La majestuosa pintura de arriba
muestra como nuestros gloriosos antepasados (Otomanos) exterminaron las multitudes de
ateos incrédulos que quisieron destruir la magnificencia del Islam. Es una
pintura muy significativa.
A través de los años, nuestros ancestros
entregaron libremente su sangre en el servicio al Decreto Divino para suprimir
a los demonios y sus seguidores en orden de poder vivir con honor y en paz.
Nosotros llamamos a las generaciones actuales, que han sido forzadas a olvidar
y a someterse a la opresión y a la humillación de hoy en día: “¡Despertad
gente, despertad! ¡Ya habéis dormido demasiado!”
(Grandsheykh Maulana Nazim al- Hakkani en Saltanat vol.7 num. 8)
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