martes, 26 de mayo de 2015

El Poder del Amor

El amor es hermoso para el Señor y para Sus siervos. Si hacéis algo con amor, deberá ser aceptado por el Señor, y Él deberá hacerlo agradable ante vosotros. Si amáis vuestro trabajo os será fácil hacerlo, sino sólo será una carga. El Señor dice: "Yo no estoy necesitado de vuestras devociones, Sólo busco el amor con el que son ofrecidas." Oh siervos del Señor, oh creyentes, no paséis por alto este punto. ¡No seáis como esclavos remando en un barco - si rezáis, debéis hacerlo con amor, no a la fuerza, como si un capataz de esclavos estuviera parado ante vosotros con un látigo! A Dios no le agradan esas oraciones forzadas. Tratamos de realizar todas las prácticas pero nos olvidamos de pedir por el Amor Divino, convirtiéndonos en robots, o como aquellos que hacen gimnasia.

Allah nos ha pedido que comprometamos nuestros cuerpos en Sus devociones y en el servicio a Su creación a través de caridad y buenas acciones, ¿pero cuál debe ser el fruto de esas acciones? Si no es el amor, el fruto es amargo y es rechazado. Si nuestra devoción provoca que el Amor de Allah crezca en nuestros corazones, entonces debemos mantener esa práctica y continuar en nuestro camino; y si mantenemos la compañía de un maestro espiritual, y vemos que a través de su compañía el amor de Allah se despierta en nuestros corazones, entonces debemos seguirlo estrechamente.

El Amor de Allah no es fácil de alcanzar, ya que no podemos imaginarlo; por lo tanto, el Todopoderoso ha hecho a los Profetas apóstoles de Su Amor. El Amado de Allah, el Sello de los Profetas, Muhammad, la paz sea con él, fue un canal tan puro para la transmisión de ese amor que los corazones de sus compañeros estaban sumidos en su amor, y eran transportados hacia el amor de Allah. Él era el representante de Allah, que es la Absoluta Verdad; por lo tanto, el Profeta declaró: "Quien me haya visto ha visto la Absoluta Verdad".

Cuando una delegación de no musulmanes fue a visitar Medina, quedaron sorprendidos por el amor y el respeto que sus compañeros le mostraban al Profeta. Cuando regresaron a su hogar le dijeron a su líder: "Hemos conocido muchos emperadores, reyes y jefes tribales, pero nunca hemos visto a uno al que sus súbditos o cortesanos trataran con tal devoción y amor sincero. ¿Cómo puede ser esto?" No eran capaces de comprender el secreto de este amor, ya que sus egos habían negado que Muhammad fuera Profeta. El amor de los compañeros hacia el Profeta era tal que solían decirle: "Estoy preparado para sacrificar por ti incluso a mi madre y a mi padre", que para los árabes, es más que decir: "Me sacrificaría por ti". Y verdaderamente muchos de ellos sufrieron penalidades casi intolerables en nombre de su creencia en la misión del Santo Profeta: exilio, desheredación, boicot, tortura y muerte.

¿Quiénes representaron al Santo Profeta después de su vida en la tierra? Aquellos que evocaron ese amor. El Profeta los describió: "Aquellos que los vean recordarán a Dios". Aquel que tenga sed por el Amor Divino debe buscar esta gente. Pero en nuestro tiempo la mayoría están escondidos, y el Islam para mucha gente se ha convertido solo en una serie de reglas de conducta y formas de devoción - un caracol vacío. ¿Quién puede obtener sabor de algo así? ¿Las mezquitas serán solo gimnasios? Y ahora los "profesores de gimnasia" se oponen a los Caminos Sufíes, que son los caminos del corazón, caminos que llevan hacia el Amor de Dios.

¡Nuestro Señor nos ha dado un instrumento que no mide nuestra presión sanguínea, sino nuestra "presión de amor" y nuestro objetivo es hacer que suba! Sí, intenten mejorar cada día, ya que el Santo Profeta dijo: "Quienquiera que no mejore cada día está retrocediendo." ¿Qué significa esto? No significa que si rezamos cuarenta oraciones hoy, debemos rezar cuarenta y una mañana y cuarenta y dos el siguiente día. No, no es necesario, el objetivo es que llenen sus devociones cada vez con más amor de su Señor, para que Él observe: "Mi siervo hoy ha mostrado más amor hacia Mi que ayer". Uno de nuestros Grandsheykhs resumió perfectamente lo que estoy tratando de decir: "El peso de un átomo de amor vale más que setenta años de devoción sin amor".


Maulana Sheykh Nazim al-Hakkani (qs)

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