la divinidad hindú conocido como Shiva y sus seguidores se describen en las Escrituras con el uso de "jaTaa", que significa "torsamiento de pelo", probablemente derivado de la palabra Dravidiana "Sadai", que significa girar o envolver.

Los Griegos, pueblos del Océano Pacífico, el pueblo Naga y varios grupos de Ascetas en varias grandes religiones a veces han usado su pelo torsado, incluidos los monjes de la Iglesia Ortodoxa Etíope Tewahedo, los Nazareos del Judaísmo, los místicos Qalandari, los sadhus del hinduismo y los Derviches del Islam (se dice que el Profeta Muhammad solía tener el cabello largo hasta debajo de las orejas, el cual trenzaba), entre otros. Los primeros cristianos también pueden haber llevado este estilo de peinado. Destacan las descripciones de Santiago el Justo, primer obispo de Jerusalén, que usaba "rastas" hasta sus tobillos.

Sacerdote Aztecas precolombinos fueron descriptos en los códices aztecas (incluyendo el Códice Durán, el Códice Tudela y el Códice Mendoza) con el uso de su pelo intacto, lo que le permite crecer largo y enmarañado.

En Senegal, los Baye Fall, seguidores del movimiento Mouride, un grupo indígena del Islam de ese país, que fue fundado en 1887 por el Sheykh Amadou Bamba, son famosos por usar "rastas" y trajes multicolores. Cheikh Ibra Fall, fundador de la escuela Baye Fall de la Hermandad Mouride, popularizó el estilo añadiendo un toque místico a la misma. De aquí su nombre ndiangue. También es importante tener en cuenta que los guerreros de las tribus Fulani, Wolof, Serer y Mandika, han utilizado rastas hasta la vejez y trenzas en la juventud por siglos.

En Jamaica el término dreadlocks se registró por primera vez en la década de 1950 como término para describir a los "Jóvenes Negros de la Fe", una secta antecesora de los rastafaris, que surgió entre los pobres marginados de Jamaica en la década de 1930, cuando dejaron de copiar el estilo particular del pelo de Haile Selassie I de Etiopía, y comenzaron a usar dreadloks en su lugar. Se decía que el portador vivió un "temor" en vida o una vida en la que temió a Dios, lo que dio a luz a sus 'dreadlocks', el nombre moderno de este estilo antiguo.

Muchos Rastafaris atribuyen sus "dreadlocks" como una dedicación a Haile Selassie I de Etiopía, así como a los tres votos Nazareos, en el Libro de los Números, el cuarto de los libros del Torá.

Sufi Rafaee
Baye Fall

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