A continuación compartimos narraciones tradicionales del Islam con parte de
lo que ocurrió cuando el Profeta (saaws) fue conducido desde la Meca hasta
Jerusalén en el Viaje anterior a la Ascensión.
* * *
Cuando el
Profeta estaba caminando en el lugar donde Jesús enseñó, entró en el templo de
Salomón en Jerusalén, que estaba lleno de ángeles esperando por él. Todos los
ángeles en el Templo representaban a un grupo de ángeles del paraíso. Luego vio
a todos los profetas parados en filas. Le preguntó a Gabriel quienes eran.
Gabriel
dijo: "Ellos son tus hermanos entre los profetas y éstos ángeles son los
líderes de todos los ángeles del paraíso." Luego Gabriel hizo el llamado a
la oración y después dijo: "Oh Muhammad, el más honorable de los seres a
la vista de Dios, comienza la oración." Y el Profeta se adelantó y dirigió
la oración prescrita. Todos los profetas y ángeles lo siguieron.
Tras la
oración, Abrahám (Ibrahim) dijo:
Las
alabanzas a Allah que me ha tomado como Su amigo íntimo, que me ha dado un
reino inmenso, que me ha dado una Comunidad asidua a la oración y que me ha
hecho uno que conduce la oración, que me ha rescatado del fuego y lo hizo
fresco y seguro para mí.
Después
Moisés (Musa) glorifico a su Señor y dijo:
Las
alabanzas a Allah que me habló directamente, que hizo ocurrir la destrucción de
Firaun y la salvación de los Hijos de Israel a mis manos y que ha producido de
entre mi comunidad una gente que guía a otros con la verdad y establece la
justicia en base a ella.
Después
David (Dawud) glorificó a su Señor y dijo:
Las
alabanzas a Allah que me dio un reino inmenso, que suavizó el hierro para mis
manos, que sometió a mí las montañas y las aves que Le alaban y que me ha dado
sabiduría y juicio inequívoco en mi palabra.
Después
Salomón (Sulayman) glorificó a su Señor y dijo:
Las
alabanzas a Allah que sometió los vientos y los jinnes a mi orden, de modo que
hicieran lo que yo quería y construyeron para mi santuarios elevados, imágenes,
largos cuencos del tamaño de estanques y vasijas fijas en sus sitios (debido a
su tamaño), que me enseñó el lenguaje de los pájaros y me concedió una parte de
toda cosa buena, que sometió a mí los ejércitos de los jinnes y las aves y me
ha preferido sobre muchos de Sus siervos creyentes, que me dio un reino inmenso
que nadie después de mi puede poseer y que ha hecho de mi reino un reino de
bien donde no hay ajuste de cuentas ni castigo.
Después
Jesús el hijo de María (`Isa ibn Maryam) glorificó a su Señor y dijo:
Las
alabanzas a Allah que me hizo Su palabra, que me creó a semejanza de Adam a
quien creó de la tierra y después le dijo: Sé, y fue; quien me enseñó el Libro
y la Sabiduría, la Torah y el Injil; quien me hizo curar al ciego y al leproso
y levantar a los muertos con el permiso de Allah; quien me levantó y me limpió
y me concedió a mi madre y a mi protección contra el demonio maldito de modo
que el demonio no encontró camino alguno con el que dañarnos.
Después
de que cada Profeta glorificó a su Señor en el mejor de los lenguajes, el
Profeta Muhammad dijo:
Todos
ustedes han glorificado a su Señor y ahora yo también voy a glorificar a mi
Señor:
al-hamdu
lillah al-ladhi arsalani rahmatan li al-`alamin
wa
kaffatan li al-nasi bashiran wa nadhira
wa anzala
`alayya al-qur’ana fihi tibyanun li kulli shay’
wa ja`ala
ummati khayra ummatin ukhrijat li al-nas
wa ja`ala
ummati wasatan
wa ja`ala
ummati hum al-awwaluna wa al-akhirun
wa sharaha li sadri wa
wada`a anni wazri
wa rafa`a
li dhikri
wa
ja`alani fatihan khatiman!
Las
alabanzas a Allah que me ha enviado como una misericordia para los mundos
Enviado
a todos sin excepción, portador de buenas noticias y advertidor,
Que ha
hecho descender sobre mí el Qur’an, en el cual hay una perfecta exposición de
todas las cosas,
Que ha
hecho mi Comunidad la mejor Comunidad que haya sido formada para el beneficio
de la humanidad,
Que ha
hecho de mi Comunidad una Comunidad de en medio
Que ha
hecho a mi Comunidad en la verdad la primera y la última de las Comunidades,
Que ha
expandido mi pecho y me ha librado de mi carga,
Que ha
exaltado mi nombre,
Y me ha
hecho el que Abre y el que Sella
Tras oír esto, Abraham, (Ibrahim) dijo: “¡Con esto
Muhammad os ha superado!”
