viernes, 31 de julio de 2015

El valor histórico del Imperio Otomano

El valor histórico del Imperio Otomano se debe a una conjunción de factores y cuestiones; y es que estamos hablando de uno de los Imperios más grandes que nuestro planeta ha podido ver a lo largo de su historia. Un imperio que, además de conquistar y anexionarse nuevos territorios, influyó a culturas posteriores con su estilo de vida, sus tradiciones, en el plano cultural, religioso e incluso social. No podemos olvidarnos que consiguió resistir más de 600 años, tiempo más que suficiente para dejar una enorme huella.

Hay que destacar que ya en su origen marcó un antes y un después, ya que el Imperio Otomano conseguía poner fin a la cultura bizantina. Asimismo, cabe destacar, que desde el punto de vista religioso, el Islam fue el gran beneficiario, dado que el Imperio extendió esta religión por absolutamente todos sus territorios. Teniendo en cuenta que ocupó hasta 3 continentes (Europa, Asia y África) no podemos negar que el alcance fue realmente asombroso.

Existen otros puntos desde los cuales el Imperio Otomano destacó y por tanto fue tomado como un imperio fundamental y determinante para la historia. Por ejemplo, hay que poner la vista de forma obligada en su ejército, que lograra mantener su presencia y durar tantos años y que además cuenta con tantas conquistas. Debía tener una fuerza militar poderosa, aspecto que merece un estudio detenido.

Lo cierto es que ya los romanos, en su día, supusieron un antes y un después en los aspectos militares. Con los otomanos pasa algo muy similar. Contaban con un poderoso y grandísimo ejército con estrictas jerarquías al cual podían pertenecer sin problemas cristianos y extranjeros. Asimismo, disponía de divisiones tan importantes como los llamados jenízaros, que eran soldados europeos que habían sido reclutados durante su niñez y habían terminado siendo convertidos al Islam.

Este enorme ejército únicamente respondía a las órdenes directas del sultán. Además, cabe destacar que en su expansión tenían claro que reclutar hombres de armas era importante pero también lo era reclutar operarios que fueran capaces de crear dichas armas. Así, se encargaban de reclutar operarios expertos en fundición y construcción de cañones. Su poder militar aumentó considerablemente al tiempo que su poder armamentístico también lo hacía.

Si desde un punto de vista religioso y militar el Imperio Otomano dejó muchísima huella en los territorios en los que estuvo presente, lo cierto es que también lo hizo su organización territorial, marco en el cual se observa que ya apostaban por una división similar a las provincias, pues contaban con un extenso territorio.


Sin duda fueron una pieza clave para la conformación del mapa actual, sobre todo en Asia y África, aunque también en parte de Europa del este donde encontramos representaciones arquitectónicas que nos recuerdan que un día, esa parte del viejo continente perteneció al Imperio Otomano.


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