lunes, 28 de septiembre de 2015

Enseñanzas de Sheykh Tierno Bokar: Pájaros Blancos y Pájaros Negros

En su relación mutua los seres humanos pueden ser comparados con dos muros que se enfrentan. Cada muro posee una multitud de pequeños orificios donde anidan pájaros blancos y pájaros negros. Los pájaros negros son malos pensamientos y malas palabras. Los pájaros blancos son buenos pensamientos y buenas palabras. Debido a su forma, los pájaros blancos solamente pueden entrar en los orificios para pájaros blancos y lo mismo sucede con los pájaros negros, que solamente pueden entrar donde corresponde a los pájaros negros. Ahora imaginemos dos hombres que se creen enemigos de manera recíproca. Vamos a llamarlos Yusuf y Ali.

Un día, Yusuf, persuadido de que Ali le desea el mal, se siente muy enojado con él y le envía un pensamiento muy malo. Al hacer esto Yusuf libera un pájaro negro al mismo tiempo que deja vacío el correspondiente orificio de su muro. Su pájaro negro vuela hacia Ali y busca un orificio vacío que se adapte a su forma y color para anidar en él. Si desde su lado Ali no ha enviado un pájaro negro hacia Yusuf, esto es, si Ali no ha emitido ningún pensamiento malo, ninguno de sus orificios negros estará vacío. Al no encontrar ningún lugar donde asentarse, el pájaro negro de Yusuf se verá obligado a regresar a su nido original, llevando consigo la maldad con la que ha sido cargado, una maldad que terminará erosionando y destruyendo al mismo Yusuf.

Pero imaginemos que Ali también ha emitido un pensamiento malo. Al hacerlo ha liberado un orificio al que podrá entrar el pájaro negro de Yusuf depositando parte de su maldad y cumpliendo allí su misión destructora. En el transcurso el pájaro negro de Ali volará hacia Yusuf y se asentará en el orificio liberado por el pájaro negro de Yusuf. Así es que los dos pájaros negros habrán conseguido su objetivo y habrán trabajado para destruir a los hombres para los que cada uno estaba destinado.

Pero una vez que sus designios sean completados, cada pájaro volverá a su nido de origen ya que se ha dicho: “Todo vuelve a sus fuentes”. Debido a que la maldad con la que cargaban no ha sido agotada, esta maldad se volverá en contra de sus autores y terminará destruyéndolos. El autor de un pensamiento malo, de un deseo malo, o de una palabra ponzoñosa es atacado tanto por el pájaro negro de su enemigo como por su propio pájaro negro cuando más tarde vuelve a él.

Lo mismo sucede con los pájaros blancos. Si emitimos solamente pensamientos buenos hacia nuestro enemigo, así sea que el enemigo solamente nos dirija malos pensamientos, los pájaros negros del enemigo no encontrarán en nosotros ningún lugar donde asentarse y volverán a quien los ha enviado.
Como también para los pensamientos buenos que le hemos enviado, si ellos no encuentran un sitio libre en nuestro enemigo, nos volverán cargados con toda la energía beneficiosa que ellos conllevan.

Por esto, si solamente emitimos buenos pensamientos, ninguna maldad, ninguna palabra ponzoñosa jamás nos llegará. Por eso es que uno siempre debería pedir bendiciones tanto para los amigos como para los enemigos. La bendición no sólo marcha hacia su objetivo para cumplir su misión pacificadora, sino que un día u otro también nos vuelve con todo lo que ha adquirido.

Por lo tanto, siempre deben querer para los demás lo que quieren para ustedes mismos; y si para ustedes mismos quieren lo mejor, deben querer también lo mejor para los demás, ya que toda persona, buena o mala, es depositaria de una parte del aliento de Dios, y así la debemos considerar.


Traducido y adaptado de las enseñanzas de Sheykh Tierno Bokar, sabio sufí tijani de Malí.