Y
conforme a una narración complementaria:
El Arcángel Gabriel finalmente dijo:
"Es por eso, oh Muhammad, que tú eres el último de los profetas y una
misericordia para los seres humanos. ¡Oh profetas y ángeles, oh grandes y
pequeñas creaciones, Dios y Sus ángeles envían bendiciones y saludos a Su
Profeta! Ustedes también envíen muchas bendiciones sobre él, y los mayores
saludos! Aumenten sus bendiciones. La oración por él es un ángel con dos ojos y
dos alas, que vuela hacia Dios directamente para pedir perdón para aquel que la
recite, hasta el Día del Juicio."
***
El Árbol del Loto del Límite de
la Creación
El
Profeta (saaws) y Yibríl [el arcángel Gabriel] viajaron otra vez hasta que
llegaron al límite absoluto del intelecto creado, llamado "El Árbol de
Loto del Límite más Lejano." Allí, ellos vieron lo que la lengua no puede
describir. El efecto que produjo en el Profeta la visión que ellos contemplaron
es un secreto que tuvo lugar en su corazón. Un sonido vino a ellos desde
arriba, que disipó parte del asombro del Profeta.
En ese
momento, él vio un gran árbol que no se parece a ninguno de los árboles del
paraíso, un árbol sin descripción, cubriendo todos los paraísos, cielos y
universos. El tronco del Árbol era un enorme ángel llamado Samrafil. El Profeta
no podía ver nada aparte de él. Creció desde un océano de almizcle infinito, inimaginable,
indescriptible.
El árbol
tenía un número infinito de ramas, creadas de un elemento celestial que no
tiene nombre en un idioma creado. La distancia entre las ramas era de
quinientos mil años luz y en cada rama había un número infinito de hojas. Si
todos los universos creados fueran colocados en una de estas hojas, ellos
desaparecerían como un átomo desaparece dentro de un océano de agua.
En cada
hoja se sentaba un enorme ángel en una luz multicolor. Sobre su cabeza había
coronas de luz y en sus manos bastones de luz. En su frente tenía la
inscripción:
"Nosotros
somos los habitantes del Árbol de Loto." Siempre en sus labios estaba el
himno, "Alabado sea Dios, Quien no tiene fin." Son llamados los
Serafines, "Los Ocultos", porque ellos son creados del absoluto
secreto del Señor.
Desde el
tronco del árbol brotaban cuatro vertientes. La primera era de agua pura,
transparente, cristalina. La segunda era un río de leche blanca. La tercera era
un río de vino, limpio y placentero, que eleva sin humillar. El cuarto era un
río de miel pura mezclada con oro. Dentro del tronco estaba el nicho de oración
de Gabriel, y sus constantes palabras de alabanza eran:
¡Allahu
Akbar! ¡Dios es el más Grande!
¡Allahu
Akbar! ¡Dios es el más Grande!
y siempre
llegaba la respuesta desde arriba:
¡Yo soy
el más Grande!
¡Yo soy
el más Grande!
Luego
Gabriel entró en su nicho de oración e hizo el llamado para rezar. Todos los
serafines se pararon en filas y el Profeta los dirigió en la oración. La
oración terminó y a todos los serafines se les ordenó dar sus saludos al
Profeta, uno tras otro. Después de esto, un gran ángel salió por detrás del
nicho de oración de Gabriel y le pidió al Profeta que se acercara.
El
Profeta y Gabriel entraron al tronco de ese árbol y en un instante alcanzaron
la visión completa de la creación. En la punta superior del árbol vieron a Adán
y Eva, Noé, Abraham, Moisés, Jesús y a todos los otros profetas a quien habían
visitado. A su lado vieron a todas sus respectivas naciones, sentados con ellos
en espíritu junto con aquellos de la nación del Profeta que ya habían dejado
este mundo. Todos estaban allí sentados juntos, felices, disfrutando en el amor
y la belleza de la misericordia del Señor y alabándolo.
Ese Árbol
de Loto porta el conocimiento de toda la creación de Dios, desde el comienzo
del tiempo. Todo lo que es creado forma parte de él y está contenido en él. Fue
llamado el árbol "del límite más lejano", ya que todo termina en él y
después de él empieza una vida nueva. Dios lo decoró con la luz de Su propia
esencia. Tiene tres características: un continuo halo de luz extendiéndose
sobre cada creación, un continuo placer llegando a todos desde la fruta de sus
ramas, y una continua fragancia de sus flores, perfumando con belleza la vida de
la creación.
[Compendio
de narrativa del Mira'j en el árbol del Loto según transmisión de fuentes
islámicas otomanas clásicas]
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