miércoles, 8 de mayo de 2013

"No hay coacción en la Religión"

Bismillahi Rahmani Rahim
Extracto del libro "Bilal: El servidor de Muhammad" de H.A.L. Craig.
"Les he oído decir a algunos zopencos, aquí en Damasco, que el Islam se extendió con la espada. Qué necios son. Creen que la religión es una siega y no lo es. La religión es más bien una siembra, la siega sólo la puede hacer Dios. El temor de Dios.
Y, sin embargo, ellos dicen:
-Vuestro Islam, vuestra entrega a vuestro Dios, es la entrega de todos los demás a vuestros caballos.
Cuando les pido que me traigan a un hombre o me muestren a alguien que haya sido obligado a convertirse al Islam a la fuerza, guardan silencio. Por eso yo no tengo más remedio que hablar.
Si un musulmán obliga a alguien a convertirse no corre el riesgo de acabar en el Infierno. No. Tiene la certeza de que acabará en él, pues la advertencia de Dios está muy clara: "La religión no puede ser obligatoria". Cuando nos acusan de utilizar la espada, yo les enseño mi bastón. ¿Cómo puede estarse quieto el bastón de un viejo en el mundo de un joven? Y, sin embargo, si yo, Bilal, atara una zanahoria a mi bastón y convirtiera con ella a los asnos de nuestros adversarios -tal como dicen que una campana cristiana convirtió a dos cisnes-, yo, Bilal, ardería como una tea en el Infierno. Pues, de la misma manera que no puede haber obligación en la religión, tampoco puede haber soborno.
Ni la espada, ni las amenazas, ni los retorcimientos del brazo, ni los huesos rotos, ni los sobornos pueden inducir a un hombre a creer, pues, en la esencia de la prohibición de la conversión a la fuerza, se encierra toda la intacta belleza del más puro diamante de la religión. Es Dios y no el hombre quien elije al creyente. En los versículos 99 y 100 de la sura de Jonás, Dios plantea a toda la humanidad, incluso a esos zopencos de Damasco, una sola pregunta:
'¿Puedes tú obligar a los hombres a creer en contra de su voluntad, siendo así que un alma sólo cree por voluntad de Dios?'
¿Cómo se podría extender el Islam por medio de la espada? Sin embargo, por mucho que tú demuestres una imposibilidad, siempre habrá alguien que te dirá que es cierta.
Aunque el árbol de Hudaybiya no era más que un espino desnudo, de él cayeron grandes frutos y, aunque no era más que un árbol sin hojas, dio su sombra a muchos miles, pero vosotros no vayáis ahora a convertir mi metáfora en un milagro, por más que el resultado de la Tregua (de paz concertada entre el Profeta-asws- y los creyentes con los incrédulos de Mecca) lo pareciera. Por primera vez podíamos desplazarnos libremente de oasis en oasis y de manantial en manantial, hablando abiertamente, sin temor a que nos apedrearan o nos azotaran o azuzaran contra nosotros a los perros del campamento.
Con la palabra y no con la espada, por medio de la invitación y no de la obligación, convencimos los corazones de los hombres. Y así se extendió el Islam."

H.A.L. Craig fue un investigador histórico de origen irlandés, conocedor en profundidad del mundo Islámico. Escribió el guión de las películas "El Mensaje" y “El León del Desierto” (dirigidas por Mustafa Akkad y que se pueden encontrar en este blog, en la Etiqueta “Películas”). El film “El Mensaje” fue aprobado en su momento por eruditos de instituciones islámicas históricas. Su único libro, "Bilal: El Sirviente de Muhammad", bellamente escrito, narra en primera persona (Bilal) y en estilo de novela histórica los primeros tiempos del Islam.

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