La
aparente ingenuidad de Marcel Lefebvre en contra del Islam y sus temores hacia el
comunismo construye un discurso maniqueo en el cual hay buenos y malos,
cristianos contra musulmanes y comunistas, civilizados contra incivilizados.
Para Lefebvre —como le ocurrirá años después durante el Concilio Vaticano II—
no había nada más que caos donde no reinasen las viejas estructuras, puesto que
en éstas no entraba ninguna ideología que atentase contra las “buenas costumbres”
occidentales. Este es un claro caso de colonización epistemológica, como dice
Ramon Grosfoguel: «la aceptación de epistemología eurocéntrica hegemónica, que
asume un punto de vista universalista, neutral y objetivo». Es esa pretendida
objetividad neutral y universalista la que hace que el texto de Lefebvre se
debilite por completo, pues niega a los otros la capacidad de hablar o pensar.
El siguiente trabajo propone un
acercamiento a la polémica entre Marcel Lefebvre y Sheykh Ibrahim Niasse
ocurrida a principios de los años 60. El Arzobispo de Dakar escribió una carta
contra el Islam en África, pero Niasse defendió el carácter multicultural e
integrador de éste en Senegal. La polémica no solo es interesante para la
historia de las relaciones islamo-cristianas en África, sino para poder ver las
constantes tensiones de la identidad senegalesa entre el papel “fantasmal” de
las antiguas autoridades coloniales y las nuevas estrategias de los musulmanes
africanos. El texto completo en pdf se puede descargar aquí: ¿Es África para los africanos?
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